Habíamos prometido, en una entrega anterior de este Blog ( 4/12/2010 ) que profundizaríamos más en el tema de la explotación de este mineral de plata de Huantajaya, por la riqueza enorme que de allí se extrajo, lo que le diera, en su época, particular nombradía en todo el Virreinato del Perú, sólo superada en la época colonial por la riqueza del Cerro rico de Potosí, en Bolivia.
El objetivo del autor, entre otros señalados ex professo al final de esta entrega de la revista, es "advertir las preciosidades y riquezas de su territorio [Tarapacá] en los dos Reynos vegetal y mineral....". (pág. 143). A ello dedica dos y media páginas de su Revista, indicándonos con esto la importancia de este "ramo de la economía" de la región.
Analizaremos, aduciendo y comentando las propias palabras del autor, los temas enfocados por éste en su "Descripción de la Ciudad de Arica y su vasta jurisdicción correpondiente a la Intendencia de Arequipa en el Perú".
Después de referirse a los tributos en favor del hospital de San Juan de Dios en Arica, que señala muy arruinado por entonces, aboga decididamente por su pronto traslado a la ciudad de Tacna, debido al pésimo clima reinante en Arica, cuyo temperamento -dice- "no [es] el refugio de malos sino la destrucción de buenos....".
Informaciones sobre el mineral de Huantajaya y sus características.
A partir de la pág. 140, se refiere a la riqueza de este mineral en estos términos:
a. se señala primeramente que ostenta la gran ventaja -a diferencia de otros yacimientos minerales- que se encuentra al lado de la costa, lo que favorece indudablemente su beneficio;
b. Sobre sus orígenes indica:"se hallan divididos los Geógrafos sobre el tiempo en que fueron descubiertas estas minas". Tema que a él le parece del todo irrelevante. Pero es indudable que se sugiere, lo que por otros fuera afirmado por entonces o muy poco después (como por el conocido deán Echeverría, de la ciudad de Arequipa) que estas minas ya habían sido explotadas en época del Inca. Tal cosa era ya "vox populi" desde los tiempos del cronista soldado Pedro Pizarro.(cf. lo dicho por nosotros en este mismo Blog).
c. En todo el reino, no se encuentra otras minas de tal riqueza: " no se encuentran ningunas de su feliz fecundidad". ¿Por qué dice esto, cuando existía en esa época el cerro rico de Potosi?. Tal vez, porque a la fecha su explotación se encontraba ya en total decadencia.
d. Se extiende sobre el carácter propio de estas Minas. Y destaca las numerosas variedades y formas en que aparece aquí este mineral de plata:
"barra, plata blanca, plomo ronco, metal negro, llintería, plomo blanco, metal colorado, cochizo y plata gruesa, de cuyas nueve clases las siete primeras rinden poco màs o menos 25 marcos por arroba y 20 sus dos restantes, siempre que logren bastante xugosidad (sic!)".
Tales denominaciones responden a diversas concentraciones del metal o a diversas sales de plata, con o sin aditivo de otros metales. Consideremos que un marco de plata equivalía en esa época a 1/2 libra, esto es a 230,046 gramos de plata y que 25 marcos significaban 5.751 gr. En decir de don Pedro de Ureta y Peralta, por tanto, por cada arroba de material extraído de los veneros, esto es, por cada 11.502 kg. de material se obtenían 5,75 kg de plata pura. Esto es, por cada tonelada de material removido se obtenía hasta o.5 kg. de plata pura.
"Esto marca la enorme diferencia con otras minas", dice don Pedro de Ureta : "esta sola demostración evidencia la notable y espantosa diferencia que hacen estas minas a todas las del Reyno". Advierte, sin embargo, que "estas sacas" - o sea, este rendimiento-- "no son las más comunes".
Si era tanta su producción, ¿por quí habían sido abandonadas?., nos podríamos preguntar. Lo responde el mismo Ureta y Peralta: "por el crecido costo que ocasiona su beneficio por la falta de agua de que carece este territorio y otros naturales obstáculos....". El problema principal de lo errático e incierto de su producción en determinados períodos estribaba, a juicio de don Pedro de Ureta, en la falta total de agua y recursos en la zona minera.
d. Rebate la creencia "antigua" de que el mineral no tenía "vetas fijas" , y atribuye el hallazgo o presencia de las famosas "Papas de plata" pura, a signos ciertos y precursores de la presencia de vetas. Señala que en su época (1792), los mineros se habían ya convencido de ello y tenían en actividad 18 minas.
e. La producción anual de plata, "en toda la ribera de Tarapacá" (esto es "Huantajaya", más "Santa Rosa" más "El Carmen" y probablemente también "Chanabaya") asciende anualmente a 80.000 marcos de plata fina que son fundidos y reducidos a moneda en las Cajas reales de Tacna, Carangas , Oruro y aún Potosí.
Esta producción corresponde a la enorme cantidad de 18.403,7 kg (18.4 ton.) de plata fina en el espacio de un año en la zona de Tarapacá. Esta cantidad es la que era "declarada" oficialmente en "Aduana"- como diríamos hoy- pues se sabe a ciencia cierta que un % muy elevado de la producción real o era intercambiada por mercaderías que arribaban por el puerto de Iquique, o se invertía clandestinamente en la compra de pólvora y otros enseres (sogas, envases cerámicos etc.) a los indios, o era sacada por "pallaqueros y zanapacos" de los desmontes y no era contabilizada ni mucho menos "quintada".(para el "quinto real" de la Corona).
f. Dedica un párrafo especial para intentar explicar el origen geológico de estas "papas de plata pura". Es sumamente interesante su reflexión:
"admira el modo de cuajarse de estos bolsones [de plata] si aquellas cubiertas, y aunque sujeto al juicio del físico este fenómeno, el mío me lleva a conocer que influyen en su formación los fuegos subterráneos que derritiendo con su actividad los metales en cercanos a los lugares de su inflamación, filtrándose el material por las porosidades de la tierra, y detenido porque ha parado el grado de calor que lo fomenta, se convierte en plata..." .
f. Nada sabía por cierto Ureta y Peralta del magma y de la existencia de material fundido a altísimas temperaturas bajo la corteza terrestre. Sin embargo, discurre acertadamente que este material fundido, "metalizado", se "filtra por las porosidades de la tierra" , aludiendo, de alguna manera, a formas de erupción magmática desde las profundidades que lograron alcanzar la superficie.
g. Nos indica un dato precioso: algunas fechas en que fueron halladas "papas de plata pura" en este yacimiento de Huantajaya. Lo reduzco a esta pequeña Tabla:
Fecha - Peso en arrobas - Peso en Kg. - Mina de origen - Minero
1758----32 arrobas (=368.06 kg)--- "Mina del Coronel" --(Basilio de la Fuente)
1789 ---8 arrobas (=92,o1 kg) ---"De los Loayza" -- -(¿Hijos de Juan de Loayza?)
h. En esta última referencia, Ureta y Peralta alude a una "papa" que se hallaba en posesión de su padre "entre las alhajas de su equipaje", y señala que se trataba de una papa de plata pura que presentaba, en todo el contorno de su cuerpo, una faja de oro, del ancho de una pulgada del pie de París, [esto es, 25,4 mm o 2,54 cm] "papa" que causaba gran admiración a quienes la veían.
i. Por último, nos señala don Pedro de Ureta y Peralta que en Tarapacá, por su gran riqueza en metales, se está meditanto seriamente constituir una "Sociedad Mineralógica" para el estudio de sus yacimientos, al estilo de la ya existente en la ciudad de Arequipa.
Asombra el acabado conocimiento que por entonces se tenía en Arica acerca de la productividad de este yacimiento. Pero del texto de este personaje ariqueño de la Colonia tardía, no podríamos inferir que su autor haya estado en persona en el Mineral, y más bien nos hace sospechar que su información proviene de los tiempos de su padre, cuando éste era Corregidor de Arica. Información, en todo caso, procedente de muy buena fuente.
De todos modos, el aporte de este autor al conocimiento de la riqueza metálica del mineral de Huantajaya es de gran valor para su historia económica, y nos explica perfectamente bien por qué, por esas mismas fechas, el Gobernador Interino de Potosí don Vicente Cañete y Domínguez, propusiera a su Majestad el Rey que este territorio de Tarapacá fuera anexado a la Intendencia de Buenos Aires, para ser mejor administrado y fiscalizado desde Potosí, más próximo que Arica o Tacna.