jueves, 16 de abril de 2020

La sandalia del pescador; hallazgo de una ojota intacta de un antiguo poblador prehistórico en un depósito de guano, al sur de Iquique, en diciembre del año 1993.

 
Fig. 1.  Reproducción exacta de la ojota de pescador hallada en un entierro en la antigua guanera de Palo Buque, al sur de Iquique. Dibujo tomado del natural por H. Larrain en su "Diario de Campo" Nº 49, 1993: 49.  Sus medidas  se indican en la misma imagen.  

Fig. 2. Página 46 de nuestro Diario de Campo  Nº  47.  Descripción del hallazgo de la ojota de cuero. (H. Larrain,  1983:46).

Fig. 3. Página 45 del Diario de H. Larrain (1993:45)

Importancia del hallazgo.

Es muy poco común hallar ojotas o sandalias en entierros arqueológicos de la costa desértica. No recuerdo haber leído referencias de este tipo en la literatura arqueológica costera. Por esta causa, nos ha parecido importante dar cuenta detallada de este hallazgo en el contexto de un fardo funerario depositado en una guanera al sur de Iquique. La superficie del sitio había sido ya alterada y no había indicio alguno de conchal en su derredor. Nos fijamos especialmente en ello. Manos piadosas lo depositaron allí y prepararon ex professo una sencilla cama de huiros para su inhumación. Cuando supimos del hecho, el guanero, su descubridor,  ya había revisado todo y  apartado a un lado los huesos. Por tanto, lo que vimos y aquí describimos, es un caso típico de "entierro secundario". Por la confianza que ya teníamos con estos guaneros, creemos fundadamente que su relato fue  bastante  fidedigno. Nuestra tarea, en este caso, fue proceder a realizar una "arqueología  de  rescate o salvamento" (salvage or rescue archaeology), es decir, proceder de inmediato  a rescatar toda la información posible acerca del entierro, antes de que los guaneros prosiguieran su tarea destructiva del sitio en busca del preciado  y abundante  guano fósil.

 (Nota: entre corchetes, adiciones mías como encabezamiento de párrafo  para facilitar la lectura; Las Notas insertas en el texto que van entre paréntesis redondos, son de  mi autoría). 

Circunstancias del hallazgo según  mi Diario de Campo. Transcripción ad literam.

[Mis amigos guaneros].

 "19-12-1993. Domingo. Por descansar la mente y el espíritu, acudo nuevamente a donde mis amigos "guaneros" que están trabajando la guanera de "Palo Buque"... (se omite aquí un pequeño párrafo). Allí encuentro al grupo de amigos guaneros. Están allí Antonio Ruiz M,  el español, Gustavo Arias (el que halló el fardo funerario envuelto en pieles de aves -¿pelícano?)- un tal Wilfredo (Willy) Venegas y el joven Juan  (?), de Huasco. Apenas han encontrado algo que en seguida me [lo] muestran: ya que están "atacando"  un frente de la guanera [de] donde ya se extrajo el relleno arqueológico".(1). 

[Objetos encontrados por ellos al sacar el guano fósil].

"Me traen varias cositas halladas por ellos. Me las tienen preparadas (2). Yo llego de "Viejo Pascuero". Les llevo cervezas, "berlines", pan y naranjas. Me lo agradecen mucho.  Converso largo con ellos. Hace aún harto calor y pica aquí el sol. Se han construido ya el "comedor". Veo que han pintado todo el campamento que ahora se compone de cuatro espacios. El "comedor" está abierto hacia el mar. Sentados allí a la mesa (pues me invitan a tomar un rico té Ceylán: el único que toman)... la vista la mar es preciosa. Estamos sobre una suave ladera. Todo debajo [de la construcción]  es guano rojo fósil. Ellos lo saben. Han cateado por todo el contorno. Me dicen que hay aquí reservas para muchos años de trabajo al ritmo de trabajo de cinco obreros (el actual). 

[Los hallazgos].

"Veo los objetos que han hallado hallado (3): hilos de lana, fibras vegetales y pelo humano; un trozo de madera con hoyo y con un hilo atado (¿implemento de pesca?), trozos de cestería (base de cesto en espiral, hecho de una especie de totora delgada), muy fina. No parece junco; caracoles (Oliva sp.), etc. Son curiosos. Llevo conmigo a fin de  mostrarles el modo como dispongo yo en bolsitas plásticas  y etiquetadas, todos los  materiales que llevo conmigo. Ahora se maravillan viendo objetos arqueológicos de México, puntas de proyectil y otros implementos en piedra de todo Chile. Al poco rato, iremos a excavar otra sección (SE) del basural arqueólógico (3).  Pregunto por el resto del esqueleto del pescador, de cráneo deformado. Retiro [de allí] varios huesos largos, de la mano y del pie, así como la pelvis completa, para  verificar su edad, sexo y estatura. Había yo llevado [en viaje anterior del día 9-12- 93] solo el cráneo. Veré a quien pido este estudio. Será interesante conocer su estatura y edad exacta. Para mí es un varón (o) de algo más de 50 años de edad (¿o 60?) El cráneo tan fuerte está delatando al sexo masculino. También acudo al lugar [cercano] donde se encontró el fardo funerario (4). Voy solo. Recojo muestras del alga (con flotadores) que tenía, como cama, el entierro.  Creo se trata del huiro Macrocystis pyrifera, tan común en las costas del centro de Chile (5). Para mi gran  sorpresa, los guaneros me dicen que esta alga hoy no se observa aquí, en estos roqueríos.  Nunca la han visto por aquí. (No sé si ellos la conocían de otros lugares de más al sur). De pronto, levantando los trozos de algas compactas, encuentro una ojota típica, de cuero grueso. (Ver Fig. 1, arriba) (6).  Está intacta, con sus correas aún perfectamente adheridas y anudadas. Tiene su desgaste natural en la base (suela),  en dos sectores. El cuero es bien  grueso (la suela) de aproximadamente 6 mm. de espesor. Ellos  [i.e. los guaneros] creen que puede ser de cuero de llamo.  Verifico [sin embargo] que las correas atadas a la suela son claramente de cuero de lobo marino: aún conserva, adheridos, los pelos ralos del lobo marino. En cambio, no se ve pelos en la suela misma, al parecer demasiado gruesa para ser de lobo marino. Buscamos infructuosamente la otra ojota, que supongo debió existir. No la hallamos. Tal vez nunca estuvo en su lugar (!). Es curioso que el día 9/12/93, en nuestra primera visita al lugar con Marta no la hubiéramos visto, a pesar de la revisión que hicimos de todo el fardo funerario. Seguramente quedó oculta bajo el fardo, o entre los manojos de algas pardas". 

"Como se puede apreciar en el dibujo, la suela presenta 2 áreas de rotura (desgaste) Las correas se conservan bien, salvo una que está cortada (lado izquierdo)" .  (Ver Fig. 1, 1993: 48)

En el lugar, muy cerca del hallazgo del cuerpo humano, hallé una lasca de andesita, intencionalmente cortada para hacer un cuchillo. Tiene buen filo.  Si no perteneció  al entierro mismo, es obvio que ese instrumento estuvo en uso (7).(Ver Fig. 4).

"Con Antonio Ruiz Mazo, Gustavo Arias y el joven de Vallenar  seguimos excavando el basural arqueológico (8) que aún presenta un máximo de  50 cm de profundidad, aparecieron trozos de hilos, redes, trozos de madera. fibras gruesas de totora, otras fibras vegetales y muchos trozos de mandíbulas de pejeperros (9) , pez que - según me dicen ellos que saben de pesca-   nunca se pesca en orilla y requiere de embarcación (10). Lo que probaría época tardía (11) y uso probable de balsas de cueros de lobos marino para salir a alta mar a pescar. Hay trozos de peces, con sus escamas, restos de alimentos vegetales. Un sinnúmero de elementos. No hemos hallado aquí -ni ellos tampoco- lascas que puedan revelar factura de implementos de silex, hechos in situ. Aquí no estaba el taller lítico. ¿Dónde estuvo?. Es difícil saberlo. Porque en estas terrazas costeras no he visto nunca bloques de sílex (12). Solo rocas del lugar, inútiles para la confección de implementos" (13). Mientras buscábamos en el basural, ví abajo unas piedras (cantos rodados) evidentemente del basural y que habían sido llevadas allí ex professo. Bajé a la zona de explotación del guano fósil blando, [y] encontré allí un bolón de playa, totalmente cubierto de ocre rojo. Ya sabemos que los indigenas teñían de rojo objetos, balsas, esqueletos o cráneos. También sus redes de pesca, sus lienzas. Con esta piedra como percutor, molieron el ocre (óxido de Fe) que traian quien sabe de dónde (14). El ocre adherido al canto rodado tiñe aún  bien de rojo los dedos (15). Lo guardé con cuidado. Llamó mucho la atención de los guaneros el cuidado mío con una, para ellos, vulgar piedra.

"Así, cuando volví a Iquique con la bolsa de lapas que mis amigos Willy Venegas y Antonio Ruiz habían colectado para mí (16), llevaba conmigo huesos largos del entierro (fardo funerario), que ellos habían encontrado y cuyo cráneo yo me había llevado [días antes] a casa: fémur, tibia, peroné, húmero y radio-cúbito, además de la pelvis completa (17). También, diversos elementos que habíamos hoy rescatado del basural durante una hora". 

"Tomé un breve baño  [de mar] para liberarme del exceso de polvo, producido por el arneo de toda la tierra y arena (18), de los restos donde yacia el fardo funerario del entierro. En este "arneo", solo apareció la piedra cuchillo, en andesita, que sospecho formó parte del entierro. Hélo aquí en dibujo" (Diario de Campo  Nº 47: 1993: 47):

Dibujo nuestro del cuchillo de andesita: 

Fig. 4.  Dibujo y medidas del cuchillo o tajador, tallado en andesita, hallado junto al enterramiento del pescador, en la guanera de Palo Buque,  sur de Iquique, diciembre  1993. (tomado de mi "Diario de Campo" Nº 49, 1993:47).

(Texto ad litteram tomado de nuestro "Diario de Campo" Nº  49: 1993:40-49).

Notas y comentario eco-antropológico.

(1) Mi contacto con los guaneros del sur de Iquique se produjo  muy tempranamente. Llegado yo en enero del año 1993 a esta ciudad, para hacerme cargo de la nueva carrera de Pedagogía Intercultural Bilingüe en la Universidad Arturo Prat,  muy pronto, acompañado de Marta mi compañera, empecé  a visitar  puntos de la costa donde sospechaba podrían hallarse rastros de los antiguos pobladores  y sus asentamientos. Su estudio me había intrigado desde mis lejanos comienzos en los años 1963-64 al norte de la ciudad de Antofagasta.  Empezando por Pabellón de Pica y Río Seco y sus proximidades, tomé pronto contacto e hice amistad con los guaneros  que en muy  pequeños grupos recogían y ensacaban el guano por cuenta de algunos  comerciantes de Iquique. Esta gran familiaridad con estos hombres sencillos  me permitió  explicarles el porqué de mi interés por rescatar restos antiguos de indígenas con los que ellos, en su faena,  frecuentemente topaban. Es éste el origen de este descubrimiento.

(2)  Yo ya los había aleccionado sobre el tipo de cosas que podían aparecer en sus cateos en busca del guano y había que conservar: textiles, cuerpos humanos enterrados, cerámica, instrumentos en piedra, objetos en cuero o hueso. Les insistí en que todo era de gran interés para la ciencia, hasta las piedras.

(3)   Resulta evidente que el entierro aquí descrito fue algo casual y ocasional. No aparecieron más restos humanos en muchos metros alrededor. Lo sabemos porque los guaneros tenían como objetivo primario explotar todo ese yacimiento de guano fósil. El pescador murió aquí y sus familiares lo enterraron sin más trámite siguiendo el modo para ellos tradicional: envolverlo en un fardo hecho de plumas de aves marinas y, como cama, algas. 
Sobre el  origen y fechamiento del guano de las guaneras de la costa norte de Chile, aconsejamos consultar la excelente obra del geólogo alemán Johannes Brüggen (Ver bibliografía).

(4)  No sabemos hoy qué aspecto o forma  tenía lo que yo he llamado en mi Diario un "fardo funerario". pues el guanero ya lo había desarmado por completo, sin duda tratando de ver qué  contenía en su interior.  Lo que yo vi solo fue un montón informe de  plumas adosadas a cuero de aves marinas. Los huesos humanos ya habían sido dejados a un lado. No recuerdo hoy (año 2020) haber indagado más sobre la forma del "fardo", su tamaño y si tenía o no, amarras y de  qué tipo. Mi texto del "Diario de Campo", aquí reproducido, no lo especifica, por desgracia. A lo que sospecho hoy, releyendo el texto de mi relato, es que, probablemente, el cuerpo habría sido puesto en cuclillas y no estaba extendido. Pero no me consta.

(5)  El alga Macrocystes pyrifera, de acuerdo a Castilla, Santelices y Becerra (1976): "se conoce de Valparaíso al sur llegando hasta las islas subantárticas  estando presente  también en Perú central y en la costa de Baja California" (Castilla et al, 1976: 82). Coincidiría, por tanto, esta difusión actual de la especie con lo que los guaneros nos refirieron acerca de su aparente total ausencia actual en las costas de Iquique. Pero es evidente que también estuvo presente en estas costas en tiempos de la inhumación del cuerpo del pescador, hace ya varios siglos.  Sabemos hoy que  la elevación de la temperatura del mar, causada por el Fenómeno de "El Niño", provoca en nuestras costas la desaparición y muerte de esta alga, situación que puede prolongarse por varios años.
 A mí me fue bastante fácil identificar esta alga por la presencia de  sus flotadores típicos, dispuestos a lo largo del largo talo. Recuerdo bien que en mi niñez, pasando vacaciones en el balneario de Las Cruces, Quinta Región de Chile (años 1936-43), íbamos con frecuencia con nuestro abuelo Alfredo Barros Errázuriz a la playa arenosa de Las Salinas, donde gustábamos de encender fogatas con este huiro. Los niños gozábamos haciendo explotar, cual cohetes, sus flotadores. Nuestro abuelo nos miraba con simpatía y alentaba nuestros juegos, arrebozado en su chal,  al borde de la playa. ¡Tierna escena familiar que  ha permanecido intacta hasta hoy en mi memoria!.

(6) La palabra ojota, como es sabido, es castellanización y proviene de la voz  quechua usut´a y se incorporó muy tempranamente al habla nacional de Chile junto con numerosos otros términos, máxime del entorno familiar. La ojota hallada correspondería, a lo que creo, al pie derecho.  Lo deduzco de su forma.

(7)   La "andesita" es una roca muy común en  nuestras playas en forma de cantos rodados y fue muy  utilizada por nuestros pescadores antiguos para  elaborar sus raspadores, raederas o percutores y aún sus  morteros in situ. (Fig. 4).

(8)    Debió tratarse de un muy pequeño asentamiento. No había indicios de un conchal ni tampoco se veían conchas en superficie. Gran parte de éste ya había sido removida por los guaneros, para extraer el guano fósil.

(9)   El pejeperro (Semicossyphus darwini) es un pez  de cabeza muy voluminosa y grandes y filudos dientes que habita entre grietas y caletones en la zona submareal, especialmente donde abunda el huiro. Ejemplares grandes pueden  llegar a pesar  hasta 12 kg.  y alcanzar un tamaño de 80 cm. Es muy común verlo aparecer en yacimientos arqueológicos costeros. Sospecho que haya sido fácil de capturar desde el roquerío, también por las mujeres, mediante una lienza y anzuelo.

(10) De acuerdo a lo que sabemos, los Changos  pescadores disponían de balsas confeccionadas de cueros de lobos marinos, al menos  desde el siglo X d.C. (y probablemente desde mucho antes). Con ellas podían bogar mar adentro para pescar y recorrían enormes distancias a lo largo de la costa, en procura de buenos sitios de pesca o marisqueo. Sin embargo, yerran ciertamente  nuestros guaneros al darnos este dato, pues  el pejeperro ciertamente no es un pez de alta mar, sino vive por el contrario entre las grietas y cavernas del litoral, a cierta profundidad, entre masas de huiros, donde se protege bien de sus posibles depredadores.

(11) No estamos en condiciones de determinar la posible fecha del  enterramiento.  No parece ciertamente muy temprano,  pues ya posee textiles de lana. Tal vez pueda datarse entre los siglos XI - XIII de nuestra era cristiana.

(12)  El sílex y la calcedonia para la fabricación de puntas de  proyectil, o  arpones lo obtenían de tierra adentro, sea por intercambio con los grupos agricultores del interior, sea  por propia  cosecha en lugares  por ellos conocidos hacia el interior. Sabemos históricamente de sus frecuentes viajes hacia el interior para intercambiar sus productos marinos por   tejidos,  maíz , frijoles o  coca.  Tal  asiduo intercambio con el interior debió  ser un proceso de data muy antigua.

(13)   Esta afirmación debe ser matizada, pues tal como hemos ya señalado,  algunos de sus implementos eran elaborados de andesita, como los percutores, raspadores, raederas o cuchillos más toscos.  Pero no así  sus puntas de proyectil y dardos. Los guaneros informantes son expertos en guano, pero no son pescadores. Por lo que algunas de sus afirmaciones seobre la pesca pueden ser  discutibles o del todo erróneas, como en este caso. (Vea Fig. 4).

(14)   El ocre (óxido de Fe o hematita: Fe2 O3)  no era escaso en la misma costa. En efecto,  un poco al sur de la localidad de  Los Verdes  y muy cerca de Palo Buque hay un montículo que casi llega al mar,  donde éste se encuentra en gran cantidad.  Muestra indicios de haber sido excavado y explotado con esta misma finalidad. Su coloración es amarilla tendiendo al rojo. Suele hallársele  mezclado con arcilla. Su uso fue muy frecuente en la antigüedad para la pintura corporal y el teñido de diversos implementos.

(15)   Me llamó la atención la facilidad con que  el canto rodado impregnado de ocre teñía inmediatamente mis  manos de un amarillo rojizo después de siglos de estar enterrado.

(16)   Hay varias especies de lapas en este litoral del desierto. Predominan aquí tres especies: Fisurella latemarginata, Fissurella crassa y Fissurella maxima. Los guaneros las cogían frecuentemente de los roqueríos expuestos, aprovechando las bajas mareas, para su alimento. También las secaban y mantenían por semanas como preciada reserva alimenticia.

(17)  Los huesos largos (fémur, tibia y peroné) permiten calcular con bastante precisión la estatura del individuo. La pelvis y el cráneo permiten definir con certeza el sexo.

(18)   La faena del guanero es muy sacrificada y muy sucia. Al ir colando en un harnero grande el material de guano previamente seleccionado, se levanta una enorme  cantidad de polvo finísimo  que impregna la vestimenta y el cuerpo entero del guanero. Por eso cada día,  al término de la faena, se bañaban en el mar para sacarlo. Este polvo finísmo se va depositando en los pulmones, tapando los alvéolos y  en no pocos casos, tras años de practicar esta actividad, el guanero puede sufrir  y morir de afección pulmonar o tuberculosis. En efecto, nos tocó  visitar y asistir en el lecho de muerte al guanero español Antonio Ruiz Mazo  (arriba citado), pocos años después en Iquique, quien sucumbió con sus pulmones destrozados. Sus últimos días fueron  de gran dolor y angustia, al no poder casi respirar. Demás está decir que durante la faena no usan mascarillas de ningún  tipo y si el patrón a veces se las suministra (como es su obligación hacerlo),  prefieren  ellos no usarlas por la  gran incomodidad que trae consigo su uso durante el trabajo.

Colofón.

Como comentario final, cabe señalar que todos los materiales culturales aquí descritos provenientes de este entierro, etiquetados y dispuestos en bolsitas plásticas, quedaron depositados, en el año 2016, en la "Colección Larrain" del Museo Regional de Antofagasta donde hoy se encuentran.

Bibliografía recomendada.

Brüggen, Johannes, 1939. Geología de las Guaneras de Chile, Imprenta Universitaria,  Santiago de Chile.

Castilla, Juan Carlos, Bernabé Santelices y Raúl Becerra, 1976. "Guía para la observación e identificación de mariscos y algas comerciales de Chile", Fasciculos de la revista "Expedición a Chile", Manual de Terreno, Editora Nacional Gabriela Mistral, Santiago de Chile, 116 p.


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miércoles, 8 de abril de 2020

Listado de los trabajos de Horacio Larrain relativos a los Changos pescadores de la costa norte de Chile editados en su blog https://eco-antropologia.blogspot.com.


Fig. 1. Chozas de Changos en el Paposo. Dibujo  hecho in situ por el naturalista Rodulfo Amando Philippi en diciembre de  1853 (tomado de la reedición de su obra "Viage al desierto de  Atacama" [1860] al cuidado de  Augusto Bruna y Andrea Larroucau, Cámara Chilena de la Construcción, Pontificia Universidd  Católica de Chile y Dirección de bibliotecas, Archivos y Museos, Santiago, 2008, 353 p., Láminas y Mapas.   

Nuestro interés por los Changos.

En los últimos tres años, hemos vuelto a preocuparnos de los Changos, pescadores-recolectores de la costa árida de Chile y del extremo sur de Perú. Nos interesa investigar sus notables formas de adaptación al medio árido y sus recursos. La presencia  de sus restos dejados en conchales de la costa de Antofagasta motivó intensamente mis primeros estudios de la arqueología de la zona (1963-1965). Más tarde,  mi tesis de Maestría en México (1970), y mis tesis de postgrado de Antropología Cultural en los Estados Unidos (1978 y 1984), reforzaron mi interés por investigar este extraño y singular grupo de pescadores, que en sus balsas de cueros de lobos marinos surcaban las orillas del Pacífico, en procura de peces  y mariscos y vivían en primitivas chozas cubiertas por cueros de lobo.

 El ambiente  hiperárido,  la ausencia de lluvias, la consiguiente suma escasez de agua y la raquítica vegetación  costanera caracterizan el medio ambiente donde  residen desde hace milenios. Ambiente en apariencia  hostil a la vida, y que ningún otro pueblo vecino habría intentado arrebatarles.

Creciente interés por el estudio de esta etnia nacional.

Recientemente, ha surgido en nuestro país el interés por estudiar y descubrir a los posibles descendientes de este grupo indígena,  herederos, al parecer, de antiquísimas tradiciones de la cultura Chinchorro de las costas de Arica e Iquique (7.000-4.000 A.C) según lo indicarían las investigaciones  de su  ADNmit.

Por este  motivo, algunos ex alumnos y colegas nos han pedido que demos a conocer las investigaciones que a lo largo de los años  hemos hecho sobre este singular grupo humano, exitoso conquistador de las playas y roqueríos  del árido desierto nortino.

La pavorosa pandemia de Coronavirus que nos aqueja y acongoja hoy y nos mantiene encerrados en casa, puede ser tal vez una oportunidad propicia para visitar y leer algunos de estos trabajos y volver a admirar a estos increíbles pobladores del litoral desértico.

Con gusto, pues, enumeramos aquí el listado de nuestras publicaciones sobre este tema  editadas en nuestro blog: https://eco-antropologia.blogspot.com.


Año 2008.

1.  "Bente Bittmann: una mirada a Cobija y sus pescadores", 29/03/2008.

2.   "Una cartografía eco-cultural: Cobija en 1787",  10/07/2008.

3.  "Cerro Moreno: expedición arqueológica en 1964", 12/09/2008.

4.  "Ingeborg Lindberg: Changos históricos", 10/10/2008.

Año 2009.

5.   "Demografía de los grupos Changos en el siglo XVI",  29/01/2009.

6.  "Arte rupestre en San Marcos: arte auténtico,  rito ancestral de  pesca o                 señalética",  12/02/2009.

7.  "La "Colección arqueológica Nielsen" de Iquique: presentación y estudio",           18/02/2009.

8.  "Cobija y el interior de Antofagasta". Relato de  Manuel de Almagro".                   18/02/2009.
      
9.  "Three years in the Pacific": obra temprana de un viajero que nos describe           las costas del Norte de Chile", 19/03/2009.

10. "Presencia indígena en oasis de niebla", el caso de Alto Patache",                        21/10/2009.

11. "Presencia de guanacos en el litoral norte chileno: trazas de su actividad in            situ",  17/12/2009.

12. "Cómo se cazaba el guanaco en tiempos prehispánicos. Argumentos                      tomados del oasis de niebla de Alto Patache",  24/12/2009.

10. "Presencia de guanacos en el litoral norte chileno": trazas de su actividad in        situ",   24/12/2009.

Año 2010.

11. "Presencia del guanaco en los cerros costeros del desierto:  estrategias de             caza", 01/02/2010.

12. "Un hallazgo fortuito de la cultura Chinchorro: un entierro en  Patillos",               19/02/1995".

Año 2011.

13.  "Arqueólogos o huaqueros: una visita a un sitio arqueológico del período arcaico  en la costa norte de Tarapacá", 15/07/2011.       
                                                                                                               14. "Hojeando viejas revistas:un trabajo ignorado del historiador Oscar  Bermúdez", 28/10/2008.

15.  "Cobija en diciembre de 1828: la notable descripción del francés Jacques  Antoine Moerenhout", 27/11/2012.

16.  "Geografía y antropología temprana de Cobija: un puerto en el desierto de         Atacama descrito hacia 1580", 12/12/2012.

17.  "Descripción de la caleta Paposo y sus residentes Changos en 1815:  valiosas observaciones de un comerciante francés", 27/12/2012.

Año 2013.

18. "Balsas de cueros de lobos marinos en la rada de Arica: visita del  comerciante Samuel Haigh en 1825",  04/01/2013.

19. "Cobija: breves apuntes y reflexiones para una historia temprana de una caleta de Changos. Siglos XVI - XIX", 22/02/2013.

20. "Meditación sobre Cobija: minúscula caleta escondida en el litoral de Atacama", 09/03/2013.

21.  "Los secretos de un mariscador iquiqueño: entrevista de Julio de 1972",  21/03/2013.

22.  "Una excavación fortuita: hallazgo de un entierro humano en Playa Temblador en Mayo del año 1980", 08/11/2013.

23.  "Hace unos 5.000 años atrás:  una mujer mariscadora de caleta Temblador. Una meditación sobre el pasado arqueológico de la costa norte chilena",
       21/12/2013.

Año 2014.

24.  "Un testimonio olvidado sobre el puerto de Cobija: la visita del etnógrafo alemán Adolf Bastian en el año 1876",  06/03/2014.

25. "Paposo: un oasis recóndito de extraña vegetación y antiquísimo   poblamiento", 27/04/2014.

26. "El naturalista alemán Hermann Burmeister nos describe el puerto de Cobija  y sus pobladores Changos: abril de 1859", 06/06/2014.

27. "Las balsas de cueros de lobos marinos en el período salitrero: artículo  olvidado del historiador Oscar Bermúdez", 18/09/2014.

28. "Hallazgo de un curioso cráneo de lobo marino: observe Ud cómo los antiguos cortaban el cuero del animal para obtener su carne", 17/12/2014.

29. "Los pescadores Changos en ls costas del norte de Chile: cómo los vio la expedición  de Alejandro Malaspina en 1790".  31/12/2014.

Año 2015.


30. "Un campamento de pescadores en plena pampa del Tamarugal: ¿qué hacen aquí en pleno desierto?",  10/01/2015.


31. "Instrumental de antiguos pescadores costeros en la Pampa del Tamarugal: descripción de su habitat en diciembre de 1995". 31/01/2015.

32. "Reconocimiento de la quebrada Las Conchas (Norte de Antofagasta) en  septiembre del año 1990: hallazgos arqueológicos y reflexiones", 07/10/2015.

33. "Presencia y actividad humana en el "desierto florido" al sur de Iquique:  utilización del ecosistema de lomas por el hombre antiguo", 29/10/2015.

Año 2016.

34.  "Un médico norteamericano visita Coquimbo y La Serena en el año 1832: descripción de las balsas de los Changos y otros aspectos de la sociedad de  la época",   19/05/2016.

35.  "Un testigo peruano de la existencia y empleo de las balsas de cueros de  lobos marinos en las costa del Pacífico sur: testimonio del marino Aurelio  Garcia y Garcia en el año 1862",  27/05/2016.

36. "Cómo describió a los Changos, pescadores de la costa de Atacama, el  naturalista alemán Rodolfo Amando Philippi en 1853", 12 /08/2016.

37. "Primeras observaciones arqueológicas en el oasis de niebla de Alto  Patache a 75 km  al sur de la ciudad de Iquique, abril de 1997",  25/11/2016.

38. "Exploraciones arqueológicas en la terraza litoral de Bajo Patache: hallazgos de campamentos de pescadores recolectores  marinos  prehistóricos. Términos científicos utilizados", 30/12/2016.

Año 2017.

39. "Investigaciones arqueológicas en la costa de Antofagasta, sector La Chimba. Expedición francesa del año 1902",  03/03/2017.

Año 2019.

40.  "Mapa de ubicación y tipo de cultura de los pueblos originarios de Chile hacia 1540", 14/04/2019.


41.  "¿El primer mapa etnográfico de Chile?.El mapa de los pueblos indígenas  de Chile del geógrafo Pedro Cunill  del año 1961", 12/05/2019.

42.  "Quedan aún grupos Changos en las costas de Chile?. una discusión  pertinente en el Chile de hoy".  27/09/2019.

43.  "El relato del químico inglés William Bollert en 1851 sobre la costa de Tarapacá:  sus aportes sobre el ecosistema costero  y los antiguos  pobladores, los Changos",  10/10/2019.

44.   "Aportes eco-antropológicos del capitán Luis Pomar en su expedición  a la costa arreica de Antofagasta en el año 1885: flora, fauna y actividades de  sus habitantes originarios los Changos".  25/10/2019.

Año 2020.

45.  "Tempranas noticias antropológicas de la Provincia de Tarapacá con especial referencia a los grupos Changos del litoral desértico en 1828", 12/02/2020.

46.  "Prospección arqueológica en la zona de la desembocadura del Río Loa, en  agosto del año 2004: detección de sitios y hallazgos", 24/01/2020.

47.  "Evangelizando a los grupos Changos del Paposo: Notas antropológicas de  una expedición de  misioneros en el año 1841",  14/02/2020.

Comentario final y excusa.

En este recuento bibliográfico solo hemos abarcado los capítulos de nuestro Blog científico https://eco-antropologia.blogspot.com que tratan con cierta profundidad sobre la etnia de los Changos. No pretenda, pues,  el lector hallar aquí análisis o comentarios sobre todos los viajeros, exploradores o científicos que visitaron nuestras costas en los pasados siglos  y que describieron, a veces muy al pasar, su encuentro con los pescadores Changos. Se ha omitido, por ahora, a los cronistas y viajeros más antiguos  (siglos XVI al XVIII) como Feuillée, Frézier, y muchos otros más que bien serían merecedores de una exégesis semejante. Simplemente fuimos haciendo anotaciones a medida que tropezábamos, en nuestras búsquedas y estudios, con sus escritos.

Continuaremos en esta tarea en nuestro blog hasta cuando Dios disponga de nosotros o la vista nos acompañe La labor de nuestro blog en estos años ha sido eminentemente de difusión cultural, destinada a nuestros ex-alumnos y al gran público culto, interesado en las temáticas propias del Norte Grande de Chile y, muy en especial, de  nuestro litoral norte desértico. ¿Por qué? Simplemente porque allí se desarrolló gran parte de nuestra labor de docencia e investigación mientras trabajábamos en Arica, Iquique, Antofagasta o La Serena.
No existe, por tanto en este recuento, ninguna pretensión de ofrecer un cuadro más o menos completo acerca de los antiguos pobladores de nuestras costas  y sus eventuales estudiosos u observadores. Se ha hecho especial hincapié, sin embargo,  en aquellos autores (máxime de los siglos XVII, XVIII y comienzos del XX)  cuyas  descripciones  nos merecen particular fé.