Cuando apoyados por el joven arqueólogo iquiqueño Víctor Bugueño García iniciábamos los trámites para la postulación de este sitio como "Monumento Histórico", varios especialistas y arqueólogos locales consultados por nosotros se manifestaron escépticos. Su argumento: "todo está ya tan removido y destruido desde hace siglos, que nada se podría ya salvar". Es lo que se nos decía a menudo para hacernos desistir. Además, el sitio estaba parcelado en varias concesiones mineras, con varios dueños, los que verían -se pensaba- con muy malos ojos, cualquier posible Declaratoria oficial que impugnara y obstaculizara sus futuros laboreos en el área.
Elementos culturales muebles e inmubles en Huantajaya.
No nos acobardamos, sin embargo, y el tiempo nos ha dado sobradamente la razón. Numerosos hallazgos nuestros en superficie a partir del año 1993, de objetos pertenecientes a los antiguos mineros de la época colonial (textiles indígenas, (entre ellos hermosas fajas multicolores), objetos confecionados en cuero, hierro y madera, herramientas propias del minero como martillos primitivos, petacas, cerámica colonial, tiros primitivos de pólvora, etc. nos convencieron que había todavía mucho que rescatar y salvar en el área.
La existencia de tres cementerios (uno colonial y dos republicanos), los grabados y fotografías antiguas conservadas del Mineral; la existencia de una extensa red de piques, túneles y galerías subterráneas, aún hoy casi totalmente desconocida e inexplorada; la preservación de una valiosa toponimia local de origen colonial (como los piques, galerías o huellas); la constatación de la existencia de un sitio antiguo de carácter arqueológico, con presencia de lascas de sílex, etc., nos convenció plenamente de que había todavía -pese a la intensa destrucción operada- muchisimo que rescatar y estudiar.
Rescate de materiales culturales.
Recogimos del lugar multitud de objetos, en sitios removidos desde hace pocos años por palas mecánicas o por la temible picota de"huaqueros" locales que buscaban afan osamente objetos de interés para ser vendidos en la Plaza Prat de la ciudad de Iquique en calidad de "antigüedades". Desconocidos coleccionistas de monedas coloniales habían "barrido" amplios sectores del Mineral, ayudados por detectores de metales, en busca de las codiciadas monedas del siglo XVIII acuñadas en España o en Lima. Nos consta que aquí fueron halladas decenas de ellas.
Preparativos para la Presentación al Consejo de Monumentos Nacionales.
Con todo ese material se confeccionó 4 planos especificos hechos por nuestra colaboradora, la geógrafa Daniela Arroyo. Previamente, se hizo una revisión cuidadosa del área y se prospectó un total de 42 sitios, tanto de carácter histórico como arqueológico, y con ellos se compuso un documento que sirvió de carta de presentación ante el Consejo de Monumento Nacionales. En dicho documento, se da cuenta detallada de la superficie aproximada, las coordenadas exactas y el tipo de sitio acompañándose de una fotografía de cada lugar.
En Alto Hospicio se guarda hoy un verdadero tesoro.
Hoy todo el material cultural recogido prolijamente por nosotros en numerosas visitas efectuadas entre los años 1997 y 2010, se encuentra bien guardado y debidamente etiquetado en una bodega de la Municipalidad de Alto Hospicio, a la espera de formar parte un día -si Dios quiere- de un futuro Museo de Sitio en el mismo sitio de Huantajaya, y fue entregado por nosotros oficialmente al Municipio, en el año 2017. Se trata de varios centenares de objetos confeccionados en madera, cuero, piedra, cerámica, textil, hierro, y hasta papel (cartas de juego).
El lugar ha sido objeto de una despiadada explotación minera, no sólo en la antigüedad (siglos XVI al XIX) sino también en los últimos decenios, habiéndose extraído febrilmente de las montañas de antiguos ripios coloniales los restos de mineral de plata descartados por su baja ley, por los antiguos mineros y pallaqueros indígenas.
Túneles, galerías y piques.
Kilómetros de galerías y túneles subterráneos surcan las profundides del yacimiento a los que se accedía y aún se accede a través de profundos piques y socavones. En varios artículos nuestros anteriores, en este mismo Blog (que reseñaremos en un róximo capítulo en su sucesión cronológica), hemos hecho alusión a esta historia de esfuerzo que se inicia en el Imperio incaico y se continúa en la temprana Colonia, según nos transmite el cronista español Pedro Pizarro, agraciado él mismo con un pertenencia minera en este "Cerro rico". No pocas familias de mineros españoles de Pica y Tarapacá se enriquecieron aquí y construyeron mansiones elegantes y/o suntuosos templos a su costa. Centenares de indígenas aymaras, quechuas o puquinas rindieron aquí sus vidas extrayendo el mineral en capachos de cuero, desde sus profundidades. Sus cuerpos momificados fueron violentamente extraídos por maquinaria pesada en la década del 1990 y expuestos al sol, tal como lo pudimos constatar personalmente en nuestras visitas del año 1994 (Cf. capítulo con fotos alusivas en nuestro blog).
Un testigo de la actividad minera terminal en Huantajaya.
Uno de los últimos testigos de este auge y bonanza minera fue el ensayista de metales inglés, William Bollaert, especialmente venido de Inglatera para hacerse cargo de su explotación y producción, quien en varias de sus obras nos entrega detalles fidedignos del trabajo y labor realizada en este mineral. Bollaert llega de Inglaterra en el año 1825 (?) y vive en Huantajaya por varios decenios; su testimonio de la operación de la mina resulta del mayor interés. A su obra debemos, igualmente, un notable dibujo del Mineral, del pincel de su amigo minero y dibujante Joseph Smith, más tarde propietario de una explotación de salitre (Oficina "La Noria") que será visitada y descrita por el naturalista Charles Darwin en su visita del año 1835. Mucho antes, a mediados de siglo XVIII, el gobernador interino de Tarapacá, el sevillano de origen irlandés don Antonio O´Brien, nos había legado varios planos detallados de las explotaciones de su tiempo, y una minuciosa Descripción del Partido de Tarapacá, y en ella, del Mineral de Huantajaya. Joya literaria e histórica del mayor valor para la reconstrucción de las faenas y trabajos efectuados durante la Colonia en el Mineral.
Huantajaya declarado "Monumento Histórico" por el gobierno de Chile.
He aquí el acceso de Internet a la Declaratoria por parte de la Oficina de Monumentos Nacionales de Chile. Solo falta la firma de la Ministra de Cultura para que obtenga plena validez legal:
Epílogo.
Durante más de 20 años (1994-2016) con el entusiasta apoyo del arqueólogo Víctor
Bugueño recorrimos el área del Mineral, sus senderos, sus basurales y sus piques, en busca de
evidencias del antiguo poblamiento. Los elementos culturales rescatados por nosotros, tanto de la
época colonial como de la republicana, son testigo fiel y muy valioso de la vida cuotidiana de los mineros y pirquineros de antaño.
Aún hoy, sin duda alguna, habría mucho que rescatar y proteger para las
generaciones futuras. Será ésta tarea para los arqueólogos profesionales que sigan
nuestros pasos. No nos cabe duda alguna que entre los escombros de los antiguos basurales y sitios habitacionales, se podrá un día recuperar muchos otros elementos de la vida cuotidiana de los antiguos mineros. De hecho, nosotros hemos logrado rescatar, en nuestras visitas, tipos diferentes de calzado de cuero hecho a mano, ojotas, odres para contener agua, correas, cuerdas, vidrio, cerámica vidriada colonial, clavos, botones, hilos, tejidos, etc. Todo lo cual quedó depositado en la Municipalidad de Alto Hospìcio, en una bodega ad hoc. Imágenes de estos odres hechos de cueros animales, se puede ver en un capítulo de nuestro blog https://eco-antropologia.blogspot.com
Suma conveniencia de crear un Museo de Sitio.
Es nuestro más íntimo deseo de que dicho material cultural más todo lo que se pueda recabar de coleccionistas particulares, quede depositado un día en un Museo de Sitio, que quede instalado en el propio antiguo yacimiento, donde pueda ser admirado y apreciado por las nuevas generaciones de hospicianos e iquiqueños. Dicho Museo ojalá pueda ser ubicado en las proximidades de alguno de los piques más famosos, o incorporado al mismo, como parte integrante de su acervo cultural.
Ubicar y rescatar viejos planos de la red de galerías y túneles subterráneos,
es tarea urgente. Por geólogos norteamericanos que tuvimos la fortuna de hallar un dia de visita en el propio mineral, sabemos con certeza que éstos existen.
Recuperar de coleccionistas particulares objetos y evidencias (objetos, cartas, planos y periódicos antiguos) que hoy se conservan en la Región, como nos consta, es otra
tarea urgente antes que desaparezcan y terminen en el cesto de la basura.
Huantajaya -así lo esperamos vivamente- podrá volver a mostrar orgullosa, un día no lejano, sus tesoros culturales: expresión tangible de un modo de realizar minería, cuando los antiguos apires subían a la superficie desde los profundos piques y socavones por medio de primitivas escalas de cuerdas, portando a la espalda sus capachos llenos de mineral. O cuando los hambrientos pirquineros, hombres y mujeres, escogían y recogían ávidamente los sobrantes del mineral abandonado.
2 comentarios:
Horacio y Víctor, ustedes han sido unos héroes al lograr este Monumento Nacional!!! No solo entregan en este blog una breve reseña del trabajo hecho, el material recogido, seleccionado y etiquetado, sino que además dan los verdaderos consejos de como seguir haciendo trabajos arqueológicos e históricos a los sucesores que se interesen por poner en valor un sitio tan rico como Huantajaya.
Gracias por llevarme al lugar y mostrarnos la riqueza del más grande yacimiento de plata de la historia reciente ligada a la zona de Potosí.
Son las autoridades correspondientes de Tarapacá, del Norte Grande y del país entero, las que tienen que incentivar a los profesionales a seguir esta inmensa labor ya iniciada en forma sistemática y con resultados evidentes. FELICITACIONES!!!
Muchas felicitaciones papá,Víctor ,Daniela y quienes hayan participado
para que esto fuese posible!!..coincido con Pilar en todo y sólo resta agradecer por el tiempo y trabajo que dedicaron a que esta gran riqueza cultural quede preservada en el tiempo como Monumento Nacional. Gracias!!!
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