Foto 9. Promoción de sus alfajores: "Alfajores RAH". Todo el entorno de la casa-esquina es un muestrario abigarrado de curiosidades piqueñas. (Foto H. Larrain, 9/02/2010).
Fig. 1. Entre cántaros prehispánicos y carritos salitreros. Los recuerdos del pasado reviven aquí al alero del cariño de Juan Renán Huatalcho (Foto H. Larrain, 9/02/2010).
Una casita modesta entre un vergel de flores
Cuando hace años llegamos al pueblo de Pica (1993), nos llamó profundamente la atención esa modesta casa de madera, semioculta entre árboles de bougainvilias y jacarandás, al frente de la iglesia del pueblo. Decenas de recuadros con fotos, ajadas por le paso del tiempo, artículos alusivos a personajes políticos de izquierda, pinturas de héroes cuzqueños, todo un verdadero arsenal de información sobre el pasado antiguo y reciente de Pica. Puede uno estarse allí por horas leyendo viejos Informativos, u hojas antiguas de periódicos. El tema recurrente: la historia de Pica. Por el costado, frente a la plaza, un auténtico "Museo al aire libre". Ahí vemos de todo: desde piedras de formas raras, vasijas indígenas, fragmentos coloniales de piedras talladas, tal vez de antiguas iglesias, hasta carros pampinos, tinajas y botijas de la época de la producción del vino en los lagares piqueños: todo un singular amacijo de objetos de cerámica, piedra, o metal que representan antiguas artes o manualidades. Ahí se puede ver no menos de 1.000 años de historia local en abigarrada y simpática confusión.
¿Qué representa todo esto?.¿Qué sentido tiene el mostrar el pasado de Pica?.
El hombre creador de este singular "Museo", se llama Juan Renán Huatalcho. Piqueño de tomo y lomo. Hombre solitario, pero acogedor y abierto. Deseoso de dar a conocer la historia y los avatares de Pica a quien quiera preguntarle. Mucho más que el Museo local -donación de la Minera Collahuasi- este "Museo personal" posee una personalidad única. De golpe y porrazo, el visitante que se adentra a comprar sus deliciosos alfajores por un sombreado pasadizo con aroma de flores, toma conciencia de la historia local: sus héroes, sus glorias, sus cuitas y sufrimientos.
Un eremita fabricante de alfajores de miel de mango.
Este ermitaño fabricante de alfajores, debió llamarse Juan Renán Almonte Huatalcho. Pero su padre don Juan Almonte Delgado nunca lo reconoció, heredando en consecuencia el apellido indígena de su madre, doña María Huatalcho, al igual que sus fuertes facciones aymaras y su tez morena. Nació Juan Renán -nombre que le dio su padre, amigo de masones y librepensadores- un día 4 de Marzo de 1925. Se apresta, pues, a cumplir sus 85 años.
Juan Renán nos regala generosamente su tiempo y nos cuenta su vida.
La entrevista se realiza en la entrada de la casa, donde ha instalado un par de pequeñas e incómodas sillas de madera. Allí nos confidencia pausadamente su vida. De tanto en tanto exclama, al pedido de alfajores piqueños: "no hay; agotados"!. Todos los que llegan a Pica saben que él es el Rey de los alfajores. Nos cuenta que fabrica diariamente entre 350 y 380 alfajores. Se venden en paquetes de seis, al precio de $300 cada paquete. En la mañana lo encontramos trabajando en su confección, en una de las habitaciones interiores. Tiene sus "secretos" pues él los hace con miel de mango, a diferencia de otros. El arte de confeccionarlos se lo enseñó su hermana mayor, doña Nelly Almonte Loayza, hace ya muchos años. Este ingreso diario y una corta pensión que recibe por haber sido preso político -estuvo meses en Pisagua, viendo desaparecer allí a algunos de sus amigos y correligionarios- le permiten sobrevivir dignamente. Su gran "pecado": haber sido regidor comunista en la Pica de entonces (1973). lo que le valió el exilio al pueblo de Chapiquiña.
Conoce al dedillo la historia de su pueblo. De ésta nos habla con la pasión de un enamorado.
Lo que más nos asombra al tratarlo de cerca es su dignidad, su profunda conciencia de que tiene un legado que transmitir a las generaciones jóvenes: su amor por su terruño, su gloriosa historia pero también sus sufrimientos. Sobre todo, a manos de las empresas mineras y las empresas explotadoras del agua. Habla pausadamente, meditando, musitando sus palabras, sin odio, sin rencor alguno, a pesar de las duras experiencias vividas a partir de 1973.
¿Qué nos quiere transmitir hoy nuestro amigo Renán Huatalcho y su singular “museo al aire libre”? . ¿Cuál es su mensaje?
. ¿Cuál es su misión en la Pica actual, la turística, la veraniega?. El amor a la verdad y la justicia y el desenmascarar la soberbia y la mentira es su meta. Observa mucha politiquería barata, mucha componenda, muchos “arreglines” a nivel municipal. Poca transparencia, poca fidelidad a los grandes ideales. Muy poca preocupación por la arqueología, la historia y las tradiciones locales. Y lo que le es particularmente doloroso, una nula preocupación por los aspectos ecológicos y el cuidado del medio ambiente.
Su lucha por la verdad y la justicia: el tema del agua y su derroche actual.
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Por eso lucha hoy por su conservación y puesta en valor con las armas a su alcance: sus audaces y atrevidas proclamas desde el patio de su casa, convertido hoy en vitrina, sus valientes letreros alusivos a la destrucción de varios oasis andinos por obra de las Mineras Cerro Colorado y Doña Inés de Collahuasi. Formó parte activa hace pocos años de un grupo luchador de 40 familias piqueñas que se alzó contra el deterioro ambiental operado por las Mineras al extraer ingentes cantidades de aguas altiplánicas, secando sus humedales y bofedales de altura. Alzaron valientemente banderas negras en el frontis de sus casas. Las mantuvieron enhiestas por meses, contrariando el sentir de las autoridades locales.
Las Mineras no lo atacan; lo ridiculizan como "viejo loco".
Pero la Minera socavó hábilmente su acción, ofreciendo “el oro y el moro” a los micro empresarios piqueños, entregándoles financiamiento gratuito para sus micro-empresas. Y las límpidas aguas altiplánicas siguen bajando, en miles de metros cúbicos diarios, por la tubería de Collahuasi hasta el puerto de Patache, para terminar, envenenadas, en inmensas lagunas costaneras. Aguas puras e inmaculadas, perdidas, despilfarradas para siempre. Hoy, cuando el agua es el valor más preciado en nuestro desierto nortino.¡qué vergüenza!.
El escandaloso despilfarro del agua altiplánica.
Hoy, cuando las caletas costeras del sur de Iquique claman por el agua, que les llega escasa y tardíamente en camiones aljibes. Hoy, cuando el agua ha pasado a ser en nuestro planeta, el recurso de lejos el más escaso e importante de todos. ¿Cómo es posible?.
Por estos caros ideales lucha hoy casi solo en Pica Juan Renán Huatalcho, el valiente solitario, considerado por algunos en el pueblo como “loco”. Aunque nos enseña el Evangelio que "nadie es profeta en su tierra", esto no parece valer para Juan Renán. Para nosotros y para muchos, él ha pasado a ser un verdadero “profeta en su tierra piqueña" , uno de los poquísimos piqueños que se ha atrevido a decir, sin tapujos, su verdad frente a la poderosa y omnipotente Compañía Minera.
Huatalcho: defensor acérrimo del patrimonio natural y cultural de Pica.
Un día nos faltará Huatalcho, el de los alfajores piqueños con sabor a mango, y lo echaremos de menos; un día no lejano algunos se alegrarán de su partida, pero la historia reinvindicará su valentía, su audacia, su frenética porfía por defender la verdad. “Y la verdad tendrá su hora”. Y entonces Juan Renán Huatalcho será reconocido como un gran heraldo y defensor del patrimonio cultural y natural de Pica y su Región, el mayor defensor local del derecho. a preservar y mantener nuestras ecosistemas limpios, nuestras aguas incontaminadas para las generaciones futuras.
En esta lucha no estás solo:
Amigo Renán, conviene que lo sepas: no estás solo en esta lucha cuerpo a cuerpo contra el gigante. Acuérdate del joven David y de su honda: pudo ésta más que el tamaño de Goliat!.
4 comentarios:
Estimado don Horacio, debo decirle que este artículo me ha conmovido mucho. !Qué ganas de conocer a don Juan! De hecho, me recordó a mi abuelito (QEPD), también un hombre del desierto, pampino, comunista y trabajador.
He tenido la suerte de conocer algo de la historia de Pica por medio de documentos eclesiásticos del siglo XVII, pero nunca he podido conversar con alguien que haya vivido allí y que sepa de su historia porque también es parte de él...
Fuerza don Juanito, que gente como usted siempre es bendecida.
Y para usted, don Horacio, mis más sinceras felicitaciones por el gran trabajo nos presenta en su blog. Sé que significa tiempo y esfuerzo.
Un saludos afectuoso
Carolina P.
p.d.: En Arica también nos quedaremos sin agua si es que las autoridades siguen dándole el visto bueno a las empresas mineras... ¿¡Cómo puede importar más el $ que la naturaleza, que nuestro planeta!?
Apreciada amiga Carolina:
Veo con alegria que has disfrutado de mi artículo dedicado con especial afecto a mi buen amigo Juan Renán Huatalcho, el "rey de los alfajores de Pica". Juan Renán sigue siendo el portavoz indiscutido de las auténticas preocupaciones - y no satisfechas- del pueblo. Lo veo, semana a semana, sentado a la salida de su sencilla vivienda, frente a la iglesia local, acogiendo a sus visitantes con su sonrisa franca, espontánea, con sus interminables y deliciosas leyendas piqueñas, que el conoce mejor que nadie.
Me pregunto, con pena y dolor, ¿quién tomará, cuando él nos falte, las banderas de lucha contra las Mineras del cobre, que siguen destruyendo a mansalva, en forma implacable, paisajes y montañas, y robándonos el agua que pertenece a todos los chilenos?.
Huatalcho, amigo, que Dios te proteja y bendiga y te conceda todavía energía a raudales y muchos años más de vida, al servicio verdadero de tu comunidad, la Pica que conociste cuando niño, cuando todos en el pueblo eran amigos de verdad.
Hoy vemos cómo se apodera de las autoridades un falso sentido de progreso, desdeñando lo antiguo y su historia viva.
Ahí vemos todavia, abandonado a su suerte, semiderruido tras el terremoto de Junio del 2005, el legendario lagar de Matilla, orgullo de los matillanos.
A lo que vemos, dinero hay y a raudales para estatuas y fuentes de un muy discutible gusto artístico, pero ningùn lagar de Pica ha merecido siquiera ser considerado digno de un monumento recordatorio que permita al visitante rememorar la increíble actividad vitivinícola del pasado. Todos los lagares, en Pica y sus alrededores, ( y hay varios) yacen hoy en una lamentable y dolorosa destrucción. Echamos de menos la presencia de autoridades que se preocupen seriamente por realzar la historia de Pica y valorar como se merece, su pasado glorioso.
¿Quién nos recuerda hoy hoy en Pica que un Presidente y famosos generales del Perú nacieron en su seno y dieron gloria a su país?. La maravillosa historia colonial y la historia del pasado peruano local, deben ser reivindicadas como corresponde. Ignorarlas, es signo y prueba de estúpida ignorancia. La "etapa de la chilenización" ya terminó. Viene ahora - lo sostenemos sin miedo- la etapa del pleno reconocimiento y de valorar los aportes de la historia, cualquiera sea su origen. Hemos ya reivindicado la mayor parte de las etapas culturales indígenas. Ahora llegó la hora de conocer y re-conocer los aportes que se mantienen hoy deliberadamente ocultos, "bajo la alfombra" , pero que no por eso dejan de se reales.
Totalmente de acuerdo, don Horacio.
Reciba un afectuoso saludo de una de sus más grandes admiradoras!
Carola Ponce
Estimado, te agradezco por reconocer y difundir el trabajo de un benefactor hnorario como el señor Huatalcho, a quien conocí este año. Creo que para hacer efectivas muchas políticas de financiamiento cultural ya no basta con que los jurados se sienten a esperar cómodamente tomando café a que los interesados se postulen por sus medios, sino que los auténticos gestores deberían ser buscados, localizados e identificados para ser incorporados a programas de financiamiento. Una persona con los conocimientos, respaldo cultural y colecciones de don Juan podría hacer maravillas por la difusión histórica Pica con sólo una fracción de lo que otros derrochan en proyectos sin trascedencia ni registro alguno. Saludos.
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