Fig. 2. La capilla católica atendida por un diácono que visita regularmente la caleta, prestando los servicios religiosos a los que las Empresa aledañas consideran "parias" indeseables. Situación contraria a los principios más elementales de buena vecindad y que constituye un peligroso caldo de cultivo social por la inequidad que representa.
Fig. 3. La caleta no tiene ningun apoyo estatal o gubernamental, habiéndose decretado su "inviabilidad". Po lo que la autoridad ha señalado que los sitios que ocupan sus habitantes pescadores "no serán regularizados". Su único pecado es pretender residir junto a una poderosa empresa eléctrica, que les "baña" diariamente de cenizas y gases tóxicos.
Fig. 4. La pequeña y tranquila playita de Cáñamo, muy apta para el baño de los niños pequeños por la ausencia casi total de oleaje. La playa y el poblado están condenados a desaparecer por el alto grado de contaminación provocado pòr los efluentes y residuos tóxicos de la central CELTA de Endesa-Chile. Nadie se atreve a mostrar los resultados de monitoreos de la calidad química del aire en este lugar, hermoso lugar de veraneo de numerosas familias iquiqueñas.
Fig. 5 Capilla construída junto al poblado. Se puede reconocer el interés de los pobladores por
hermosear el entorno de su caleta, a pesar de la peligrosa contaminación existente.
Fig. 6. Letrero deliberadamente engañoso. Señala que la planta termoeléctrica produce la energía para un "desarrollo sostenible" o sustentable. ¿Podría una energía sucia, fuertemente contaminante, contribuir a un "desarrollo sustentable" en el tiempo?. Es un evidente contrasentido. Es, justamente, la antítesis misma de este tipo de desarrollo. ¿Por qué se nos miente?. Esto debería ser denunciado como clara muestra de una "publicidad engañosa".
Fig. 7. A muy poca distancia, al sur de la Planta contaminante, la Universidad Católica y CONAMA han puesto este letrero que indica que el lugar ha sido concedido por la Oficina de Bienes Nacionales para la protección de la biodiversidad (flora y fauna endémica) en el lugar. El rechazo a la contaminación del aire en la zona es un requisito sine qua non para una protección efectiva de la flora y fauna del "Oasis de Niebla de Alto Patache", el que se inicia hacia el Sur, exactamente, en este lugar.
Figura 8. Esta es la chimenea que contamina toda la zona costera, levantadada por ENDESA-Chile ( a través de su Filial CELTA S.A.) en 1996. Lleva 13 años contaminando sin que nadie diga nada. Obsérvese el verdadero chorro de emisiones de contaminantes, especialmente sulfuros (SO2, SO3 y óxidos de N (NO3). (Foto H. Larrain 27/06/2009, a las 11.35 hrs.)
Foto 9. Stand en la Plaza Prat de Iquique, donde se recogen firmas contra la instalación de Centrales Termoeléctricas en la costa sur de Iquique (área de Patache) (Foto H. Larrain 26/06/2009).
Foto 10. Detalle del libro de firmas contra la instalación de las Centrales Termoeléctricas en la franja costera, al sur de Iquique. (Foto H. Larrain, 26/06/2009).
Foto. 11. Libros repletos de firmas recogidas durante 15 días en plena Plaza Prat de la ciudad de Iquique. A la fecha (26/06/2009, se han colectado más de 22.500 firmas de adherentes en la vigorosa campaña emprendida por las caletas pesqueras, sindicatos y estudiantes contra las Termoeléctricas. (Foto H. Larrain, 26/06/2009).
Foto 12. Uno de los Libros de firmas. Gente de todas las edades, en especial jóvenes, han adherido a esta campaña, demostrando así su total adhesión a la lucha contra la contaminación atmosférica. (Foto H. Larrain, 26/06/2009).
Foto 13. Un firmante contra la contaminación de las Termoeléctrias, en el momento de estampar su firma en el libro ad hoc. (Foto H. Larrain, 26/06/2009).
Foto 14 Jesús Mesías, dirigente vecinal, uno de los luchadores en esta campaña contr la contaminación por obra de las centrales termoeléctricas (Foto H. Larrain 26/06/2009).
Foto 15. Sonia Moreno, Presidenta de la Junta de Vecinos de la caleta de Chanavaya, vigorosa opositora a la instalación de las Centrales Termoeléctricas en la zona zur de Iquique, y promotora de esta campaña solidaria contra la futura contaminación. Su voz, a través del megáfono, ha sido oída día a día en esta plaza, demostrando su férrea e incansable voluntad de lucha por un aire limpio para la zona. (Foto H. Larrain, 26/06/2009).
Las fotos que anteceden, nos muestran aspectos varios del tema hoy en discusión sobre la instalación de Centrales Termoeléctricas en la zona sur de Iquique. El rechazo ciudadano se hace evidente. Este crece día a día. Pero parece necesario precisar, paso a paso, por qué son tan dañinas o en qué consisten los daños que infieren tanto a la salud humana de las poblaciones vecinas (caletas), como al ecosistema en general y a los organismos vivos habitantes del mar contiguo. Es lo que nos proponemos hacer en este capítulo.
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Daños al ecosistema natural.
1. Las chimeneas de estas Centrales, que por su gran altura se ven a la distancia, emiten continuamente, día y noche, diversos tipos de gases como producto de la combustión de un tipo de carbón bituminoso, conocido internacionalmente como petcoke, su fuente de abastecimiento. Estas emisiones contienen NH3, NO, óxidos de azufre, y sulfuros, óxidos de Azufre , CO2 en enorme cantidad y otros elementos químicos más, todos muy contaminantes. Todos ellos terminan por depositarse, cerca o lejos de las fuentes de emisión, sobre suelos, rocas, mares, salares o pampas, se disuelven (sulfuros) para actuar como ácidos (H2SO3, o H2SO4), o son conducidos, hasta cientos de kilómetros de distancia, a centros poblados, ciudades o quebradas donde se practica la agricultura desde antaño. Varias de estas substancias, al mezclarse con el H2O contenido en la alta humedad atmosférica costera (camanchaca), se convierten en ácidos cono es el caso del ácido sulfuroso, sulfúrico o ácido nitroso. Una vez en el suelo, son absorbidas por los seres vivos, plantas o animales (insectos, reptiles, etc.). Las reacciones químicas que se producen al incorporarse en el organismo vegetal o animal, y sus efectos sobre el metabolismo de los seres vivos, no han sido jamás estudiados en nuestro país. Es un tema virgen de estudio. Pero tales efectos sí han sido bien estudiados en otros países, en especial en sus efectos sobre los bosques de niebla en el hemisferio norte. Allí crean las conocidas "nieblas ácidas", letales para los bosques. Y allí ya se encendió la voz de alerta sobre su peligrosidad.
El problema de la contaminación es máximo en el caso de las centrales termoeléctricas convencionales que utilizan como combustible el carbón bituminoso o petcoke. Además, la combustión del carbón tiene como consecuencia la emisión de partículas y ácidos de azufre (SO4, SO3) En las de fueloil los niveles de emisión de estos contaminantes son menores, aunque ha de tenerse en cuenta la emisión de óxidos de azufre y hollines ácidos, prácticamente nulos en las plantas de gas.
2. Las emisiones de CO2, propias de la combustión, van a incrementar el CO2 ya existente en la atmósfera. Aquí se encuentra el principal causante del "efecto invernadero" en el planeta por la destrucción creciente de la capa de ozono, protectora de nuestra atmósfera terrestre. Es decir, a mayor cantidad de Centrales Termoeléctricas, mayor incremento de CO2 en la atmósfera, y mayor contribución nuestra, como país, al calentamiento global en el Planeta. Mientras la clara tendencia mundial es a ir eliminando paulatinamente este tipo de emisiones, para reducir y frenar el "efecto invernadero", estas Centrales, por el contrario, lo incrementan a diario. Ahora bien, si pensamos que hoy hay proyectadas 36 Centrales de este mismo tipo (!) en las costas de nuestro país, quemando exactamente este mismo tipo de carbón (que a las Empresas les resulta mucho más barato que algún otro combustible menos dañino), saquemos nosotros mismos las conclusiones.
3. A este paso, jamás podríamos cumplir con nuestras obligaciones contraídas como país al firmar el Protocolo de Kyoto, del año 1997, que nos obliga a ir reduciendo paulatinamente el nivel de emisiones de este tipo de gases. Así, mientras en los países civilizados y más avanzados de Europa ya se ha dejado de usar este combustible por ser comprobadamente contaminante, y han optado decididamente por el uso de tecnologías limpias (solar y eólica, sobre todo), nosotros, los tercermundistas, somos "obligados" por contrato con estas Empresas, a consumir este carbón tóxico, que ya nadie quiere comprar en el mercado internacional por malo. ¿Qué les parece?.
4. El problema se agrava notablemente cuando consideramos que, una vez obtenido el permiso de instalación y operación, por aprobación de la CONAMA y, posteriormente, de la COREMA, estas Centrales obtienen, por así decirlo, "patente de corso ", o sea, "permiso oficial" para seguir contaminando por decenios y decenios. ¡Ya recibieron el permiso para "contaminar"!. Una vez aprobadas, seguirán operando con el mismo combustible y con lo mismos sistemas. Nadie les obliga a modificar sus plantas, sus equipos o sus filtros, o cambiar el tipo de combustible usado. Es lo que ha ocurrido, por desgracia, en Tocopilla (cf. reportaje de la "Tierra en que vivimos" ), con sus Centrales operando desde hace decenios y acumulando millones de toneladas de cenizas tóxicas, mucho de cuyo material llega al mar, sea por efecto del acarreo por el viento, sea por efecto de eventuales lluvias. Por eso hay que evitar a toda costa que se instalen, pues una vez en operación, nada ni nadie detiene sus efectos.
Destrucción irreversible del territorio donde se asientan.
Estas Centrales exigen al Estado chileno amplias superficies de costa para la instalación de sus Centrales y una superficie notablemente mayor para áreas de depositación de sus cenizas tóxicas (áreas de acopio). Como ejemplo, la "Central Pacífico" ha solicitado al Estado chileno el "uso" de 16 hectáreas para su Planta y nada menos que 45 há. para su depósito de cenizas. Mientras el área destinada al acopio de las cenizas (el carbón ya quemado) crece y crece, día a día y año a año, hasta alcanzar el volumen de auténticos cerros, esta misma superficie del territorio nacional queda definitivamente destruída para siempre, totalmente contaminada y sin la menor posibilidad de volver a tener un día alguna utilidad al país.
Este terreno destruido, gravemente alterado para siempre, pasa a convertirse en "desierto absoluto" y por añadidura, en un desierto tóxico. Es decir, si las Empresas llegan a desaparecer un día, o van a la quiebra, nos dejan para siempre (ad aeternum!), un desierto tóxico, altamente volátil, verdadera bomba de tiempo en términos ecológicos. Por cierto, estas Empresas nada dejan, en garantía por previsibles daños ambientales futuros. Si se van algún da, nos dejan sólo su veneno. Esta situación es mucho peor hoy díia que la que ocurrió antaño con el salitre, cuando al terminar su operación útil, las Salitreras dejaron abandonadas sus "tortas de relaves", las que al menos en parte, han podido volver a ser útiles (extracción del yodo).
Es lo que ya ocurrido con los tranques de relaves de la empresa cupreras. Pero, busquemos al verdadero culpable.
Exactamente igual como ha ocurrido hasta ahora a lo largo del país con los tranques de relaves de las empresas mineras del cobre. Recuerde Ud. lo que ocurrió en el Mineral de "El Teniente" en la zona de Coya: cinco tranques colmatados, uno al lado del otro, testigos mudos de una explotación ecocida. Es lo que está ocurriendo, en este mismo momento, con el mineral de Pelambres en la IV Región, al lado de Los Vilos. Un valle entero, el fundo "El Mauro" , de varios miles de hectáreas de superficie , está siendo rellenado con basura y ripios tóxicos, fruto de la explotación del cobre, destruyendo esos ecosistemas (un valle fértil!) para siempre.
6. Pérdida irreparable de territorio patrio.
Año a año, las Centrales Termoeléctricas que usan el carbón bituminoso (o petcoke) , destruyen y seguirán destruyendo, irremisiblemente y para siempre, muchas hectáreas del territorio nacional, que el Fisco les ha concedido por un tiempo, sin pagar un peso por su destrucción definitiva, irreparable. Hagamos cuenta de que tales cientos de hectáreas han quedado inservibles para el futuro de Chile como país. ¿No nos impresiona para NADA este hecho?.
Chile pierde así, año a año, amplias superficies de su territorio patrio, sin compensación de ninguna clase. Cuando algún vecino pretende arrebatarnos territorio nacional, Chile entero se alza en rebeldía (recordemos el episodio de la "Laguna del Desierto, en Aysén). ¿Por qué, pregunto, aquí no ocurre lo mismo?. ¿Quién nos está mintiendo o engañando?; ¿quién no nos informa debida y exactamente - como debiera- de los peligros inherentes a este nuevo tipo de despojo nacional? . Aquí las autoridades han fallado a la ciudadanía, simplemente porque la Ley Ambiental actual (Ley 19.300) lo permite así. Las Mineras, como las Centrales Termoeléctricas simplemente se atienen a la Ley. Si la Ley es mala, o inmoral, ¿qué les importa a ellas? Eso es un problema del Estado, no de ellas. Porque las Empresas, por definición, están hechas para lucrar y hacer negocio, no para hacer beneficencia. Tampoco para acatar normas éticas o morales.
Chile de este modo pierde, año a año, superficie de su territorio nacional útil, inutilizándosele en forma consciente y premeditada. Destruyéndosele en forma calculada. Ellos lo saben bien . ¿Es esto aceptable?. Estamos entregando territorio nacional no a países vecinos, sino a Empresas , generalmente extranjeras, que por añadidura medran a destajo, destruyéndolo. ¿O, acaso, la tierra nada vale, cuando podría en ella hacerse toda clase de experiencias agrícolas u hortícolas , a futuro, en provecho de las comunidades costeras?.
Depósitos de cenizas y su proximidad al mar.
Estos depósitos no se encuentran, como alguien podría ingenuamente imaginar, lejos del mar y de la zona costera, en sitios muy apartados ocultos, tierra adentro, en cuencas cerradas y sin vida (donde hubo salitreras varias en el siglo XIX; p. ej. en la Oficina "Viz" o en la Salitrera "Gloria") . No. Se encuentran en la misma zona costera, a metros de la Carretera Panamericana Norte-Sur, al lado del océano, a menos de 20-25 metros sobre el nivel del mar. ¿Qué peligros involucra esta vecindad?.
Dos, y muy graves: uno, que en caso de eventuales lluvias intensas en la franja costera, como producto normal en episodios del llamado "El Fenómeno de El Niño", (como ha ocurido ya muchas veces en pasado), mucho material de estas cenizas en polvo, acumulado por decenios, fuera arrastrado repentinamente al mar, ocasionando un desastre ecológico de proporciones; o, dos, que un eventual tsunami (como los ocurridos en los años 1868 y 1877 , poco antes de la Guerra del Pacífico) hiciera otro tanto, igual que cuando arrasó el poblado guanero de Chanavaya, destruyendo todo a su paso: casas, corrales, canchas de acopio, e instalaciones varias. Ese día aciago alrededor de 2.500 obreros de las guaneras perdieron todo: hogar, trabajo y herramientas de laboreo del guano.
¿Se ha pensado en todo esto en el Estudio de Impacto Ambiental ((EIA) de la Empresa?. Por lo que hemos leído en el Informe, ciertamente, no. Las referencias al clima y su posible impacto, son nulas. Es decir, se ha ignorado la historia de lo ocurrido exactamente en este mismo lugar, aquella que nos debería preparar para la posible ocurrencia de tales episodios, en un futuro impredecible, pero que puede presentarse en cualquier momento. Se olvida, por desgracia, aquello de: "historia magistra vitae".
El peor de todos los contaminantes: el mercurio (Hg).
Entre los contaminantes normalmente asociados a este tipo de carbones bituminosos, se encuentra el Mercurio (Hg). Su presencia ha sido comprobada en todas las emisiones de Centrales, en todo el mundo. Ahora bien, pocas substancias son tan letales para la vida como el Mercurio. Aunque en muy pequeñas cantidades, este elemento penetra en los tejidos vegetales y en los tejidos humanos y el torrente sanguineo, provocando daños irreparales en los tejidos y órganos y enfermedadas congénitas. Segun todos los estudios, todos los carbones bituminosos y sub bituminosos, contienen este elemento letal, sin excepción. Es lo que dicen los estudios científicos. Peor la normativa chilena no obliga a examinar el contenido de Mercurio. ¿Por qué?.
La contaminación de los ecosistemas costeros.
Alguien puede creer, que la costa norte chilena es un desierto absoluto, sin vida. Fuera de la riquísima vida marina, gravemente afectada por las cenizas y el polvillo que se produce en la descarga de los barcos, material que cae diaria e inexorablemente al mar, destruyendo su flora y fauna (véase lo ocurrido en el puerto de Tocopilla), existen ecosistemas terrestres conocidos como "oasis de niebla", dotados de una flora y fauna muy particular y rica, que hoy está siendo objeto de esmerado estudio por parte de los científicos de la Pontificia Universidad Católica de Chile, en Alto Patache, a escasos kilómetros de las Centrales que se pretende crear allí.
A juicio de personas competentes, existe total incompatibilidad científica entre mantención y protección de un ecosistema de niebla único , de endémica y rica biodiversidad, y Centrales termoeléctricas del tipo aquí descrito, es decir, a carbón. La flora local, que produce valiosos retazos de "desierto florido" en los años de ocurrencia del "Fenómeno de el Niño", sufriría rápidamente sus efectos, por la lluvia ácida concomitante. Creemos que esto ya está ocurriendo. Pero nadie parece detectar sus efectos y nadie da a conocer -si es que existen-los resultados de los monitoreos científicos en el área que parecen ser "muy privados". La ciudadanía ulustrada deberìa tener acceso a tales monitoreos. Y la autoridad debería explicar sus consecuencias a largo y mediano plazo. Exactamente iguao como se ha hecho, por decenios, para advertirnos de los peligros de la "mosca azul" (Ceratits capitata) en afiches y panfletos. ¿Alguien ha visto recientemente algún afiche sobre el tema que indique: "Centrales Termoeléctricas: peligro latente"?.
La contaminación de las Caletas costeras próximas (Cáñamo, Chanavayita, Caramucho, Los Verdes).
Si se mira con detención el paisaje vecino a la actual Termoeléctrica de CELTA, en el puerto de Patache desde el aire, como se puede apreciar en una vista de Google Earth, se observa nítidamente la nube de polvillo (transportando material particulado y elementos tóxicos de NO, óxidows de S, NH3 y otros elementos más), que cubre toda el área próxima al puerto y a la chimenea de CELTA, y que claramente avanza inconteniblemente hacia el norte, por la línea de costa. Mar y tierra son contaminados por igual. El primer afectado, es la caleta de pescadores de Cáñamo. Son las primeras víctimas inocentes. ¿Qué está ocurriendo con la salud de sus habitantes, especialmente sus niños?. ¿Lo sabe la autoridad de salud?. Ellos, los habitantes, sí lo notan con pavor. ¿Se ha hecho análisis de lo bronquios y pulmones de esos niños y jóvenes?. ¿Qué revelan estos exámenes? .¿Se han dado a conocer, tal vez? El hecho de que esta caleta no sea aún reconocida por la autoridad comunal como caleta viable, y el hecho de que, según se señala en un rótulo, "no se darán títulos de propiedad" en ella, nada cambia la grave situación humana. Es un grupo humano asentado allí hace muchos años y que, como tal, tiene derecho a existir, y a gozar de un aire limpio e incontaminado. Aquí se está cometiendo (¿por culpa o responsabilidad de quièn?), un crimen. Alguien está tapando u ocultando esta situación, a todas luces.
Si vinieran expertos de la OMS a caleta Cáñamo, ¿qué opinarían?.
¿Qué pasaría si viniera a Cáñamo una Comisión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a examinar el estado de salud de sus habitantes, como hoy está en estudio?. Ahí, recién, la autoridad tomaría cartas en el asunto. Y, ¿mientras tanto, qué?. Chanavayita, Caramucho y Los Verdes (hasta Iquique mismo) están absorbiendo, aunque a un ritmo tal vez algo menos sensible, exactamente las mismas materias en suspensión en el aire que respiran. Pues bien, que se escuche bien:
en el reciente EIA (Estudio de Impacto Ambiental ) presentado por la Termoeléctrica Pacífico S.A., hace muy pocos días atrás, no hay la menor referencia a este impacto, sin duda el más grave de todos.
Esta sola omisión es ya, de por sí, gravísima, como si la población humana aledaña no fuera parte del "entorno", es decir "del área de influencia" real del Proyecto!. Si se piensa y desea que la caleta Cáñamo deba ser reubicada, según la autoridad, ¿para qué "hacer olitas" al respecto?.. Y, ¿ reubicada?...., ¿por qué?. Pues es obvio porque Cáñamo ha pasado a ser, de facto, un testigo indeseado de un pésimo manejo de la combustión y del transporte de las cenizas, por parte de una Central Termoeléctrica. Por eso, nada más. Su sola presencia, a pocos metros de las emanaciones de CELTA, es para la autoridad una "pulga en el oído". Es mejor, entonces, ignorarla y ojalá, sacarla de raíz (erradicarla).
Y, al revés. Si la energía que produce CELTA en esta central Termoeléctrica fuera realmente "limpia" y no contaminante, la sobrevivencia y pujanza de esta caleta contigua a la Planta de energía, sería la mejor prueba y el mejor testimonio de que no existe contaminación en el área. Se daría una sana y amigable convivencia entre Central y Caleta. Por desgracia, éste no es el caso. Tal como lo sabemos hoy día, por los EIA que las mismas empresas han presentado oficialmente a la CONAMA regional, sus efluentes son altamente contaminantes.
Mientras no cambien el combustible usado y no instalen dispositivos a la salida de las chimeneas para reconvertir los gases efluentes de S, N y CO2 en elementos útiles (v.gr. ácidos aprovechables en la misma empresa), serán necesariamente contaminantes y, por ende, serán una empresa no sustentable.
En esta materia, surge, como siempre, un corolario indispensable: todos estos efectos son consecuencia obligada de la aplicación estricta de una pésima Ley Ambiental (Ley 19.300), la que permite todos estos inconvenientes y no deja al descubierto a sus violadores. Por eso, repetiremos en forma incansable e intransable:
"hay que modificar de raíz la Ley Ambiental Nº 19.300"!.
Aquí se oculta el verdadero enemigo. Este debe ser nuestro "grito de guerra" en el futuro, en todos los foros donde se discuta este tema ambiental. Y esta nueva Ley que surja de un amplio debate público, donde se ilustre de verdad a la ciudananía , sin engaños ni tapujos, debe seguir los estándares internacionales más rigurosos, aquellos que aplican los países más desarrollados del mundo. Debe propender a obligar a las empresas a producir emisiones con contaminación cero. Solo entonces podremos vivir más tranquilos, en un ambiente limpio y sano, sin contaminación.
(segmento en preparación 25/06/2009). Retocado el día 01/07/2009).