viernes, 23 de mayo de 2014

Unas horas con María Reiche: Los geoglifos de Pampa de Nazca, en febrero de 1978.


Mi encuentro con la Dra. María Reiche, eximia experta en los dibujos de Pampa de Nazca.

Las primeras  ocho fotos presentadas a continuación, han sido reproducidas del artículo: "Nazca: arte titánico en el desierto",   escrito por  Mayo Antonio Sánchez, publicado  por la Revista de  Geografía Universal, México D.F.,  en el mes de julio del año 1977, esto es, exactamente  siete meses antes de nuestro encuentro con la Dra. Reiche en el pueblo de Nazca. Las fotos que siguen, pues , tomadas por Loren McIntyre  nos ilustran  a la perfección sobre  la increíble actividad científica de María Reiche en el desierto y pampa de Nazca,  conducentes a descifrar los misterios de sus  extraños y  gigantescos diseños.



Fig. 1.  La Dra. María Reiche   en 1977, fecha del reportaje de la revista. ( Esta y las siete imágenes  siguientes,  son  fotos debidas al lente de  Loren McIntyre).


 Fig. 2.   Desde lo alto de una cumbre vecina, se  observa  estos extraños diseños geométricos  que a los ufólogos han hecho pensar en campos de aterrizaje de naves espaciales.


 Fig. 3.  Gigantesco y perfecto cuadrilátero diseñado al pie de unos cerros. Para los ufólogos que siguen a Erick von Däniken  se trataría de un  gigantesco campo de aterrizaje de naves espaciales. Es lamentable que esta obra maestra de los ejecutores de la cultura Nazca de los siglos  II a IX D.C. se haya prestado para una tan burda interpretación, despreciando el conocimiento arqueológico acumulado sobre esta cultura  y sus proezas artísticas, y alimentando  la curiosidad innata de tantos que sueñan con los extraterrestres y sus patrañas.


 Fig. 4.  La Dra. María Reiche  en medio  de una gigantesca elipse,  parte de la cola de un gigantesco simio allí representado. El diseño, en este caso concreto,   está hecho en forma de surcos poco profundos  y no por acumulación  y alineación de piedrecillas de color oscuro, como es el caso frecuente en nuestros geoglifos de Tarapacá  (Norte de Chile)..

Fig. 5.  Una de las figuras  lamentablemente estropeada y   semi-destruida por el paso de vehículos que hicieron  una marcada senda de paso por el sitio. La Dra. Reiche está aquí  observando  fragmentos de cerámica decorada de la cultura Nazca, aquí presentes. Existe un evidente parentesco entre la cerámica de estilo Nazca  y sus diseños y estos dibujos en la pampa.

 Fig. 6.   María Reiche tomando medidas precisas  entre las líneas de los diseños.  El estudio y el desciframiento de estas medidas, a su entender, constituía  el gran secreto para poder llegar a "leer" el mensaje transmitido, pero oculto en estas figuras  trazadas en el suelo..

 Fig. 7.   La Dra. Reiche  absorta mirando el diseño de un gigantesco rectángulo que se extiende por centenares de metros, tratando de  comprender su significado  oculto a nuestras miradas.


 Fig.  8.   Un costado del colosal rectángulo,  donde se puede observar la  acumulación intencional  de piedras, que forman una impecable línea recta que se pierde en lontananza.


Fig. 9.   La Dra. María Reiche en una  reproducción algo borrosa de una imagen tomada de  Internet. De esta misma edad y aspecto la conocimos por entonces cuando conversamos sobre Nazca y sus extraños diseños.


Fig. 10.    Vista actual del Museo "María Reiche"  en el pueblo de Nazca. Reproducción exacta de  su rústica cabaña donde vivió  en las cercanías de Nazca.  Su humilde escritorio y su antigua máquina de escribir. Colgando de la pared, sus planos con los dibujos con las medidas exactas  que ella misma tomó  de los diseños de la Pampa de Nazca. 

Una joven alemana trasplantada al desierto peruano.

La matemática alemana  María Reiche (1903-1998)   nacida en la ciudad de Dresden (Alemania)   es bien conocida por sus estudios  astronómicos y matemáticos en relación con las figuras (geoglifos)  grabadas en el suelo de la Pampa de Nazca   (Sur del Perú).  Allí, muy cerca, en el pueblito de Nazca, vivió ella, apartada del ruido del mundo, en una humilde cabaña  sin agua ni luz eléctrica, por más de 25 años, dedicada a descifrar algunos de los misterios de estas líneas y figuras, de enorme tamaño,   grabadas en las arenas de la pampa por los antiguos moradores del desierto sur peruano. En total, dedicó más de 40 años de su vida a  este fascinante tema de estudio.

¡Si pudiéramos leer en su historia!.

 Ella formuló una frase que  retrata de cuerpo entero  su vida dedicada a la ciencia: "wenn es gelingt, alle Maße in Zeitangaben zu übersetzen, können wir in der Pampa lesen wie in einem riesigen Geschichtsbuch“.  Lo que traducido del alemán quiere decir:  "Si se logra traducir todas las medidas [de las figuras] en referencias de tiempo, podremos leer en la Pampa  como en un gigantesco libro de historia".

Una vida consagrada a este intento.

 Ese fue su intento al que dedicó su vida entera.  Murió en Lima  a los 95 años de edad y hoy está sepultada en Nazca, en la misma propiedad rústica donde vivió tan estoicamente y donde hoy  se alza un Museo  en su memoria.  La república del Perú, que le concediera  por gracia, ya en su ancianidad,   la carta de ciudadanía, ha sabido honrar dignamente su memoria con un Museo de sitio que porta su nombre y que se alza  al lado de su tumba.  Así se honra a los héroes de la cultura, no con simples monumentos que nada o casi nada dicen hoy  a las generaciones jóvenes. 

Recordando a la Dra. Bente Bittmann.

 Cuando contemplo hoy estas imágenes, me viene a le memoria  la faz y el recuerdo de otra mujer,  tan semejante en muchos aspectos a doña María Reiche, la Dra. Bente Bittmann von Helleufer, arqueóloga y etnógrafa danesa, avecindada en  el puerto antiguo de Cobija (IIª Región de Chile) por tantos años, donde realizó excavaciones arqueológicas  y estudios etnográficos  del más alto nivel. Ojalá  un día no lejano se logre  también levantar un Museo de Sitio en Cobija a su ilustre  memoria.

¡Cómo quisiera yo estar vivo para entonces, para enaltecer su memoria ante las generaciones jóvenes!.

Rememorando una grata visita.

Las breves páginas que siguen  son solo un rememorar  (con gusto a "saudade")  de una pequeña pero ilustrativa  anécdota antropológica. Corría el mes de Febrero del año 1978.  Volvíamos con mi mujer  e hijos desde la ciudad de Otavalo, en la sierra ecuatoriana, donde habíamos permanecido por espacio de dos años investigando temas de demografía histórica en el antiguo Corregimiento de Otavalo, como parte de mis estudios de doctorado en Antropología. Después de pasar por Lima donde por entonces vivía mi hermana Inés con su familia,  enfilamos hacia el sur,  rumbo a Arequipa.  Hacía trece días que habíamos partido de Otavalo, en un camper montado en una camioneta Volkswagen. Era nuestro hogar por esos días: dormitorio, escritorio, despensa,  cocina  y  comedor durante ese largo y agotador viaje de retorno a Chile tras dos años de ausencia. Inclinados sobre  su pequeña mesa,  cada noche invariablemente  escribíamos con  paciencia,todas  las peripecias y novedades del viaje en nuestro "Diario de Campo". De él extractaremos hoy  unos breves párrafos, testigos directos de nuestro paso por Nazca, la sorprendente pampa peruana  llena de figuras misteriosas, mensajeras de los dioses de antaño. 

Acercándonos a Pampa de Nazca...

Fig.  3. Desde el aire.  Algunas de las gigantescas figuras  (en este caso un simio)   inscritas en lasa arenas de Pampa de Nazca (Sur del Perú), tema de estudio de la Dra. María Reiche durante más de 40 años. (tomado de Internet).


Esa noche del 1 de febrero de 1978,  hace más de 36 años, escribimos:

"Comenzamos febrero. Llevamos 13 días completos de viaje e iniciamos el 14º. Trataremos de llegar hoy a Arequipa. Son alrededor de 550 km. Pasaremos  en pocos minutos más por la famosa Pampa de Nazca, con sus gigantescos dibujos. Me gustaría ir a visitar a la Dra. María Reiche que los ha estudiado y vive en Nazca...". 

  Así  relatábamos poco antes de llegar a Nazca..  Reproduzco aquí en imagen las páginas alusivas de mi Diario de Campo". (Tomo 11,  pp. 101-106). 


pág 1.  del relato, tomado de nuestro  "Diario de Campo". Mi contacto con las figuras de Nazca (Tomo 11,  1977-78).

 pág. 2, del relato respectivo.  Retazos de la conversación con la Dra. Reiche.



Pág. 3, del relato de viaje. El valle del río Yauca.

Pág. 4 del relato de viaje. Atravesamos un río de aguas caudalosas,  fruto de las intensas lluvias en la sierra. Aparecen  misteriosos surcos que semejan andenes de cultivo.

Pág. 5.  Ruinas arqueológicas  junto a los antiguos campos de cultivo, de largo tiempo abandonados.

 Pág 6 y última  de este relato:  En la playa de Chala nos bañamos para sacudirnos de  la modorra y la fatiga del viaje.

Reflexiones sobre  nuestro encuentro con la Dra. María Reiche en Nazca en febrero de 1978.

1.  A nuestro paso por la Pampa de Nazca,  pudimos observar,  desde una torre de 10 m de alto, construida al efecto,  algunas de las gigantescas figuras  trazadas en el piso de la pampa. Dado el enorme tamaño de las figuras,   desde lo alto de la torre de observación, apenas  se podía distinguir con claridad dos de las numerosos diseños que decoraban  el piso de la pampa.

2.  Extrañamente, en mi "Diario de Campo" de aquel año, no demuestro yo  demasiado asombro ante estas figuras,  que constituyen  hoy día atracción mundial de turistas y viajeros. Hoy  (2014), con la experiencia reciente de  recorrer kilómetros del "Camino del Inca" o Qhapaqñan  en cuyo contexto pudimos observar igualmente gigantescas figuras  geométricas o zoomorfas (v. gr. en  Alto de Chito o en lo alto del sitio "Cuevitas"),  muy diferente es mi reacción ante  la grandiosidad  y majestad de estas figuras. Por lo general, las  figuras de animales  (aves, reptiles, monos, serpientes) representadas en Nazca son de un tamaño bastante superior a las observables  en las proximidades del Qhapaqñan inca  que cruza  el Tamarugal. Hay, sin embargo, algunas notables excepciones. Pero por lo general  en  Tarapacá  son mucho más frecuentes las representaciones de camélidos  en fila (caravanas  de llamas)  o la efigie del dios sol (Inti) representado mediante un  círculo,   a veces de un enorme radio  y con un pequeño centro hecho de pedruzcos, o las figuras geométricas más variadas.
  
3. La  Dra. Reiche, en el momento de nuestra visita, tenía 75 años. Vivía hacía un buen número de  años en el pueblo vecino de Nazca, estudiando  las representaciones desde un ángulo astronómico y matemático. Así nos lo hizo saber cuando le preguntamos por el sentido o significado de estas figuras.: "Yo soy matemática y no arqueóloga" , nos dijo.

4. Su interés -nos señala- es  "el estudio de las distancias y medidas de las figuras". Ella piensa que algunas las figuras  podrían ser  representaciones gráficas de algunas constelaciones celestes, visibles en la pampa de Nazca. Es decir,  lo que los ojos  de los indígenas veían al contemplar el firmamento, eran las  figuras que ellos reconocían de sus protectores celestes, a los que  aplacaban - probablemente allí mismo-  con sus sacrificios, actos rituales  y/o  rogativas, probablemente acompañadas de libaciones  con chicha de maíz.. Pero, en general   ella prefería  la interpretación de que las figuras  representan una especie de calendario, para registrar el paso de las estaciones y poder predecir eclipses lunares y solares. Cree que los sacerdotes de dicha cultura  poseían conocimientos astronómicos que les permitían indicar al pueblo con precisión el momento de  hacer las siembras o realizar determinados ritos  agrícolas en relación con el culto al agua., tan propio de una cultura del desierto.

5.  "Uds. deben explorar el suelo de la pampa en busca de  tales dibujos", nos dijo en esta ocasión, cuando yo le comenté  que los dibujos que yo conocía, se hallaban inscritos en las laderas de cerros. Efectivamente, los estudios del  profesor de arte y arqueólogo chileno Luis Briones,  han sacado a la luz, desde hace años, numerosos diseños hechos en el suelo de la pampa, con las mismas técnicas constructivas que los que se ven en laderas. María Reiche tenía toda la razón. Recientemente,  con motivo de nuestro estudio del trazado del Camino del Inca por la pampa del Tamarugal, acompañando a Luis Briones, hemos descubierto a su vera numerosos geoglifos nuevos, algunos muy pequeños,  en el piso de la pampa, allí donde  se daban las condiciones  geomorfológicas adecuadas para  realizarlos: es decir, allí donde había un suelo tapizado de pedruzcos de colores oscuros, de origen volcánico, que permitían y facilitaban el hacer un fuerte contraste con  las arenas  de colores claros del subsuelo.

6. Cuando le nombré para designar estos diseños  el término "geoglifos", acuñado en Chile por la Dra. Grete Mostny, nos dijo que ella prefería el término alemán   "Bodenzeichnungen",  que significa   "dibujos en el suelo".  En realidad, ambas expresiones vienen, en último término,  a decir lo mismo.  porque  "geos"  es tierra,  suelo y  "glifein" es dibujar, diseñar (en lengua griega).

7. ¿Por qué nos dijo la Dra. Reiche  que ella  no se interesaba por el posible sentido o significado de los diseños?. Tal vez, sospecho yo,   por honestidad científica.  Cada científico observa y analiza desde su tema de estudio,  desde su propia perspectiva y campo de  interés, y éste brota naturalmente de su formación precedente y su s propias experiencias. Y no tiene por qué entrometerse en otros campos, que lindan -en el caso presente- con la semiótica,  la simbología,  la ritualidad o la religión ancestral.  Y, en este sentido,  la Dra. María Reiche nos da un ejemplo que debemos saber imitar:  "Zapatero a tus zapatos". O como dirían los latinos:  suum cuique, : esto es, "a cada uno lo suyo".   Los antropólogos y arqueólogos  - y me incluyo- sucumbimos frecuentemente a la fácil tentación de  emitir hipótesis tras hipótesis  (sobre todo en materias de organización social y política de comunidades del pasado), con la esperanza de acertar alguna vez en el intento. Nos preguntamos:: ¿es válido hacerlo,  o de hecho corremos el grave riesgo de extralimitamos en nuestra tarea, dejando al descubierto, tal vez, la precariedad y  debilidad de nuestros argumentos?.

Dejamos por ahora  al lector con la  duda. Algún día esperamos profundizar al respecto.

Esta profunda honradez científica unida a su dedicación de por vida a un solo tema  es, a mi entender,  la más importante lección, realmente imperecedera,  que nos deja nuestro breve  encuentro con la Dra. María Reiche, autora del libro Geheimis der Wüste-Mistery on the Desert-Secreto de la Pampa, publicado en Stuttgart en el año 1968.

 Su bibliografía  en alemán:

1) Vorgeschichtliche Scharrbilder in Peru. In: Photographie und Forschung. Werkszeitung ZEISS-IKON. Bd. 6, Heft 4, 1954.
2) Vorgeschichtliche Bodenzeichnungen in Peru. In: Die Umschau in Wissenschaft und Technik. 55. Jahrgang (1955), Heft 11.
3) Geheimnis der Wüste. Mystery on the Desert. Secreto de la Pampa. Selbstverlag Maria Reiche, Stuttgart-Vaihingen 1968.(escrito en los tres idiomas).
4) Peruanische Erdzeichnungen/Peruvian Ground Drawings. Hrsg: Kunstraum München e.V. München 1974

Bibliografía recomendada sobre las figuras de Nazca. (además de los escrtos de María Reiche).

Se ha escrito mucho sobre este tipo de diseños en la Pampa de Nazca y pampas aledañas. Recomendamos  al lector interesado por obras serias,  los siguientes  trabajos, entre los más ilustrativos y científicos:

Reinhard Johan,  1988.   The Nazca Lines, A new perspective on their Origin and Meaning, Editorial Los Pinos,   E.I.R.L, Lima, Perú,  78 p.

McIntyre, Loren,  1975.  "Mystery of the Ancient Nasca Lines",  National Geographic  Magazine, vol. 147, (%) 716-728, Wahingotn, D.C. (hermosas fotografías y  texto alusivo).

Aveni, Anthony,   1986.  "The Nazca Lines Patterns in the desert",  Archeologoy  39 (4):  32-39,

Isbell, William   1980. "The Prehistoric Ground Drawings of Perú",  in Pre-Columbian  Archeology, Willey G., and Sabloff, J. Eds,  pp. 189-196, San Francisco, W.H. Freeman & Co.

Roselló, L., Huapaya, C., y Mazzotti, L,. 1985.  "Rayas y Figuras en la Pampa Canto Grande", Boletín de Lima, Nº 39: 41-58, Lima.

Urton, Gary 1981,  At the Crossroads of the Earth and Sky. An Andean Cosmology, University Press, Austin, Texas.