jueves, 24 de julio de 2025

Flora autóctona de la Pampa del Tamarugal: el relato circunstanciado del gobernador don Antonio de O´Brien hacia 1765.

Fig.1. Foto de pillallas (Atriplex atacamensis Phil) en el piso de la Pampa del Tamarugal. Se encuentran a la vera de la huella de Pozo Almonte a Pica. Fueron alimentadas por avenidas eventuales de agua, procedentes de las quebradas, las que descendían hasta el nivel de la pampa en años especialmente lluviosos en el altiplano, época conocida como "invierno boliviano" o "invierno altiplánico". (foto H. Larrain, Enero 2009).

Fig. 2.  Vainas de algarrobo aún verdes (Prosopis chilensis Phil). Pueblo de La Tirana, diciembre 2008. (Foto H. Larrain).

Hemos visto en una sección anterior de este Blog la perspectiva que don Antonio de O´Brien nos ofrece sobre las "chacras abandonadas" de la pampa, donde antiguamente se plantaba trigo y maíz. De igual o mayor interés es destacar aquí su notable y detallada referencia a la flora nativa propia del Tamarugal y sus modos de aprovechamiento por entonces.


La vegetación nativa de la Pampa del Tamarugal según O´Brien

Veamos el texto alusivo, en su famosa "Descripción de Tarapacá" del año 1765:

[Nº 76] "....asimismo ay en él gran cantidad de crecidos árboles que llaman Tamarugos, Algarrobos y Molles, muchas y crecidas Retamas con un espeso e intrincado bosque de monte bajo, que en parte lo hazen impenetrable, por esta parte frente al Pueblo de Pica y es bastante húmedo, y mui abundante de Agua subterránea, ay en este sitio, en el camino que se sigue desde el dicho pueblo para el Serro de San Augustín de Guantajaya dos Pozos que llaman Puquios, el más profundo es de catorce varas y por lo regular tiene tres de agua y solo sirven para dar de beber a los que trancitan por este camino, porque hasta aora no a [ha] habido quien huviese hecho una Noria y otra Máquina para regar algunas tierras; es en algunos parages salitrosa, por la parte que sigue a la Costa, pero a más de no ser mucho el salitre, es superficial, cuando solo una costra de cuatro a seis dedos de grueso, y el terreno debajo de esta Costra es gredoso, y dulce, y todo el Resto de la Pampa es especial tierra para trigo y maíz. La última cosecha que se cogió seis años a [ha] llegó a dar ciento treinta y dos fanegas de trigo por una, y desde entonces no se ha vuelto a sembrar en ella por falta de agua".


Análisis del texto.

Este interesantísimo texto, bien merece un análisis acucioso.

a) En primer término, se distingue muy   bien aquí las tres especies dominantes de árboles de gran tamaño ("crecidos árboles") que nombra como tamarugos (Prosopis tamarugo Phil), algarrobos (Prosopis chilensis (Mol) Stunz) y molles (Schinus molle L). Son las especies dominantes en la Pampa hasta hoy.

b) A continuación, O´Brien nombra a las retamas [plantas hoy conocidas más bien en la zona como retamillas: Cessalpinia angulata Hook. et Am], arbusto que casi carece de hojas visibles y florece copiosamente en los meses de Octubre-Noviembre con hermosas flores color amarillo. También las retamas son para nuestro autor, "crecidas". Hoy día, son muy escasos los sectores antiguos vegetados, y raros los sitios donde se pueda hablar de "árboles crecidos", salvo, tal vez, en las vecindades de La Tirana . La corta y quema de árboles durante toda la época de la Colonia para la producción de carbón de leña y para la fundición de la plata (en los famosos buitrones) y, posteriormente, para calentar el caliche en las primitivas "salitreras de paradas", dieron cuenta de la casi totalidad de los viejos ejemplares. Si no hubiese sido por la exitosa replantación iniciada por el agricultor español Emilio Junoy por los años 1930-1940 y proseguida con éxito por la CORFO, en la década de los 60-70 del pasado siglo, casi nada hubiera sobrevivido del antiguo y frondoso "tamarugal". El "Plano de la Pampa de Yluga" de Antonio de O¨Brien, muestra bien las zonas antiguamente pobladas de tamarugos y algarrobos.

Plano de  la pampa de Yluga de O`Brien (1765).

Fig. 3.  Plano de la Pampa de Yluga del gobernador español don Antonio O´Brien de 1765. 

Fig. 4. Explicación detallada del Plano  tomada de un artículo  nuestro publiado en  la revista geográfica  "Norte Grande", Instituto de Geografía, Pontificia Universidad Católica de Chile, Nº 1, (1974).
  
c) Sigue en la descripción una frase que hoy nos resulta críptica y casi ininteligible: "...con un espeso e intrincado bosque de monte bajo, que en parte lo hazen impenetrable". ¿Qué es este "monte bajo" en este contexto?. ¿Cómo pudo O´Brien clasificarlo como intrincado y espeso?. Se trata claramente de plantas bajas, arbustos, evidentemente. ¿Cuáles? . En la pampa, cerca de Huara, y con ocasión de las grandes avenidas de aguas fruto del "invierno altiplánico", se forman hasta hoy extensos campos de este "monte bajo", formado, a nuestro entender, por dos especies dominantes: la pillalla (Atriplex atacamensis Phil) y la sorona (Thesaria absyinthioides Hook. & Am). Las pillallas son nombradas expresamente por O´Brien en su famoso Plano de la Pampa de Yluga.

Estos arbustos, sin duda alguna, fueron frecuente y masivamente utilizados por los antiguos habitantes en la construcción de sus rústicas cabañas en el piso de la Pampa, y como combustible de fàcil colecta, lo que hasta hoy (2008) se sigue haciendo por parte de los pobladores aymaras más pobres de la zona situada entre Pozo Almonte y La Tirana. A estas especies habría que agregar, sin duda alguna, ejemplares de "grama salada", como se denomina en la zona a la planta gramínea Distichlis spicata, que fuera muy común en varios sectores del salar y que empezó a desaparecer y morir lentamente al bajar de modo brusco el nivel freático de las aguas subterráneas, por efecto de la masiva reforestación por tamarugos. Lo demostró en forma incontestable el hidrogeólogo Octavio Castillo Urrutia, en su notable investigación denominada: El Agua Subterránea en el Norte de la Pampa del Tamarugal, (Instituto de Investigaciones Geológicas, Boletín Nº 5, 1960). Hasta hoy, camino a la Huayca, es posible ver, a la vera de la carretera, numerosos mogotes elevados de antiguos cojines, hoy secos, de "grama salada", verdaderos cadáveres enhiestos, testigos mudos pero elocuentes de la antigua vegetación, mucho más rica que la actual, en total decadencia.

d) la frase " que lo hazen impenetrable, por esta parte frente del Pueblo de Pica", se alude aquì seguramente, según creemos nosotros, al sector aledaño a la Huayca y Cumiñalla, lugares donde se puede ver antiguos y extensos sectores de humedad superficial, hoy ya totalmente secos, que favorecían el crecimiento y desarrollo de Distichlis spicata (L) Greene, gramínea que prospera en lugares de mucha humedad y fuerte salinidad y forma extraños mogotes sobresalientes, hasta de un metro de altura por sobre la superficie del salar. ¡Nos cuesta bastante imaginar hoy un bosquete impenetrable formado por tamarugos, molles, algarrobos, soronas y pillallas en el área!.

e) El hecho de que O´Brien pudiera hablar de sectores "impenetrables", camino al pueblo de Pica, muestra a las claras la fuerte degradación que la antigua vegetación ha conocido en estos dos y medio siglos de frenética explotación, tanto minera como agrícola [sistema de "canchones"]. Porque hoy en día no existe lugar alguno de la Pampa donde pudiéramos usar, con plena razón, este calificativo. La degradación de este Tamarugal desde los tiempos de O´Brien a a la fecha, es un fenómeno innegable y evidente. Cuánto habría que atribuir al cambio climático global y a la disminución de la pluviosidad en la zona, y cuánto a la desmedida actividad antrópica de corta y quema y de extracción masiva de agua freática en piques y puquios, es un tema abierto a la discusión. Y este segmento del Blog tiene, precisamente, ese objetivo: mostrar desde el ángulo cultural, y mediante un fino análisis eco-antropológico, las características del cambio radical ocurrido en el paisaje cultural, en este segmento arbolado del desierto norte chileno.

f) Además, la frase del texto de O´Brien: "y es bastante húmedo", aplicada a "esta parte frente del Pueblo de Pica", solo pueden entenderse como sectores con presencia de aguas superficiales visibles, en forma de pozas de aguas someras, tal como aún es posible observar en ciertos sectores del camino que lleva al pueblo fantasma de Pintados, atravesando el Salar de Pintados.

g) La indicación anexa del texto: "y mui abundante de agua subterránea" es sin duda expresiva de la existencia de agua presente a muy escasa profundidad, la que seguramente los pobladores de esta zona explotaban ya de alguna manera. Y aunque nada se diga en este texto sobre presencia de pobladores en esta zona, correspondiente a la actuales La Huayca o la Tirana, no sería impensable que ya por entonces hubiese algunos moradores utilizando esta agua subterránea en esta área "bastante húmeda" para practicar alguna suerte de agricultura con el sistema de "Canchones". A este respecto, quisiera rescatar nuestro recuerdo personal de pequeños pozos de agua, usados en las viviendas de la localidad de La Huayca hacia el año 1963, en los cuales el nivel de agua se hallaba por entonces apenas a 40-50 cm de profundidad. Fui testigo de tales pequeños pozos para surtirse de agua potable. Hoy tal situación es impensable, habiendo descendido el nivel freático a varios metros de profundidad, exactamente en ese mismo lugar.


Agricultura del trigo en la Pampa.

En el texto citado arriba, al inicio de este segmento del Blog, hay una frase que nos hace meditar profundamente:

La última cosecha que se cogió seis años a [ha] llegó a dar ciento treinta y dos fanegas de trigo por una, y desde entonces no se ha vuelto a sembrar en ella por falta de agua".

Dado que se dice en este texto que no se ha vuelto a sembrar allí por falta de agua, sospechamos que la referencia de O´Brien a esta estupenda cosecha, procedería al parecer de una siembra de trigo hecha hacia el año 1759 el que, presumiblemente, fue muy lluvioso y habría permitido desarrollar agricultura de trigo en el nivel de la pampa, mediante el sistema de canales y riego tendido. Si nuestra hipótesis es correcta, querría decir que las observaciones y croquis de O´Brien respecto a la existencia de "chacras abandonadas" en su Plano de la Pampa de Yluga, eran de data muy reciente, apenas de unos seis años antes. Y por eso pudo discernir y graficar, con tanta claridad, la superficie de las mismas y sus linderos, los que aparecen nítidos en su Plano. Pero esta inferencia es solo hipotética y se basa en la presunción de que sólo se practicaba allí agricultura cuando venía agua en abundancia en los cauces de la pampa, en años extraordinariamente lluviosos en las zonas altiplánicas.


Comentario nuestro.

Este capítulo quedó, desde el año 2010, en borrador entre mis apuntes del blog. Al revisarlo cuidadosamente hoy, nos pareció de gran interés, y  tras  muy pequeñas adiciones y/o correcciones, lo damos a conocer hoy a nuestros lectores quienes podrán admirar el genio y perspicacia del gobernador de Tarapacá, el sevillano Antonio O´ Brien.  Para nosotros, sin discusión, O´Brien debe ser considerado un notable pionero de los estudios eco-antropológicos de la Pampa del Tamarugal.


miércoles, 23 de julio de 2025

Catálogo comentado de las entrevistas etnográficas realizadas a distintos informantes, en el curso de mi carrera profesional como antropólogo.

 Antecedentes.

Al ordenar los materiales contenidos en nuestro Blog https://eco-antropologia.blogspot.com,  nos hemos percatado que hacía falta una entrada específica que permita al lector leer,  revisar y/o comparar todas las entrevistas hechas por nosotros a personeros indígenas cualificados o a  personas de influencia en determinados sectores de la cultura. Para suplir esta deficiencia, presentamos hoy este nuevo capítulo.

 Ésta, constituye la entrada nº 360 de nuestro blog iniciado el año 2006 (1). 

Precede a este recuento un capítulo nuestro teórico  reciente que  analiza el valor y la importancia de esta herramienta antropológica, y nos enseña a utilizarla correctamente en nuestro trabajo antropológico. Herramienta o instrumento vastamente empleada por los grandes antropólogos del pasado, a partir del insigne etnógrafo polaco  Bronislaw Malinowski  (1884-1942), el conocido  autor de "Argonauts of the Western Pacific..." (1922). (Véase también para el concepto de ´entrevista´ a Rosana Guber: "La Etnografía. método, campo, reflexividad", 2001Grupo editorial Norma, Bogotá.

                            

Fig. 1.  Portada de la clásica  obra del antropólogo polaco Bronislaw Malinowski  publicada en el año 1922 (copiado de Internet).


Fig. 2.  Don Anselmo Charcas Pacha, piqueño,  en su casa de la localidad  de Pica el día de nuestra entrevista. (foto H. Larrain, marzo 2011).

                

Fig. 3.  La señora Damiana Ticona, junto a su casita en el Salar del Huasco, donde la entrevistamos el 8/11/2010 con mi discípulo Cristian Riffo Torres. 


Nuestro capítulo teórico: qué es y cómo se debe hacer una entrevista etnográfica o antropológica.

Elaborado por nosotros hace muy poco tiempo (Mayo 2025)tiene por objetivo guiar al novel investigador de campo en un terreno de por sí escabroso o escurridizo, al que recurren hoy, a mi juicio, con excesiva frecuencia periodistas o estudiantes de sociología  o antropología, sin una adecuada formación (e información)  previa (2). Nuestro trabajo se titula:  "La entrevista antropológica personal: Instrumento básico para el  conocimiento  y estudio  de una manifestación cultural en un área dada.   A quién, cuándo,  cómo y donde entrevistar".  (Editado en nuestro blog el  día 26 de mayo de este año 2025).

En él, hemos querido volcar y recapitular nuestra experiencia de campo de más de 60 años de actividad antropológica (1964-2025).


Entradas de nuestro blog que contienen entrevistas realizadas a personajes concretos,  por orden de aparición.


1.  "Entrevista a Gustavo le Paige, S.J. el 2 de noviembre, 1979", editado el 16 de Junio, 2010.

2.  "El pensamiento del antropólogo andino Johannes van Kessel según reciente cuestionario", editado el 26/11/2018.

3. "Entrevista a un mariscador en la costa sur de Arica en noviembre del año 1972. Especies que se capturaba de preferencia", editado el 29/11/2020. 

4.  "La elaboración de carbón de leña en los cerros de la costa central de Chile: observaciones hechas en 1983 junto al río Codegua, (precordillera de Graneros)", editado el  29/07/2020.

5.  "Conversaciones con un cabrero de la IV Región:  empleo de las plantas nativas de la zona en marzo de 1980 en el sector de El Tofo", editado el 10/11/2020.

6. "Dos entrevistas inolvidables: Conversación con antiguos pescadores y mariscadores del balneario de Las Cruces, en enero de 1975", editado el 26/04/2023. 

7. "Entrevista hecha a don Anselmo Charcas Pacha, piqueño, eximio cazador de vicuñas, el día 20 de marzo del año 2011",  editado el 14/11/2023.

8. "Un año cuidando al sacerdote-arqueólogo Gustavo le Paige, S.J., ya enfermo: testimonios fidedignos de su enfermero en la etapa final de su vida", editado el 18/01/2024.

9. "Una entrevista-primicia: el testimonio de Timoteo Cruz Salvatierra, antiguo ayudante de campo del padre Gustavo le Paige. Muestra el modo de pensar sobre la obra del jesuita belga", editado el 07/04/2025.

10.  "Conversando con Tomás Cruz López antiguo ayudante del sacerdote-arqueólogo Gustavo le Paige: gratos recuerdos y añoranzas del pasado", editado el 16/04/2025.

11.  "Entrevista a don Eugenio Challapa, experimentado pastor de rebaños aymara: recuperando recuerdos de antaño", editado el 30/05/2025.

12.  "Conversando con don Hugo Arriagada Aracena, fundador y promotor del asentamiento de parcelas en el sitio Alto Los Verdes, al sur de Iquique: recuerdos de los duros comienzos", editado el 30/06/2025. 


Comentario eco-antropológico.

1. Tal como se puede notar, las entrevistas han sido hechas a numerosas personas,  de las más diversas profesiones o actividades: sacerdotes, cabreros, leñadores,  carboneros, pastores de rebaños, pescadores, mariscadores, algueros  o cazadores andinos. Actividades éstas que han permitido preservar y reproducir rasgos y modos de vida  muy antiguos (o "primitivos", según algunos)", algunos de los cuales vienen seguramente de antigua data pero están aún vigentes en lugares apartados  y/o remotos de nuestra patria.

Ciertamente, no fue nuestro propósito original abarcar un gran número de oficios o actividades humanas; tal variedad se fue dando casualmente, al haber tenido nosotros la rara oportunidad de pertenecer a diversas universidades del pais, en las ciudades de Arica, Iquique, Antofagasta y Santiago. Las cambiantes circunstancias políticas del país (entre 1971 y 2015), en gran medida nos forzaron varias veces a cambiar de residencia, lo cual  trajo consigo  el conocimiento y acceso a diferentes  modos de vida de las comunidades humanas aledañas. A diferencia de otros investigadores del país que nunca se vieron forzados a cambiar su "Alma Mater" universitaria, tal movilidad nos permitió investigar actividades humanas las más diversas en distintos puntos del país. Veo en esta movilidad forzosa, "la mano de la Providencia divina"  que nos ha permitido  así estudiar diferentes ambientes, poblados originalmente  por diferentes grupos indígenas  (changos, quechuas, aymaras, atacameños o collas).  

2.  Nuestra técnica antropológica fue variando con el tiempo y fue perfeccionándose. Así, en los inicios (1968-69), yo tomaba notas breves en una pequeña libreta ad hoc (que luego ampliaba), pues no disponía aún de una grabadora portátil. Mis primeras grabaciones datan del mes de julio del año 1974, con motivo de la exposición "Pastores de Lirima", en la parroquia universitaria de Santiago, al alero de la Universidad Católica (3). Poco a poco fui comprendiendo que era muy importante retener las palabras y expresiones exactas del informante, conservando así sus modos típicos de hablar, pues allí era posible encontrar trazas (lingüísticas) de su antiguo idioma, como en el caso concreto de los atacameños o lickan antai y su lengua, lamentablemente  ya desaparecida, el kunsa.  De aquí que,  a partir aproximadamente de los  años  1979-80  la transcripción de la grabación original y su reproducción exacta se convierte en un hábito frecuente (4). 

3.  En la elección del informante,  se refleja -pienso yo hoy día- mi interés creciente por  rescatar y destacar los  nombres autóctonos de lugares,  plantas o animales  como una manera de entender y profundizar en el sustrato "ecológico"  observable  en  la expresión del informante.   Interés ecológico que fue creciendo en mí a medida que pasaban los años y que cristalizó, finalmente, en el enfoque  que hemos denominado "eco-antropológico" y cuya versión escrita ha quedado estampada en mi blog científico https://eco-antropologia-blogspot.com      

Notas.  

1)  Durante mis trabajos de campo realizados en Antofagasta e Iquique, tuve la oportunidad de grabar a numerosos indígenas o mestizos, tanto en San Pedro de Atacama y pueblos aledaños, como en la Pampa del Tamarugal y poblados vecinos (Pica, Mamiña, La Huayca, Matilla, Pozo Almonte). Elegía para ello a informantes que destacaran por su edad, experiencia o destreza.  Tales grabaciones hechas en cassettes, en un número superior a 200, han quedado depositadas en el Museo Nacional de Historia Natural (MNHN) de Santiago de Chile a partir de noviembre del año 2024, junto con centenares de objetos de  mi colección etnográfica particular.  

2)  Según mi experiencia, se ha hecho uso y abuso de este método por parte de alumnos de antropología, sociología, educación y periodismo de las universidades locales. En efecto, no raras veces hemos tropezado en nuestra labor, con informantes que nos confesaban haber sido entrevistados ya varias veces  por jóvenes universitarios inexpertos. Tal "saturación" provocada por `pesquisadores` de todo tipo en villorrios muy pequeños, en los que los informantes "ideales" (por su edad o experiencia) son escasos, suele traer consigo, a mi juicio, un paulatino descrédito del instrumento y/o su probable y fatal abandono. Somos de opinión de que este instrumento, tan fundamental   para el antropólogo de campo,  debería quedar  sujeto a reglas  estrictas, debería ser  usado con mucha parsimonia y solo por profesionales experimentados. En consecuencia, esta herramienta, a nuestro juicio, no debería ser usada como medio normal de "entrenamiento" de alumnos: a la larga, ello sería  nefasto para la ciencia. 

¿No será también que algunos abusan de sus alumnos presionándoles  para realizar  "cuestionarios" o "encuestas" a terceros, sea como medio de aliviarse de su  propia responsabilidad docente, sea como una manera de obtener gratis valiosos insumos para su propia investigación?.

Diferente es, en todo caso, la puesta en práctica de los Censos de Población y Vivienda donde el Estado debe realizar la puesta al día   de la información, y donde se recluta apresuradamente para ello a un numeroso personal   ("censistas"),  tras una breve (!) preparación previa. 

3)  En aquella ocasión, entrevisté a los  jóvenes lirimeños Javier Vilca y Enrique Ticuna, expertos tejedores  de la comunidad aymara de Lirima. 

4)  Gracias a esta inveterada costumbre, nos fue posible acopiar un gran  número  de cassettes grabados con entrevistas, cuya colección completa quedó depositada en el Museo Nacional de Historia Natural de Santiago de Chile (Sección arqueología), en noviembre 2024. Material inédito que algún día -esperamos-  podrá ser examinado  y comentado por los antropólogos.

lunes, 30 de junio de 2025

Conversando con don Hugo Arriagada Aracena, fundador y promotor del asentamiento de parcelas en el sitio "Alto Los Verdes" al sur de Iquique. Recuerdos de los duros comienzos.

 Antecedentes.

Entre mis archivos y ya casi del todo  olvidada, he hallado esta valiosa reseña de los orígenes del poblamiento humano en el sitio de las parcelas de "Alto Los Verdes",  a 24 km al sur de la ciudad de Iquique  y a 1.5 km al sureste de la actual caleta de pescadores de "Los Verdes" (1). Este  curioso asentamiento agrícola- el único situado en las cercanías de Iquique- , conformado hoy por unas 30-35 parcelas (de 1/2 a  2 há  cada una)  tiene un origen  singular.  No nace -como podría sospecharse-  por iniciativa gubernamental, sino es fruto de un  curioso emprendimiento particular el que aquí es descrito en detalle por don Hugo en su desarrollo histórico reciente.    


La Caleta de  "Los Verdes".


Su nombre deriva de la presencia de gran cantidad de rocas litorales, bañadas por el oleaje y teñidas de una tonalidad verde oscura, por efecto de su constitución química particular con presencia de sales de cobre (calcopirita, cuprita, bornita, etc.).

Fig. 1. Caleta "Los Verdes", sur de Iquique. Vista general actual . Muestra la remodelación del borde costero con ciclovías y paseo peatonal. (Imagen tomada de Internet).


El pasado arqueológico

El lugar es conocido por sus importantes descubrimientos arqueológicos, que datan, según el arqueólogo Julio Sanhueza, desde el período de influencia regional de Tiwanaku (2) hasta el período incaico. Aquí han aparecido enterramientoss indígenas con típicas tabletas de rapé (3) estilo tiahuanacoide y tejidos característicos de la cultura Tiwanaku. (Cfr. Julio Sanhueza, 1985, "Poblaciones tardías en playa Los Verdes, costa sur de Iquique, Iª Región, Chile", Revista Chungará, Universidad de Tarapacá (Arica), Nº 14, Septiembre 1985, 45-60.  En los años 2004-2005 el arqueólogo Francisco Téllez Cancino (1952-2015) excavó aquí algunas tumbas cuyo resultado -que sepamos- no se ha dado a conocer.  Los materiales descubiertos por Téllez en esta zona de Los Verdes deberían estar depositados en el Museo de Regional de  Iquique, donde actuó como director entre los años 2004 y 2015.

Frecuentando la caleta.


Los alrededores de la ciudad de Iquique ofrecen muy escasos lugares de esparcimiento y recreación. Para los iquiqueños, la caleta "Los Verdes" se ha transformado en su lugar preferido de esparcimiento, no por la presencia de una amplia y hermosa playa -la que hay es muy pequeña y pedregosa- sino por la variada oferta de restaurantes al paso que ofrecen un variado menu en pescados y mariscos. Para ello, al costado de la carretera costera, se ha instalado un abigarrado conjunto de puestos de venta de pescados y mariscos frescos, destacando la oferta del infaltable y delicioso "ceviche al paso". Casi no hay viajero al aeropuerto de Iquique, situado a unos 45 km al sur de la ciudad, que no se detenga aquí en "Los Verdes" a saborear un rico ceviche, un plato de "locos" o unos apetitosos pulpos. Fue esto, precisamente, lo que nos ocurriera aquel día de julio del año 2010 al regresar del aeropuerto de Chucumata. El dueño de uno de los pequeños y rudimentarios puestos de venta -antiguo conocido mío-, me presentó aquel día a un "querido vecino suyo", que resultó ser el señor Arriagada. Luego de intercambiar algunas amables frases con él y disfrutar del infaltable ceviche, me ofrecí a llevarlo de vuelta a su humilde casita, ubicada en el sector "Alto Los Verdes". He aquí el preludio histórico de esta entrevista que me impresionó profundamente.

La entrevista. (Copia ad litteram de un texto mío de la época, con leves retoques de estilo).

                     
Fig. 2. Vista del frontis del parque zoológico "Los Olivos" situado en una de las parcelas del asentamiento en "Alto Los Verdes". Aquí son traidos los animales y aves exóticas confiscados en las aduanas por el SAG (Servicio Agrícola Ganadero) de la Región (foto tomada de Internet). Obsérvese el fuerte contraste entre el color café opaco de los cerros de arenas circundantes y el verde de los olivos de la parcela. La instalación actual -aunque sin duda bien intencionada- es muy rudimentaria y precaria con jaulas muy pequeñas para los animales y muy poco saludables. Ojalá se haga aquí a futuro un buen proyecto que permita mantener en óptimas condiciones a los animales. El clima siempre templado, sin lluvias ni fríos, favorece aquí sin duda su presencia y adaptación.

La entrevista.

"Entrevista al señor Hugo Arriagada Aracena, 75 años. Comunidad de Parcelas de los Verdes, al sur de Iquique. Está fechada el día 2-07-2010, es decir, hace ya casi quince años. Redactada en esos días en base a apuntes escritos por mí en la ocasión. Los párrafos son una adición mía actual (Junio 2025).

La ocasión.

"Al regresar desde el aeropuerto donde fuimos a dejar a Pablo Osses y la gente de Bienes Nacionales (4), pasé a Los Verdes. Compré mariscos a mi casero habitual y ahí estaba un señor de edad con él. Conversando, resultó ser el iniciador y primer poblador de la colonización de parcelas en Los Verdes. Como buen antropólogo, me intrigó el tema, decidí ir a visitar su casa y nos fuimos juntos conversando en mi auto. Apodado "el tata de Los Verdes", por sus antecedentes en la zona, ese día me refirió detalles de su curiosa e intrigante historia (5).

Datos sobre su vida.

Fue empleado de ferrocarriles (“ferrocarrilero”) y en el tren conoció una gran cantidad de sitios, especialmente en el área de La Serena. Por esos azares de la vida, conoció a una mujer, persona muy joven, 25 años menor que él, de quien se enamoró y tuvo en ella dos hijos. Se vino a vivir a Iquique. En una de los paseos por las playas, en el verano del año 1978, conoció la zona de "Los Verdes". En aquella época, la pequeña población de rucas de pescadores estaba junto a la playa, pero hacia 1980 (?), (no recuerda la fecha exacta) ocurrió una terrible marejada que destruyó viviendas y enseres de pesca. La población fue re-establecida entonces en un peñón de mayor altura de la terraza marina, algo alejada del mar, donde subsiste hasta hoy. De paso por esa playa con su mujer -me cuenta-, tuvo curiosidad y subió, tierra adentro, hasta llegar a un alto desde donde se divisa hoy toda la zona de parcelas. Divisó desde el alto (hasta donde hoy me llevó con el auto, hacia el fondo, cuesta arriba, hasta donde alcanza la huella de autos hoy día (5), un área baja y plana, que le pareció una antigua depresión -tal vez una antigua laguna-, y tuvo esa noche un sueño que le comunicó a su esposa: vio toda esa zona plantada de olivos.

Decide formar una comunidad de parceleros.

Se decidió, e inició contactos con la Municipalidad y otras instituciones para ver la posibilidad de poblar con parcelas esa zona. Era su sueño. Hizo contactos con diversos amigos, taxistas, ferrocarrileros y otros, y logró así formar un grupo de 30 familias interesadas en el proyecto. Solicitaron el terreno a Bienes Nacionales. El plan era pagar el terreno en cuotas. Tuvo ocasión de hablar con unos israelitas visitantes que le sugirieron poder desalinizar el agua de mar, hacer dos estanques uno en el alto y otro grande en el plano para regar por goteo. Su sueño era poblar de olivares. ¿Razón?. Porque el olivo -me dice- vive muchísimos años (6) y con el tiempo daría el alimento a las familias. Pero nunca se concretó la obra, la que requería de una enorme inversión inicial.
Se inició la colonización siendo él el primero en llegar e instalarse. Había dos compromisos iniciales acordados entre los socios: a) pagar en cuotas lo pedido por el gobierno, y b) plantar el terreno de olivares con el objetivo final de establecer a futuro una fábrica de aceite allí mismo. Por este motivo hoy se ve tantos olivares en ese lugar.

El destino de la obra.

De los primeros treinta socios de la comunidad, solo quedan hoy tres, él mismo, el señor Munizaga y un tercero; todos los demás han vendido su tierra a terceros. Hoy hay gran demanda de terrenos. Vi, por ejemplo, una enorme parcela plantada de verduras y hortalizas, de un boliviano, según me cuenta. Hay dos sitios de acopio y molienda del huiro Lessonia, alga marina extraída en el litoral (7). Vi allí varios camiones grandes cargando los blancos sacos con el huiro molido. 

Don Hugo vive hoy con uno de sus hijos, rodeado de cinco o seis perros que ha acogido, pues todos –me dice con pena- fueron botados por sus dueños. Su esposa, demasiado joven para él, lo abandonó hace años y quedó solo. Me recibe amablemente en su casita amplia, toda de madera, hecha por su propio esfuerzo. Entonces, me dice, era yo más joven y me muestra una fotografía suya en la época del inicio de la colonización in situ. “Aquí no había absolutamente nada”, me cuenta. Era pura arena.

 Los parceleros hoy consumen  agua potable para el uso casero y para el riego de sus huertos. El tiene ahora muy pocos árboles y tiene una cuenta de agua mensual de $28.000. lo que considera excesivo. Crió anteriormente gansos, que se le dieron muy bien. Me muestra numerosas fotos. Está ansioso de contar  la historia de sus inicios. Se siente muy a gusto conmigo hablando de sus recuerdos. Le prometo nueva visita y, por distraído, dejo en su casa  mi sombrero tirolés que debo pasar a buscar, con lo cual  podré recabar más información sobre  sus orígenes y el de  "Los Verdes"   (8)". 


Notas mías

(1)  La caleta "Los Verdes" agrupa  unas 30-35 viviendas instaladas en una pequeña eminencia junto a la costa. Sus habitantes son  todos pescadores, mariscadores o comerciantes de mariscos. Cuatro  o cinco concurridos  restaurantes de expendio de productos del mar atraen a la población iquiqueña a degustar los mariscos de la zona, en especial el "ceviche" de pescado, muy cotizado. El sector de venta de mariscos o pescado ha sido recientemente remodelado por completo, ofreciendo un aspecto grato y acogedor. 

(2)  Los arqueólogos norteamericanos, han denominado este período  arqueológico como Tiwanaku", desfigurando y trastocando el término original colonial de "Tiahuanaco", transmitido invariablemente  por todos los cronistas españoles. A la usanza norteamericana, los arqueólogos chilenos continúan hablando hoy de "Tiwanaku". Con sólidos argumentos, sin embargo, el lingüista peruano Rodolfo Cerrón Palomino  ha probado que esta re-denominación del antiguo término colonial "Tiahuanaco" sería equívoca y errónea y debe ser descartada  como totalmente carente de base de sustentación lingüística. Sostiene, en cambio, que debe perdurar la denominación antigua de "Tiahuanaco". Opino que, en este terreno tortuoso, se  debería preferir aquí  la opinión autorizada de un lingüista de peso, como lo es Cerrón Palomino.  Ver, a este respecto: Cerrón Palomino, 2008,  "Voces del Ande. Ensayos sobre onomástca andina", Fondo Editorial, Universidad Católica del Perú, Lima. 

(3)  "Tabletas de rapé" es el nombre original de estos notables utensilios decorados,  confeccionados en madera, y destinados a la absorción de alucinógenos. Fueron empleadas por numerosas tribus americanas,  utilizando semillas de diversas plantas, entre ellas la vilca o Anadenanthera sp. Sobre el particular, nosotros hemos escrito el siguiente artìculo: “La Vilca o Paricá (Anadenanthera spp.) ¿purga o estimulante indígena?- Algunas referencias etnohistóricas.” Sarance, Revista del Instituto Otavaleño de Antropología, Año 2, Nº 3, Agosto 1976: 27-49, Otavalo, Ecuador. 
Recientemente, véase: Gili, Francisca et al., 2016, "Vilca. Encuentro de miradas. Antecedentes y herramientas para su pesquisa en contextos arqueológicos del área centro-sur andina", Revista Chungará, Universidad de Tarapacá, Arica, Vol. 8, nº 4, 589-606).

(4) Los funcionarios de Bienes Nacionales aquí aludidos, tuvieron por misión medir la superficie exacta de la concesión de Alto Patache solicitada por el Centro del Desierto de Atacama (CDA) de la Pontificia Universidad Católica de Santiago donde ha establecido su centro de experimentación de las neblinas costeras o camanchacas.

(5) Por esta misma huella, en visitas posteriores, logré penetrar con mi jeep hasta la base misma de los cerros, donde hallé numerosos rastros de antiguas viviendas de pescadores-recolectores marinos, junto con cerámica culinaria no decorada y puntas de proyectil en sílex.

(6)  El olivo (Olea europaea L), especie originaria del Oriente medio,  es un árbol muy resistente a la sequía, que puede alzarse hasta los 6-7 m del altura y es extraordinarimente longevo, habiéndose hallado (v.gr. en Tarragona y Jaén, en España)  ejemplares vivos que tienen cerca de 2.000 años. Otros estudios  recientes  revelan el hallazgo de un ejemplar de olivo conocido como el "olivo de Vouves" en  las colinas de la isla de Creta, con 4,6 m de diámetro, el cual tendría no menos de 4.000 años de edad y que aún produce aceitunas. Esta especie puede hundir sus raíces en busca de humedad hasta los 7 m de profundidad.  De su fruto, la aceituna, se extrae el famoso "aceite de oliva", cuyo origen se remonta al menos a los 3.000 A.C, en el Levante, en época fenicia. Se ha hallado, además,  varios pecios de navíos hundidos en el mar Mediterráneo, cerca de la isla de Chipre o el Peloponeso, conteniendo frascos  de vidrio con aceite de oliva en su interior. El aceite de oliva  fue uno de los elementos de mayor difusión en las actividades comerciales a partir del  siglo XX A.C. entre los tempranos  pueblos  del Levante, superando el precio del aceite de sésamo (Sesamum indicum)  y el de  lino   (Linum usitatisimum). Junto a la vid y el trigo,  el olivo forma parte  de la base de la primitiva alimentación en esa zona.
  
(7)  El alga marina denominada  Lessonia nigrescens ha sido muy explotada en el litoral chileno para la producción de alginatos "que se utilizan como un gelificante y espesante que reacciona con el agua y el jugo gástrico". Se produce en las costas  desde el Perú hasta la regiones subantárticas de Chile,  Islas Malvinas  e islas Shetland del sur.  Tiene múltiples usos en odontología. Se usa también como fertilizante  y  el tratamiento de ciertas enfermedades de la piel. 
Lo que ví en ese año 2010 en  "Alto Los Verdes" es sólo un pequeño botón de muestra de la perniciosa actividad extractiva marina  submareal, depredadora y destructora de nichos ecológicos marinos, bajo cuyos "bosques" de algas se desarrollan moluscos, peces, celenterados y muchos  otros seres marinos. Véase al respecto nuestro capítulo:  "Ataque a mansalva a los ecosistemas marinos: la explotación irracional de las algas costeras", editado en nuestro blog el 14/04/2010 con fotos de la época, apenas dos meses antes de esta visita a "Los Verdes". Este  agudo problema, por desgracia aún no resuelto, ha sido repetidamente denunciado por los biólogos marinos chilenos, en muchas ocasiones y ha provocado una alarmante disminución de especies marinas en muchas áreas costeras hoy depredadas.
(8)  Como me ha ocurrido ya varias veces, la promesa de regresar para obtener así  más información al respecto, quedó lamentablemente en nada. ¡Una lástima!.  Se pierde así para siempre una  información que solo él pudo darnos.         

viernes, 30 de mayo de 2025

Entrevista a don Eugenio Challapa, experimentado pastor de rebaños aymara: recuperando sus recuerdos de antaño.

Antecedentes

Estamos en un período de revisión y rescate de antiguas entrevistas  nuestras a persolidades del mundo indígena del Norte de Chile, que han quedado olvidadas  u "ocultas" en nuestros archivos. Desde hace algunos meses, hemos estado rescatando información allí olvidada sobre el uso que nosotros mismos  hemos hecho de este  valioso instrumento heurístico: la "entrevista personal etnográfica o antropológica" (1). En mi vida activa como investigador de campo, he tenido la ocasión de realizar decenas de entrevistas a personeros atacameños, aymaras o collas con miras a  recopilar antecedentes valiosos sobre  el modus  vivendi  y cultura de estas esforzadas comunidades  andinas, aún aferradas a sus  lares paternos, a pesar de la invasiva modernidad  que les  acecha hoy  amenaza con  destruir definitivamente  su identidad, sus creencias y su acervo cultural tradicional (2).   

Entre los "hallazgos" hechos en mis archivos, figura esta valiosa entrevista realizada a don Eugenio Challapa Challapa,   en el mes de diciembre del año 2013 en la ciudad de Iquique. Es ésta una de las últimas entrevistas hechas por el suscrito en Iquique, antes de mi partida definitiva a Santiago en noviembre del año 2017.

Hacemos público este documento.

Por honestidad académica y como tributo de admiración a la herencia cultural aymara, he estimado mi deber hacer público este documento, que -a  nuestro modo de ver-  tan  fielmente retrata un modo de vida pastoril,  en un rincón semi olvidado de mi patria.  Las resonancias aymaras de numerosos topónimos y nombres de plantas autóctonas  prácticamente ignotos para nosotros (3),  nos recuerdan aquí que estamos frente a un Chile recóndito y desconocido  que nos  interpela hoy con fuerza. El Chile de hoy -sin considerar  siquiera la potente inmigración extranjera reciente (4)- es un hervidero de nacionalidades y culturas ancestrales de las que hemos heredado múltiples rasgos tanto en la lengua que hablamos, como en su cultura culinaria,  su cultura artesanal y/ o su cultura folklórica (5)  y legendaria (mitos y leyendas).  

Algo de esto es lo que traeremos a colación hoy  con profundo respeto y  cariño a sus representantes, no pocos de los cuales sobreviven hoy apilados en las barriadas populares de nuestras grandes ciudades, ajenos a su bullicio y  estridencia.

  

Fig. 1.   Forma de la disposición de la carga en los llamos. (En el altiplano boliviano,  imagen tomada de Internet).


Fig. 2. Llamas cargadas a punto de partir. Altiplano boliviano (Imagen tomada de Internet).

Fig.3 Ajustando la carga de la llama mediante sogas hechas trenzando varias hebras de lana. (Fuente: Patrice Lecoq, 1984, Imagen tomada de Internet). 


ENTREVISTA  A  DON  EUGENIO CHALLAPA.

10 DE DICIEMBRE 2013

 

E: Preguntas del entrevistador. [Horacio Larrain]

R: Respuestas del entrevistado. [Eugenio Challapa]


 (Inicio de Entrevista. Transcripción de la grabación original hecha por mi ex alumno antropólogo Cristian Riffo Torres en Iquique; entre paréntesis, adiciones nuestras al texto, en negrita: la pregunta; en tipo normal, la respuesta del entrevistado).

 

E: ¿Tuvo Ud. una operación hace poco?

R: Si, hace siete meses ya; de próstata, me sacaron la próstata.


E: ¿Quedó bien?

R: Quedé bien.


E: Qué bueno. ¡Qué terrible eso de la próstata que molesta tanto!.

R: ¡Pucha!, molesta..., no deja hacer pipí. Sufrí bastante.


E: Oiga Don Eugenio, yo tengo un montón de preguntas. (Ya se me despejó el oído, estaba medio sordito, se me tapa...).

R: Si, a mí también se me tapa.


E: ¿También a usted?

R: Si po’, a mí también me afecta.


E: Se me tapa, de repente se me abre y se me vuelve a tapar.


R: Eso sucede, es verdad.


E: Es una lata.

R: (Es) el desgaste del ser humano también, po´.


E: Es que "estamos jóvenes", si...,  eso es lo que pasa.

R: Yo tengo dieciséis años, maestro. (Risas)


E: Voy a buscar mis anteojos, porque además de sordo estoy medio ciego.

R: Yo también voy a buscar mis anteojos.


E: ¡Qué terrible esto de ser viejo!.

R: Si po’, ... es verdad.


E: Por suerte, la mente sigue funcionando bien.

R: Ah!... eso funciona bien..., la mente.


E:  Bueno, todo lo que le voy a preguntar Don Eugenio dice relación con las llamas, el arreo de los animales, el pastor y los rebaños. Dice relación con eso que nos interesa mucho, porque usted sabe que estamos haciendo un estudio del camino del Inca (6)   y una de las cosas que obviamente nos interesa es ver como es el asunto de la huella. Hemos seguido la huella y la hemos estado estudiando, y hay una cantidad enorme de dudas. Bueno, yo lo voy a dejar hablar a usted con harta libertad, siéntase con la libertad de poder contestar todo lo largo que usted quiera a cada una de las preguntas. Eso es lo principal, que haya libertad.... Primero le voy a pedir su nombre completo y sus dos apellidos.

R: Yo soy Eugenio Juan Challapa Challapa, nacido el dieciocho de agosto de mil novecientos cuarenta y uno.


E: Oiga, pero ¡usted es una guagua comparado conmigo. Yo soy del año veintinueve!.

R: Oh, bueno... a usted lo ha conservado la vida en la ciudad.


E: Bueno, la vida del campo es muy dura.

R: Es dura, sí.


E: ¿Dónde nació Don Eugenio?

R: Yo nací en Cariquima. Mis padres y abuelos pertenecían a Chuallane (7), actualmente es un pueblito que quedó en ruinas. Chuallane se llama. Entonces de ahí bajaron un poquito más abajo porque su territorio, (el)  de los abuelos, era amplio y hasta actualmente lo conservamos ese territorio. Bajaron un poco más abajito, (lo) que se llama Chulluncane ahora. Bueno..., mientras yo crecía me acuerdo que vivimos en un pueblito que también está en ruinas: el Chulluncane viejo. Recuerdo que mis papas traían gente de Bolivia, a los Yatiris, porque dicen que se sentían mal ahí en ese sector (8). Se les enfermaban las guaguas, se les morían y ellos también, y dijeron: nos vamos a cambiar mejor de acá porque estamos mal. Se cambiaron (a) un poquito más allá, a unos cien metros se cambiaron, y ahí es ahora el Chulluncane nuevo.


E: ¿Qué significa Chulluncane?

R: Chulluncane significa "el lugar que tiene hielo". Como esa altura siempre ha tenido hielo, bueno... esa costra de hielo. Siempre ha tenido eso.


E: El lugar que tiene hielo, muy helado, muy frio.

R: En invierno al menos...; en este tiempo (de verano), está bien.


E: ¿Usted se reconoce miembro de alguna comunidad actualmente?

R: Claro, nosotros por territorio ancestral que yo conocí  -Chuallane se llamaba el territorio- , entonces con ese nombre se logra legalizar (9) ese sector o territorio, con el nombre de Chuallane actual, entonces el pueblito se llama Chulluncane. Actualmente, la comunidad nosotros (la) formamos cuando vivíamos todos ahí, formamos una comunidad indígena. Eso fue el año ochenta y nueve... por ahí, pero esa comunidad no tiene patrimonio territorial (9), entonces ese es el problema (que tenemos hoy). Cuando ya la documentación estaba (vigente) desde el año mil novecientos doce, (según)  esa documentación (que) pertenecía a mi abuelo.


E: ¿Cómo se llamaba su abuelo?

R: Esteban Challapa. El logró inscribir(la) en el conservador (10) de acá de Iquique, de ahí provino como herencia a mí y yo tuve que vender a diez personas en Chulluncane, el año ochenta y tres. En ese tiempo estábamos todos llenos en Chulluncane, había mucha gente y había diez familias. Esas familias compraron el ochenta por ciento de ese territorio, entonces yo me quedé con el veinte por ciento, de esa manera se amplió la parte legal a las demás familias que vivían; el año ochenta y tres fue eso. Del año ochenta y cuatro al noventa, empezó a emigrar la gente, fueron saliendo de a poco, de a poco (11); a la final quedamos unas cuatro familias nomás actualmente.


E: ¿Eran todas parientes entre sí?

R: Si, entre sí eran todas parientes. Ahí todos llevan el nombre "Challapa", ahí no hay otro apellido. Todos eran pertenecientes al abuelo, que eran primos, (o) que sean (sic! por "fueran") hermanos, algunos. Esos ya, según la historia que cuentan los abuelos, eran provenientes de Challapata, Bolivia algunos, y otros eran provenientes del lado del Titicaca (12). Antes al no existir gente (habitante) por ahí, partían con sus animalitos, y sus señoras, sus hijos y se iban al lugar donde les convenía vivir. De esa forma se ha venido poblando. Los Challapa estarían perteneciendo (originalmente)  al sector de Challapata, Bolivia. Ahí hay Challapas, (de) apellido Challapa. (Pero) también (los) hay p`al norte.


E: ¿Qué significa Challapa?

R: Challa es tierra en aymara: “(que) tiene tierra”.(12a) Oraje, también se dice (con) otra palabra, Oraje es territorio o lugar (13).


E: ¿Cuál es el nombre de su señora?

R: Se llama Gertrudis Moscoso Challapa, también. Ella perteneció -antes que se creara Cancosa- ella perteneció a un lugarcito que se llama Chalduire. Ahora se encuentra en ruinas porque esa gente se vino a (instalar a) Cancosa. Actualmente Cancosa es proveniente (14) de Chalduire, todo Cancosa.


E: ¿O sea que ella nació ahí?

R: Ella nació en Chalduire, se crió ahí y (de) lolita (15) se fue a Cancosa..., dice. De Cancosa, me la traje yo.


E: Usted me dijo: “Antes de que hubiera Cancosa”. ¿Quiere decir que Cancosa, más o menos, se sabe cuándo fue creada como pueblo?

R: Claro, Cancosa fue (creado) el año cuarenta y ocho, cuarenta y nueve, por ahí.


E: ¿Antes no había pueblo?

R: No había pueblo, había (solamente) unas casitas de unos pastoreros bolivianos (16). Bueno..., y cuando se hizo el trazado de la división (fronteriza entre) Chile con Bolivia, después de la guerra, -todo el cuento ese-, quedaron algunos caseritos  (17)   por caseríos) de los bolivianos ahí en el sector de Cancosa; eso había solamente. Entonces, por (la) posesión de algunos bolivianos, la gente de Chalduire que se venía a Cancosa, tuvieron que comprárselo. Entonces los bolivianos que vivían ahí tuvieron que irse a Bolivia. Eso es el caso (histórico)  (18).


E: Yo conozco mucho a Sigisfredo Moscoso de Cancosa y a la mamá....

R: Uno jovencito, ¿no?


E: Joven, claro.

R: Si, conozco bien a la mamá.


E: No me acuerdo cómo se llama la mamá. Fue alumno mío Sigisfredo, al principio estuvo estudiando para profesor, después no pudo terminar. Seguimos siendo muy buenos amigos.

R: Si, buen cabro, muy franco y abierto para conversar.


E: ¿Cuántos hijos tienen con su señora?

R: Tres hijos.


E: ¿Usted alcanzo a estudiar en la escuela hasta qué grado más o menos?

R: En ese tiempo, la básica era hasta seis años, (o sea hasta) sexto año primario. Yo logré terminar eso y ya no hubo oportunidad de venirme a la escuela media, los colegios secundarios estaban acá en Iquique, no (los) había ni en Pozo  (Almonte), ni en Huara, ni en ninguna otra parte. Para mis padres fue difícil traer hijos para acá para que venga (por "viniera")  a estudiar, aquí no conocía a nadie, porque hasta el año cincuenta y seis -yo tenía quince años-, el año cincuenta y seis no se pensaba que el camino carretero llegaría hasta Cariquima, era imposible. Recién el año sesenta y ocho se abre un senderito para que pueda llegar el vehículo a Cariquima, a Isluga y Colchane, (hasta) ese sector  (19).


E: ¿La escuela básica, la estudió donde usted?

R: En Cariquima.


E: ¿Había escuela?

R: Habia una escuelita en Cariquima, que el mismo poblador (le) construyó un localcito. Primero, antes de construirse el localcito, se estudiaba en una casita grande de un poblador. Se elegía una casita más o menos grandecita, los asientos de nosotros eran unos poyos de adobe y unas mesitas que había. Por la orilla, así como una especie de banquita, era para poner los cuadernitos. Eso era nuestro (lugar de)  estudio.


E: ¿El profesor venia de acá?

R: De acá subía, de acá de Iquique, un profesor que me tocó, muy buen profesor. Carlos Chibi Rojas se llamaba, era sureño, uno rubio, y había que llevarlo en mula de Chusmiza a Cariquima, y traerlo en mula (de vuelta) también, porque no había camino.


E: ¡De Chusmiza!..., ¡medio viaje!.

R: Había que dormir en Chichura, un sector que más o menos es la mitad  (del camino) de Cariquima a Chichura, de Chichura a Chusmiza.


E: ¡Qué tiempos duros aquellos!.

R: Ah sí... po’. Eso conocí yo,  (en) esos tiempos.


E: Así que usted logró terminar su básica.

R: Si, mi básica logré terminar ahí.


E: Pero ¿no pudo seguir ya estudiando?.

R: No.


E: Bueno, pero la vida le ha dado una experiencia maravillosa.

R: Ojala po’.


E: Ahora las preguntas que siguen están todas relacionadas con el tráfico y caravanas de llamas, para que usted se forme una idea de las preguntas que le vamos a hacer, porque nos interesa mucho saber detalles sobre las llamas. La primera: ¿Cuántos kilómetros puede caminar una llama cargada en un día? Más o menos.

R: A ver..., salíamos nosotros de Chulluncane. Yo empecé a andar el camino tropero de niño de ocho años... ya estoy (por estaba)  caminando ya. De Chusmiza salía a venir a dormir a Quiñuta, temprano. Eso significa (una distancia) como cincuenta kilómetros.


E: ¿Y podía una llama cargada caminar cincuenta kilómetros?

R: Sí, pero hay que calcularle la carga (20).


E: ¿Con poca carga?

R: Con poca carga, claro. (Para)  que no se canse.


E: ¿Qué llama Ud. poca carga? ¿Cuánto será?

R: Quince kilos,  no más.


E: Ah ya, poquito.

R: Poquito, claro. Quince kilos.


E: ¿Y aguantaría hasta cincuenta kilómetros?

R: Si, aguantaría.


E: ¿Pero por bajadas y subidas?

R: Sí, exacto.


E: ¡Caramba!. ¿Y en horas?

R: En horas no po’, eso no tiene medida (exacta)  porque uno a veces sale temprano, a veces sale de día, uno descansa más largo, otras (veces) hay que hacer descansar también ( al animal) si... po’. Camina, camina por el camino, entonces hay un espacio donde hay pasto o potreros, o bofedal, y ahí se deja..., ahí come la llama, descansa un rato y después hay que arrear otra vez..., así.


E: Claro. Y para distancias cortas, ¿cuánto es el máximo que se puede cargar una llama, para unos pocos kilómetros?

R: Treinta kilos.


E: Hasta treinta. ¿No más?

R: No más, no lleva más.


E: ¿Y qué pasa si a uno se le pasa un poco el peso?

R: No po’, (porque) se echa la llama. Se siente mal ya, se siente pesada. Se echa (entonces)  ya la llama.


E: ¿La llama se carga echada o se carga parada?

R: No, parada. Hay que acostumbrarle a la llama, es decir, (desde) chico; la llama (si) es grande ya, ya se acostumbra a cargar y a y quedarse paradita, quieta así. Entonces, (con) los chicos hay que amarrarlos ahí los nuevos juntos con ellos (para) que aprendan a estar parados también. Entonces a los chicos hay que cargarlos (un) poquito no más, pa’ que se vayan acostumbrándose.



E: Oiga, ¿y cómo se carga una llama? No tiene montura, ¿Cómo se afirma la carga en una llama?

R: Pa’ que no moleste mucho, en la espalda hay que ponerle siempre, lo (que) llamamos carona nosotros, pueden ser las mismas frazadas que se usa pa’ dormir uno, ¿no? Esa misma frazadita se pone al lomo. Entonces la carga, en un saquito, se amarra del medio, se comparte más o menos un equilibrio, entonces con un cordelito se comparte, (se) hace una especie de cintura. Ese (saquito)  se le coloca en el medio del lomo. Una vez colocado en el medio del lomo, se usa pura soga trenzada, no hay ningún cordel, pita, ni nada, pura soga trenzada.



E: ¿De esa que preparan los mismos pastores?

R: Claro, los mismos pastores, ahí se preparan. Entonces, se hace el lazo doble y al caer pa’ abajo el otro lado del lazo, hace una especie de argolla y con una punta de acá se engancha ahí, y se tira, se aprieta y se tuerce. El diente era muy importante, la dentadura, era muy importante  (21) para cargar, porque al torcer la soga, obvio que va a afirmar con la dentadura, entonces hace otra vuelta más y como hay una especie de gancho ahí, se saca eso..., se aprieta.


E: O sea, ¿no había cincha como (en) el caso de la mula o del caballo?.

R: No, no se usaba. Entonces uno lo va calculando, si está apretado pa’ un lado o pal’ otro lado, se calcula y la llama también lo acomoda, pa’ que no se caiga o pa’ que no le moleste.


E: Usted me decía que le enseñan a la llama desde chica. ¿A qué llama desde chica, de qué tamaño, para que vaya aprendiendo?

R: Dos años para arriba.


E: ¿No antes?

R: No, de dos años para arriba. Los llamos cargueros pueden estar (disponibles) de ocho, siete, hasta diez años.


E: ¿A qué llama  Ud. pueden estar? ¿Activos? ¿Pueden estar en uso allá?

R: Exacto, de cinco años (en adelante) ya está en pleno.


E: ¿Hasta diez años puede vivir, llamémosle así, una llama activa?

R: Trabajando, sí.


E: Pero puede vivir mucho más una llama.

R: Ah claro, porque uno lo usa al animal de repente como un vehículo, cargando.


E: Claro. O  sea, como quien dice, son los años útiles de un animal, de ocho a diez años.

R: De cinco a diez (años).


E: De cinco a diez años. Y de dos años se le inicia, se comienza.

R: A amaestrarle de cargar,  ya.


E: Oiga, ¿A veces puede cargar gente una llama? ¿Puede cargar un niño?

R: Un niño (sí), pero es peligroso, muy peligroso, porque la llama no camina por el caminito dando (por "teniendo")  cuidado, sino que es más brutal pa’ caminar. Brinca, salta, y el niño, ¿a dónde va a dar así?. (Risas).


E: Ah... ¡qué interesante!..., mira.

R: Claro, (el llamo) camina, camina, a ratos estó por el caminito, a ratos está saltando pa’ arriba, a ratos esta pa’ abajo y así camina, porque son tropas de veinte, treinta, quince, pero, en todo caso, por comer se sale a un lado y se para (d)el lomo pa’ arriba, y el niño..., ¿a dónde va a dar?. (Risas).


E: Claro. La otra pregunta es: ¿Qué tipo de huella, de tanto pasar por el mismo lugar, qué tipo de huella deja una llama? ¿Usted por ejemplo, al ver una huella dice: “Esta es de llama” o “No, esta es de burro” o “esta es de mula”? ¿Usted lo sabe distinguir?

R: Claro que si po’. Mira, la llama cuando camina en filita, hace unas rayitas, deja blanco, pero (esto es)  con la huella de las llamas. Ahora si arrea un burro, también hace lo mismo, pero un poco las huellas son más profundizadas. Entonces, está la huella del burro, así con copas de este, de las patas (22), y todo. Entonces, cuando es terreno virgen, uno lo distingue de las huellas del burro, de las llamas, porque eso es conocido ¿ve?.


E: Pero, aclarando más, ¿En qué se diferencian? Unas son más profundas, otras son más superficiales, no tan profundas. Pero, ¿alguna otra diferencia?

R: Claro, entre la profundidad y la no…(22).  Ahí está la diferencia también.


E: Ya, ¿pero en cuanto a que sean más rectas, o más chuecas?.

R: Claro, el burro siempre busca hacer zigzag pa’ una bajada. Las llamas no tanto, esa corta derecho nomás..., enderezan las curvas.


E: ¿En la bajada corta derecho una llama cargada?

R: Si, corta derecho, entonces hay que estar pendiente para que no bote la carga. En un caso si el camino tropero es (en) zigzag, entonces hay que hacerle que haga zigzag para que no se le cargue la carga hacia el cogote, o así.


E: Claro.

R: Entonces el arriero es el que busca formas cómo poder llevar las llamas cargadas.


E: ¿El arriero en ese caso va a pie?

R: Va a pie po’... Va a pie y (con) una soga en el hombro, "por si las moscas" (23) (ya) que el llamo de repente está ya botando alguna carga o se soltó el lazo de la amarra, entonces lo lacea, lo agarra y lo acomoda. 


E: Oiga ¿y usted qué cree? Porque nosotros hemos visto ahora y hemos seguido muchísimas huellas en eso que llaman el camino del inca, y todas las bajadas, todas las quebradas, hay unos zigzag impresionantes que van bajando ¿verdad? Pero por otro lado usted me decía que la llama en bajada, y en subida debe ser igual, debe partir derechito pa’ arriba ¿o no?

R: Claro. No tan derecho.., derecho que digamos, sino que también hace sus vueltas, pero no distingue el camino como el burro. El burro distingue, y cuando encuentra una huella el burro sigue por el caminito, aunque esté dando vuelta o haciendo zigzag. Pero la llama no, en partes entra en el camino, en partes se sale a un lado, en partes se hace zigzag también.


E: Interesante, bueno debe ser como el guanaco me imagino también.

R: Claro, si es parte del guanaco la llama po’.


E: Claro, son familia.

R: Son primos, no sé, pero son familia. (Risas)


E: Vamos a la otra pregunta. (Risas)

R: Claro vamos.


E: Oiga, pero ¡qué maravilla!.. las respuestas, son fantásticas. La pregunta es: ¿Puede la llama tomar agua sucia cuando está con sed, o siempre busca agua limpia?

R: Si, puede tomar cualquier tipo de agua.


E: Cualquier tipo de agua. ¿Aunque sea un poquito salobre?

R: Si, teniendo sed, si toma. Tienen que sobrevivir de esa manera.


E: Lo que encuentre.

R: Pero siempre toma de un agua que esté estable, no corriendo. Siempre toma un agua que está estática, depositada.


E: ¿Y por qué?

R: No se po’,... ellos saben. (Risas)


E: Habría que preguntarles. (Risas). Oye, ¡qué curioso!, o sea que agua de corriente,  no.

R: No. Claro, agua depositada que está pasando por ahí, y siempre hay ríos que se depositan en…


E: Charquitos.

R: Charquitos pequeños o en una vueltita. Ahí toman, no en el agua corriendo. Me parece que eso es por el asunto de la boca de repente no le capta, no le pesca el agua, ¿cuál será?.., pareciera así.


E: Al caminar una llama, ¿cuántas horas puede resistir sin tomar agua?

R: Sin tomar agua, un día entero, una noche entera, puede resistir tranquilo. (Hasta) dos días pueden resistir.


E: ¿Eso hace diferencia con la mula y el burro?

R: Anda por ahí. Pongámosle un caso que no hay agua en el desierto, entonces tiene que aguantarse aunque quiera agua, po’. (Risas). Claro, si eso viene ya por cosas que suceden; no hay agua en el momento.


E: Pero, ¿Usted podría decir por ejemplo que la llama aguanta más que el burro la sed? ¿O no? ¿O igual?

R: Yo creo que es igual, porque… A ver, usted comprenderá como buen arqueólogo, que el ser humano tiene que aguantar sí o sí, aunque sea tres días  (si) no hay agua... ¿Qué vamos a hacer?


E: Claro, pero hay animales que a lo mejor se echan y dicen: "ya no más, ya no sigo".

R: No, no, no. Aguantan, aguantan. En ese sentido aguantan, pero no sabemos cuánto tiempo. Tendremos que esperar hasta que se mueran para saber eso. (Risas).


E: La otra pregunta, y perdone las preguntas, pero son pura curiosidad que uno tiene para resolver situaciones y después para al ver ahí y decir, ¡ah! de acuerdo a lo que me decía don Eugenio, ahora entiendo porque esto o lo otro. Es muy interesante. La otra pregunta es, ¿se nota alguna diferencia en el comportamiento del animal al viajar de día o de noche?

R: Claro, la llama muy poco anda de noche, casi nada. Cuando anda cargada menos..., no camina.


E: No le gusta, ¿será porque no tiene buena vista?

R: Tiene vista, lo que pasa es que por costumbre será, o por naturaleza será,  la cosa  (es) que no camina de noche.


E: No camina de noche.  O sea, que nosotros tenemos que imaginar que en los tiempos del inca, cuando no había mulas, porque usted sabe que las mulas y todos estos animales los trajo el español y por lo tanto no había, el único animal de carga era la llama, no viajaban entonces de noche.

R: No, no viajaban de noche. Imposible eso de que hayan viajado de noche, excepto que hayan tenido luna y ni aún así.


E: ¿Ni aún así?.

R: Muy poco se puede trasladar (de noche)..., muy cortito, pero ya hacer un seguimiento, (como) una caminata ya, no. Ya cuando esté ya poniéndose el sol, ya hay que dirigirse a un lugar donde hay agua sobre todo, tanto como para la persona, como para el animal también po’. Entonces ahí hay que descargar todo eso y la llamita se echa ya cuando se oscurece, están cansadas, ya se reúnen y se echan.


E: Ya, ¡qué interesante!. La otra pregunta: ¿no es porque vean mal, sino que simplemente, como usted dice, por naturaleza será que no les gusta viajar de noche?

R: Exacto.


E: No hay caso. ¿Ni aunque lo fuerce usted?

R: Claro, aunque uno trate de forzar, pero se te va a espantar. Como que tiene miedo en las noches.


E: ¡Qué  notable!. ¿Qué problemas pueden tener los llamos al traficar por lugares muy pedregosos?

R: Ellos saben cuándo pueden pasar o no pueden pasar, entonces cuando no pueden pasar, bueno entonces no caminan, se devuelven pa’ atrás y no hay caso. Cuando ya es posible pasar por ahí, entonces sí. Y uno también tiene que ver eso, hay que ver si es posible que puedan pasar o no po’.


E: Cuando en alguna bajada se encuentran con alguna piedra movediza, mucha piedra suelta. ¿Puede pasar la llama por ahí?

R: Si, baja.


E: ¿No se hace problema?

R: No, no se hace problema.


E: ¿Y el burro?

R: El burro si,... busca un poco más aliviado, lugares más firmes y que sean más suaves las bajadas, eso busca.


E: ¿La mula igual?

R: La mula igual. Las llamas se arriesgan nomás.


E: ¿Hay algún animal o ave que asuste a la llama?

R: Claro, cualquier animal o ave que de repente vuela, lo asusta. Cualquier animal que no (lo)  haya visto la llama y de repente sale o vuela, claro se asusta.


E: ¿Cóndores o águilas?

R: Claro, eso son depredadores. El cóndor ha sido un depredador de las llamas chicas, era un terrible depredador el cóndor.


E: Pero, ¿De la llama muerta?

R: No, de la llama viva, de los llamitos vivos.


E: ¿Los ataca el cóndor?

R: Los ataca, se lanza en picada y (como) el llamo no vuela, así que trata de escapar, pero el cóndor lo alcanza. Tiene el pico así como (un) gancho, ¿no ve? Entonces le raja de la guatita y ahí en esa forma los atrapa. Es un depredador muy bandido.


E: ¿Y el águila también?

R: Entonces no, una vez cazado, el águila ahí (se)  aprovecha.


E: ¿El águila no caza?

R: El águila no caza porque es más chico que el cóndor, entonces lo gana..., no puede.


E: En los viajes largos que usted ha hecho con animales, ¿les lleva agua a los llamos para la bebida?

R: No, porque (en) nuestra zona, depende, (en)  cada sector están las aguas. Los caminos pasan por ahí y ahí toman agua.


E: ¿Cómo llaman a esos lugares donde hay agua? ¿Tienen algún nombre?

R: Bueno, "potreros", cada sector tiene sus nombres. Eso ya es sabido de toda la gente, cuando uno sale de la casa con llamos, "ya vamos a alojar en tal parte, en Chichura ya". Al día siguiente: "donde vamos a alojar, vamos a alcanzar (hasta)  Alto Chusmiza ya". Una cosa así, uno ya va programándose hasta donde va a alcanzar  (a llegar).


E: ¿Nunca les llevan agua entonces para beber en el camino?

R: No, ni pasto tampoco, porque está lleno.


E: Bueno, nosotros usamos la palabra aguada, cuando hay agüita, o vertiente. Pero, ¿en la zona aymara le tienen algún nombre, les dicen así o no?

R: Claro, hay nombres aymaras. "Jalsuri" podemos llamar donde sale el agüita ¿no?


E: ¿Cómo se llama?

R: Jalsuri, donde sale agua. Jalsuri también se interpreta como la palabra de salir, no solamente agua, la palabra salir. Aparte de jalsuri, está el nombre agregado, que puede ser chichura o huanca.


E: En sus trayectos largos, ¿Dónde descansan? ¿Tienen algún tipo de refugios por ahí?

R: ¿Pa’ dormir o pa’ descansar momentáneamente?


E: No, pa’ dormir.

R: Pa’ dormir, claro, donde uno se aloja, "ya aquí vamos a dormir". Entonces en todos esos sectores hay una especie de cueva, hay corralitos a veces también, y otras veces hasta casitas de algunos pastores ha habido. Eso más que nada, corrales que estén como para echar las llamas y (poder)  descargar y cargar. Eso se elige más, (donde haya)  corralitos. Esos corralitos están hechos por los mismos arrieros de tanto caminar pa’ alla  (y) pa’ aca, están hechos esos. Entre esos, está un rinconcito de peñascos en donde se hace el fuego.


E: ¿Usted ha escuchado la palabra pascana?

R: Pascana, claro.


E: ¿Qué es una pascana?

R: Pascana, eso es justamente eso. La pascana es donde, -como una cueva puede ser, puede ser una cueva preparada ya-, como una especie de chocita puede ser también (una)  pascana.


E: Y si yo me encuentro con una pequeñas construcción, con muritos alrededor, pero chica, digamos adentro medirá un metro, un metro y medio, no mucho más, llena de piedritas. ¿Usted le llamaría pascana? Tiene un murito y se nota que la gente ha tratado de alojar y de refugiarse ahí.

R: Si, amplía mucho la palabra pascana a ese estilo, lo que (Ud.) me está diciendo. Eso es una que se puede decir pascana, otra es una especie de cuevita que también está rodeada con muritos.


E: Pero, ¿la pascana tiene techo o no, normalmente?

R: No, puede tener techo o no puede tener; la palabra (que se usa) es la misma.


E: ¡Qué interesante!. ¿Cómo le llaman ustedes a las marcas que hay en el camino, en una huella o en un camino, formadas por piedrecitas? ¿Qué nombre le dan?

R: Bueno, "apachetas" se le llama.


E: No, claro, la apacheta esas si las conozco, esas son grandes y la gente deposita una piedra. Pero, montones de piedra que de repente uno se encuentra ahí, que pueden tener diez, veinte, piedrecitas, como señalizando, como marcando una ruta o un camino. ¿Qué nombre le daría usted?

R: Nombre especifico no tendría, sino que tendría que haber una dirección de monolitos hacia dónde va, una cosa que no tiene camino todavía. Entonces se le puede indicar con un monolito.


E: Aquí me hizo falta haberle mostrado una foto. Es interesante porque a lo mejor hay una palabra aymara para eso, para mostrar eso que nosotros le damos otro nombre en castellano, le llamamos un “hito”.

R: En castellano tiene una ampliación inmensa.


E: Claro.

R: Este es Chulluncane viejo, más arriba estaba Chugallane.


E: Pero acá hay una cantidad de casitas ¿ah?

R: Claro, eso era el Chulluncane antiguo. Un poquito más acá está el Chulluncane nuevo,  actual. Por acá bajaron los abuelos, bajaron acá a vivir, y acá se sintieron mal, (con)  enfermedad, muerte y qué sé yo. Detrás de ese cerrito hay un bofedal grande que se llama Chuguallane, ese es Chuguallane. Hay varias vertientes ahí...


E: Qué maravilla esta foto. Le vamos a tomar foto a la foto... Oiga, alguna vez cuando tiene que hacer recorridos largos con las llamas cargadas, ¿Cómo les protegen las patitas?

R: Mira, las patitas en tierra que no tenga sal,  aguantan;  tendría que ser demasiada (la)  carrera pa’ que se rompan las patitas;  pero así,  con camino suave, andando, caminando,  no, no le pasa nada.


E: No le pasa nada. ¿Y cuando hay un terreno muy pedregoso?

R: Tampoco porque el terreno no tiene sal, el terreno es dulce, entonces aguanta ahí. Cuando usted entra a una pampa en el salar, ahí si se rompe.


E: ¿Usted escuchó alguna vez que les pusieran una especie de zapatitos a las llamas?

R: Sí, se le pone zapatitos. Se le pone, por ejemplo, el mismo cuero de las llamas: se le moja, en un caso si tuviera que caminar quizás meses o semanas, ahí hay que pensar en eso ya. Si hay que caminar dos o tres días, no pasa nada. Entonces en lugares que descansa la llama, -que no camina ese día-, entonces ahí esta tranquilo.


E: ¿Y cómo le hacen esos zapatitos?

R: Pongámosle que ésta sea la patita (hace un gesto con la mano)  te la recorta alrededor más o menos grandecito y le hace hoyitos acá (y) como en el cuero esta mojadito y se le aprieta el cuerito..., se le recoge.


E: ¿Y usted lo ha hecho eso?

R: Si, po´, por eso conozco.


E: ¿Y se acostumbra el animalito?

R: Si, al primero no, pero después ya tranquilo camina. Un ratito hace eso porque (el animal) se siente un poco raro...


E: Natural, claro. Qué fantástico. ¿Qué se debe hacer si el llamo cansado se echa al suelo?

R: Ya el llamo no (se)  recupera ya. Eso hay que dejarlo nomás ya (entonces hay que) trasladar, sacar la carga y arreglárselas llevando(lo) uno, o si hay (disponible) otro llamo vacío, puedes cargarlo ahí. Ese pobre llamito (cansado), hay que dejarlo ya.


E: Al descargarlo, ¿se para o ya no?

R: Se para sí, pero ya (está)  cansado, ya no da más ya. Entonces ese pobre animal, de esa parte hay que cuidar, no se carga con sobrepeso.


E: ¿No hay que tratar de levantarlo?

R: Si se para,  puede andar un poquito, pero caminar cargado, ya no ya.


E: O sea, obligado ahí a hacer descanso.

R: No, porque hay obligaciones que tiene que llegar uno al lugar donde tienen que dormir, ¿ve? Entonces se deja el llamito ahí..., entonces el llamito sabe cuándo se le pasa (el agotamient en )  uno o dos días, aunque solito tiene que quedar nomás.


E: ¿Lo dejan solito ahí?

R: Es que queda porque está cansado, entonces dentro de tres días o dos días, cuando se le pasa ya, entonces se va, porque el llamito cuando se acostumbra en un sector, ya no se va muy fácil para otra parte. Por ejemplo (si) ese sector se llama "Iquique", ya se acostumbró en "Iquique" el llamo ya, ya no se va tan fácil a Hospicio o a Las Negras ¿no?, si no que da vueltas alrededor y sigue ahí (mismo).


E: ¿Por qué se acostumbrará? ¿Por los olores? ¿Huele? ¿no es como el perro que huele todo el tiempo?

R: No, por la naturaleza. Nacido, criado y vive ahí. Por costumbre natural.


E: Ya me explicó usted cómo se amarra la carga en el lomo de un llamo, usando la soga y a lo mejor dos o tres pasadas de la soga. Yo me acuerdo, -yo soy hijo de campesino de la zona central-, nosotros ahí aprendíamos de niño a montar a caballo, y cuando había que caminar mucho yo me acuerdo que a los caballos le ponían una doble cincha, una más adelante y la otra más atrás, para que la montura no se moviera cuando había que subir y bajar. ¿También le ponen una amarra más adelante y otra más atrás a la llamita?

R: Máximo tiene que dar vuelta cuatro vueltas; tres entre cuatro vueltas funciona la amarra de la carga.


E: Apretado bastante firme.

R: Claro, entonces una de esas amarras va atrasito.


E: Ah, esa era la pregunta. ¿Qué tipo de sogas o correas emplean para eso? ¿Tienen algún nombre especial para esa soga?

R: Bueno, huisca o visca. Visca se llaman en aymara.


E: ¿Son correas gruesas?

R: Son gruesas, de varias hebras.


E: ¿Cómo deben ser? Por lo menos cuatro o seis…

R: Cinco.


E: ¿Cinco hilos?

R: Cinco hebras.


E: ¿Cinco hebras?

R: Claro, de cinco hebras se hace el trenzado.


E: ¿Usted sabe hacer ese trenzado?

R: Si po’, yo sé hacer el trenzado.


E: ¿De cinco hebras?

R: De cinco.


E: ¿Esa es una vizca?

R: Vizca.


E: Ah! qué interesante, y ¿qué largo tienen?

R: Tiene cinco "brazadas", ahí no se habla de metro:  (solo) "brazada" (24). (risas).


E: Brazada,  ¿es con los brazos enteramente abiertos?.

R: Abiertos, eso es... Cinco brazadas tiene que ser  (la soga).


E: ¿Con qué cantidad de animales solían, o suelen, ustedes viajar cuando van en caravana? O sea, en otras palabras, cada arriero ¿Cuántos animales puede llevar? Porque me imagino que no puede llevar cualquier número, tiene que ser un número relativamente pequeño.

R: Claro, por un lado puede ser pequeño, por otro lado puede ser numerosa también, debido a la cantidad de carga que tiene que llevar. Puede ser hasta de cinco llamitos.



E: ¿No más?

R: No, puede ser... (pero) de ahí (se) empieza.


E: Ah, ¿de cinco pa’ arriba?

R: De cinco pa’ arriba (se) empieza...


E: Pero, ¿puede pensarse en una caravana de cincuenta llamos?

R: Claro, puede haber de cincuenta llamos, pero (entonces)  tiene que llevar varios...., unos diez arrieros.


E: Ah no, pero yo decía por arriero. ¿Cada arriero ¡cuántos animales más o menos puede controlar?

R: Cinco.


E: Cinco. ¿No más?

R: Bueno, todo depende de la llama (si ella) acostumbrada a cargar, porque si las llamas son un poco inquietas, chúcaras, qué se yo...., no quieren dejarse cargar, entonces una sola persona no puede cargar tanto. Entonces cinco, cuando más puede dominar, controlar.


E: Claro, porque no solamente las arrea, sino que las tiene que cargar y descargar.

R: Claro.


E: Ah ya. ¿El arriero puede ir a veces montado?

R: No, de ninguna manera, porque las llamas hay que arrear(las), entonces (si estás) montado, las llamas se van pal’ lado que quieren, y algunos (animales) se van a quedar atrás y se descontrola. Y aún así, bueno "por cultura" diríamos, nunca se monta un llamo.


E: No, ya lo sé, pero me refiero, ¿el arriero puede ir montado en una mula o un burro y puede ir arreando un grupito de llamos?

R: Si, eso se puede hacer. Se puede hacer que (en) una mula, vaya uno montado arreando llamas..., sí se puede hacer.


E: Pero, ¿es más común ver a los arrieros que van a pie?

R: Claro, es muy común eso, porque (al) andar a pie junto con los llamos, tiene (uno) mucha facilidad para controlar el camino y la forma en que caminan las llamas también.


E: En cambio si va montado en un burro no tendría forma de controlar.

R: No po’, no puede controlarlo, ahí controla el burro...


(Risas).

E: Usted me dijo que una llama podía cargar máximo unos treinta kilos para distancias relativamente cortas.

R: Claro, como ser de Cariquima a Chusmiza, Chiapa (por el camino...). Muy rara vez hasta Huara, han llegado hasta Huara.


E: ¿Hasta Huara desde allá arriba?

R: Claro, han llegado hasta Huara.


E: ¿Sin parar?

R: No po’, durmiendo  (por el camino...).


E: Ah no, durmiendo, claro. Pero, si yo la cargo con treinta kilos, ¿el animal puede caminar bien desde Cariquima hasta Chusmiza?

R: Claro, camina bien.  (Entonces)  habría que demorarse tres días, con descanso y durmiendo.


E: Pero, en un día ¿cuánto puede caminar? En una jornada de camino.

R: Cuarenta a cincuenta kilómetros.


E: ¿Máximo?

R: Máximo, si po’.


E: En terreno relativamente parejo, porque si el terreno es así, (hace una seña con la mano), la cosa se complica.

R: Si po’, también tiene subidas y bajadas, pero no son terrenos que le hagan daño a las patas, no son terrenos que puedan afectar la caminata.


E: Con respecto a la capacidad de carga, un burro ¿cuánta carga puede llevar?

R: Bueno, depende de la calidad de burro, hay grandes, chicos. Pero hasta cincuenta kilos lleva el burro, cuando mucho.


E: Cuando mucho. Pero puede cargar a una persona, y una persona pesa ochenta.

R: Si po’, pero depende del burro, hay burros grandes, hay burros chicos. Hay burros grandes, esos pueden llevar, pero va cansado el burrito. Una mula mismo va cansada, (cargando) con una persona como (de) ochenta kilos.


E: ¿No más de cincuenta kilos una mula tampoco?.

R: Una mula puede llevar un poquito más.


E: ¿Un poquito más que el burro?

R: Claro.


E: ¿Cómo llamaría usted a un grupo de llamas cargadas que van siendo guiadas por un arriero?

R: "Tropa", po’. Una tropa, una tropita. Un tropazo cuando es grande. (Risas)


E: La palabra arreo, ¿no?

R: Arreo, si po.. Arriar.


E: ¿Un arreo de llamas?

R: Un "arreo de llamas", si podría ser. Claro.


E: Pero cuando hablan ustedes o se refieren a eso van a usar la palabra tropa?.

R: Más usamos "tropa".


E: ¿Aunque sean muchos animales igual sería una tropa?

R: Si, igual, aunque sea de diez, veinte, quince, treinta, así. Tropa. Así se diferencia de la cantidad, al hablar de tropa ya es un grupo, después ya uno se refiere a la cantidad exacta, una tropa de treinta, una tropa de cuarenta, de veinte, de quince..., así.



E: Claro, pero tropa es la palabra. ¿Y en aymara hay alguna palabra para decirlo?

R: No, "tropa" también dice, siempre lo hemos hablado "tropa".


E: ¿Cómo se llevan entre si los llamos con los burros o las mulas, si están en un corral, por ejemplo?

R: Bueno, a veces bien, otras veces…(?.). Es relativo eso. Sí, pero, no cuadra la cosa, como que no cuadra por esencia natural: el burro entre burros, la llama entre llamas, cosas así.


 La pregunta va porque de repente yo me he encontrado con algunos corrales en varias partes que tienen como unos corralitos chicos a los lados, y yo me preguntaba ¿para que serán estos corralitos más chicos?, ¿serán para las crías o serán para separar animales?

R: Bueno, si es corralito chico, de repente es (usado) para dormir la persona o el arriero. Claro, porque no creo que haya corralitos chicos para cargar o descargar llamas, si no que siempre han habido corrales grandecitos.


E: Ya,  O sea que esos chicos pueden ser para que aloje alguna persona. Es un alojamiento para la persona. Pero normalmente en un corral, ¿usted puede echar animales, puede echar burros, llamos, mulas, todo junto, no hay mayor problema?

R: Sí..., sí se puede echar.


E: ¿No pelean?

R: No, no pelean.


E: Me tocó una vez hace bastantes años en el salar del Huasco, estaba yo feliz de la vida tratando de fotografiar, y un llamo parte a la carrera y me embistió. Me botó al suelo.

R: Seria un llamo huacho  entonces, criado en la casa. Eso debe ser.


E: Oiga, me pegó un tremendo empellón. Estaba con mis amigos, no alcancé a reaccionar. La cámara fotográfica salto pa’ un lado y mis amigos se reían de mí, y me tomaron hasta una foto. Yo dije ¿qué habrá pasado? Y ahí la pregunta, ¿en qué ocasiones embisten? Porque me embistió, se me tiró encima.

R: No, ese llamito ha sido criado con la persona. No embiste jamás un llamo contra un ser humano. Nunca, entonces ese llamito ha sido criado desde chiquitito con la persona y hay (ahí) una confianza.


E:  O sea, no hubo mala intención, todo lo contrario.

R: No po’, seguramente hizo un tipo de saludo o (de) confianza. Yo tengo llamitos criados así y se paran al lado de uno, uno los abraza. Eso tiene que haber sido.


E: Otra pregunta, ¿es verdad que los llamos acostumbran cagar siempre en los mismos sitios?

R: Claro, por naturaleza. Son limpios esos animales, no hacen guano en ninguna parte, ni desparraman tampoco. (En) una sola partecita amontonan (su excremento).


E: O sea que si yo encuentro un sendero, ¿deberíamos encontrar de tanto en tanto estos lugares donde ellos hacen sus necesidades?

R: Claro.


E: ¿Y cómo les llaman a esos lugares donde hacen sus necesidades?

R: Guano, guano, nomás.


E: Pero, ¿le llaman lugar de guano?, ¿o tienen algún otro nombre?

R: No, guano de llama, guanotaje. "Guano" nomás es la palabra.


E: Pero el lugar, de manera que yo le dijera “Ahí hay un….”

R: Un lugar de guano, tendrías que explicarle en español ahí po’.


E: Claro, porque en español tenemos algunas palabras.

R: Claro, ahora si lo explicamos en aymara, claro se explica en aymara, pero no hay un nombre específico (con el ) que se llama tal cosa.


E: Ah no tienen un nombre específico en castellano. ¿Y en aymara tampoco?

R: En aymara  si po’, ugar guano talle…; por ahí puedes llegar. Yo estoy hablando que hay un guanito, guano uti, guano taje. Es como una indicación que se hablaría esa parte, pero un nombre especifico, no.


E: ¿Ese guano lo aprovechan? ¿Se utiliza para algo?

R: Claro, se debería utilizar, pero no lo están utilizando los aymaras, se han vuelto flojos ya  y no hacen la pequeña hortaliza. Se usa más para cultivar la tierra.


E: Para abonar, se podría usar para abonar bien. Otra pregunta es bien interesante, porque muchas veces encontramos corrales, ¿Qué características debe tener un buen corral de llamos? Supongamos que usted tiene un grupo de llamos y va a hacerles un buen corral, ¿Cómo son los corrales?

R: Los corrales están hechos por piedra, incluso por adobe se puede hacer ya, bueno firme, el adobe ya está montando barro por barro, así. Eso es más firme, tiene más firmeza, pero menos duración, eso sí. El corral de piedra esta hecho por unidad y dándole el equilibrio a las piedras pa’ que no se caigan. El corralero, el que hace corral, los hace y se pone y se busca el equilibrio. En esa forma se construye desde una sola fila nomás el corral de piedra.


E: ¿Qué alto más o menos deben tener los muritos?

R: Tiene que tener, asomando uno la cabeza, no se cuanto tenga uno. Uno puede asomar la cabeza solamente, el corral tiene hasta la estatura de uno nomás. Hasta el cuello puede llegar.


E: ¿No más que eso?

R: Si se puede hacer eso, es relativo. Se puede hacer aún más.


E: ¿Y la forma?

R: Se hacían (antiguamente) redondas; bueno, esa forma está de acuerdo al terreno. Pueden ser medias cuadradas, medias ovaladas también, pero últimamente se está conociendo más cuadradas que redondas.


E: O sea, que las redondas pueden ser más antiguas.

R: Eso, más antiguos pueden ser las redondas.


E: Pero, ¿nunca las hacen con el sistema de pirca?, porque usted sabe lo que es una pirca.

R: Sí.


E: ¿No (es) cierto?,  (con)  muros bien hechitos.

R: No, no se ha usado.


E: ¿No es necesario?.

R: No es necesario, porque las pircas hay que hacer(las) con doble pircado, con doble fila, ¿no?.


E: Exacto.

R: Entonces ahí ya van trabándose las piedras, se ponen más firmes. Eso no se ha hecho, puede ser por (ser) escaso (el)  material de piedra, y más (se) usa así por unidad.


E: Usted me decía que el alto de un muro de un corral, es más o menos hasta aquí, hasta el cuello de una persona. ¿Por qué? ¿Porque si no, lo saltan?

R: Claro, si es más bajo se (lo)  saltarían po’.


E: ¿Quiénes tienen mayor facilidad para saltar: los burros, las mulas?

R: No, las llamas. Las llamas tienen más facilidad para saltar. Los burros no, son más tímidos esos. Los burros pueden estar en un corralito más bajito.


E: Yo creo que nunca le habían hecho preguntas tan raras a usted, ¿ah?

(Risas)


E: ¿Usted (mirando) en el suelo entonces, al ver puede distinguir huellas de llamo en el suelo y decir, aquí ha habido llamitos?

R: Claro, con una rayita por ejemplo. Bueno, para distinguir de mucho tiempo que haya pasado, entonces uno ve, po’. Cuando es profundizada la raya del camino, (significa que)  pasó mula o burro por ahí.


E: ¿Son muy rectas o son más o menos así?

R: No, siempre va culebreando (26).


E: Con respecto al guano, a la caca de la llama. ¿Se diferencia del de la oveja?

R: Claro que sí.


E: ¿En qué se diferencia? Yo he tenido ese problema, no sé si de repente ese (que veo) es guano de oveja, o de llamo, o de guanaco, o vicuña.

R: El de oveja son más chiquititos y más redonditos. El de las llamas son un poco más grandecitas y ovaladitos, más larguitos.... así..  (hace un seña).


E: ¿Y el de la vicuña?

R: Son más chicas, pero ovalados, larguitas.


E:  O sea, las que tienden a ser redonditas serian (de) ovejas. Mira, qué interesante, para reconocer el guano.

R: Va a aprender otra clase más.  (Risas).


E: Es que de repente uno se encuentra y dice, pareciera que esto fuera de llamo, pero no sé si será de llamo o será de oveja. Porque es muy importante a veces, por ejemplo en Quipisca cuando encontramos una casita, un tambillo, dentro del tambillo había guano. Lo que a mí me llamó la atención, yo creo que era guano de llamo, porque encontramos unas mazorquitas de maíz de este porte  (6-7 cm). Una mazorquita de maíz, completita, de este porte, solamente puede ser de época indígena, porque hoy día…

R: Si es chiquitita claro, tiene que haber sido indígena.


E: Así era, chiquitita. Pa’ que sea de maíz por lo menos tiene que ser de aquí pa’ arriba (gesto indicativo). ¿No cierto? Más grande, la mazorca es grandota.

R: Claro, pa’ ser (de) maíz, tiene que ser más o menos un gemesito así.  (hace seña de unos 7-8 cm).


E: Pero esas eran chiquititas.

R: ¿Y los granitos? ¿Era chiquitito también, el grano?...(Entonces) la mazorca sería así como usted dice  (de tiempos indígenas).


E: La mazorca era de este porte  (seña para sugerir tamaño) , no tenía granos, era la pura coronta nomás. No tenía granitos. Bueno, por la coronta uno saca la conclusión de que los granitos también eran chiquititos. ¿Crecen todavía de esas mazorcas pequeñas salvajes?

R: Ya no ya, imposible.


E: Han buscado como locos los científicos en todas partes, porque es muy extraño, porque tanto en México como acá… Se supone que el maíz unos dicen que es originario de México, otros dicen que es originario del Perú, y han tratado de encontrar las especies silvestres, pero no las han podido encontrar nunca. O sea todo lo que se desarrolló se siguió cultivando y se perdió el ancestro. ¿Qué características debería tener un buen corral de llamo?

R: Bueno, hay dos formas de planificar la construcción de un corral. Una, que puede ser cerca del bofedal donde pastan las llamas, mirando hacia ese lado. Otra puede ser para hacer floreos o algún acto ceremonial puede ser; esos están cerca del pueblito donde  vive el animal. (El) otro puede ser para acostumbrarlos en un solo sector, es un corral amplio, grande, donde pueda llegar, en zonas más abrigados, zonas que tengan un abrigo para el frío que entra por un lado.


E: ¿Usted habrá visto que en algunos de esos corrales les hagan un sombreadero para que los animales tengan algo de sombra?

R: Claro, los originarios habrán pensado cuántas veces hacerles sombra... pero, ¿de adónde sacaban materiales?... Eso es el problema. Entonces ahora más bien  (se puede hacer) con el apoyo de las instituciones, organismos…


E: Con los materiales que existen hoy día, el plástico y todas estas historias, claro. ¿Hay alguna diferencia entre un corral para llamo y uno para burros o mulas?

R: Si, hay una diferencia.


E: Mira que interesante.

R: Para burro y mulas, o caballos, ese sí que lo hacen doble, doble muro, porque el burro tiene una manera (o costumbre)  de rascarse el cuerpo apegado al  (muro),  (y) entonces lo voltea muy rápido…


E: Bota la muralla.

R: Claro, bota la pirca, po’.  (Risas)


R: Entonces lo hacen más firme, doble, ahí que se rasquen en piedra.


E: ¿Alguna vez se le amarra al hocico o a la cabeza del llamo alguna especie de rienda como para guiarlo? O no es necesario?.

R: A ver, la gente originaria nunca le ha amarrado eso, ni lo ha usado. A los burros sí, a los burros se le ha usado de esa manera. A las llamas no, los han acostumbrado, los han amaestrado. Por ejemplo, aquí en la ciudad para sacar fotos, algunos lo están usando.


E: ¿No necesitan llevarlos con una soga al cuello?

R: No.


E: ¿Nada?

R: Nada.


E: ¡Qué fantástico!. ¿El llamo se acostumbra a un solo pastor? ¿O puede cambiar a cualquier pastor?

R: A cualquier pastor nomás, po’.


E: A cualquier pastor.

R: ¡Hasta don Horacio puede (entonces)  pastorear!

.

E: Las preguntas que hago son bien especiales. ¿Con qué tipo de gestos el pastor se gana la confianza del animal? Porque yo me imagino que se establece una especie de cariño mutuo, ¿no? con un animal, tanto que le llegan hasta a poner nombre po’ y muchos de los llamos, o casi todos los llamos de una tropa tienen nombre.

R: Mira, por esencia natural las llamas conocen a su pastor, y por la manera de silbarle, o de gritarle por ejemplo, ¡"Vamos caminando"!, una cosa así. Entonces levantan la cabeza y parten. Otro puede que sea así también, pero ya medio espantado, ya este es otro gallo....


E: ¿Y alguna señal de afecto o de cariño al animal?

R: Cuando el pastorero acostumbrado de todos los días, uno va llegando, (el animal)  mira y no se asusta. Y (la costumbre de)  hablarles también.


E: ¡Qué genial!. ¿Cuál es el tipo ideal de perro pastor para guiar llamos? Porque yo me imagino que hay perros para guiar los llamos, po’, ¿O no?

R: Claro, el mundo andino siempre ha ocupado perros chicos nomás, porque por una parte perros grandes no ha habido en esos sectores y, además, es peligroso (emplearlos porque) empiezan a cazar. Imposible criar esos animales (del) tipo "policial"  que hay acá, grandes, no, (es) muy difícil. Siempre tiene un olor a carne la llama y ya está un tiempo nomás así como andando, (y) después ya de repente nomás cazan;  a (cazar) llamitos chicos empiezan.


E: O sea, que un perro grande se podría comer a un llamito recién nacido.

R: Recién nacidos, así como también ya grandes.


E: Ahora, alguna otra cosa especial aparte del tamaño, ¿alguna raza especial?  O da lo mismo eso, a cualquiera lo pueden acostumbrar, a cualquier tipo de raza de perro.

R: No, cualquier perrito se acostumbra con las llamas y las llamas ya empiezan a conocerlo cuando no les hace daño. Hay perros que les gusta corretear a los llamos (26a) con el ladrido, y seguirles. Yo he tenido muy buenos perritos..., no grandes perros.


E: ¿A qué le llama uno grande? ¿De qué tamaño o cuántos kilos más o menos?

R: (Hace un gesto  con las manos para  indicar tamaño).


E: Ah!,  bien chiquititos.

R: Y son buenos pastoreritos, con el ladrido, de por aquí, de por allá. Cuando uno les dice, "vaya a bajar a ese llamo", está muy lejos, no se hace caso cuando uno lo silba, entonces uno dice "vaya pa’ allá" el perrito corre, se acerca y empieza a ladrarle. A veces los llamos se dan vuelta y quieren manotearle, pero el perrito es más ágil que la llama. Hasta que (finalmente) lo trae.


E: Ya llevamos más de cuarenta preguntas contestadas, imagínate.

R: ¿Y cuántas le faltan todavía? (Risas).


E: ¿Qué marca le ponen a los llamos como señal de propiedad? Porque yo aprendí de mis amigos de Lirima que cada familia le pone una marquita especial.

R: Mira, hay varios tipos de marca, muchos tipos de marca. Entonces, uno elige  (una), que no sea tan igual como (las) del vecino, como la de la otra familia, entonces uno lo diferencia  (así)  por las marcas.


E: ¿En la orejita?

R: En la orejita, sí.


E: ¿Son cortecitos?

R: Si po’, en las orejitas, parado así. (En) la oreja se distingue: la delantera y la trasera, cuando la oreja está parado. Talko le llaman al cortecito, entonces se saca un talko (de) un lado, al otro lado otro talko. Pueden sacarse ambos talkos de una oreja, también le puede hacer una ventanita en una oreja, izquierda o derecha, siempre se diferencia izquierdo o derecho, eso hay que (saber)  diferenciarlo.


E: ¿Las marcas de los suyos están a qué lado?

R: Están aquí atrás, puro atrás. Uno atrás y un despunte en la punta. Eso no lo tienen las otras familias. Entonces cuando las llamas también se......(27) a veces los machos los bota (a) los maltones nuevos, y el chico se va a la otra tropa. Entonces ahí se fija, ah! este es llamito de fulano (de) tal, porque ya se sabe las marcas que tiene (puestas) cada familia.


E: ¿Les sangra mucho cuando les hacen esos cortecitos?

R: No, un ratito, sangra sí.


E: ¿Con algún cuchillito especial?

R: No, tiene un bisturí. (Risas). Con una navaja bien filudita, se dobla la orejita y se saca el talkito.


E: ¿Qué hacen con el pedacito que le cortaron?

R: Se guarda hasta que se seque eso.


E: ¿Lo guardan? ¿No lo botan?

R: No, se guarda.


E: ¿Usted hace el floreo de los animales?

R: Si.


E: ¿Todos los años?

R: No, año por medio.


E: ¿En qué fecha?

R: Principalmente entre enero y febrero. Yo puedo programar la fecha adecuada para eso.


E: ¿Y la razón de esa fecha cuál es? ¿Por qué en enero y febrero?

R: Porque son fechas, digamos, es lluvioso el tiempo, entonces los campos están verdeando, los bofedales están verdes, los campos están regados y se siente una atracción que combina mucho con la llama, una atracción andina. Uno mismo (lo nota), no es zona helada, no es tiempo helado, es una frescura impresionante.


E: O  sea, ¿no es para San Juan como algunos me decían?

R: No.


E: ¿Parece que en algunas comunidades?

R: Algunas comunidades (lo) hacían en San Juan  (28), pero (para el floreo)  de oveja, no de llama.


E: Ah, de oveja.

R: De ovejita nomás.


E: ¿Eso es para el mes de junio?

R: Claro, después del cristianismo llegaron los curas y dijeron, bueno Tata San Juan tiene ovejas, entonces los indígenas dijeron, ya po’ hagamos floreo en Tata San Juan porque tiene ovejas. De ahí proviene esa cuestión de hacer(lo) en (la fiesta de)   San Juan.


E: ¿Pero no es que antiguamente haya sido en todas partes en esa fecha?

R: No, podía haber sido en conjunto con las llamas, pero no en San Juan.


E: ¿Hay siempre relación entre floreo y esquila?

R: No, la esquila es en otro tiempo. La esquila es en septiembre, octubre. Cuando mucho noviembre, también.


E: ¿No se hacen al mismo tiempo entonces?

R: No. Al mismo tiempo es lluvioso.


E: ¿El floreo como lo describiría usted? ¿En qué consiste?

R: Porque lo floreo, ¿sí?... El floreo es una manera de entregarle afecto al animal que (uno) tiene, uno está viviendo permanentemente con sus animalitos, entonces ya es momento de poderles entregar un afecto, un cariño, poniéndole aretitos, de color, de lana. También haciéndoles participar con invitados, un momento de alegría.


E: Claro, de tipo social para convidarlos a la parentela, a los amigos. ¿Se molesta mucho el animal con las flores que le ponen?

R: Puede que sí, puede que no, pero ya llega el momento en que hay que cumplir todo eso.


E: ¿Es una tradición muy antigua?

R: Muy antigua, el floreo, la tradición esa.


E: ¿Habrá habido floreo en la época de los incas?

R: Claro, tiene que haber (habido). De ahí proviene esa costumbre. Los tejidos..., todo eso son técnicas incaicas.


E: ¿Qué lugares prefiere el llamo para comer?

R: Las llamas siempre prefieren lugares donde haya más pastizales, ya sea paja o bofedales, donde hay bastante agua. Bueno, el altiplano con el potrero de acá del valle es (algo)  diferente; entonces las llamas prefieren más  (los) pastizales de campo.


E: ¿Más que el bofedal? ¿Si acaso hay pasto? Bofedal significa tener las patas metidas en el agua, me imagino que debe…                                                    

R: No tanto así, si no que están verdeados de pasto,  o sea que ya están crecidos, ya están verdes ya. Entonces eso cambia por época, en tiempo de invierno los bofedales, los potreros, están secos, congelados, están mal. Entonces las llamas prefieren ya irse a la parte seca, donde están las pajas (29) y otros arbustos que también son comestibles.


E: ¿Cuáles son las plantas que más les gustan?

R: Paja. La paja brava..., después entre eso está la añaguaya, después está el quisi, tasabe, ya después están algunos pastitos que están secos, del tiempo de las lluvias estaban verdes y ya están resecas ya. Lampaya también pueden comer, siputura también. Eso comen.


E: ¿Y qué pasa con otras? ¿Qué pasa con la t’ola?

R: Todo eso están comiendo, de un poquito de acá, otro poquito de  allá. La cosa es pasar el invierno.


E: O sea, prácticamente comen casi todo. Pero yo he escuchado que hay algunas plantas venenosas.

R: Venenosa. ¿Cuál podría ser? A ver…


E: Me contaba a mí una señora del salar del Huasco, me contaba de una plantita venenosa, que era muy peligrosa para los animales, y cuando la veían por ahí la arrancaban.

R: Ese se llama ayro. Esa es la planta venenosa. Claro, eso sale en tiempo de lluvia, ahí está perdiéndose. Así de este porte nomás son. Eso comen cuando están verdes, eso pescan y ese ayro, no se purifica en el estómago de la llama, si no que sigue como más viviendo. Sigue vivo y eso le hace mal. Eso es muy peligroso.


E: Y para acá abajo, imagínese la zona de Curaña. ¿Usted conoce la zona de Aroma o de Curaña?

R: Sí.


E: En esa parte hay una planta que le llaman la pillalla.

R: Ah no!, eso es comestible, (con) eso no pasa nada.


E: ¿Comen los llamos la pillalla  (29)?

R: Sí, comen también.


E: ¿Y la sorona (30)?

R: Sorona no sé si comerá, pero como no hay en el altiplano, los llamos no (la) conocen acá.


E: Tiene toda la razón. Habría que probar si la comen o no la comen.

R: Y no darles otro pasto. "Si queris, comis". (Risas).


E: Claro, porque la pillalla si po’. ¿Y los brotecitos del molle  (31? ¿Comerán?

R: Tampoco lo conocen.


E: Tampoco lo conocen (Risas). ¿Y el tamarugo y el algarrobo? Yo creo que sí.

R: Esos sí, lo han traído y lo han probado. Va a agarrar vuelo con el tamarugo.


E: ¿Y el frutito del tamarugo (32) también lo comerán?

R: También po’, claro igual.


E: ¿El burro también po’?.

R: El burro "agarra papa", como se dice (30).


E: La paja brava es lo que más come me decía usted, le gusta la paja brava me imagino. ¿Qué lugares elige para parir la llama?

R: En cualquier parte, cuando lo agarra el parto nomás. Claro que a veces trata de quedarse ya cuando se siente mal, que va a parir, entonces trata de quedarse  (un) poco aparte de la tropa de llamos.


E: ¿Y los lugares donde se revuelcan en el suelo? Entiendo que hay lugarcitos que tienen, ¿Cómo se llaman?

R: Sunquiña.


E: ¿Esos son los revolcaderos de ellos?

R: Claro, esos son los revolcaderos, lo hacen en una sola parte, ellos saben. Ellos mismos lo hacen también cuando ya hay hoyitos, donde se han revolcado varias veces los mismos, entonces se han hecho unos hoyos grandes nomás también. Entonces ven que está revolcándose uno, el otro también se revuelca al lado y así se va formando el hoyito.


E: ¿Para qué se revuelcan?

R: Yo creo que porque les cuece  (31) por escuece o pica el cuerpo.


E: ¿O será por bichos?

R: No, no hay bichos. Yo creo que ya todos los días (cubiertos) con lana, yo creo que se sentirán un poco molestos…


E: Incómodos.

R: Ahí está, se incomodan.


E: Nosotros los arqueólogos les llamamos los revolcaderos. Estos revolcaderos entonces, ¿son siempre los mismos? ¿Se revuelcan en los mismos lugares?

R: En los mismos lugares donde existe el revolcadero, po’.


E: ¿Y eso está cerca de los senderos?

R: No, está en cualquier parte donde ellos han elegido. Ellos eligen donde revolcarse.


E: Me imagino que deben ser lugares muy blandos, de tierra blandita.

R: Exactamente.


E: ¿Hasta qué edad puede llegar una llama?

R: Veinte años puede llegar... Viejita ya.


E: Pero años útiles me decía usted no más de…

R: Diez.


E: ¿Y un burro?

R: Yo creo que por ahí también.


E: ¿Y la mula?

R: Igual.


E: No hay mucha diferencia.

R: No hay mucha diferencia.


E: ¿Cómo se hace el charqui de llamo?

R: Bueno, después de la faena de llama, la carne ya, empieza uno a sacar la pura carne del hueso. Primero se saca por lonja, y la carne de… bueno, yo creo que todo animal es así, las vacas igual, tiene unas rayitas que están formados la carne en las piernas, tiene como una costurita, entonces se va abriendo por esa costurita y se va saliendo por lonjas, por "choclos" que le llaman. Una vez sacado eso entonces ya se va haciendo el corte mediano y abriendo así como para el bistec po’. (Risas).


E: Ya, ¿y luego?

R: Se echa sal, y ya una vez echando (la)  sal, se empieza a secar al sol, al aire libre.


E: ¿En qué época del año?

R: Eso puede ser en marzo, abril, (hasta)  mayo.


E: ¿Es mejor hacerlo en esos meses, no en otros?

R: No en otros, porque en esos meses esta, hay harta carne, digamos están llenos los huesos de carne.


E: Están más gorditos los animales.

R: Más gordos están, en mayo.


E: ¿Cuánto dura en buen estado el charqui de llamo?

R: Un año.


E: Cuando usted va de viaje dos o tres días, ¿cuál es la provisión de alimentos que usted normalmente lleva?... Cuando viaja usted con sus animales.

R: Mira, quinua (32), quinua molida, quinua para sopa caldo, puede ser un poco de papa, y sustancia: esos huesos cortados para sustancia de la comida que va a hacerse uno en la noche, en la mañana. Para el día, tendría que ser el pito, la harina tostada de quinua. Eso es todo lo que hay que llevar.


E: ¿El agua, la encuentran en el camino?

R: Claro, en el camino. Ahora si hay sándwichs del MacDonalds… (Risas).



E: ¿Hacen algún preparado con harina o con quinua al estilo del ulpo que hacen para allá para la zona…? ¿Usted ubica el ulpo?

R: El ulpo, si po’. El ulpo de quinua. En los valles se usaba más el ulpo de maíz y trigo..., de antiguo se usó bastante.


E: ¿Y el maíz tostado?

R: Esa es la colación del día, digamos. En las noches también se puede llevar maíz pa’ tostarse en el lugar donde (se) va a alojar. El maíz crudo también se puede llevar.


E: ¿Y cuál cree que fue la dieta que llevaban para esos viajes los antiguos, los incas? ¿Qué pueden haber llevado ellos?

R: Quinua y hueso cortado de llama, puede ser  (de) cordero, no sé, pero hueso cortadito así, para cocinar. Para el día, pueden haber llevado también quinua molida, el pito, para hacer el ulpo (33). El ulpo corrió mucho, arriba pa’ la siembra, el ulpo fue una gran comida para lo que ahora lo llamamos "colación".


E: Ulpo de quinua... ¿charqui llevaban?

R: Charqui también, pero muy poco. El charqui se llevaba más para vender, pa’ cambalachar..., ahí está la cosa.


E: Una pregunta divertida, ¿es posible dormir al lado de un llamo para calentarse y defenderse del frio?

R: No, uno puede hacer, pero el llamo (no acepta) , se siente raro, “¿qué viene a dormir este loco acá?”. (Risas)


E: Porque yo me imagino que en un (día) frio, uno tendría que apegarse al animal, pero no.

R: El llamo macho dice, “oye, este huevón no es hembra.” (Risas).


E: ¿O sea que puede ser hasta peligroso?

R: No, de ninguna manera.


E: O sea que pudo pasar que un arriero, digamos, con frío.. ¿pudiera apegarse al animal para abrigarse?.

R: Tendría que ser un llamo criado con la persona de huachito..., ahí lo acepta.


E: La última, ahora sí. ¿Qué recomendaciones daría usted al caminante que va a viajar con un grupo de llamos por un par de días? Vamos a suponer que el arriero va a ser Matías.

R: El Tata Inti, la Madre Tierra, que lo protejan en el camino, que no tenga enfermedad, que no tenga accidente, que no se le pierda la llama y que siempre se recuerde de la Madre Naturaleza, la Madre Tierra, el Tata Inti y todos los poderes naturales que funcionan en este mundo.


E: ¿Y para eso conviene hacer un rito en alguna parte?

R: Un sahumerito de colla y unto de llama (34). Nada más que eso.


E: ¿Antes de partir en algún lugar especial?

R: Eso depende de la fe que tenga cada persona. Es una pequeña ofrendita que se le ofrece a la Pachamama.

E: ¿Y eso echándole un poquito de chicha?

R: No, no es necesario. Hay una que es como una tierrita que se llama copala, entonces esa copalita (35) se echa también (para) que le vaya bien en el viaje.


E: Nosotros hemos encontrado en algunos lugares unas cosas que son así, llamémosle unas pequeñas ruinas de recintos muy chiquititos, que no son más que de este tamaño, a la salida del pueblo, al lado del camino, al lado de la huella del Inca. Yo me imagino que es un lugar donde pudieron haber hecho uno de estos ritos.

R: Claro que sí. Esos ritos son ceremonias.


E: Es muy probable.

R: Han hecho, definitivamente. Nosotros mismos, mi papá, hacía eso.


E: ¿En algún lugar especial?

R: No, en cualquier parte. La Pachamama está extendida en todo el mundo, (en) cualquier sector es igual.


E: Claro. Yo creo que ya está cansado nuestro amigo, llegamos casi hasta el final.


R: ¿Y cuántas hojas le quedan todavía?

E: Ah no, casi nada. Estamos terminando, tan poquito queda que yo creo que vamos a hacer el esfuerzo. ¿Necesita el llamo alguna vez chupar sal?

R: Claro que sí.


E: ¿Por qué?

R: El llamo esta siempre comiendo comida (o) pasto sin sal y necesita el cuerpo por naturaleza sal.


E: ¿Y cómo se las arregla para buscar sal?

R: Mira, collpas se llaman unas zonas salobres que hay en los bofedales o potreros, ahí están a la vista.


E: Son blanquitos, unas cosas blanquitas.

R: Eso lame.


E: Ah y lo lame, ¡qué interesante!. ¿Cuántos llamitos puede parir una llama?

R: Uno no más.


E: ¿Solo uno? ¿Nunca más?

R: Ah no po’, ¿(en) pariciones continuas, dice usted?


E: No, al año.

R: Uno solo en el año.


E: ¿Pare todos los años?

R: Todos los años, sí.


E: Y la parición ¿en qué fecha es?

R: La parición es diciembre, enero, febrero, marzo. En esas fechas pare.


E: ¿Cómo se llama el llamo que va a la cabeza de la manada o del grupo?

R: "Delantera".


E: ¿Tiene algún nombre en aymara?

R: Lairiri.


E: ¿Se puede reconocer la edad de un llamo por su dentadura?

R: Claro, exactamente cuántos años tiene, si po’, pero (de)  la edad de diez años para arriba se le puede notar ya. La cara misma, se les arrugan también los cueritos. Se nota...


E: ¿Qué tipo de enfermedades suele sufrir un llamo?

R: Sobre todo la sarna, era muy común en esos años. Eso cuando ya entró la ciencia, esa logró quitar esa enfermedad. Sarna había bastante.


E: Por eso es que ha habido baños anti-sárnicos. ¿Cuántos kilos de lana puede obtenerse en la esquila de un llamo?

R: De un llamo se puede sacar cuatro kilos.


E: ¿Y una alpaca?

R: Unos seis kilos se saca de la alpaca.


E: ¿Una vez al año?

R: No, cada dos años o tres.


E: ¿No se esquila todos los años?

R: No, no alcanza a madurar la fibra.


E: ¿Qué nombre le da usted al huso para hilar?

R: T’chanka  (es) el nombre del hilo que hace.


E: No del hilo, sino del aparatito.

R: Ese es kapu.


E: ¿Y al aparatito redondo que tiene el huso?

R: Piraru.


E: ¿Cómo le llaman a la honda que usa el pastor?

R: C’orawa.


E: ¿Cómo describiría usted una apacheta?

R: Nosotros (las) conocemos por "apacheta" nomás. Pongámosle que estamos en el sector Casiri, (entonces será) "apacheta Casiri", le ponemos su nombre y la apacheta sigue siendo "apacheta".


E: Y para el que no sabe, ¿qué es una apacheta?

R: Yo pienso que la apacheta era una zona (¿manera?) para trazar el camino, porque (a) los indígenas les costaba mucho reconocer (el espacio)  de un lugar a otro, y para trazar el camino le puso un montoncito de piedras; después más allá también puso otro montoncito de piedras. Entonces que pasó en el tiempo, ya se trazó el caminito, entonces la gente empezó a respetar ese trazado, poniéndole más piedritas y más piedritas. Era un camino muy importante, donde se hacían intercambios, entonces los indígenas dijeron, "sabe que, gracias a este trazado de camino estamos intercambiando cosas que necesitamos el uno y el otro, entonces ya la convirtieron como en una zona sagrada". Le convirtieron en que había que respetar ese montoncito, y gracias a eso están llegando al lugar donde querían llegar. Eso es una descripción de por qué existe la apacheta.


Fig.1.   Antigua apacheta -abandonada desde hace mucho tiempo-  my cerca del sitio de pinturas rupestres de Tambillo, en el valle de Quisma, a unos 20 km al Este del poblado de Pica. No se observa a su alrededor ninguna clase de actividad recient, de donde deducimos que este tramo de camino antiguo que viene del altiplano,  ya no se recorre hoy. (Foto H. Larrain, mayo 2014).

E: ¿Y por qué no hay en la pampa del Tamarugal, acá abajo?

R: Porque no alcanzaron a llegar acá, con esa importancia de caminar seguido. A los valles sí, tanto pa’ Camiña, pa’ aquí para el lado de Mocha, (o) tanto p`al lado de Pica también. Muy poco p`al lado de Pica, si no que traficaron más para el lado de Camiña. La comuna de Colchane era todo aymara, ¿no ve?... Hasta el año 68’ no había comunicación con Colchane;  el 82’ recién, se crea la Comuna.


E: Bien, pues, mi estimado don Eugenio, hemos terminado. (Risas)


- Fin de la entrevista -


 Notas. 

(1)    Recientemente, hemos editado un capítulo especial de nuestro blog que recoge y analiza nuestro pensamiento sobre el uso -y abuso- de este instrumento: la entrevista antropológica o etnográfica personal. Se titula: "La entrevista antropológica personal: Instrumento básico para el  conocimiento  y estudio  de una manifestación cultural en un área dada.   A quién, cuándo,  cómo y dónde entrevistar" , editado el 26/05/2025).

 Nos referimos aquí a la entrevista personal "presencial", es decir, la que se realiza en presencia del entrevistado en diálogo directo con  él y hecha en un lugar de su elección. Insistimos en este aspecto, por cuanto hoy se ha hecho muy frecuente  solicitar una entrevista enviando al "entrevistado" un cuestionario escrito con las preguntas para ser respondidas por correo electrónico . Nos ha ocurrido varias veces -y cada vez con mayor frecuencia- que jóvenes estudiantes o reporteros de periódicos recurren a nosotros con el objeto de obtener nuestro punto de vista u opinión sobre un tema dado. Me atrevo a decir que se está  haciendo hoy día abuso de esta práctica  so pretexto de  falta de tiempo o cuando la distancia física entre ambos interlocutores hace imposible un más contacto estrecho. ¿Qué ocurre en el caso de una entrevista solicitada a distancia, por correo?.  ¿Influye en su credibilidad  y confiabilidad  el hecho de  no ser presencial, sino a distancia?. El tema es hoy digno de análisis. Estimo que hay en ese caso dos posibilidades: a) que las dos personas ya se conocen  y b) que las personas no se conocen  previamente. Son casos bastante  diferentes como diferente -.según creemos- será el resultado en cuanto a  su verosimilitud. A mayor confianza y cercanía mutua, mayor grado de verosimilitud.

(2) Mi atractivo por el estudio de las culturas indígenas de Chile, se remonta -según lo que yo sospecho hoy día mirando retrospectivamente mis días de colegial-,  al colegio San Ignacio de calle Alonso Ovalle en Santiago de Chile I939-1944). Allí tuve como profesor de historia al benemérito y recordado jesuita, el padre Mariano Campos Menchaca, S.J. (1905-1980) -para nosotros, sus alumnos,  simplemente  "Campitos"- quien nos encandilaba con sus encantadores relatos o anécdotas del mundo mapuche de la zona de Lebu, que quedarían plasmados en sus obras posteriores: "Por senderos araucanos" (1972) y "Nahuelbuta"  (1972). 

(3)  En esta riquísima entrevista,  detectamos la presencia de 24 topónimos  de la zona (región de Tarapacá)  y 17 términos específicos aymaras que designan plantas autóctonas y objetos propios  de  su trabajo o artesanía textil.  En su texto, además,  figuran varios topónimos locales que ni siquiera aparecen en el Diccionario Jeográfico de Chile de  Luis Riso Patrón (1924). Pero consideramos, sin embargo, que son de gran interés desde el ángulo lingüístico y etnográfico.

(4)  A partir de la primera presidencia de  Michelle  Bachelet  (2006-2010), se ha observado un considerable incremento de la inmigración extranjera, especialmente de países como Haití, Venezuela, Colombia y Ecuador, además de la ya tradicional migración -mucho más antigua-  desde nuestros países vecinos Perú y Bolivia. En los últimos cinco años, se ha constatado un aumento significativo de la inmigración extranjera del orden del 46,8 %,  lo que representa  un crecimiento del 4.5 % respecto del año 2022. Se estima que casi el 18 %  de estos migrantes está en situación irregular, es decir, entraron al país de manera furtiva por pasos no habilitados. Se estima que hoy (2025) la cantidad total de extranjeros en Chile supera levemente los 2 millones de personas. La población total del pais, según estimaciones válidas para el año 2025, se eleva a 20,21 millones de habitantes. Los especialistas y los políticos discuten hoy acaloradamente en Chile las consecuencias inmediatas  de esta altísima e incontrolada inmigración que ha puesto en jaque tanto el mercado del trabajo y la vivienda, como el acceso a la educación y la salud de la población chilena. 

(5)  Seguramente el lcctor se ha percatado de nuestra costumbre de seguir usando en todos nuestros trabajos la grafía folklore  a pesar de la aceptación reciente por la RAE de la voz  castellanizada  "folclor". A nuestro modo de ver, dicho término "folclor"  oculta, disfraza  y/o  destroza el significado preciso de los  componentes básicos del término  original  inglés.  "Folk"   designa  "gente, nación, raza o pueblo" mientras  "lore" alude a  "erudición, saber, ciencia. Desde una perspectiva semántica, el término "folclor" -a mi entender-   suena horrendo, casi me atrevería decir, "iconoclasta".  ¿Sería, tal vez,  para que pueda  rimar de manera elegante con temblor,  color, dolor  o  fragor?..

(6)  En el año 2013 fui invitado a formar parte de un estudio del camino del Inca  en Tarapacá, en una investigación dirigida por el departamento de arquitetura de la Universidad Arturo  Prat de Iquique. no tocó dirigir las investigaciones de tipo arqueológico. Los resultados se exponen en el trabajo: “El Camino del Inca de Tarapacá en el relato de los  Cronistas tempranos, la Cartografía y  los arqueólogos actuales”, artículo en el volumen: “Tarapacá en la ruta del Camino del Inca, Gobierno Regional de Tarapacá, CORE Tarapacá y Universidad Arturo Prat),  Editorial EARQ FIA UNAP / Arquitectura y Territorio, Imprenta el Salitre, Iquique. 2017, 36-72. 

(7)  En el desarrollo de esta entrevista surgió un gran número de topónimos aymaras de la  zona -algunos de ellos muy extraños- , los que hemos destacado en forma especial. Es éste uno de los varios  aspectos valiosos contenidos en esta entrevista.

(8) El curandero aymara o yatiri  (que significa en español: "el que sabe") es el guía espiritual de la comunidad. El es quien conoce y practica la medicina tradicional andina y conoce todos sus secretos. Todas las ceremonias o ritos aymaras son siempre -en lo posible-  presididos por un yatiri. Frecuentemente, al no hallarse estos especialistas en Chile, las comunidades altoandinas recurren siempre al vecino país, Bolivia. 

(9)  "Legalizar" en el sentido de inscribir  oficialmente la posesión.

(10)  La inscripción respectiva se hace en el Conservador de Bienes Raíces de Iquique.  Nuestro entrevistado afirma que su abuelo ya había hecho el trámite legal en el año 1912.

(11)  A partir de los años 1960-1965 -o aún antes- se agudiza el despoblamiento  andino en Tarapacá y gran número de sus habitantes se traslada a las ciudades de Iquique, Alto Hospicio,  Pozo Almonte  y/o  Huara,  dejando sus casas y eras vacías y sus animales al cuidado de algún vecino. Van surgiendo así los "pueblos fantasmas".  Se cierran, una tras otra,  numerosas escuelas rurales. El problema es muy grave y lo hemos enfocado en un capítulo especial referido al pueblo de Coscaya  de la quebrada de Tarapacá,  estudiado por nosotros en el año 1973. Vea nuestro capítulo  ad hoc titulado:  "El Pueblo de Coscaya en Julio de 1973:  una investigación demográfica olvidada (o traspapelada)", publicado el 18/09/2011.

(12)  No cabe la menor duda de que el poblamiento primitivo de todas las quebradas en Tarapacá ha sido producto de  un trasvasije poblacional lento pero incesante a partir de la altiplanicie boliviana, desde hace milenios.  Lo comprueba la implantación de la toponimia  local, primero puquina y luego aymara, y seguramente, desde los tiempos de Tiahuanaco o, probablemente, desde mucho antes aún.

(12a)  Revisando   el "Vocabulario de la Lengua Aymara" del jesuíta Ludovico Bertonio (1612), encuentro al respecto la entrada siguiente: "Chhalla la caña de maiz después de desgranado, y suelen darla a las bestias". Pero,  a reglón seguido, anota:  "challca challca: tierra labrada a pedazos, no continuada" (reedición facsimilar de 1612: 69). Y, bajo la voz "arena", leo:  "Arena:  Cchalla, vel Ttiu"; y a continuación:  "Arenal de donde sacan arena. Cchalla ira". (ibid., 1612: 67).  Para don Eugenio, al parecer, 'tierra' y 'arena' vienen a ser prácticamente lo mismo.


 A lo que creemos, don Eugenio parece confundir aquí ambos términos. El no era un especialista de la lengua, aunque hablaba la lengua aymara en su círculo familiar. 

(13)  "Oraje". Ese término no parece ser aymara ni quechua. Hay que investigar su origen. O, tal vez, su grafía original sea algo diferente.  

14)    Es muy interesante la reflexión que nos ofrece  don Eugenio Challapa sobre el origen de Cancosa a partir de la localidad de  Chalduire, de donde provendría su población.  El topónimo "Cancosa" es sin duda preexistente, pero su poblamiento  tiene el origen claro  que se señala aquí. Tal vez el estudio de sus apellidos, pueda aclarar esta situación.

(15)  La voz "lola", "lolita" es un chilenismo antiguo. Los españoles dirían "chaval"  o "chavala". Designa a la mujer joven que ya no es una niña. Mujer adolescente en la etapa de maduración sexual.  

(16)  "Pastorero-a" . Equivalente a "pastor". Término usado en el Perú.

(17)  "Caseritos" por "caseríos".

(18)  Interesante dato histórico sobre los orígenes del pueblo aymara de Cancosa.

(19)   Tan tardíamente como 1968 es la apertura de la ruta de vehículos a Cariquima y Colchane.

(20)  "Calcularle la carga":  el encargado de la tropa tiene que estar muy alerta para no sobrecargar al animal a riesgo de que éste  bote la carga.

(21)  Curioso detalle: el  arriero se ve obligado a  apreter el lazo o soga con los dientes, al tener ambas manos ocupadas.

(22)  Frase inconexa o mala lectura: tal vez se quiso decir "capas".

(23)  "Por si las moscas": expresión típica chilen para indicar la aparición de un posible problema. Equivale a  "por si acaso".

(24)  La "brazada" es una medida de longitud de origen colonial equivalente  aproximadamente a 1.68 metros.  El lazo  o soga aquí aludido por don Eugenio, por tanto, mediría aproximadamente  8.40 m.

(25)  "Huacho", voz que designa al hijo ilegítimo nacido  de relaciones extra-matrimoniales. Es voz  origen quechua "huacchu"  y designa originalmente al animal que ha salido de su rebaño. En el Chile de los inicios de la Independencia, el libertador don Bernardo O´Higgins -hijo ilegítimo del gobernador don Ambrosio O´Higgins-, fue tildado despectivamente como el  "huacho".

(26)  "Culebriando", o sea, "serpenteando",  caminando al modo de una serpiente.  

(26a)   Observamos, como curiosidad lingüística, que don Eugenio usa indistintamente las voces "llamo"y "llama" para referirse a este auquénido, pero, de preferencia  usa el masculino "llamo", como todos sus coterráneos.

(27)  Aquí se omite por inteligibles algunas palabras en el texto.

(28)  La iglesia católica celebra la festividad de san Juan Bautista  el día  24 de  junio.   La iconografía cristiana siempre le ha representado acompañado de un cordero.  ¿Por qué?. Pocos saben la razón de esta antiquísima y venerable costumbre. Esto se debe a que, según el Evangelio, cuando san Juan Bautista estaba bautizando en el río Jordán, al ver llegar a Jesús para ser bautizado  por él, reconociendo a su primo, exclamó señalándolo: "Este es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo"  (Cfr.  Evangelio de San Juan, 1, 29). El  cordero de Dios es señalado en latín como el "Agnus Dei qui tollis peccata mundi..." ("cordero de Dios que quitas los pecados del mundo") o, en griego: Ἀμνὸς τοῦ Θεοῦ (Amnós tou Theou). :(cordero de Dios). En el Antiguo Testamento  (Libro del Levítico, 1-10 y 23-3), el cordero era, junto a otros animales o aves, objeto de ofrenda y sacrificio en ritos especiales por parte de los peregrinos  judíos en el Santuario del Templo de Jerusalém, en la ceremonia llamada Korban pésaj. Para el Cristianismo, el sacrificio del cordero pascual judío, prefiguraba -y traía a la memoria- el sacrificio definitivo de Jesús para expiar los pecados del mundo.  Jesús sufriente en la cruz, es el "nuevo cordero" ofrecido al Padre eterno por los pecados del mundo. Es éste el sentido profundo de la redención para los Cristianos.

(29)   "Paja": se entiende la paja brava   o ichu, (Stipa ichu). 

(30)  "Agarra papa", chilenismo típico  por  "se aprovecha", "se entusiasma".

(31)   "cuece", por escuece o pica.

(32)   Se trata de la quínua, o Chenopodium quinoa, cereal de alto valor nutricional por poseer proteínas, fibra, vitaminas y minerales varios. Se da muy bien entre los 2.800 y 3.200 m  altitud en los Andes. 

(33) Ulpo, voz de origen mapudungun (mapuche). Bebida refrescante  que consiste en una mezcla de harina de trigo tostado y agua fría.  Se emplea mucho en el campo tanto en Chile como en Argentina.

(34)  Unto:  es  la grasa del llamo en  lengua aymara (untu).

(35)  Copala: (kupala)  se denomina en aymara  a  una resina de origen vegetal que se quema, al modo del incienso en el rito cristiano, en rituales aymaras a la Pachamama. 


Testimonio de admiración.

Buscando más información en Internet,  me entero hoy con sorpresa del fallecimiento de don Eugenio por efectos de la epidemia de COVID  el día 7 de julio del 2021.  Poco antes, el 21 de junio de ese mismo año, un grupo de personas de Iquique, estudiosos del cine y técnicas audiovisuales, lo entrevistó en su casa, estando ya delicado de salud, recopilando valiosos testimonios de sus recuerdos. Como resultado de estas entrevistas, se publicó un libro con sus cuentos y relatos andinos con el título de "Voces del altiplano. Remembranzas de Eugenio Challapa",  siendo su autor principal Andrés García Lagomarsino  con ilustraciones de Camila Rojas. Obra financiada por el Ministerio de  las Culturas, las Artes y el Patrimonio. (2021). 

Enviamos aquí a su esposa, hijos y nietos, nuestras más sentidas condolencias por la sensible pérdida de este sabio aymara, escondido tras  los rasgos de un hombre sencillo y acogedor.  Chulluncane, su pueblo, lo recordará para siempre. (R.I.P).   


Breve  bibliografía de apoyo.

Briones, Luis, Núñez, Lautaro y Vivien G. Standen,  (2003). "Geoglifos y tráfico prehispánico de caravanas de llamas en el desierto de Atacama, Norte de Chile" (Chungará, revista de Antropología chilena, Vol. 37, Nº 2, 195-223).

Lecoq, Patrice, 1984. "La ruta de la sal en el sur de Bolivia. Informe del viaje de trueque anual de una caravana de llamas". Revista del Museo Nacional de Etnografía y Folklore, 1984-1988, Año 1, Nº 1-2, La Paz, Bolivia.

Lecoq, Patrice, Sergio Fidel,  2019. "Algunas reflexiones sobre la composición social y los aspectos rituales de una caravana de llamas con un enfoque etnoarqueológico al revés",   Revista Chungará (Arica), vol. 51, No 1.


Addendum.
Con fecha 22/07/2025, hemos recibido del colega y amigo Rodolfo Cerrón Palomino, respetado lingüista peruano, el siguiente comentario etimológico de los topónimos nombrados por don Eugenio Challapa en esta entrevista. Consideramos este aporte lingüístico suyo como un notable enriquecimiento a nuestra citada entrevista.

TOPÓNIMOS DE LA CORDILLERA DE IQUIQUE
(Nota nuestra: los topónimos sin explicación, no han podido ser etimologizados por el lingüista).

Cariquima

Chuallane ‘lugar con peces’ (challwa-ni/) (raíz quechumara y gramática aimara, asumiendo que se trata de una variante o de una errata)

Chulluncane ‘lugar con carámbanos’ (/chullunqa-ni/), (raíz quechumara con gramática aimara)

Challapata ‘andén arenoso’ (/chhalla pata/) (núcleo radical quechumara con modificador aimara)

Cancosa. Puede ser errata o variante de (/qanqu-lla/) ‘de color encarnado’ (radical de posible origen puquina).

Chalduire. Me parece que tiene como núcleo el radical aimara para ‘río’ (es decir /hawiri/)

Isluga (nombre puquina cuyo significado ignoro)

Colchane ‘lugar con pantano’ (/qullcha-ni/) (voz puquina con gramática aimara)

Chusmiza

Chichura

Quiñuta ‘casa deteriorada’ (/kiña uta/) (compuesto aimara)

Chiguallane ‘lugar con una variedad de icho’ (chiwalla-
ni/) (voz aimara)

Chiapa ‘palmo de medida’ (/ch’iya-pa/),

Jalsure ‘(lugar) donde brota el agua’ (/halsu-ri/) (aimara)

Guanotaje ‘depósito de guano (abono)’ (/wanu thaqi/) (voz quechua con núcleo aimara).

Casiri ‘aquel que es tranquilo’ (/qasi-ri/ ‘tranquilo’)(radical quechua con gramática aimara).