sábado, 31 de diciembre de 2011
Una mirada espacial a la historia: el aporte científico de Patricio Advis Vitaglic, arquitecto.
miércoles, 14 de diciembre de 2011
Fragmento de carta de Gustavo Le Paige a Hans Niemeyer (1960): Antigüedad del hombre atacameño. El problema del agua en el desierto.
Como el texto de la carta de Le Paige resulta apenas legible, hemos decidido incluir aquí una transcripción del mismo:
"Cuando llegó a esta zona de San Pedro de Atacama el cazador primitivo hacia 30 a 50.000 años [atrás], se estableció al borde de una inmensa laguna de unos 140 kms de largo sobre 60 [km] de ancho. El tercer y último levantamiento de la Cordillera no hizo sino que acelerar el asecamiento [sic por desecamiento] de esta laguna. Se fueron desapareciendo [sic!] las aguas y disminuyendo la vegetación. El paso del estado de cazador recolector al de pastor y agricultor se realizó exactamente a la época [sic!] de la formación del Salar actual, dejando en la parte norte, en el delta de aluviones de los ríos de Vilama y San Pedro, una vega fértil. Eso ayudó a los Atacameños a subir a un alto grado de civilización. Organizaron un sistema de regadío que sus descendientes usan todavía después de 2.000 años.
La cumbre de esta cultura atacameña se ubica entre los siglos IIIº a VIIº de la Era Cristiana. Las tumbas nos revelan no solamente sus lindos cántaros o sus maravillosas tabletas para aspirar el rapé, pero también el tipo de agricultura de esta época. Ahora no se cultivan más varias de estas plantas, como el quínoa [sic!]. El clima ha cambiado, las aguas han disminuydo [sic!] y llegan a ser subterráneas. La sequía [borrado aquí "acequia"] ha conservado las momias, pero ha matado a los vivos: [éstos] se van. [Se] necesitaba entregarles más agua para que les sea [fuera] posible sobrevivir.Habían dos sistemas: 1º: los pozos con [empleo de] bomba motorizada, pero que habrían necesitado de cualquier manera... [¿?]; el 2º que son los canales estancos de concreto para evitar la infiltración en terreno arenoso".
(hasta aquí el texto que traen Niemeyer y Cereceda en su obra del año 1984)
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sábado, 5 de noviembre de 2011
Descripción de la región de Tarapacá en 1868: un trabajo ignorado del químico inglés William Bollaert. (Iª Parte).
Hemos considerado de gran interés publicar en nuestro Blog, en traducción castellana nuestra, este trabajo publicado por William Bollaert en Inglaterra, en 1868, en el que aporta gran cantidad de información adicional y complementaria a su obra magna anterior titulada: Antiquarian, Ethnological and Other Researches in New Granada, Equador, Peru and Chile, with Observations on the Pre=Incarial, Incarial, anmd Other Monuments of Peruvian Nations (Londres, Trübner and Co, 1860).
En el año 1975, en la revista Norte Grande, del Instituto de Geografía de la Pontificia Universidad Católica de Chile (Santiago de Chile), tuvimos la satisfacción de publicar, en traducción nuestra, una parte de esta obra, correspondiente a su Descripción de la Provincia de Tarapacá. (Norte Grande Vol. I. Nº 3-4, pp. 459-479, con sus ilustraciones respectivas).
¿Quién fue y a qué se dedicó William Bollaert en la provincia de Tarapacá?.
William Bollaert (1805-1877?) "se interesó desde temprano en las ciencias naturales, en particular la química, y a la temprana edad de 18 años aceptó un ofrecimiento para trasladarse al Perú en calidad de experto en ensayes de metales y químico, y más específicamente, para contribuir al análisis de las minas de plata de la región [ se refiere a Huantajaya, junto al puerto de Iquique]. Una vez en el Perú, se dedicó al estudio de la geografía, geología e historia natural de la región, y escribió numerosos trabajos sobre estos tópicos los que fueron leídos - y posteriormente publicados- en sesiones de varias sociedades científicas de la época. El año 1827, a petición expresa de don Ramón Castilla, realizó un reconocimiento científico de la provincia de Tarapacá, a resultas del cual escribió numerosos artículos en revistas especializadas de geología, antropología, geografía, así como en revistas de divulgación cientifica." (Larrain, 1975: 459).
Sobre este notable personaje testigo presencial del esplendor salitrero en el Iquique temprano que recién salía de su humilde condición de caleta de pescadores changos, tenemos valiosos trabajos del gran historiador del Norte Oscar Bermúdez Miral. En particular, nos interesa citar aquí su artículo: "Esbozo biográfico de William Bollaert", publicado en el Volumen I, Nº 3-4 , pp. 313-318, de la revista "Norte Grande", del Instituto de Geografía de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Afortunadamente, puede Ud. encontrar hoy este ensayo de Bermúdez en las páginas de Internet: www.geo.puc.cl/html/revista/PDF/RGNG_N03_N04/Art03.pdf.
El trabajo que hoy publicamos en castellano con algunas notas aclaratorias nuestras, enriquece notablemente su trabajo anterior del año 1860, bastante conocido por el público culto, agregando informaciones sobre algunas localidades y en particular algunas referencias a las explotaciones del salitre y de la plata que interesarán tanto al geógrafo y economista como al historiador y antropólogo cultural o aún al demógrafo.
Nosotros mismos, en este mismo Blog, nos hemos referido a este extraordinario científico y naturalista, que tanto ha aportado al conocimiento de esta región de Tarapacá entre los años 1827 y 1868, precisamente en las mismas décadas en que se iniciara la explotación masiva de los yacimientos de caliche en las pampas de Tarapacá, de lo que Bollaert , al igual que George Smith, serán protagonistas y testigos insignes. (Vea etiqueta "William Bollaert" en este Blog).
TRANSCRIPCIÓN AL ESPAÑOL DEL TEXTO INGLÉS DE WILLIAM BOLLAERT (1867/68). “NOTAS ADICIONALES SOBRE LA GEOGRAFIA DEL SUR DEL PERU”.
Publicadas en los Proceedings of the Royal Geographical Society of London, vol. 12, nº 2, 1867/68, pp. 126-134 con el nombre de “Additional Notes on the Geography of Southern Peru”.
(Traducción del Dr. Horacio Larrain (Ph.D.), Iquique, Enero 2010. Notas redactadas el 5.11. 2011).
TEXTO ORIGINAL.
“ NOTICIAS ADICIONALES (impreso por orden del Consejo).
Notas adicionales acerca de la Geografía del Sur del Perú”, por William Bollaert, Esq. F.R.G.S., etc.
(Traducción directa del inglés, con comentarios, reflexiones y notas del traductor).
“En el volumen XXI del Journal of the Royal Geographical Society se podrá encontrar mi primer trabajo [titulado]: “On Southern Peru, with Survey of the Province of Tarapaca”, confeccionado por mi amigo el Señor George Smith F.R.G.S. y yo en 1827, pero continuado hasta la fecha de publicación, es decir, hasta 1851. Desde entonces, yo he visitado nuevamente el Perú y explorado en forma más particular la porción sur [del país] la que ha llegado a ser una comarca comercial interesante como consecuencia de la explotación de los vastos depósitos del nitrato de soda [o sea, el salitre, Na NO3] y del descubrimiento del valioso borato de soda y cal [lime]. También he contribuido con adiciones al Mapa de la Provincia de Tarapacá hasta el año 1866.
El nitrato de soda [o salitre] es un fertilizante bien conocido, ampliamente usado en las Manualidades [Arts], como también en la elaboración de la pólvora. En 1820, muestras refinadas de nitrato fueron enviadas a Europa; y en 1830, [se envió] unas pocas toneladas. Su exportación fue creciendo desde entonces de modo que en el año pasado [1866] subió a 125.000 toneladas. El nitrato contiene importantes cantidades de yodina [iodine] y hay experiencias en curso para separar en forma económica esta valiosa substancia. La bronina también se encuentra en el nitrato.
La Provincia peruana de Tarapacá, en el Departamento de Moquegua, limita en su porción norte con el [Departamento] de Arica; al Este y Sur, con la República de Bolivia, y por el Oeste, con el Océano Pacífico. Es una región desértica y sin lluvias.
La Quebrada [ravine] de Camarones, en el Norte, a los 19º 12´ 30¨¨ Sur es considerada generalmente la frontera con Arica; pero la gente de Tarapacá afirma que su frontera corre unas pocas millas más al Norte, Por el Sur, el río Loa, [situado] a los 21º 28¨ S., es la frontera con Bolivia. Según un Informe manuscrito [Nota 1] en mi poder, que data del año 1628, las primeras pilas de piedras, en calidad de hitos de frontera, son colocadas en la desembocadura del río Loa [Nota 2].
Cuando estábamos haciendo la prospección de la Provincia [de Tarapacá] en 1827, nuestros guías nos dijeron que la montaña de Cancoso [sic, por Cancosa] aproximadamente a los 68º 15´ W. se encontraba en la frontera oriental [eastern boundary].
La población de la Provincia [de Tarapacá] es de 19.000 a 20.000 habitantes, y se compone de peruanos, algunos chilenos, extranjeros e indígenas [Indians] de la familia Aymará [sic, acentuado en texto], estos últimos empleados en el transporte de provisiones [a lomo de] mulas y asnos, desde el interior a las Oficinas o Establecimientos de Nitrato [Nitrate Works] y luego transportando el nitrato refinado a la costa para su embarque, regresando en seguida con carbón chileno e incluso inglés y provisiones, a las Oficinas Salitreras de las cuales hay alrededor de 100, las que dan empleo a casi toda la población.
Los principales puntos de embarque del nitrato son Iquique, Mejillones [del Norte], Pisagua, Junín, Molle [hoy Bajo Molle], Chucamata [sic por Chucumata] y Patillos. El guano es extraído de Huanillos, Pabellón [de Pica], Punta de Lobos y Puerto Inglés [Chanavaya actual].
Hay tres quebradas [ravines] que atraviesan la Provincia de Este a Oeste, o sea desde las Cordilleras [sic, en español] al mar, existiendo entre éstas grandes extensiones [tracks] de desierto.
¿Son estas quebradas un producto del labrado [efectuado] por las aguas, o han sido ellas parcialmente formadas por fisuras, [por efecto] de terremotos?. En algunas de ellas, en particular la de Pisagua, hay hendiduras muy profundas estrechas y perpendiculares conocidas como Mal Pasos [sic, en español], que no son atravesadas. [Entre éstas] la de Camarones, en el Norte, a la cual convergen las más pequeñas de Chisa [Chiza], y Liga [¿?], la de Pisagua, con agua salobre. He delineado [traced up] el cordón divisorio o Paso de Pichuta, a los 14.300 pies sobre el nivel del mar; la quebrada seca de Tiliviche forma la de Pisagua en el borde occidental de la extensa planicie o Pampa del Tamarugal. La quebrada del Loa tiene un río salino.
Hay un segundo conjunto de quebradas que vienen desde lo alto de las Cordilleras [sic, en español], con sus aguas por lo general salinas, las que fluyen a la Pampa del Tamarugal. También hay un tercer [conjunto] que incluye numerosas quebradas secas; sin embargo, cuando caen fuertes lluvias en las Cordilleras [sic, en español], una pequeña cantidad de agua es conducida a través de ellas hasta la Pampa.
La región en la cual se levantan estas quebradas se halla compuesta de gigantescas cadenas montañosas, a veces llamadas Las Cordilleras de la Costa [sic, en español], algunos de cuyos picos se elevan por sobre los 22.200 pies, y uno, el de Lirima, está probablemente por sobre los 23.000 pies por sobre el nivel del mar, con presencia de apachetas (apilamientos de piedras en las abras), desde los 13.000 pies hasta por sobre los 15.000 pies. Una [de éstas], la de Pusupucone, cercana a la cima del [monte] Lirima, según he sido informado por Mr. [John] Williamson [Nota 3], se encuentra sobre los 16.146 pies.
En el interior de las Cordilleras hay hondonadas [hollows] y planicies [plains] entre los 12.000 y 14.000 pies, cuyas partes centrales están formadas por vegas [marshes] o lagos, algunos de estos últimos poseen 3 ó 4 tipos de pequeños peces. Tales lagos no parecen tener salida [outlets], de suerte que sus aguas se mantienen en su mismo nivel por efecto de la percolación y evaporación.
Habiendo transpuesto estos pisos [abras], es decir, en el Norte, tiene lugar un descenso hacia la gran meseta [table-land] andina, y aproximadamente al Este del volcán de Isluga, se encuentra el extremo final del gran lago Aullagas (Nota 4).
Hacia el Sur y Este de las minas de cobre de Yabricoya (Nota 5) y habiendo transpuesto las Cordilleras (sic en español) de Silillica y tan alto como 15.400 pies, hay planicies de sal y salares [salt lakes] uno de ellos de una extensión de 60 millas, al oriente del cual están otras grandes cadenas montañosas, a veces llamadas Los Andes, con [las cimas] del Illimani, de 24.155 pies, y el Illampu, de 24.812 pies. En la parte alta de Huatacondo, en la provincia de Tarapacá, hay numerosos pasos altos, como el de Remedios, a los 14.450 pies.
La ciudad de Iquique fue declarada capital de la provincia en 1866. Fitzroy le señaló la latitud de 20º 12´ 30´´ S y 70º 13´ 30´´ W. (la antigua iglesia); [Nota 6]. Las más recientes observaciones hechas para la longitud de Valparaíso por Gilliss y Moesta [Nota 7], demostrarían que toda la costa del Pacifico estaría colocada 4 ´ hacia el Weste de lo que dejó estampada la admirable carta de Fitzroy. Ahora bien, si se resta 4´ de la longitud indicada por Fitzroy para Iquique, alcanzamos la longitud correcta de 70º 9´30´´ [ W].
Iquique, gracias a su nuevo ramo industrial, el nitrato de soda [salitre], habiendo sido de las más pequeñas aldeas de pescadores, posee ahora una población residente sobre 5.000 habitantes. Las calles están delineadas con casas bien construidas. Hay varios muelles, un faro, dos iglesias, hospital, teatro, club, periódico y el lugar es iluminado con gas. En verdad, todas las comodidades de la vida están a disposición en este lugar inhóspito, donde no existe ni vegetación ni agua. El artículo de mayor necesidad [el agua] es destilada del agua de mar. Algunos de los minerales [ores] de Huantajaya son amalgamados aquí mediante el uso de agua de mar.
Otro gran signo de progreso es la construcción del ferrocarril de Iquique a La Noria [Nota 8], de 33 millas de longitud [es decir, 54 km.] el cual, una vez concluído, va a disminuir la utilización y maltrato de 15.000 caballos, mulas y asnos ocupados en el transporte de combustibles y provisiones etc., hacia el interior y [viceversa] en bajar [hacia la costa] el nitrato refinado [Nota 9].
Algunas observaciones hechas en este trazado [futuro], prospectado por Mr. Pickering [Nota 10], como también en otro Proyecto a través de las Cordilleras (sic, en español) hasta llegar a Bolivia, hecho por el Sr. Reck [Nota 11], se dará una idea de la gran elevación de la comarca por sobre el nivel del mar [Nota 12]. La línea [férrea] de Iquique y [La] Noria comienza en el primer lugar [citado], en la base del cordón costero y luego sube por un largo y arenoso trayecto de 10 millas [Nota 13] hasta cerca del alto de Molle, a 1761 pies [de altura], [Nota 14].
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Notas de H. Larrain al texto
Nota 1. No sabemos a ciencia cierta qué tipo de información contenía este antiguo MS, ni tampoco quien pudo haber sido su autor.
Nota 2. El curso del río Loa constituía el límite entre la república del Perú y la república de Bolivia. El Perú nunca pretendió tener derecho a territorios situados al sur de la desembocadura del río Loa. Antes del Tratado de 1874 con Bolivia, los límites septentrionales de Chile eran sumamente imprecisos: se consignaba por lo general como límite Norte simplemente “el desierto de Atacama”. La explotación de las covaderas de la costa en busca del guano fósil y los primeros sondeos en busca del codiciado salitre, que a partir del año 1830 comienza a ser exportado al exterior (según el mismo Bollaert, 1860), provoca el creciente interés de los respectivos gobiernos por explorar el área del desierto de Atacama y por fijar una cartografía fidedigna de esa zona casi desconocida y raramente transitada. Será el plano dibujado por Guillermo Döll, miembro de la expedición del naturalista alemán Rodolfo Amando Philippi el primero realmente digno de crédito en dicha región, por haber sido realizado recorriendo el terreno mismo, en un penoso trayecto hecho en mula. La cartografía anterior a Philippi está literalmente plagada de errores y muy poco mejora los antiguos planos coloniales tardíos, contenidos en la obra de don Vicente Cañete y Domínguez: Guía Histórica, Geográfica, Física, Política, Civil y Legal del Gobibero ye Intendencia de la Provincia del Potosí, [1791], Talleres de la Editorial Potosí , 1952.
Nota 3. Juan [John] Williamson fue un connotado comerciante inglés radicado en Iquique desde aproximadamente el año 1847, según el mismo lo declara en el prólogo a su obra: Observaciones sobre la Industria de la Provincia de Tarapacá, publicada en el puerto del Callao en el año 1860, (Tipografía de Mariano Gómez y Ca., Calle de Pescadores N’ 135). Su obra, trae gran cantidad de información sobre el estado de la minería y de las explotaciones del salitre en su momento. Junto con las obras de Bollaert, prácticamente contemporáneas, constituyen un valioso venero para el conocimiento de la vida social y actividad económica en Iquique y en los pueblos del interior, incluyendo Pica, Camiña, La Tirana y otros lugares. No deja de llamar la atención la profunda sinceridad con que aborda críticamente los problemas regionales siendo él un extranjero que con absoluta honestidad- como el mismo lo dice- quiere contribuir al progreso de esta región, a la que ha dedicado más de doce años de su vida.
Nota 4. Aullagas es la antigua denominación dada al lago que hoy conocemos como el lago Poopó, situado en la alta meseta boliviana, inmediatamente al sur del lago Titicaca con el que se comunica a través del río Desaguadero, frente a la actual Región chilena de Arica y Parinacota.
Nota 5. Yabricoya,(también escrito a veces Yarbicoya) mineral situado a 4.200 m de altitud donde existían desde antiguo explotaciones de plata, cobre, hierro y antimonio (Riso Patrón, 1924: 945).
Nota 6. Robert Fitz Roy, notable marino inglés, capitán del famoso bergantín “HMS Beagle” en el que viajara Charles Darwin, el creador de la teoría de la Evolución. Fitz Roy emprendió dos largos viajes alrededor del mundo, a través del Estrecho de Magallanes. Darwin le acompañará como científico y naturalista en su segunda expedición (1835-1836), época en que reunió los antecedentes biológicos que le permitieron afianzar su notable teoría sobre la evolución de las especies.
Nota 7. Se trata del Teniente de Marina norteamericano James M. Gillis jefe de la Expedición Astronómica a Chile entre los años 1843 y 1852. El segundo de los nombrados es Karl Wilhelm Moesta, matemático alemán, que llega a Chile en el año 1850 para hacerse cargo del recientemente creado Observatorio Astronómico Nacional, el que fuera instalado por Gillis en la cima del Cerro Santa Lucía. Fue Moesta quien decide el traslado del Observatorio desde el cerro Santa Lucía a la actual Quinta Normal, por entonces en las afueras de la ciudad capital de Chile.
Nota 8. “La Noria” fue la salitrera donde George Smith hizo su fortuna. Este gran empresario salitrero inglés, fue al inicio compañero de tareas y dibujante eximio en la obra de William Bollaert. Smith introdujo numerosas transformaciones técnicas al sistema de explotación de los caliches. Esta fue la salitrera innombrada que visitara Charles Darwin, y donde pernoctara en julio del año 1835, tras desembarcar en el puerto de Iquique. El trayecto desértico entre ambas localidades queda vívidamente descrito en las páginas de “El Viaje del Beagle”.
Nota 9. La inmensa cantidad de mulas y burros, requeridos para el transporte de las caravanas de carretas a través de la pampa y la Cordillera de la costa, exigirá un continuo recambio de animales, por la gran mortandad ocasionada por el espantoso cruce del inhóspito desierto. Esqueletos de animales muertos a lo largo de estas rutas caravaneras verá el propio Darwin en su trayecto hasta la salitrera “La Noria” en julio del año 1835. Aún hoy día, tantos años después, tales despojos animales tapizan las antiguas rutas, delatando el paso lento y agotador de hombres y animales.
Nota 10. José (Joseph) Pickering es nombrado por diversos autores que se refieren a la explotación del salitre en Tarapacá como uno de los personajes que obtuvo concesiones especiales del gobierno peruano para la construcción de ferrocarriles en el área salitrera de Tarapacá.
Nota 11. No hemos encontrado referencias concretas a este industrial avecindado en Bolivia, al parecer de origen alemán.
Nota 12. Nunca se construyó en su totalidad este trazado del ferrocarril que tenia por meta subir a Bolivia, llegándose desde Iquique tan sólo hasta la salitrera “La Noria”.
Nota 13. Una milla inglesa equivale a 1.609,04 metros lineales, esto es a 1,61 km. aproximadamente.
Nota 14. “Alto de Molle” es la estación del ferrocarril que se alzaba en el sitio denominado hoy “Alto Molle” en el extremo SW de la pampa de Alto Hospicio. actual, al pie de la estribación norte del cerro Tarapacá. Se halla segun Bollaert a 1.761 pies, esto es, a 557,7 m de altitud sobre el nivel del mar.
(Nota: próximamente, daremos a conocer la segunda parte de este artículo, con sus correspondientes notas aclaratorias).
(El texto completo en inglés de este poco conocido artículo de William Bollaert, cuya traducción y notas hemos publicado aquí, es fácilmente accesible a través de la página web de Internet: books.google.cl/books?id=6RURAQAAIAAJ..).
viernes, 28 de octubre de 2011
Hojeando viejas revistas.: Un trabajo ignorado del historiador Oscar Bermúdez Miral.
El breve pero sustancioso artículo que sigue más abajo, encontrado hoy al azar, hojeando en la calle Tarapacá de Iquique viejas revistas de la Empresa de Ferrocarriles del Estado (revista "En Viaje") , es uno de los muchos que el historiador Bermúdez prodigó sin reservas en revistas de divulgación, no especializadas, donde se requería su aporte original. Esta revista, que hoy miramos como "menguada" y "pobre", casi infantil, por sus fotos en blanco y negro y su modestísima presentación, contiene valiosos artículos de destacados exponentes del arte y de la cultura nacional por aquellos años. Fue publicado en Santiago de Chile, en el Nº 367 de la citada revista "En Viaje", Año XXXI, correspondiente al mes de Mayo de 1964. En otras ocasiones, hemos tratado de salvar del olvido otros trabajos semejantes, escritos por el mismo autor, para rescatar un acervo cultural que de otro modo pasaría totalmente desapercibido (Vea al efecto nuestro capítulo: "¿Conoce Ud. a los antiguos exploradores del desierto de Atacama en el siglo XIX?. ¿Sus logros, sus hazañas, sus fracasos?". escrito el 7 de diciembre del 2010). Si bien no se trata de un trabajo científico muy elaborado, responde a las inquietudes y preocupaciones intelectuales que, en su momento, tenía Bermúdez en relación a la historia del desierto y, en particular, a la historia de Tarapacá, cuando ya estaba trabajando los borradores del segundo tomo tomo de su Historia del Salitre.
Fig. 2. Página dos y última del artículo de Oscar Bermúdez.
Hacer revivir hoy estos viejos papeles no sólo es una forma de reconocimiento a la valía de su autor y a su capacidad de investigación y de divulgación del conocimiento histórico, sino que, además, creemos que puede significar un minúsculo aporte a una futura biografía de este autor nortino, que jamás cursó en las aulas universitarias la carrera de Historia (inicialmente quiso ser novelista) pero que es considerado hoy como el gran historiador del período salitrero en Chile, en palabras de Harold Blakemore. Biografía que nadie ha emprendido aún, que sepamos, pero que se hace urgente y necesaria para incentivar a otros jóvenes a estudiar la historia no solo desde el punto de vista del aporte documental, sino también bajo el prisma de la geografía física y humana y de sus escenarios regionales.
Bermúdez siempre quiso conocery apreciar visualmente las comarcas y pueblos que describía en sus escritos, con una fuerte y sólida base documental. Porque entendió perfectamente que el poblamiento humano de un lugar cualquiera, depende en gran medida de las condiciones ambientales que lo favorecen o entorpecen. Conocer y profundizar previamente en la geografia de los lugares (su escenario geográfico) es, a nuestro parecer, una conditio sine qua non para comprender e interpretar correctamente la forma, el tiemp, la duración y los modos concretos de un determinado poblamiento humano. Cosa que no pocos historiadores, seducidos en parte por la frescura de sus documentos, - por desgracia- pasan fácilmente por alto, o consideran casi innecesario o superfluo. Lo que sucede o experimenta un determinado grupo humano al radicarse o morar en un lugar, depende absolutamente de sus condiciones ambientales preexistentes, que el no puede modificar, al menos no con la tecnología disponible para él en ese momento. Bermúdez entendió el nítido mensaje que en este mismo sentido nos transmite el gran geógrafo norteamericano Isaiah Bowman en su obra Desert Trails of Atacama (1924), en su capítulo XVIII: que titula "The historical bearing" (pp-343-348), cuando nos dice proféticamente:
"To estimate the effect of the natural conditions requires the handling of geographical materials, and it still remains a fact that the accepted technique of historical research lays far tool little stress upon geographical sources, and particularly geographical method" (subrayado nuestro); (cf. Bowman, 1924: 343).
Lo que en buen romance quiere decir:
"Estimar [apreciar] el efecto de las condiciones naturales [sobre una población] requiere del manejo de los materiales geográficos, y todavía constituye un hecho el que la técnica aceptada [hoy día] por la investigación histórica pone muy poco énfasis en [el uso de] las fuentes geográficas, y, particularmente, en [el uso de] el método geográfico". (aclaraciones en paréntesis, nuestras; Bowman, 1924: 343).
Si bien concordamos en que esta cita, valiosa como es por provenir de ese genio de la geografía de los países andinos como fue Isaiah Bowman, es bastante antigua, pues proviene del año 1924, creemos firmemente que resulta aún hoy perfectamente aplicable en el caso de numerosos trabajos históricos o etnohistóricos, al menos cuando verificamos las fuentes bibliográfícas que les sirven de base y apoyo. La crítica de fondo que hace Bowman a los historiadores de su época, aún sigue siendo básicamente fundada, a nuestro juicio en la inmensa mayoría de los trabajos sobre esta zona.
La fuente histórica principal de las informaciones que nos ofrece Bermúdez en el presente artículo, proviene del deán Francisco Javier Echeverría y Morales que escribe las "Memorias de la Santa Iglesia de Arequipa" hacia 1804, y que se contienen íntegras en el trabajo: Documentos para la Historia de Arequipa, publicadas entre 1939 y 1941 en Arequipa (Editorial La Colmena, S.A.) por el sacerdote mercedario peruano e historiador padre Victor Manuel Barriga (1891-1955).
jueves, 20 de octubre de 2011
Enero de 1963: El Congreso Internacional de Arqueología en San Pedro de Atacama.
En el texto que sigue más abajo, se presenta copia completa de un artículo periodístico publicado en la revista "En Viaje", de la Empresa de Ferrocarriles del Estado, Año XXX, Edición Nº 354, Abril de 1963, pp. 11-13. Su valor radica no tanto en las imágenes captadas en la época, desgraciadamente poco nítidas, sino en el realce e importancia que se da a nivel nacional por esos años, a una actividad arqueológica de carácter internacional realizada en un poblado apartado del hinterland de Antofagasta: el pueblo atacameño de San Pedro de Atacama.
Uno de los mayores logros de Gustavo Le Paige: la convocatoria en San Pedro de un Congreso Internacional de Arqueología.
Este texto es muy poco conocido en el medio científico y ha permanecido prácticamente ignorado, oculto entre las páginas de una vieja revista. Creemos que hoy, a más de 30 años de las muerte del sacerdote-arqueólogo, autor y creador del Museo de San Pedro de Atacama, debe ser hoy conocido por el público culto y revalorizado. Muestra uno de sus grandes logros: la convocatoria de un Congreso científico de Arqueología, con la presencia de dos grandes figuras extranjeras, en el corazón de la región atacameña. A la vez, muestra bien el enorme impacto que hizo en la época su descubrimiento de la cultura de cazadores andinos y sus toscos artefactos en piedra, de cuya existencia casi no se tenía noticia en Chile por entonces. De hecho, Ricardo Latcham, en su Arqueología de la Región Atacameña, no hace referencia a ese antiquísimo período (el Arcaico) de la arqueología en la zona.
He aquí las tres páginas del reportaje:
Fig. 4. Iglesia de San Pedro de Atacama hacia el año 1963. Tomada del libro de Gerardo Melcher titulado: El Norte de Chile su gente, , desiertos y sus volcanes, Editorial Universitaria, Santiago, 2004). (foto G. Melcher, fines 1963).
Comentario final.
En su momento, esta convocatoria de Le Paige fue considerada un acto de increìble audacia. Y ciertamente lo fue. Porque Le Paige era casi un desconocido, salvo para los investigadores del Centro de Estudios Antropológicos de la Universidad de Chile que ya por en tonces realizaban sus primeros viajes al Salar "a ver y palpar" lo que le Paige había descubierto. Porque, en reaalidad, el Padre habia dado un golpe maestro: había descubierto culturas líticas muy primitivas y antiguas, las que por entonces sólo habìan sido detectadas en la zona del Estrecho de Magallanes y Punta Arenas por el arqueólogo norteamerican Junius B. Bird.
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