viernes, 22 de febrero de 2013

Cobija: breves apuntes y reflexiones para una historia temprana de una caleta de changos. Siglos XVI-XIX.

Fig. 1.  Vista aérea  del poblado antiguo, hoy en ruinas, de Cobija, destruido primero en el terremoto de 1868 y luego, en su mayor parte,  en el terremoto y subsecuente  maremoto del 9 de Mayo del año 1877. Se observa el perfecto trazado reticulado de  numerosas manzanas y calles tanto longitudinales  (N-S) como transversales (E-W). Nótese cómo el fuerte oleaje azota la porción sur (desprotegida) de la pequeña península, (color blanco de la espuma),  mientras que la zona de litoral situada  frente a la localidad  se ve  en calma, prácticamente  sin oleaje. Este era el lugar elegido para  la recalada y el  anclaje de las embarcaciones.  (Foto Google Earth).


Fig. 2.  Perspectiva general del área, mostrando la península  (arriba, izquierda)  que sirve de biombo contra los vientos predominantes del S y SW,  ofreciendo una excelente protección a los navíos. Se puede ver aquí la amplia terraza litoral que se extiende hacia el Este, con un ancho máximo  de 2,5-2,8 km., hasta alcanzar las primeras estribaciones de los cerros de la cordillera de la costa. Estos cerros costeros alcanzan aquí los  1.300 m. de altitud  (Foto Google Earth). La parte más elevada de la terraza litoral,  al pie de los cerros de la cordillera de la costa, alcanza una altitud de los 180-200 m. Esta terraza marina, surcada de cursos de agua eventuales,  ha sido objeto, a lo largo de los últimos milenios,  de un constante relleno aluvial procedente de los  abanicos fluviales de las pequeñas quebradas.


Fig. 3. Arriba, vista general de las chozas actuales de madera de los pescadores y sede social (arriba, izquierda). Abajo la "patriarca" de Cobija, la señora  Blanca Ledezma,  madre de los hermanos Pinto y sus hijos y nietos.(Fotos enviadas por Branko Marinov M. al suscrito, y;  tomadas  hacia el año 1990 o poco antes ).   Doña Blanca, ya fallecida hace algunos años,  fue la fiel amiga y confidente de la arqueóloga  danesa Dra. Bente Bittmann, en los años en que ésta última trabajó intensamente, durante  muchos meses seguidos,  en actividades arqueológicas aquí en Cobija, entre los años 1977 y 1992, cuyos resultados expuso en numerosos trabajos de investigación. Bittmann, es  sin duda alguna,  la investigadora que más ha estudiado este sitio  precolombino durante el siglo XX, combinando  hábilmente  las referencias etnohistóricas, cartográficas, etnográficas y arqueológicas, logrando reunir una síntesis notable. Tal vez no existe en nuestro país ninguna otra caleta costera que haya merecido tantos estudios especializados. A nuestro juicio, su enfoque, su  metodología de  estudio y su acuciosidad, no han sido superados hasta hoy.


Fig. 4.   La señora Blanca Ledezma, madre de los hermanos Pinto, bajo el muelle donde  desconchan los locos y caracoles que han obtenido en el buceo  del día (Foto Bente Bittmann, Archivo  B ittmann,  en poder del Dr. Horacio Larrain; foto tomada hacia  1975-76).

Un vistazo rápido a la historia de Cobija: bibliografía recomendada.

Iniciamos aquí  la prometida referencia el puerto de Cobija y  a sus pobladores con referencias tempranas (siglo XVI). En este segmento del Blog,  deseamos ofrecer un breve y sucinto historial sobre Cobija, su puerto  y sus primitivos habitantes indígenas, los changos.  Hay mucha  bibliografía escrita sobre esta caleta. Para un estudio más profundo, recomendamos recurrir a los trabajos etnohistóricos y arqueológicos de Bente Bittmann:, en particular a sus artículos: "El surgimiento, desarrollo, decadencia y abandono de Cobija-Lamar: Notas históricas", pp. 63-103; parte del trabajo general  titulado: "Cobija: Proyecto de investigaciones interdisciplinarias en la costa centro-sur andina (Chile), Universidad del Norte, Sede Antofagasta.  No deje de leer, además,  su excelente síntesis:"Cobija: Panorama etnohistórico en relación a los informes de José Agustín de Arze", en  Revista Chungará Nº 10, Marzo 1983: pp. 147-153) .  Sobre Cobija, su historia, su arqueología o cartografía,  nosotros mismos hemos publicado varios segmentos en este mismo Blog los que Ud. podrá  hallar bajo las etiquetas: Cobija, Bente Bittmann,  Changos o  Pescadores recolectores).

Vamos a dedicar en las próximas semanas al menos uno o dos  segmentos más de nuestro Blog al estudio de Cobija, en el devenir del siglo XIX, gracias al aporte documental y fotográfico de Boris Durandeau, descendiente directo de comerciantes franceses asentados en dicho puerto a mediados del siglo XIX,. Para situar correctamente estas informaciones,  nos ha parecido pertinente entregar, a manera de mise en scène, un breve bosquejo geográfico e histórico-antropológico del lugar.


Ventajas ecológicas de Cobija. Un  puerto en el litoral desértico provisto de agua de vertientes.

Ubicada esta caleta y antiguo puerto de Cobija en las coordenadas UTM 369792 N / 7805610 E., en el litoral hiperárido de la IIª Región de Chile, Antofagasta, y poco al sur del actual puerto de Tocopilla, ostenta  una de las escasas penínsulas que ofrecen cierta protección y cobijo contra los vientos predominantes del Sur y Surweste.

En un litoral desértico norte chileno, extremadamente seco y árido, carente de recursos y sin presencia de desembocaduras de ríos, Cobija aparece providencialmente en escena.  Esto gracias a la co-existencia circunstancial de varios factores, todos ellos  de decisiva importancia para el desarrollo de la  vida humana.

Los enumeramos aquí:

a) un lugar de importante presencia de población indígena;
b) un  lugar seguro y protegido para la  recalada de los navíos;
c) presencia de agua, gracias a la existencia de varias pequeñas aguadas;
d) abundante pesca del congrio y del tollo in situ, que  era convertida por los indígenas locales en charqui    de pecado y exportado a las provincias interiores  con el nombre de "charquecillo" (Potosí, Sucre, Lipes);
e) presencia de pastos en los altos de los cerros comarcanos, por espacio de varios meses, gracias a la camanchaca costera,  entre los meses de Julio y Diciembre, lo  que permitía  el talaje de animales, como burros y mulas;
 f) existencia de una bien traficada vía de comunicación prehispánica con el interior, a través de paskanas y  tambos que permitían el acceso  a las poblaciones ribereñas del Loa  (Calama, Chiuchíu,) y del altiplano de Lipes.

  Condiciones éstas de tipo ecológico y eco-antropológico que, sumadas,  no se daban en ninguna otra parte en esta extensa  franja litoral norte y que favorecieron el asentamiento humano pretérito y reciente.

Su antigua población indígena. de changos y camanchacas.

Cobija presenta, por eso mismo,  un embrujo geográfico y un misterio humano muy particular. Fue un reducto de numerosas familias de indígenas pescadores y uno de los poquísimos "puertos" del extremo norte de Chile, junto a  Iquique y Pisagua,  que, juntos, tienen  el  raro privilegio de contar con información muy temprana  (fines del siglo XVI). por ser sitios de recalada casi forzosa. Ya  el Factor de Potosí  Juan  Lozano Machuca   en 1580 se refiere explícitamente a este lugar, nombrándolo como el "puerto de Atacama" ubicado en  "la ensenada de Atacama". Y señala que por esas fechas  había unos 400  "uros pescadores" morando en sus contornos. Seguramente  tal población  se extendía por una extensa faja litoral incluyendo Cobija,  Chacaya, Gatico y Punta  Guasilla y otros sitios próximos.

La primera referencia clara a  Cobija como el "puerto de Atacama".

Lozano Machuca señala en su : "Descripción de Cobija"  hacia 1580.

"... se podrían poner estos indios de Atacama en la Corona real y reducirse a uno o dos pueblos, que serán hasta dos mil indios: demás del tributo que darían a Su Majestad, se podrían labrar muchas minas de cobre que hay en aquella comarca, en especial en el mismo puerto de  Atacama, a la lengua del agua y partes donde con cinceles se podrá cortar el cobre fino como V. Excelencia lo verá por la muestra que lleva Diego Enríquz...".

"En la ensenada de Atacama que es donde está el puerto hay cuatrocientos indios pescadores uros que no son bautizados ni reducidos ni sirven a nadie, aunque  a los caciques de Atacama dan pescado en señal de reconocimiento. Es gente muy bruta, no siembran ni cogen y susténtanse de solo pescado y están junto a esta veta de cobre, y así con estos indios y los atacamas se podría labrar esta veta y sería de gran provecho a su Majestad por estar tan junto al puerto y poderse llevar cobre por todo le reino y a España por el estrecho.[de Magallanes]... Será esta ensenada de 20 leguas...".
 (cit. en Boletín Nº 2-3, Centro de Documentación (CEDOC) Universidad de Antofagasta, Junio 1973: 38-39. Aporte del CEDOC al Primer Congreso del Hombre Andino, Arica).

(Vea nuestro pequeño comentario al texto de Lozano Machuca en este mismo Blog.)

Un pueblo de 50 ranchos de cueros de lobos marinos.

En la fecha antedicha (1580), los changos pobladores de Cobija  no han sido aún evangelizados.  Es probable que para esta tan antigua fecha, ni siquiera haya existido una capilla  y menos una iglesia en Chiuchíu o "Atacama la Baja", desde donde posteriormente  bajarán de tanto en tanto  sacerdotes a Cobija a bautizar y evangelizar a los residentes indígenas. Las primeras referencias  a  visitas pastorales de sacerdotes a Cobija, datan del año 1641, si bien existen indicios de que su población indígena ya fue visitada esporádicamente desde fines del siglo XVI. Cuando bastante más tarde,  el ingeniero militar francés Amédée-François Frézier visita  el lugar en Junio del año 1712, cita expresamente haber visto la presencia de 50 ranchos de indígenas en la bahía de Cobija.  Así lo señala  Vicente Cañete y Domínguez, Gobernador Interino de Potosí,   en su  descripción del  Puerto de Santa Magdalena de Cobija  en 1787, al aportar nuevos y valiosos antecedentes sobre el modo de vida de estos pescadores recolectores.

La declinación demográfica  y desaparición de los changos.

Es decir,  132 años después del relato de  Lozano Machuca, aún viven en Cobija y sus alrededores  al menos unos  200-220 changos pescadores de acuerdo al recuento  de viviendas  indígenas  que nos reseña Frézier. No hay prácticamente población blanca asentada allí todavía. La población indígena  no había declinado aún y sus servicios como pescadores, mariscadores, cargadores  y  hábiles elaboradores de charqui  de pescado eran todavía  muy apreciados. Esta situación  demográfica cambiará muy bruscamente en el  siglo XIX  a partir del año 1825, cuando la naciente república de  Bolivia  establece aquí  su principal puerto de entrada al Pacífico, tras el prolijo reconocimiento marítimo hecho  por  el marino  Francis O´Connor,  comisionado al efecto  por el mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre. Con la llegada de numerosos comerciantes,  aventureros y mineros,  y la construcción del poblado e incipiente puerto,  se verificará un brusco cambio  en el modo de  vida  de estos pescadores y  muy pronto las enfermedades y epidemias troncharán la vida de la mayor parte de ellos.

Los terremotos y la aparición de la epidemia de fiebre amarilla.

Hacia 1860-65, bajo control administrativo y económico boliviano, conocerá Cobija su máximo esplendor,  llegando a albergar una población de casi 5.000 habitantes, incluyendo los numerosos indígenas changos (Bittmann, 1980). Veinte años después, hacia los años 1880-85, desaparece para siempre la población aborigen en este puerto como efecto directo de la epidemia de fiebre amarilla que se descargó con  terrible virulencia  en el litoral sur peruano y boliviano en el año 1869. Este doloroso episodio de la historia humana (la desaparición completa  de una etnia ancestral) de esta zona litoral  no ha merecido un estudio serio hasta  el presente por parte de los investigadores,  ignorándose cuáles o quiénes habría sido los transmisores y "vectores" humanos directos de este flagelo. ¿Tuvo algo que ver en esta pavorosa difusión  epidémica  la importación masiva  a las costas peruanas de operarios chinos traídos de Cantón, los  que se diseminaron por las guaneras de la costa?. No conocemos estudios históricos serios y fundados en este sentido, pero sospechamos que existe alguna desgraciada relación entre estos dos hechos,  cronológicamente tan coincidentes.


Amédée François Frézier
Amédée François Frézier,   1682-1773,  ingeniero y matemático francés  que estuvo en Cobija  en Junio del año 1712  y autor de una obra sobre sus viajes en el Océano Pacìfico. Desde Cobija,  penetró en mula hasta Calama y Chiuchíu, aldeas atacameñas que describe.























(En plena construcción.)








viernes, 15 de febrero de 2013

El Rally Dakar en el banquillo de los acusados: solapado atentado contra el patrimonio natural y cultural del Norte Grande de Chile.

Fig. 1. Paisaje del semiárido del Norte Chico chileno. ¿Qué importa pisotear esos pequeños  nichos de vida?. Probablemente se trata de plantas de "cacho de cabra" o Cassia closiana, en  estado de latencia.

Fig. 2.  Al Sur de Alto Hospicio (Iquique)   Enero 2013.  A campo traviesa, a toda velocidad.

Fig. 3. Esto es cualquier cosa menos un trazado o ruta  que permita una ulterior revisión o control de daños.


Fig. 4.  Enorme superficie ocupada por  vehículos en competencia  y por curiosos. ¿Cómo "mitigar" los daños?.

Fig. 5.  Verdadero "rastrillo" de huellas dejadas al paso del huracán "Dakar". Su ancho supera bastante los 1.000 m.   Sur de Alto Hospicio  rumbo a Cerro Guanaco, Enero 2013.

Fig. 6.  Una inmensidad recorrida en todas direcciones.

Fig. 7.  Trate Ud. de imaginar cómo se podría  revisar y controlar  esta superficie de eventuales daños inferidos en una jornada dada.

Fig.8. El piloto de esta moto seguramente se pregunta: ¿por donde  sigo?. ¿Y si me pierdo?.

Fig. 9. ¿Cree Ud. posible  controlar esta área en busca de  posibles daños al ecosistema o a los bienes culturales existentes?. Los vehículos asoman por todos lados expulsando gigantescas bocanadas de polvo y humo tóxico ¿Qué más da?.  ¡Si aquí no vive nadie, parecen decir!.

Fig. 10. No cabe duda de que el trazado del  "Dakar" es perfectamente rectilíneo!.¡Qué duda cabe!.

Fig. 11.  Los camiones hacen nuevas huellas, acortando las distancias. ¡Están fresquitas!.  ¿Cómo poder controlar y verificar  daños o destrucción  en un paraje como éste?.

Fig. 12. La gran concurrencia de curiosos y visitantes en uno de los puntos de detención del Rally. Admirando las máquinas  y sus proezas..

Fig. 13. ¿Qué importa levantar polvo en el desierto absoluto?. A toute vitesse!;  A toda velocidad!; At full speed!;  Mit aller Geschwindichkeit!". 

Las Figs. 1 a 13 muestran diversos aspectos y lugares por donde discurrió el Rally Dakar entre los años 2010-2013.  Observe  la falta de ruta fija, y en las Figs. 5, 7, 9 y 10 la enorme cantidad de huellas que  quedan inscritas en el suelo como muestra indeleble del paso del huracán "Dakar". Note, también, las nubes de polvo que se levantan al paso de los vehículos.  (Fotos suministradas por algunos de nuestros fieles colaboradores  de Chile y Argentina en Enero y Febrero 2013).

La Propaganda oficial y la verdad de los hechos

En Chile se ha dado este año 2013  un espaldarazo de aprobación por parte de las autoridades del Estado a este certamen deportivo, sin tomar en consideración para nada las graves advertencias hechas desde las instituciones académicas. Los párrafos que siguen, ilustran bien el sentir del gobierno actual compartido por el Presidente de la República y sus ministros. He aquí un botón de muestra:

La propaganda y la actitud del gobierno ante el Rally Dakar.

"El Presidente de la República, Sebastián Piñera, encabezó el lanzamiento del Rally Dakar 2013 en el Palacio de La Moneda. Fue acompañado del subsecretario de Deportes, Gabriel Ruiz Tagle, la Ministra Secretaria General de Gobierno, Cecilia Pérez, y el director de ASO (empresa organizadora de la prueba), Etienne Lavigne.  Ellos recibieron a los 39 deportistas chilenos (11 cuadriciclos, 18 motos y 10 autos) que instalaron sus vehículos en la Plaza de la Constitución". 

 Dijo el Presidente Piñera en la ocasión:

“Queremos que sea el mejor rally en la historia de esta gran aventura que por primera vez tendrá 39 deportistas chilenos que nos representarán”...; “este Rally va a batir muchos récords para Chile como el mayor número de participantes y países, además de la presencia de la primera mujer chilena que será también la primera sudamericana en competencia: Josefina Gardulski”.

Estas livianas expresiones de la máxima autoridad  nos dejan realmente perplejos. El Señor Presidente de la República parece no haber entendido nada del problema tanto ecológico (destrucción de ecosistemas), como cultural (destrucción de evidencias del pasado arqueológico y/o histórico) inherente intrínsecamente (no accidentalmente)  a este certamen.  ¿Para qué, entonces, tenemos una Oficina especial de Protección de Monumentos  Nacionales?. ¿No debió haberse hecho asesorar por ella antes de emitir tamaño despropósito?.

El por qué y cómo de los impactos del Dakar.

En un segmento nuestro anterior, escrito el día  27 de Enero del 2013, (buscar en este Blog por etiqueta {´Rally Dakar´)  hemos acopiado  información sobre el origen y la historia del Dakar y sus reales dimensiones actuales en  cuanto a los países involucrados,  número de participantes,tipos de  vehículos y costos por participante. También, hemos querido expresamente señalar  por qué  y cómo ha  impactado a los ecosistemas y a la prehistoria cultural de las regiones por donde cruza. Albergamos la secreta esperanza de haber hecho "abrir los ojos" a algunos  incautos que creían, a pie juntillas, que el Rally Dakar era un deporte "inocente", "inocuo" (que no hace daño)  y, además, altamente recomendable. 

Nos proponemos señalar a nuestros lectores dos aspectos que nos parecen fundamentales: 

a)   por qué nos oponemos tan tenazmente al sistema de surcar y rastrillar el desierto  "a campo traviesa",

b) qué elementos patrimoniales de nuestra geografía, historia,  cultura o medio ambiente biótico (flora, fauna; actual o pasada)  pueden ser, o ya han sido destruídos y pasados a llevar por este tráfico desenfrenado y "a campo traviesa", precisamente por cruzar un territorio desértico casi del todo desconocido, o conocido sólo muy parcialmente.


1. Por qué nos oponemos a un carrera loca,  practicada "a campo traviesa". 

En Chile la Ley de Medio Ambiente Nº  19.300 exige que con anterioridad a cualquier excavación, movimiento de tierra o  alteración importante del paisaje  con  el fin de construir poblaciones,  carreteras, puentes, embalses, edificios, o puertos,  o  se verifique  un "Estudio de Impacto Ambiental"  (EIA). El objeto de este estudio  previo es prever y calibrar con la mayor precisión posible, qué impactos puede tener  la posible modificación del paisaje ad portas, sobre  la flora, fauna, ecosistema, historia local o regional, o elementos  arqueológicos, antropológicos o paleontológicos presentes. Dependiendo de la cuantía y volumen de tales impactos, se  decide si se autoriza o  no dicha alteración o, en caso de autorizarse,  "se indemniza" (por así decirlo)   a la sociedad y al Estado chileno  por los daños previsibles o ciertos,  mediante lo que se ha llamado " medidas  paliativas" o  "medidas de  mitigación".

 Es decir, como se reconoce ab initio la posibilidad real  (y no imaginaria) de inferir un daño inminente al patrimonio nacional, se propone algunas alternativas correctivas, para de algún modo suavizar o "mitigar"  el efecto adverso o negativo de tipo histórico, cultural o biológico previsible. Este Estudio de Impacto Ambiental  (EIA) tiene que ser examinado y revisado por  la CONAMA, la que puede aprobar, solicitar  mayores estudios o antecedentes, o rechazar la solicitud.

2. ¿No hay precedentes?. Pues entonces , ¡habrá que crearlos!.

Lamentablemente, en la citada Ley Ambiental chilena  no se hace referencia  explícita a este tipo tan especial de  intervención espacial (provocado por un Rally) y, por tanto, no se  hace alusión directa a casos como el  presente, es decir a la presencia de un "trazado intencional y variable de nuevas huellas de vehículos", como un elemento desgraciadamente  muy efectivo de alteración  y destrucción de  sitios o  paisajes. Pero, sin embargo,  el espíritu de la Ley es evidente y taxativo: evitar la destrucción del patrimonio nacional o regional,  sea éste histórico, paleontológico, arqueológico, arquitectónico, biológico (ecosistémico), geográfico o  escénico. Por tanto, nos parece que  en el caso del Rally Dakar, debería  aplicarse, en principio, exactamente  el mismo criterio que rige para la construcción de nuevas carreteras o caminos: es decir, la exigencia de un completo y exhaustivo "estudio previo de impacto ambiental". Tal  exigencia previa,  que parece tan lógica y natural, tendría, sin embargo,  repercusiones inmediatas en  el sistema propio y característico del Rally Dakar, por las razones  que señalamos  en el punto que sigue.

3. Un trazado cambiante,  imposible de prever o de supervisar.

Si nunca se ha exigido este estudio previo, -a pesar de que parecía lógico exigirlo-  tampoco se ha realizado un estudio de sus efectos post factum, es decir,  después de hecho cada recorrido anual, para apreciar   qué ha ocurrido en el paisaje. ¿Por qué?.  La razón es simple. El trazado  del Rally  está sólo señalado por puntos marcados con GPS, de tanto en tanto, a lo largo de  la ruta. Pero cómo y de qué manera un piloto se traslada de un punto a otro, es algo dejado a su pleno arbitrio y decisión; en otros términos,  en muchísimos  sectores del trazado,  no existe una ruta fija  y el recorrido es decidido en ese instante por el propio piloto. Con este sistema de ir "a campo traviesa", guiado sólo por el "olfato" o "instinto" del piloto respectivo,  no sólo es imposible  hacer un estudio de impacto ambiental previo (para constatar qué elementos  bióticos o culturales pudieran ser alterados o destruidos),  sino también es casi imposible verificar una seria y concienzuda inspección post factum, por la enorme cantidad de huellas dejadas y por no saberse con certeza si dichas huellas son efecto del paso efectuado el año 2009, 2010, 2011, 2012 ó 2013. En el certamen Dakar, sólo en las proximidades de las ciudades el piloto debe ceñirse estrictamente, a las carreteras o accesos ya existentes, sin poder salirse de ese trazado. En el resto del recorrido ( esto es el 99% del mismo)  es el piloto quien decide la ruta  a seguir. Esta permisividad, desde el punto  de vista del más elemental cuidado ambiental,  nos parece simplemente inconcebible.

4. Esta  situación  resulta científicamente  inmanejable.

Esta incertidumbre  hace  este tipo de tránsito "a campo traviesa", totalmente  inmanejable e incontrolable.  Esto nos parece de la máxima gravedad desde el punto de vista de la previsión de los daños. Porque en realidad,  así ¡nada se puede prever!. Es del todo imposible. Cuando yo voy a construir un tranque o una carretera, un  puerto o una edificio, conozco exactamente y al dedillo la superficie que se va a alterar y modificar. Puedo y de hecho, hago, planos bien definidos mediante una cartografía perfectamente controlable  in situ. Aquí puedo prever y, también, verificar exactamente a posteriori  el área que fue alterada. En el caso que nos ocupa, tal cosa es imposible. En consecuencia, aunque duela decirlo,  el sistema imperante hoy en el Rally Dakar  de correr "a campo traviesa", creando sobre el terreno extensos rastrillos de infinitos surcos,  sin ruta previa exacta establecida  al centímetro, hace del todo imposible  prever sus daños. Y, por lo tanto, todo puede suceder y, de hecho sucede (también los accidentes!).  ¡Y conste que  ni siquiera nos hemos referido a los accidentes causados, que ya suman  casi dos muertes por certamen!.

 5. O se cambia la forma de realizar el Dakar, o se suprime definitivamente .

La consecuencia  lógica de estas premisas es que este tipo de Rally (tal como hoy se hace) debe ser absolutamente prohibido  en todos aquellos países que quieren estudiar, proteger y custodiar sus bienes patrimoniales tanto naturales, como culturales, evitando a toda costa su  total destrucción. Que haya tal vez otros países subdesarrollados donde a las autoridades tal cosa no les importe un comino, es  cosa que no nos concierne.  O, en su defecto, el Rally  debería  variar y modificar  substancialmente  su procedimiento  típico de surcar "a campo traviesa",  para seguir  trazados totalmente controlados, hasta el centímetro.  Que este proceder, le alejaría ciertamente de su intencionalidad  original y primigenia concebida en  el  lejano Sahara, de "navegar  en el desierto",  "es ya harina de otro costal"!..


Los elementos patrimoniales en juego. 


Se distingue dos tipos fundamentales de "patrimonio": 

a)  el natural, conformado por paisajes, ecosistemas, parques nacionales o reservas de la Naturaleza o de la Biósfera. En éstos, existe una flora y una fauna típica o única,  y una geografía particular. Incluye  tanto la  flora y fauna paleontológica (ya extinguida)  como la  flora y fauna actual (todavía presente en los ecosistemas).

b) el cultural, conformado por  utensilios, objetos, armas, instrumentos, edificios, ruinas, huellas, cementerios,  que han sido resultado de un trabajo y  ocupación humana  en un sitio particular durante un momento de la historia de la región. Puede ser de carácter arqueológico (desde las primeras trazas de presencia del hombre,  hacia los 15.000- 12.000 A.P., o histórico (colonial  o republicano; subactual o reciente).  Este último, el patrimonio histórico,  en América se considera a partir de la llegada de los colonizadores  Vikingos en América del Norte ((Groenlandia y Península del Labrador, entre los  siglos  X  al  XIV   D.C. ) en sus famosas embarcaciones llamadas "drakkar", o los conquistadores españoles o portugueses en El Caribe, América Central y del Sur, en sus carabelas y bergantines (siglos XV y  XVI D.C.). Con ellos comienza aquí en América el período de la escritura  y la existencia del documento escrito. Allí aparece por fin, la "historia" propiamente tal. Le antecede la "prehistoria" o sea, el período que es estudiado por  la ciencia llamada "arqueología".

¿Qué tipo de " patrimonio" existe  en el desierto de Atacama o en el semi-desierto del Norte Chico chileno?.


1. Patrimonio biótico actual ( flora y fauna). 

Aún en la zona que consideramos "desierto absoluto" (Desierto de Atacama), en la porción que ha sido descrita como "el desierto más árido de la tierra" (según el geógrafo Wolfgang Weischet, 1975)  existen numerosos  nichos o lugares relictos de vida. Enumeramos sólo algunos:

1.1. "Oasis de niebla"  (Fog Oasis o Nebeloasen). Conformados por numerosas especies de plantas fanerógamas y criptógamas que han logrado sobrevivir gracias a las nieblas costeras o camanchacas. Cerca de la costa, en el Norte chileno hay entre 7 y 9 oasis de este tipo, sólo en el tramo entre Arica y el río Loa. Otros tantos, entre  El Loa y el área Paposo-Taltal. Su riqueza botánica y faunística (a menudo relicta) es sorprendentemente rica y ha sido objeto de muchos estudios  en los últimos  20 años. Su superficie, además,  está cubierta por  centenares de especies de líquenes  (más de 300), constituyéndose su área, según los expertos,  en un dilatado y auténtico reservorio de oxígeno para la Humanidad futura. Su estudio en esta zona de Tarapacá recién ha sido iniciado, y se ha constatado  recientemente la presencia de varias especies nuevas  y totalmente desconocidas para la ciencia.

1.2. "Oasis de Tillandsias". Entre Arica y  el río Loa existen numerosos oasis de este tipo, conformados generalmente por una especie única botánica: la bromeliácea Tillandsia landbecki la que es acompañada por una fauna  muy  rica de Insectos, Arácnidos y Escorpiónidos y varios otros géneros de minúsculos animales inferiores. Su estudio recién se inicia en nuestro país. Miles de hectáreas  conforman estos oasis, muy poco conocidos por hallarse en sitios poco accesibles y lejos de las carreteras transitadas..Pero desgraciadamente  muy accesibles a los raidistas y a los rallies, incluyendo por desgracia el  Rally Dakar. Hace exactamente cinco años, en  el  año 2008, ya  exponíamos, casi en forma profética,  en este mismo Blog nuestras  fuertes aprehensiones sobre los posibles efectos del huracán "Dakar" sobre los tillandsiales  situados al sur de Iquique. Por desgracia, nuestros temores se han visto confirmados. (Ver segmento del Blog titulado: Las praderas de Tillandsia landbecki Phil.  Decíamos entonces  textualmente:

 "Hoy, cuando ya se ha establecido en nuestro desierto del Norte el famoso "Rally Dakar", con participación de centenares de vehículos todo terreno, existe el grave riesgo de que perforen, ataquen, y destruyan a su paso sin piedad estas formaciones singulares, sin que nadie se percate o trate de impedirlo. De hecho, una de sus rutas anunciadas pasa por este sector privilegiado de ecosistemas de formaciones de tillandsias. Ojalá no tengamos que ser tildados un día, en el futuro,  de "profeta de desgracias", por haber anunciado y/o prevenido acerca de este inminente peligro" .(estampado en este Blog  el  21-02-2008).

1.3.  Los "Estromatolitos" del Salar de Llamara. Bacterias en extremo primitivas que pueblan  pozos  y pequeñas lagunas someras  del Salar  de ese nombre y que son consideradas los primeros colonizadores de un territorio y que nos enseñan a los científicos y ecólogos cómo se inició el proceso de evolución de las formas vegetales en nuestro planeta. Muy pocos lugares de la tierra poseen estos depósitos primigenios, entre ellos nosotros.

1.4.  el llamado "Desierto florido" (flowering desert)  que ocurre en extensas planicies situadas  entre la II y la IV Región  de Chile, (entre Chañaral, Paposo, y Los Vilos-Pichidangue), en los meses de primavera y con ocasión de la presencia de lluvias ocasionales. Este fenómeno se caracteriza por la aparición de enormes campos de flores, a partir de los meses de agosto y septiembre, de muchas especies vegetales,  y de una notable fauna entomológica  asociada. Es un atractivo turístico  excepcional que atrae visitantes de todo el mundo.Los ecólogos aún hoy encuentran aquí no pocos enigmas en la aparición de especies  escasas,  a veces tras  15-20 años de ausencia y de sequía ininterrumpida.  Esta zona es un riquísimo laboratorio natural para ecólogos, botánicos y entomólogos.

2. Patrimonio natural biótico paleontológico.

2.1. Es el constituido por especies ya extinctas tanto vegetales como animales. En distintos lugares del desierto como el  Salar de Atacama,  Calama, Chiuchíu,  Pampa del Tamarugal, Quebrada de Chacarilla,  han aparecido restos de  la fauna fósil del Triásico, Jurásico y del Cuaternario (Plioceno y Pleistoceno). También se ha encontrado en Tarapacá huevos fósiles de Dinosaurios de varias especies. (Consúltense a este respecto las publicaciones del geólogo y paleontólogo chileno Dr. Guillermo Chong de la Universidad Católica del Norte, Antofagasta; ver sus descubrimientos en Internet).

2.2. Conocida es la fauna marina fósil (moluscos de numerosas especies)  que ha sido encontrada cerca de  Caldera o los cementerios de  cetáceos fósiles  en las vecindades de la misma localidad, con ocasión de labores de ensanchamiento de la carretera. Ha aparecido allí recientemente el más grande cementerio de cetáceos, más de ochenta ejemplares,. muchos de ellos completos  y también ejemplares de morsas, delfines, lobos marinos, otáridos   y peces. Su antigüedad se estima en al menos 8 millones de años, siendo en este instante el cementerio de especies marinas más grande de América.

2.3. Los trabajos paleontológicos del ecólogo chileno Claudio Latorre (busque sus trabajos en Internet)  en pleno desierto de Atacama  han dado a luz valiosos descubrimientos de antiguas madrigueras de ratones  y sus deyecciones, en antiguos depósitos situados a la orilla de formaciones  lacustres, hoy totalmente  secas,  cuyo contenido  en polen ha permitido reconstruir con gran fidelidad la rica flora existente en dichos  lugares, con fechas de 17.000 - 20.000 A.P.

3. Patrimonio cultural arqueológico.

3.1.   El patrimonio arqueológico es, tal vez  lo más rico, frecuente  y llamativo en este sector del desierto. Se distingue la presencia de  los siguientes elementos, bastante frecuentes:

3.2. Rutas ancestrales consistentes en senderos o huellas de bajada hacia la costa. Frecuentemente presentan restos culturales consistentes en lascas o instrumentos  rotos hechos en sílex, basalto u calcedonia.

3.3.  Huellas troperas o aún huellas de carretas correspondientes al período de explotación del salitre (1870-1935).

3.4. "Talleres líticos" desparramados en la pampa  del Tamarugal o zonas adyacentes dondequiera había concentraciones de  rocas, como producto de arrastres  fluviales de fines del Pleistoceno. Los hay de todos los tamaños, desde  pocos cm2 a  muchos m2 de superficie. Aquí se suele observar instrumentos rotos o completos como percutores, cuchillos raspadores y tajadores. Son evidencias de antiguo trabajo de  talla de artefactos líticos realizado en el nivel de la Pampa.

3.5.  Ruinas de tambos (tanpu)  o tambillos (chasquihuasi), o corrales, propios del Camino del Inca o Qhapaqñan,    en zonas de cruce de quebradas hacia  los 1200-1400 m de altitud s.n.m.

3.6. Figuras de geoglifos y petroglifos (figuras de animales, hombres o figuras geométricas de variada factura) trazadas en el suelo, en rocas  o en las laderas  visibles de los cerros. Estas representaciones del  arte rupestre regional son de extraordinario valor y son muy frecuentes en Tarapacá, Arica  y parte de Antofagasta. Su abundancia, variedad de estilos y buen grado de conservación, y su ubicación   generalmente junto a  las antiguas rutas de comunicación entre  las aldeas del interior y la costa, constituye, tal vez, la mayor riqueza arqueológica de esta extensa comarca. Estas formas de arte rupestre son muy frecuente,  igualmente, en todo el sur del Perú y no sólo en la bien conocida pampa de Nazca, donde  se hallan las figuras más interesantes y representativas de este arte figurativo de carácter ciertamente  cúltico y ceremonial.

3.7. Numerosas ruinas, a veces enormes,  de grandes o pequeños establecimientos industriales construidos  desde los años  1830 en adelante, con el objeto de explotar in situ los yacimientos de caliche (salitre) o las borateras (bórax) en los  siglos XIX y XX . (Regiones de Antofagasta y Tarapacá, al sur del rio Tana o Tiliviche).

3.8.  Ruinas de pequeñas paskanas  o posadas paras refugio de caminantes por el desierto. Se hallan  contiguas  a antiguas rutas o senderos. Suelen contener elementos culturales y restos  de especial interés para  arqueólogos y ecólogos.

3.9.  Numerosos Cementerios de Oficinas salitreras o borateras situados en las proximidades de sus establecimientos.

3.10. Ruinas de antiguos "Buitrones" , esto es de establecimientos donde se explotó, en épocas coloniales,   la plata  mediante el uso del azogue en varios sectores de la Pampa del Tamarugal  no lejos de La Tirana y Pozo Almonte (Tarapacá).

Todos estos elementos naturales o culturales, nos describen en detalle la "increible historia del desierto", es decir, nos relatan lo que aquí ocurrió desde el Jurásico o aún antes hasta  el período en que el Mastodonte  y los grandes Desdentados vivieron  en las márgenes de los antiguos lagos (hoy convertidos en Salares).


Resumen final.

(Le sugerimos que vuelva Ud. a observar detenidamente las fotos arriba expuestas, por favor, antes de leer nuestra síntesis final. Así, podrá Ud. comprender mejor nuestra perspectiva ecológica frente a este verdadero "huracán Dakar" y la razón de ser de  nuestra indignación).

Estas son sólo algunas muestras de los muchos  "tipos de  sitios patrimoniales" o "ecosistemas relictos" con los que un eventual trazado de un Rally (que por desgracia  cambia cada año) se va a encontrar casi con certeza al avanzar de norte a sur cruzando el territorio desértico del Norte chileno. Al no existir en el "Rally Dakar" un trazado totalmente controlado,  fijo, e invariable, como lo hemos señalado más arriba,  la posibilidad de destruir, alterar,  cruzar a mansalva o tropezar con  este tipo de manifestaciones patrimoniales, es enorme. Y de hecho, así ha sido y es la razón última de la justificada  indignación del  "Consejo de Monumentos Nacionales" de Chile, expresada en  su Declaración  del año 2010.  (Vea  su texto  en segmento anterior en este mismo Blog, de fecha 27/01/2013).