Sometemos aquí al bisturí del antropólogo este reciente episodio que parece sacado de una novela de ciencia-ficción. Nos ofrece abundante tema para reflexionar sobre la fragilidad de nuestro arte rupestre y la necesidad de una política pública seria y duradera para protegerlo para la posteridad. ¡Cómo sufriría hoy María Reiche, la eximia investigadora de estos diseños prehistóricos durante 25 años si estuviera viva, al ver cómo se pisotea esta zona sagrada para los Nazcas!.
En la hermana república del Perú la reacción fue instantánea. Se condenó inmediatamente tal acción como constitutiva de delito penado por la Ley y se ha exigido una reparación por los daños causados. Según el citado periódico, la Ministra de Cultura del Perú Diana Alvarez-Calderón "instó a la organización ambientalista Greenpeace a asumir el costo de la investigación y reparación de los daños, según declaró a la prensa": "El atentado contra las líneas de Nazca no fue error o torpeza, como afirmara el Director de Greenpeace para los países andinos Señor Martín Prieto a Radio Programas del Perú, sino un delito", señaló la Ministra del ramo.
Se ha identificado al arqueólogo alemán Wolfgang Sadik como el cerebro ejecutor del atentado, al cual se sumaron otros miembros extranjeros del grupo, dando crédito a sus directivas. El atropello se cometió en la madrugada del día 8 de diciembre pasado.
El daño realizado y sus secuelas.
Alguien podría alegar, en descargo de los jóvenes ambientalistas, que solo extendieron un lienzo por pocos minutos, sin dañar para nada las figuras. Y que, además, luego del hecho, de grabar un video y de obtener espléndidas fotos en la madrugada, se retiraron prontamente del lugar. Como antropólogos y arqueólogos, sin embargo, nos corresponde analizar y discutir fríamente el hecho mismo, procurando sacar algunas lecciones para nosotros los chilenos en vistas a la protección futura de nuestro patrimonio de arte rupestre en el desierto nortino. Éste, si bien no es ni de lejos tan rico como el existente en las pampas de Nasca, es también de extraordinario valor y se encuentra -al igual que en Nasca- expuesto a cualquier intervención de terceros, con argumentos semejantes y generalmente mucho menos elegantes.
La intervención realizada por extraños. ¿Por qué la condenamos con firmeza?.
1. Porque la pampa de Nazca es un gigantesco sitio arqueológico, plagado de figuras y líneas, y, por tanto, está protegido por la Ley peruana. No puede allí hacerse nada sin una autorización muy especial del Estado, y menos propaganda de cualquier tipo que sea. Entonces, invocar una buena causa, por más excelente que sea, no será jamás justificación alguna para cometer un delito. Porque "el fin (u objetivo buscado) no justifica los medios (usados)". contra lo que señalara la famosa frase "el fin justifica los medios", atribuida al político y filósofo italiano Maquiavelo, en su tratado de "El Príncipe". (1531).
2. Nazca y sus imponentes figuras fue declarado por UNESCO patrimonio de la humanidad en el año 1994. No existe lugar alguno en el mundo que tenga tal cantidad de figuras, de tan gran tamaño y perfección de estilo. Un sitio de esta naturaleza, por el solo efecto de su Declaratoria internacional, es ya un sitio que debe ser especialmente protegido, sobre todo de pisadas y senderos humanos y de huellas de vehículos. ¿Por qué? Porque éstas quedan marcadas en forma indeleble sobre el piso de la pampa, tal como han quedado las figuras mismas hasta el día de hoy. ¡ Se yerguen hoy claramente visibles luego de 2.600 años desde su elaboración!. Cualquier huella en la pampa queda indeleblemente inscrita allí, y para siempre!. Es esto lo que los acérrimos y porfiados defensores del Rally Dakar jamás han querido entender. Sus huellas son. además de destructivas, prácticamente eternas y casi imposibles de borrar.
3. Los estudios recientes señalan que las figuras de Nasca tendrían origen muy antiguo y se remontarían a los años 800-600 A.C. Fueron elaboradas por los pueblos Nasca como parte significativa de sus rituales para obtener la fecundidad de sus campos, sujetos, sin duda, a frecuentes o periódicas sequías. Piénsese que en esta pampa la media anual actual de precipitación por lluvias es algo menor a 1 mm al año de agua caída. Gracias a esta aridez extrema y a las características químicas de su suelo (presencia de carbonatos solubles), las huellas se conservan y, con el paso del tiempo, se van en cierto modo acentuando.
4. Si bien aparentemente no habría figuras exactamente en el sitio elegido para desplegar el gigantesco, lienzo, hay que considerar los espacios intermedios que fueron traficados por los manifestantes, que no eran menos de 6 o 7 personas, al entrar, desplegarse alrededor del área para salir finalmente del sitio. Es decir, se trata evidentemente de la incorporación de múltiples huellas nuevas, superpuestas. Porque, claro está, ¡no llegaron allí por el aire!. ¿Quién nos asegura que no podrían existir, ocultas o semi borradas, otras figuras o líneas exactamente donde estuvieron los audaces manifestantes de Greenpeace?. ¿Qué tal si futuros estudios, con una tecnología fotográfica de avanzada, pudiesen detectar otras líneas o diseños, invisibles hoy, y tal vez más antiguos?. Por cierto, esto no es más que una suposición, pero el avance de la tecnología nos sugiere que ello es perfectamente posible y por eso la protección del lugar y la prohibición absoluta de tránsito debe ser respetada por todos, y muy especialmente por los arqueólogos. La lectura hoy posible de los antiguos palimsestos, aparentemente "borrados" y re-escritos, constituye un argumento comparativo (de caracter analógico) que debemos considerar en estos casos. ¿Por qué no?.
5. No logramos entender cómo un arqueólogo, como el señor Wolfgang Sadik, haya podido cometer este desacato mayúsculo, contrariando la más elemental norma de cuidado y respeto al acceder, en la forma en que lo hizo, a un monumento arqueológico de tanta significación en nuestra América andina. ¿Tenía este señor alguna formación previa en culturas arqueológicas peruanas?. A ningún arqueólogo, medianamente conocedor de este tipo de manifestaciones rupestres en el desierto, le cabría en la cabeza tamaña osadía, a nuestro juicio, rayana en la estupidez..¿Nunca oyó hablar de María Reiche, su coterránea, y su maravillosa obra en Nasca?. O no sabía bien cuál era la importancia de sus figuras para la arqueología mundial o, si lo sabía perfectamente (como se supondría, por tratarse de un arqueólogo), le faltó claramente "cultura arqueológica" y respeto al patrimonio cultural del país vecino al cometer ese crimen. No hallamos otra explicación.
6. No deja de sorprendernos el hecho de que los autores, orientados según confesión propia por el arqueólogo Sadik, hallan elegido una de las figuras más emblemáticas e interesantes, desde el punto de vista estilístico, de todo el conjunto que cubre alrededor de 500 km2 de pampas resecas: el colibrí o picaflor. Es evidente que tal elección no fue casualidad. No pudo serlo. Se buscó y seleccionó una figura señera, emblemática, de la pampa de Nasca, y, además se estudió muy en detalle la estrategia de ataque, lo que a nuestro juicio, incrementa la gravedad del hecho y exige su correspondiente reparación. ¿Error o descuido?. Ciertamente que no. El video que muestra Youtube deja en evidencia la cuidada preparación del hecho.
7. Maria Reiche, la matemática alemana que estudió durante toda su vida estos diseños y los defendió "con dientes y uñas", decía a este respecto en su obra del año 1968:
"Hay que mencionar todavía el hecho lamentable, que desde 1968 y un poco antes, los dibujos han sufrido un deterioro considerable en algunas partes. La propaganda de los autores de fantasías espaciales ha atraído gran cantidad de visitantes, los cuales, en carro o a pié, han dejado huellas en la superficie, que son tan imborrables como los dibujos" (en su obra: Geheimnis der Wüste, Mystery on the Desert, Secreto de la pampa, 2ª edición, 1976: 3).
Si María Reiche aún viviera, quedaría anodada y furiosa al saber que un compatriota suyo, arqueólogo (!), había dirigido y organizado, en sus queridas pampas de Nasca, esta temeraria y truculenta operación pirata.
¡Ella bien sabía, por experiencia propia, que las huellas en este desierto nunca se borran!.
Lecciones para el cuidado del arte rupestre chileno.
Saquemos de este hecho tan doloroso para nuestros hermanos peruanos y nuestra América andina, algunas lecciones. Que al menos este destrozo haga reflexionar a las autoridades culturales de Chile y, en especial, a las autoridades regionales de Tarapacá y Antofagasta por donde discurre el temido y pavoroso "huracán Dakar". Porque esas dos regiones nuestras poseen un arte rupestre (geoglifos, petroglifos y pinturas) de enorme significación e importancia mundial.
1. Lamentamos a la verdad, que la organización Greenpeace, tan benemérita por otros conceptos, haya incurrido en este craso error de táctica o propaganda.
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2. Ojalá aprendiéramos a cuidar y proteger nuestro arte rupestre con el mismo celo, energía y vigor con que lo hacen nuestros hermanos peruanos. Estamos, por desgracia, muy lejos de ello. ¿Pruebas al canto?: la actitud pasiva y complaciente de las autoridades regionales ante el paso del Dakar y sus innumerables y dolorosas huellas que ni los siglos futuros borrarán. ¡Porque son indelebles!.
3. Este arte rupestre, inscrito en las arenas y laderas de nuestro desierto, es único en el mundo. Con el Perú compartimos este tesoro: debemos cuidarlo como tal para las futuras generaciones de compatriotas. Solo en la región de Tarapacá tenemos varios miles de figuras, grabadas antaño en cerros y pampas Ni siquiera las hemos todavía estudiado en su totalidad; menos aún, en profundidad. Han sido descritos y parcialmente catalogados, gracias al cuidado de algunos beneméritos investigadores regionales como Luis Briones o Lautaro Núñez, pero poco o nada sabemos de su época de creación y su desarrollo. Mucho menos aún, de su verdadero sentido y significado profundo. Solo manejamos débiles e inciertas hipótesis. Queda mucho trabajo por hacer: ¡ímproba pero gratísima tarea para los futuros arqueólogos y geógrafos!.
3. Viene muy a cuento aquí , en relación a este crimen cultural, referirse y comentar un hecho reciente ocurrido en nuestro suelo de Tarapacá con ocasión del paso del Dakar en enero del año 2014. Nos da vergüenza e indignación la actitud casi cínica demostrada por la iconografía oficial de propaganda del Dakar, presentada y difundida profusamente en toda nuestra región de Tarapacá en 2014. ¿Por qué?. El afiche en cuestión llamaba a: "correr con el Dakar a cuidar el patrimonio" (Sic!!). Sorprendente, extemporáneo y ridículo modo de proteger nuestro patrimonio de arte rupestre: a manos nada menos que de destructores camiones y vehículos de todo tipo, cruzando el desierto a toda velocidad, muchas veces fuera de ruta (off road). Esto es, a mi modo de ver, "cubrir al lobo con piel de oveja", o si se prefiere, ""poner al ladrón detrás del juez" . Se ha querido, por ese medio, cohonestar una acción abiertamente destructiva y por ello, Mostramos aquí abajo, para sorna e irrisión de nuestro público culto e inteligente, este vil e insultante afiche de propaganda . ¿Cómo pudo una mente sana llegar a concebir tamaña patraña?. Pues bien, alguna autoridad regional -lo suponemos- estaba ciertamente detrás de esos panfletos. ¡Qué pena nos da!. Mezcla de ignorancia y estupidez.
4. No es lícito usar figuras insignes de nuestro patrimonio cultural -como en el presente caso el shamán de Cerro Unita- para propaganda de raids, marcas de vehículos o vestimenta deportiva de corredores!. No solo por el evidente contrasentido en ello involucrado, sino sobre todo porque el Dakar es exactamente lo más opuesto que imaginar se pueda a un cuidado auténtico y veraz de nuestro notable patrimonio cultural del desierto.
2. Estudiemos, en consecuencia, la mejor manera de proteger este patrimonio inmueble nuestro y corramos a defenderlo, pero no, por favor, con el Dakar y sus estruendosas máquinas "todo-terreno" y""todo-lo-aplasta". Todo lo contrario, evitando total y absolutamente el paso de vehículos por los sectores donde haya figuras y diseños prehistóricos.
3. El cuidado de nuestro patrimonio exige un auténtico respeto y reverencia ante las muestras de arte de un pasado remoto, indescifrado aún e irrepetible. Que nuestras autoridades tomen nota de ello.
4. Contentarse como algunos señalan, con "mitigar" los posibles daños inferidos al patrimonio mediante el dinero es, además de insensato, irreverente. No existe, en realidad forma alguna de mitigar un atropello y un delito de esta clase, hecho a sabiendas de que podría ocurrir. Lo demuestra la reciente actitud de dos pilotos del Rally Dakar 2015 en el norte de Chile, los que, saliéndose de la ruta marcada y perdiéndose, fueron sancionados por la autoridad por alterar un sitio arqueológico. El comentario sarcástico de uno de ellos fue elocuente: "si solo se trataba de un montón de piedras". Dicha respuesta nos revela el grado de ignorancia de estos expertos en fierros y tuercas, pero carentes de cultura, máxime arqueológica.
5. He aquí, frente a frente, dos tipos de "cultura" claramente contrapuestos: la "cultura deportiva" versus la "cultura arqueológica", fruto de la presencia de antiquísimas poblaciones humanas. ¿Cuál debe primar?. ¡Ecco il problema!. Y nos preguntamos: ¿es este Rally Dakar realmente un auténtico deporte, o más bien un bien montado show mediático o exposición de vehículos motorizados último modelo? ¿Deporte, o un sutil negocio disfrazado de deporte? . Para nosotros, no puede caber duda alguna cuál deba ser la respuesta correcta.
2 comentarios:
Nos escribe José Luis Pizarro a propósito de este capítulo:
Comparto sus razones (y su indignación) doctor.
Estábamos en Puno en esos días y el hecho fue muy criticado, y con razón, en los medias peruanos.
Está bien la defensa del medio ambiente, pero a esta "lucha" hay que sumarle un buen poco de criterio para no caer en errores que en fin de cuentas sólo aportan agua al molino de los detractores de Greenpeace y de otros grupos ecologistas que llevan esos mismos combates.
Solo por derecho de crónica, me parece que el que encabezaba el grupo era un ciudadano argentino y no alemán.
Le envío copia deun video (de tantos) sobre esto:
https://www.youtube.com/watch?v=fOLEnfxMV18
Estimado amigo José Luis: Gracias por tus oportunas apreciaciones. Igualmente, agradezco la referencia al video que muestra cómo se gestó el hecho, protagonizado por un grupo de unas 10-12 personas. Si bien el jefe del grupo de Greenpeace era argentino- tal como señalas- el "experto" era en ese caso el arqueólogo alemán consultado al efecto, quien pasa a ser el responsable mayor, pues el debió prever las consecuencias antropológicas de su acción vandálica. Parece evidente que dicho señor poco o nada sabía de las líneas de Nasca y su tremenda importancia internacional.
Con especial aprecio,
Dr. Horacio Larrain (Ph.D.)
arqueólogo y antropólogo cultural
Centro del Desierto de Atacama
Pontificia Universidad Católica de Chile.
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