miércoles, 16 de abril de 2025

Conversando con Tomás Cruz López, antiguo ayudante del sacerdote arqueólogo Gustavo le Paige: Gratos recuerdos y añoranzas del pasado.

Antecedentes.

Nuestro capítulo anterior fue dedicado a presentar y analizar la entrevista hecha en San Pedro de Atacama al señor Timoteo Cruz  Salvatierra, uno de los antiguos ayudantes de campo del jesuita arqueólogo Gustavo le Paige  y activo colaborador del Museo (1). Éste,  versará sobre una segunda entrevista, esta vez hecha al señor Tomás Cruz López, ayudante  también del Padre en el antiguo Museo. Ambas entrevistas, realizadas en diferente lugar y tiempo (2), nos ofrecen una valiosa y bastante completa visión de las relaciones existentes en ese tiempo entre el sacerdote-arqueólogo y sus ayudantes de campo. Ambas entrevistas se complementan mutuamente y nos ofrecen, además,  una excelente visión sobre el modus operandi del jesuita y su metodología. Ambas son, por tanto, "caras de una misma moneda" (2).

Imágenes.

                            

Fig. 1. Tomás Cruz en su casa en el  aillo de Larache, el  día de la entrevista. (Foto Juan Francisco Cox, el 26/07/2024).


Fig. 2.  Estante lleno de sus recuerdos. Uno de ellos, es esta foto del padre Gustavo le Paige  que, orgullosamente, Tomás porta aquí en sus manos. (Foto Juan Francisco Cox,  26/07/2024).



Fig. 3.  Tomás nos muestra una fotografía del padre le Paige revestido con sus ornamentos sacerdotales. (Foto de Juan Francisco Cox, 26/07/2024).

Análisis descarnado del texto de Tomás Cruz.

Estamos convencidos que un análisis detallado y profundo del pensamiento y modo de ver de los antiguos ayudantes del padre le Paige, puede -y debería-  aportarnos hoy valiosos argumentos en pro de la "inocencia" de le Paige respecto de ciertos cargos deshonrosos que hoy algunos líderes atacameños livianamente  le imputan, tales como "violador de tumbas", "destructor de cementerios", "despreciador de la cosmovisión indígena", "acérrimo continuador  en la tarea de extirpación de idolatrías", etc. etc.  En algún trabajo anterior  de antropólogos de la zona atacameña, hemos visto algunas (escasas) referencias  -a modo de citas esporádicas- a la visión y perspectiva de sus ayudantes, pero no conocemos análisis profundos de su visión sobre el tema. Por ello nuestro interés por  conocer, en profundidad, su propia visión y perspectiva. ¿Era le  Paige un  monstruo, un fanático, un  irrespetuoso profanador de la  "visión del mundo" o Weltanschauung de los  Lickan antai como se no quiere hoy hacer creer por sus detractores?.

Virtudes de esta entrevista.

La presente entrevista que el lector podrá por sí mismo leer -y meditar- en unos instantes más, posee, a nuestro modo de ver,  dos virtudes que todo investigador aprecia como fundamentales -y elementales- en cualquier trabajo serio de recolección etnográfica  o folklórica:  a)  veracidadobjetividad. 1). "Veracidad", esto es,  sujeción estricta a la verdad de los hechos que se relatan sabiendo distinguir entre  lo verdadero y lo falso (inventado o sugerido por terceros),   y 2). "objetividad", esto es, la capacidad  de describir y analizar algo basándose en hechos y datos comprobables. 

Tras reflexionar serenamente sobre todo lo expresado por Tomás en esta larga entrevista, creemos estar aquí ante el testimonio de una persona profundamente sincera  y abierta, que no tiene "pelos en la lengua"  y manifiesta su sentir y pensar muy llanamente, sin tapujos y sin pensar en sus posibles consecuencias.    

Esta entrevista -ut iacet-  ha sido corregida por nosotros en algunos aspectos básicos a fin de lograr un texto más claro e inteligible. Los cambios se ha procurado sean los mínimos para obtener un texto limpio y  perfectamente comprensible. Entre paréntesis (...), se incluye nuestras adiciones al texto original.  El modo de hablar de Tomás Cruz, campechano y directo, plagado de chilenismos, sin elegancias ni  "flores", delata inmediatamente al campesino y antiguo pastor de ovejas: franco y espontáneo. Es posible que un análisis futuro más estricto del texto hablado (aquí transcrito por medio de la inteligencia artificial), sugiera algún día modificar algunas palabras o frases de nuestra versión, o rescatar párrafos hoy  inteligibles (3).  

El origen humilde de nuestro entrevistado no impidió que, con la ayuda generosa de le Paige, pudiera llegar a cursar con éxito su educación media completa hasta lograr desenvolverse perfectamente bien como valioso  ayudante del Museo arqueológico de San Pedro.       


ENTREVISTA A TOMÁS CRUZ LÓPEZ, SAN PEDRO DE ATACAMA.

(Entrevista hecha por  el periodista Juan  Francisco Cox, 28 de Julio 2024;   el contenido de los paréntesis es agregado nuestro para facilitar su comprensión).


1)    Lo primero que quisiéramos conocer es su nombre, su año de nacimiento y en qué lugar estamos ahora.

 Mi nombre es Tomás Cruz López. Soy oriundo de San Pedro de Atacama. Nací en el año 58 y ahora estamos en el aillu de Larache (4), en mi casa. Así que..., bueno…, ¡bienvenido!.


 2)    ¿Usted es nacido y criado acá en San Pedro?

 Sí, porque cuando éramos guaguas nos fuimos a Calama -porque aquí no ha habido mucho trabajo para mi papá- así que se trasladó, pero siempre fue agricultor (4). Así es que nos fuimos a Calama. Yo estudié desde 6.º año (básico) en Calama. De ahí terminé (los) estudios (con el) 8.º (año) en San Pedro, porque ya no había más cursos. (Por) entonces, para estudiar (más) después, había que emigrar a otro lado, lo cual era imposible para nosotros.

 

 3)    ¿En qué año empezó a trabajar con el padre Le Paige?

 Yo ...en el año 1974 (5).  

 

 4)    Qué edad tenía?

 (Como) 14 años .

 

 5)    ¿Ya estaba Ud. en la escuela?

 Acá (en San Pedro) entré a la escuela. Pero es que (en) ese tiempo había que trabajar para sobrevivir. Pues si no…, no…, claro. 

 

 6)    ¿Estaba en segundo medio, primero?

 Es que yo ya no estaba en la escuela, porque como le digo, aquí los cursos llegaban hasta octavo (básico). Claro. Y para salir a Calama nuevamente… ¿no?, (era)  imposible, (había) qué trabajar.

 

 7)    Cuando empezó a trabajar con el padre, ¿tenía Ud. la aceptación de su familia?, ¿miraban ellos con buenos ojos su cercanía con el padre Le Paige?.

 Mi padre y la familia por parte de mi mamá era muy allegada al padre y (a ella) le gustaba que (yo) trabajara, porque no quedaba otra (posibilidad) tampoco. Yo entré (a trabajar con el padre) el 74,… el padre me recibió y fue por la pelota… -hace un rato que yo (le) hablé del fútbol- y entré a (trabajar en) la construcción de la tercera etapa del Museo. Entonces, (yo) no trabajaba directamente en las excavaciones. Además, en esos años (6) el Padre Le Paige  había dejado ya de excavar….; lo hacía poco.

 

8)    ¿Nos puede contar ahora un poco la historia de cómo se vinculó usted con el padre por el bichito del fútbol?... ¿Usted era parte de ese equipo de fútbol?.

 Justamente.

 

  9)    ¿Nos puede contar un poco (más) de ese origen?.

 Ya …(estando yo) con 14 años, el padre me llamó a su equipo “El Juvenil”, (Era un equipo) de  puros niños.

 

 10)  ¿Qué era ese equipo “El Juvenil”?

 (Era) el equipo de fútbol que el (padre) fundó. Le gustaba el fútbol, porque también (nos) decía que cuando él era joven, jugaba fútbol. Era “wing” izquierdo y (como a)  él le gustaba el fútbol, entonces apoyaba para conseguirse camisetas, pelotas... Era difícil..., pero él los conseguía por ahí.

 

 11)  ¿Y ahí fue donde usted conoció al padre, a través del equipo de fútbol?.

 Claro, porque -como le dije (antes)-  por parte de un familiar (que era)  muy allegada al padre y los mayores jugaban por él, y les daba trabajo. Entonces ellos hablaron (con el padre) para que (yo) juegue y para poder trabajar. Ya...

 

 12)  ¿Usted se acuerda de quién fue el primer ayudante del padre en el tema de excavaciones?.

 Y…. tuvo varios, pero uno bien renombrado -¡bah!... se me olvidó el nombre de Luis, Lucho!- Bueno…, pero él fue el primero que excavó con él. Salía, él le mostraba los sitios, (el) tenía una yunta de animales, de mulas, y en esto salían a recorrer. Incluso un hijo de él trabaja en la Municipalidad... Ya me voy a recordar  (de su nombre)...

 

13)  De acuerdo…¿cuántos ayudantes había llegado a tener?

 Él en ese tiempo tenía como cuatro o cinco, porque al principio él les pagaba con (plata de)  su sueldo porque empezó (gracias al apoyo de) la universidad y con esa plata de (su) sueldo él empezó a pagarles a sus ayudantes.

 

 14. Ya… ¿les pagaba?

 (Ya me acordé del nombre)…era Barbosa, Luis Barbosa se llamaba..

 

 15. Él fue el primero?

 Ese fue uno de los primeros.

 

 16) Y...¿usted recuerda la primera salida a alguna excavación que hubiera hecho con el?

 Yo la primera (vez) que salí fue a Guatin (7). Claro, porque yo, primero, como le dije, trabajaba en la construcción. Y cuando le faltaba personal, (el  padre) nos sacaba de ahí (del trabajo de la construcción de su Museo)   y nos íbamos a terreno… ya.

 

 17) ¿Y nos puede contar qué herramientas llevaba el padre?, ¿qué hicieron?

 Bueno, lo principal era el harnero, (la) carretilla y (a)  excavar los sitios que realmente  había... porque a él les gustaba excavar los cementerios…. después ya comenzó con las cerámicas y cosas por el estilo. Pero al principio le gustaban más las excavaciones de cementerios.

 

 18) Y ese día que usted fue… ¿encontraron algo?

 ¿En Guatin?... No, solamente encontramos los sitios en que vivieron (antiguamente) los de Puripica, que son (gente de) más del interior…, claro.

 

 19) ¿Y qué recuerdos tiene usted de esas primeras salidas con el padre a excavar?

 O sea, a mí siempre me ha gustado el campo abierto, y esa vez "estaba en mi salsa". Entonces me encantó salir con el padre. Pero -como le vuelvo a repetir- (yo) no salía todo el tiempo porque él tenía su (propio) equipo de muchachos con (el) que salía casi todo el tiempo. Estaban Manuel Abán, Luis Ramírez, Eulogio Cervantes y otros más ... ¡ah!..., Juan Salvo. Juan Salvo, que todavía está (vivo).

 

.20) ¿Dónde está?

 Vive aquí, en la escuela básica, (un) poquito más allá.

 

 22)  ¿Recuerda si esa vez que salieron, el padre hacía algunas anotaciones en un cuaderno?

 Siempre andaba con su cuaderno  y su cámara fotográfica (8) .

 

 23) Y el padre….¿ cómo sabía dónde tenía que ir a excavar?

 Las personas le decían donde tenía que ir, o donde quedaban los terrenos, cómo se llaman los sitios.

 

 24) ¿La gente del pueblo?

 Claro, más que nada (gente) de acá (de San Pedro). Exacto, porque (como)  iba el padre, (el) era como una autoridad -fuera de Carabineros-,  y  a él, también, todos los respetaban mucho.

 

 25) ¿El padre cuando iba… Bueno, en la experiencia que usted tuvo con él en una excavación, como esa de Guatin, ¿él estaba ahí todo el rato o los dejaba solos y él  se iba a otros lados?

 Y mayormente (así) lo hacía, y mayormente lo hacía porque el (nos) dejaba. Decía: "hay que hacer esto …o excavar si es que hallan una tumba". Y él se salía a recorrer más…, a recoger sus piedras (8).

 

 26) ¿Él le explicaba lo que andaba buscando.?

 Mayormente sí. Además, al principio uno no sabía lo que era el respeto que se (debía) demostrar a los difuntos, a las personas que estaban ahí (enterradas), pero mayormente uno no los miraba como personas,… Los vieron como que venían de otra parte, porque jamás mis padres u otros (nos?)  hablaban de “los gentiles”. Los llamaban los “gentiles” en España, porque no eran bautizados; entonces él nos explicaba que ésta era una raza diferente a las otras: el pueblo de los “Atacameños” (9), y lo hacía con fines científicos… Lo malo es que él tampoco era arqueólogo (10), pues.

 

 27) No..., pero no de profesión, pero sí de oficio.

 Exacto, él sabía mucho. Claro, al principio fue muy criticado por eso, porque dijeron que estaba loco, que acá no pasaba nada (con) los talleres líticos (11).. y no..., la verdad (es) que (él) siempre tuvo razón.

 

 28) ¿En qué sentido dice usted que él tenía razón?

 (Sobre la existencia del) pueblo Atacameño… que ésta era una raza como diferente (12) a los otras, a los sureños (13) , a los de la costa (14).

 

 29) ¿Aportó (el) algún hallazgo científico muy relevante que definíera que ellos eran distintos?

 Eso. Pero bueno, como lo digo, tenía razón, porque todavía existen las caravanas, los caravaneros que iban de aquí a Bolivia y de ahí pasaban a la costa. Cerca de Taltal hay un cementerio Atacameño donde enterraban los que ya no daban más… los sepultaron allá (y)  han encontrado sus cementerios (15).

 

 30) ¿Y el padre iba para allá también?

 Sí, pues recorrió bastante la costa e incluso hubo quien le dio como un (dato) de Arica, ….que también había un sitio por allá y tenía su conexión; entonces abarcó (el entorno) cerca de Argentina, Bolivia.  Incluso en Bolivia (ellos) se hacen llamar Lican Antay, ellos no son bolivianos (16), son Lican Antay. Si pues, (también) acá en Uyuni. En Uyuni, hace como 12 años…, fui a Uyuni (e) hice una conferencia y todo… y ellos se dicen Lican Antay. Lo malo es que (ellos) no tienen los recursos para  levantar la raza (16)…

 

.31) Volviendo a los trabajos con el padre en terreno, ¿se acuerda usted, a qué hora salía preferentemente el padre para ir a sus expediciones?

 Y bueno, teníamos un horario de trabajo, que era de 8:00 a 12:00 y de 14:00 a 18:00. Entonces él ya a las ocho quería estar saliendo y dependía de la estadía en el terreno si se quedaba hasta más tarde o si no hasta las cuatro ya se paraba todo y nos devolvíamos.

 

 32) Oiga, y cuando encontraba objetos, o lo que sea. ¿Él llevaba cajas o en qué lo guardaban?

 En cajas de cartón, porque en esa época no habían otras cosas. Claro, no como ahora, que... claro, (está) la bolsita  (plástica), la etiqueta....Exacto, si.


 33) Hacía sus anotaciones seguramente?

 Claro, y le ponía un papelito dentro de la caja y todo eso. Preferentemente le ponía el número (a la)  tumba, porque él siempre se rigió  por un número. Entonces (escribía) “Quitor”, se saltaba, le ponía el número, no sé, 500 y tantos. Y así (el) iba enumerando sus momias (17).

 

 34) Tomás. ¿aparte de Guatin, donde más fue usted con el padre en excavaciones o expediciones?

 Bueno, casi en toda la zona. Acá en los  (sitios de) Quitor, Yaye, Séquitor... y varias partes o sea, recorrí casi todo….

 

 35)  Túlor?

 Ahí el padre casi no excavó…(O solo) excavó una parte donde aparecieron unos cuerpos y los dejaba tranquilos ahí (18). Pero (yo) sí trabajé en Túlor con Agustín Llagostera...

 

 36)  ¿Y en Sólor?

 (En) campo Sólor,  no. Lo he recorrido completo, pero (que llegara ahí a)  excavar, no.

 

 37) ¿Lo llevó alguna vez a Gatchi?

 Si), una sola vez….., a Loma Negra (19).

 

 38) Hizo excavaciones ahí?

 No, el padre recorrió no más. Eran sitios que no tenían cuerpos, cementerios (20). Entonces él recogía lo que es más de formas,  recogía la más completa o, si estaban quebrabas, las traía ahí igual (21). Pero él no excavó casi ahí….

 

.39) ¿Y recuerda usted cómo, como cuál era la reacción del padre o de su de sus ayudantes también cuando encontraban, por ejemplo, un cementerio, una momia? ¿Cómo era la reacción?

 Bueno, a mí personalmente no me gustaba excavar los cementerios, porque salían los cuerpos y ¡pucha!, era como que (yo) estaba profanando algo que fue sagrado en ese tiempo (22). Pero no es que tampoco le gustara  al padre, sino que buscaba las piezas más (importantes) que las pudiera publicar. Y para tratar de agrandar el cuento este de los “Atacameños” (23).

 

 40) ¿Usted se acuerda de la excavación de Larache, verdad?. ¿En El callejón de Larache?.

 Sí, lo que pasa es que como le dije anteriormente, hubo una época en que se dedicó a excavar casi todos los cementerios. Lamentablemente yo no estuve (en esa época)  ahí, pero sí el que descubrió las copas de oro fue Mamani: Genaro Mamani, (que) ya falleció hace rato.

 

41) Ah! no es el Juan Mamani, el mismo que yo conozco...

 No, no, Genaro. Le decían el mudito porque era mudito él. Vive acá en Yaye...(en realidad) vivía porque ya no está..

 

 42)  Ah, vale, Algunos detalles de excavación en las que usted ha estado: ¿encontró restos de alimentos, hojitas de coca, ese tipo de cosas asociado a la tumba?

 Había un platito... que escudillas,… que estaban tapados con  (un) textil. Seguramente tenían (algún) alimento. Lo que sí he encontrado harto son mazorcas pequeñas. Sí,  (mazorcas) de maíz.

 

 43) ¿Y de qué sitio me está recordando Ud. con esto, con lo que he hablado recién del alimento?

 (de)  Tchécar (24).

 

 44) ¿Tchécar?

 Claro. Me parece que en Séquitor también habían estos cántaros (del tipo)  "negro pulido",... también estaban tapaditos con textil.

 

 45) Sí, bueno, volviendo al padre o al  entorno de la gente del pueblo ¿hacían comentarios sobre los trabajos  del padre, así murmullos?

 Comentarios sí; así como tenía tantos amigos, también tenía enemigos que hablaban mal de él,.  (A los) que no les gustaba lo que hacía, -porque denantes conversábamos del horario de trabajo- y el padre, como era cura, no mezclaba su trabajo (de arqueología) con lo que era  (propio) del cura. Se levantaba como las 6, 7 de la mañana, hacia su misa, hacía misa en la mañana (para) los que iban llegando y si no, o sea solo, y después de ahí se dedicaba a su trabajo (25).

 

 46) ¿Él alguna vez tuvo alguna reunión con gente del pueblo respecto de lo que él hacía, para explicarles lo que él hacía?.

 Eh, si, en varias oportunidades porque él hacia reuniones con las juntas de vecinos que recién se estaban formando y el padre fue (también); (el) no tenía hijos, -por supuesto-, pero sí era (miembro) del Centro General de Padres en la escuela. Él fue presidente y también fue propulsor de una Cooperativa de San Pedro de Atacama para llevar los productos de aquí de San Pedro a Calama y otros mercados. Incluso se compraron un camión y él llevaba anotaciones  (de) todo eso.

 

47) Pero entonces a estos grupos de gente que con el que él trataban, ¿él explicaba su trabajo arqueológico? ...¿Cómo les explicaba?

 Exacto. Ya , que no era para enriquecerse, sino que para motivar a que salga el...(¿Museo?). 


48) Yo tengo una pregunta respecto del museo también: ¿cómo empieza él a crear el museo?

 Él, antes del 70 y yo creo que la época del 50 y tantos, él ya vivía en la parroquia y donde termina la parroquia hacia el museo, había una sala grande que antes ocupaba (en) hacer.... bueno.  Ahora lo reconstruyeron todo (26), pero ahí hizo su primer museo y colindaba con la casa parroquial. Tenía una puerta y una pieza no más, donde puso los cuerpos. Puso todo explicando para qué era eso. Después del 63, me parece, se terminó de inaugurar la primera parte del museo (27).

 

 49) Y…¿quiénes visitaban ese museo?... ¿la gente de acá del pueblo o también venían de afuera?

 En esos años ya empezaron a venir gentes de afuera. Los de acá le tenían miedo a ir a ver a los cuerpos, los instrumentos...(28).

 

 50)  (¿Quienes? ) ...¿La gente del pueblo?

 Claro…, (a) alguno que otro le gusta, pero no a todos.

 

 51)  Ese temor, ¿a qué lo atribuye?

 

A las creencias, porque decían que los gentiles eran malos…, que un montón de cosas que se tejían, claro. Y entonces es que los españoles pusieron otra cosa... (29). Entonces ya no le gustaba que nosotros, o sea, las personas del pueblo, se mezclaran como con los cuerpos…, todo eso. Entonces se le tenía miedo…, respeto.

 

 52) Y a usted de alguna manera, como nos contaba antes, que también le daba un poquito de miedo, pero también le gustaba estar en el campo abierto.

 Claro, y (era) las dos cosas, por ser ese respeto que se creó dentro con los gentiles y los habitantes de acá eran distintos, o sea, ese temor a que… no sé, decían que eran malos, que te podían hacer un mal, que te podían enfermar y por eso mismo se le tenía respeto.

 

53)  Oiga, ¿y qué recuerdos guarda usted del padre Le Paige?

 Muchos. Es que el padre, fuera de que era (como) arqueólogo aficionado (29) y todas esas cosas (que se decían), fue un cura del pueblo y como cura de pueblo ayudaba mucho a las personas de acá en todo sentido (30). El,  -(tal) como lo digo al principio- a sus ayudantes les pagaba de su bolsillo, después los contrataron y  se les pagaba su sueldo, (que)  entonces mejor. Y la gente estaba más contenta con ganar su sueldo.

 

 54) Y yo veo que aquí en su casa usted hasta el día de hoy tiene fotos del padre. ¿Cómo impactó en su vida el Padre Le Paige?

 

Él fue como un padre más. Lamentablemente mi papá, cuando se fue mi madre, se puso alcohólico, entonces nos dejó solos. Y el Padre fue como un papá (para nosotros).

 

 55) ¿ lo extrañas aún?

 Sí… bueno, San Pedro es así como está (ahora)  por él, por el esfuerzo de él. Que haya hecho bien o mal, -porque (ya) lo comentamos- que personas de afuera vienen y montan su hotel (o) restorán,  y es (solo) para el bien de ellos, se lucran y se van (31).

 

 56) Voy a volver un poquito atrás, y (es para cerrar) el tema de los cuerpos. ¿Crees que los cuerpos que desenterró el padre  debieran volver a sus lugares (de) origen) o volver a enterrarse?

 No, no, no!. No, Porque ya se sacaron de la madre tierra. No, ya no, no están ahí. Y volverlos a sepultar va a hacer un daño, porque (por)  el cambio climático de la Tierra, va a volver a comerse los tejidos… el cuerpo…, se van a destruir (32). Lo mejor es envolverlos bien, no así como (simple) embalaje. Y pienso que están bien por ahora. Se puede hacer más, por supuesto, pero como están ahora están bien y volverlos a sepultar yo creo que es como hacer un daño, seguir haciéndoles daño.

 

57) Pero ¿se podrían seguir estudiando, incluso?.

 Si están acá en el museo, sí. Imagínese que cualquiera -como estamos hoy en día-, un huaquero sabe que lo enterraron ahí el cuerpo… van, lo sacan y se lo llevan. Y se pierde (31). Es que hay una pregunta (que circula) que dice que por qué al Padre Le Paige le gustaba coleccionar los cráneos. Pero es que al padre no es que le gusta(ra) sacar solamente los cráneos, sino que en ese tiempo (de la) Chile Exploration  Company, los de (la mina) Chuquicamata, los gringos, mandaban a las personas de aquí de San Pedro que trabajaban allá, o  (que) trabajaban allá, de Caspana y todo eso… y los mandaban a un sitio a excavar. Y en la tarde llegaban en sus camionetas y veían lo que más le gustaba y botaban el cuerpo. Entonces por eso (es) que después recolectó (el padre) tanto hueso…, tantos cráneos, porque él los rescató (33).

Sí, porque todavía, como le digo al padre, le siguen llamando “huaquero”…, pero fue todo lo contrario.

 

58) Perdón, no sé lo que significa huaquero...

 Que vas y “huaqueas” un sitio y haces tira ese... profanas esa tumba. Y lo que te sirve, te sirve, y lo que no, lo botas. ¡No lo vas a estar volviendo a enterrar!. Entonces … el Padre llegaba ahí y recolectaba, le ponía su número…, todo. Y mayormente lo que más se conservaba era el cráneo (34). Entonces él le ponía su número y así..

 

 59)  ¿Cómo interpreta usted que el que el padre  haya sido tan hábil para encontrar estos lugares? Porque no era fácil en la pampa. ¿Cómo llegaba a estos lugares?

 Es que uno con el tiempo va tomando la sabiduría esa, de saber dónde encontrar los cementerios. Personalmente, me contrataron para ir como ocho... (¿?) a la costa. Yo en la costa no había estado nunca, o sea, (de) conocer el mar sí, pero (de) los cementerios de los Changos no tenía ni idea cómo eran. Y llegamos a la costa, empezamos a recorrer los sitios y yo no veía nada, porque no estoy acostumbrado a esta zona pero, de repente, los arqueólogos decían: “ahí hay un conchal”, y… claro.

Entonces los que estaban en la costa recolectaban todo eso y (en el lugar) dónde vivían, dejaban el montón (de conchas). Y hay conchales grandes en Antofagasta, Taltal, (y en)  todos esos lugares. Pero me sirvió a mi esa experiencia para decir: “yo nunca he estado acá, pero ahora sé lo que es un conchal” y el padre Le Paige yo creo que adquirió ese (instinto). A pesar de que tenía  (también)  buenos amigos que le daban información de  (los lugares) donde habían cementerios. Y también se hacía…(35)  porque actualmente todavía hay sitios acá en el pueblo (donde)  no teníamos idea que estaban ahí. Es decir, hacemos un hoyo para poner agua potable (y) empiezan a aparecer los cuerpos.., todo eso. Entonces estamos arriba de un cementerio inmenso.

Incluso acá en el terreno, donde hay un pimiento chico por ahí, excavamos para hacer el adobe para levantar la casa. Hicimos una excavación grandota y aparecieron unos cacharritos, cerámicas y otras cosas. Y los que estaban cavando ahí querían seguir... Yo les dije, “no no, déjenlo ahí no más”. Y hay personas de aquí que me han dicho que habían visto por ahí una persona más o menos alta, de blanco... Se ve de noche, no en el día. Y lo han visto. Y hay una señora que nos arrienda una pieza y que es esotérica, dice que muchas veces lo ha visto. Yo jamás lo he visto, pero por los comentarios de ellos sé que está ahí (36). Por eso parece que hay (en) varias partes, a lo mejor tenían su aldea y se murió alguien y lo sepultaron cerca y ahí quedaba. Incluso en el cementerio local, aparecieron tumbas también.

 

60) Usted me decía que trabajó en la construcción. ¿A eso se dedicó después en su vida?.

 No, yo trabajé como 40 años en la Universidad, o sea, después la universidad tomó el museo y trabajé con ellos, pero sí quedé con el procedimiento de (saber cómo) construir.

 

 61)  Yo le voy a preguntar ¿en qué medida haber conocido al padre a los 14, 15 años después le influyó para el resto de su vida?.

 

Mucho. Por el conocimiento, por (lograr)  terminar mis estudios de cuarto medio... Me influyó mucho, me cambió como el “chip” que tenía antes.

 

 62)  Cómo era ese “chip” antes, y cómo fue después?

 

Era más apegado a la tierra, más agricultor y más bruto. (Era) trabajar en acarrear áridos, arenas, ripios. A eso primero me dediqué antes de los 14 (años) y después (ya) no…. Tomé más conocimiento, estudié y me cambió esa manera de vivir.

 

 63) ¿Y eso después usted se lo transmite a sus hijos?

 Por supuesto.

 

 64) ¿Cómo reciben sus hijos la historia del padre Le Paige?

 Es como que (eso) no les interesa. No, no, no es que “no estén ni ahí”, como se dice, pero no lo toman (en serio) como lo viví yo. Ellos ya recibieron lo que yo les enseñé y listo. Ya no son tan apegados a la tierra, a las “costumbres” mismas que teníamos, o sea, que tenemos todavía (36). Por ejemplo ahora estamos esperando el primero de agosto para zahumar la tierra, para empezar el año agrícola y ellos ni se acercan, salvo (cuando vienen) los bailes religiosos.  (A) esos (bailes) son más apegados  ellos. Pero en sí la tierra, casi queda poco ... (37).

 65) Y usted sigue cultivando la tierra?.

 Y ….cuando es posible, sí; ya hace como tres años sembré allí y nos faltó el agua y se nos fue al diablo la siembra. Entonces, está muy caro sembrar también.

 

66) Pero sus hijos igual ellos tienen una conciencia del trabajo del Padre LPaige?

 Claro, porque yo, cuando  (ellos) eran chicos, -ya no estaba al padre por supuesto-, pero siempre hacíamos las fiestas de Navidad. Cuando el padre estaba vivo, le celebrábamos su cumpleaños el 24 de noviembre y él se iba a escalar los volcanes..., ahí celebraba sus cumpleaños.

 

 67)  ¿Y ustedes lo acompañaban?

 Sí, muchas veces. La última vez fuimos a (los baños de) Puritama. En ese tiempo no se cobraba (por la entrada)  y pasamos el día ahí con él. (A él) le gustaba salir el día de su cumpleaños. No le gustaban las fiestas (38)...

(Fin de la entrevista).


Agradecimientos.

No podríamos dar término a este capítulo sin agradecer a todos aquellos que lo han hecho posible. En primer lugar, a Timoteo y Tomás Cruz, antiguos ayudantes del padre le Paige, que se prestaron  con mucha generosidad a ser entrevistados  por nuestro enviado, el periodista Juan Francisco Cox.  Su testimonio ha sido para nosotros de extraordinario valor por  constituir  una prueba palmaria y única de sus estrechas relaciones laborales y humanas con el sacerdote-arqueólogo durante muchos años. 

Nuestra gratitud, igualmente, al periodista señor Juan Fco. Cox por su disponibilidad y entusiasmo para emprender esta  nada fácil tarea de  recoger el testimonio vivo y palpitante de dos antiguos ayudantes del padre le Paige, 44 años después de su partida. Del mismo modo, al traspasar, tras un tedioso y largo procedimiento, las grabaciones obtenidas a un texto legible, aplicando el método de la "inteligencia artificial".

A  nuestra buena amiga la arqueóloga Ana María Barón, radicada en San Pedro,  quien recibió en su casa a nuestro periodista, lo llevó a conocer las ruinas de Túlor y lo contactó con Timoteo y Tomás Cruz en San Pedro.  Su colaboración ha sido decisiva para el éxito de esta valiosa tarea.



 

Notas.

(1)  Esta entrevista fue hecha por el periodista Juan Francisco Cox a petición expresa nuestra. Nosotros elaboramos un posible cuestionario  de preguntas para orientar al señor Cox y familiarizarlo con el tema. Pero Cox  es el responsable del tenor sctual de las preguntas, tal como fueron planteadas.

(2)  Las dos entrevistas, hechas en forma independiente a los dos ayudantes  de apellido Cruz, en sus respectivas casas, conforman una unidad indisoluble que nos permite adentrarnos bastante bien en el modo de pensar de los ayudantes del padre. Para nosotros, su opinión tiene un valor trascendental.

(3)  La transcripción de las entrevistas usando el método de la "inteligencia artificial" -como aquí se hizo- debió ser revisado  y corregido por nosotros. Este método tiene sus ventajas, pero también sus bemoles pues tambalea frecuentemente y yerra en la elección de la grafía correcta, en especial ante el caso de  apellidos o nombres de lugares que no logra identificar. 

(4)  El ayllu (voz quechua castellanizada como aillo) )  es una notable invención socio-económica de las culturas peruanas preincaicas que los Incas del Perú supieron aprovechar bien en su propio beneficio. Era  ésta una agrupación de base familiar, de lengua y territorio común. Conformaba un territorio bien determinado, propio de un grupo de familias emparentadas entre sí, delimitado geográficamente,  y se  basaba en la ayuda mutua  para  ejercer el control y  explotación de su territorio en beneficio común. Sus componentes hablaban un mismo idioma y compartían las mismas  creencias religiosas y costumbres heredadas de un (presunto) antepasado común. Los ayllus se administraban de manera totalmente autónoma -incluso en el ámbito de la justicia- sin  intervención del estado Inca. Eligían sus propias autoridades que llamaban kurakas. Un conjunto de ayllus vecinos constituía un marka. En el imperio incaico, los ayllus constituían el pilar y fundamento de la  vida social, económica y religiosa andina en tiempos prehispánicos. Que sepamos, el único lugar en Chile donde ha sobrevivido hasta hoy este término y tipo de poblamiento es en la zona atacameña fronteriza con Bolivia. Aquí  sus límites son perfectamente reconocibles hasta hoy y hay incluso mapas que los muestran en detalle (Ver mapa en la obra de Hans Niemeyer y Pilar Cereceda: Hidrografía, Instituto Geográfico Militar, Santiago de Chile, 1984). Una buena descripción  del ayllu y su rol e importancia en el mundo Inca se puede encontrar en: McEwan  Gordon  F. editor  1996,  ver voz ayllu,  Encyclopedia of Latin American History and Culture 1, New York, NY, Charles Scribner´s Sons.

(5)  Se trata de los últimos años de actividad arqueológica del padre le Paige. A fines del año 1979 es conducido, ya enfermo, a Santiago, al cuidado de su enfermero José Mendoza y vive en la residencia de San Ignacio  hasta su muerte, ocurrida el 30 de mayo de 1980.

(6)  Desde el año  1974 prácticamente ya no excava cementerios y se dedica a escribir artículos en la revista "Estudios Atacameños" que el mismo fundara en el año 1973.

(7)  Guatin fue un pequeño caserío atacameño de unas pocas viviendas de pastores y queda a 21 kilómetros al Este de San Pedro d Atacama, a una altitud de 2.900 m sobre el nivel del mar y camino a los geysers del Tatio. Es conocido como "el lugar de los cactus" por la presencia de centenarios y gigantescos cactus conocidos en la zona como "cardones  (Echinopsis atacamensis). Algunos ejemplares pluricentenarios pueden llegar a medir hasta 7 m de altura. Tuve la suerte de conocer el lugar y excavar aquí una vivienda antigua con el padre le Paige y dos de sus ayudantes,  en noviembre del año 1964.

(8)   Referencia interesante al empleo asiduo por parte de le Paige  del Cuaderno de Notas y de la cámara fotográfica en sus salidas a terreno. Cabe preguntarse aquí por qué hasta ahora nadie -que sepamos- ha publicado o hecho referencia a la existencia, en el actual Museo, de sus fotografías de campo. Sus dos ayudantes de apellido Cruz  recuerdan su frecuente  uso por le Paige. Este hecho nos está revelando  que aquí hay mucho que investigar al respecto, al igual que respecto del destino de su famoso "Diario de Campo".

(9)  Los descubrimientos de le Paige han revelado la enorme  riqueza de la cultura atacameña, en sus distintas etapas, logrando así distinguir  con claridad meridiana este grupo cultural autóctono de sus vecinos inmediatos quechuas, aymaras y/o calchaquíes.

(10)  "No era arqueólogo"... Con esta frase cliché, Tomás no hace sino repetir seguramente lo que él ha escuchado de le Paige en el Museo de labios de antropólogos y/o arqueólogos. A renglón seguido, sin embargo, señalará, escuetamente, lo que él tiene por cierto: "era un sabio".   Le Paige, en efecto, nunca estudió arqueología ni se tituló como arqueólogo...Eso ya lo sabíamos. De ahí a rotularlo como "un simple aficionado", hay mucho trecho.  Tenemos pruebas de que consultaba frecuentemente sus dudas y hallazgos con geólogos (como don Carlos Klohn), antropólogos físicos (como don  Juan Munizaga)  o  distinguidos arqueólogos, como  (Hans Niemeyer, el argentino Alberto Rex González, o el norteamericano Edward P Lanning), escuchando siempre atentamente sus planteamientos. y discutiendo con ellos. ¿Lo haría así un simple "aficionado" a la arqueología?...Dejo la respuesta a su criterio...

(11) En Ghatchi y Loma Negra, lugares próximos al arroyo Vilama, encuentra le Paige enormes canteras de material lítico. Aquí, recoge  àvidamente centenares de objetos (o trozos de objetos) tallados obviamente  por el hombre antiguo. Bifaces, cuchillos, raspadores, raederas, punzones...los que fueron, en su mayor parte, desechados in situ por los antiguos cazadores  por estar incompletos  o fragmentados. Gran parte de ellos, hechos en basalto. La roca  basáltica, roca ígnea extrusiva resultado de antiquísimas erupciones  volcánicas, por su gran dureza y aptitud para el lasqueado o astillado,  constituía una excelente materia prima para elaborar instrumentos agrícolas  y/o armas. Nosotros hemos hallado puntas líticas de basalto en sitios costeros (como en el oasis de  niebla de Alto Patache, al sur de Iquique), como material lítico traído ex professo de lugares situados muchos kilómetros tierra adentro. 

(12)  Los atacameños o lickan antai constituyen un grupo humano diferente de sus vecinos quechuas o aymaras (o lipes). No solo por poseer una lengua muy particular, el kunsa, sino también por la posesión de otros rasgos culturales propios (tipo de poblamiento, estilos cerámicos, vestimenta, leyendas...)  que los contradistinguen de sus vecinos.  

(13)  Por "sureños", Tomás parece  referirse aquí a los grupos más numerosos del  sur de Chile: los  mapuches, huilliches o cuncos.

(14)  Los habitantes de la costa aqui referidos, son ciertamente los Changos.  

(15)  Se ha hallado tumbas y cementerios en la costa, cerca del mar. Por ejemplo, en la zona de la  desembocadura del río Loa. (Ver trabajos del  arqueólogo suizo Jean Christian Spahni en ese lugar). La razón es obvia. El curso del río Loa constituía una vía  expedita, bien dotada de recursos para caminantes, la que permitía unir el interior de Atacama con la costa pacífica. 

(16)  "para levantar...". En el sentido de que carecían de  los medios económicos para  mostrar al mundo científico el verdadero origen y caracteristicas  de su  propia cultura como algo diferente de otras.

(17)  Le Paige numera  cuidadosamente sus descubrimientos en  el terreno (v. gr. Quitor-5,  Tchecar-3) y usa etiquetas simples cuyo detallada descripción trasladará luego  a su Diario de Campo a su regreso a la parroquia.  No conozco ningún trabajo científico que  nos explique en detalle su sistema particular de  traslado de la información recogida en el campo a su "Diario". Tarea nada fácil pues usó - y abusó- de abreviaciones y dibujos varios, según recuerdo haberlo visto un par de veces. Le Paige era muy reticente a mostrar a extraños  sus apuntes de campo redactados en letra menuda  y lleno de abreviaciones.

(18)  Le Paige parece que no excavó tumbas en la aldea prehispánica de Túlor...¿Por qué?. ¿Por falta de tiempo...?. No nos queda claro el motivo.

(19)  En Ghatchi y Loma Negra colecta le Paige los especímenes de bifaces que  le recuerdan vivamente los  descubrimientos de artefactos hechos en Francia en depósitos paleolíticos (cuevas de Valonnet, du Lazaret,  Terra Amata  y otras). De aquí que, inicialmente, en los años sesenta, les atribuye una gran antigüedad (más de 40.000 años)  y sueña con hallar pruebas de la presencia del hombre de Neandertal en la zona. Da ahí su audacia en sostener, finalmente, una  antigüedad  de al menos 30.000 años a algunos de sus descubrimientos en Ghatchi y Loma Negra. Para explicarnos mejor su "encandilamiento" con la hipótesis  de la presencia Neandertal en su zona, debemos recordar aquí que le Paige recibe continuamente de Francia y Bélgica  (su patria) información sobre los más recientes  descubrimientos hechos en cuevas en  Francia y/o el resto de Europa. ¿Es esto -me pregunto- propio de  "un aficionado", como se nos quiere hacer creer?

(20)  Le Paige  no halló -que sepamos- cementerios o entierros humanos  en Ghatchi, aunque los buscó en forma persistente.

(21)  A le Paige le interesaba especialmente  recoger y guardar aquellos instrumentos terminados que presentaban una gran similitud sea con el antiguo instrumental  europeo de bifaces,  sea con los  "pre-projectile points", así llamados por  el arqueólogo norteamericano Alex  Krieger. Dibujos de estos instrumentos podemos ver en el trabajo de le Paige titulado: "...........", publicado en   Anales de la Universidad del Norte (Chile), Antofagasta,  Nº .....  

(22)  Tomás nos indica aquí su  personal recelo y temor ante la excavación de cuerpos antiguos. No le agrada hacerlo  y tiene  miedo a las posibles consecuencias y maleficios concomitantes, como una suerte de  "venganza" de los "abuelos" por perturbar así su descanso  eterno.  Este temor surge como secuela obligada de una antigua tradición,  proveniente tanto de su legado indígena tradicional de profundo  "respeto" a los antepasados, considerados como sus "abuelos", como también  de la propia tradición cristiana que ve en los cementerios el lugar específico de reposo eterno de sus deudos, a los que se visita piadosamente el día 2 de Noviembre, fecha en que la iglesia católica celebra el "día de los difuntos". En esta fecha los familiares del difunto traen ramos de  flores de obsequio y, en las comunidades indígenas, aún comida y bebida que comparten con sus muertos. Tal proceder pude observarlo yo mismo en el cementerio de Otavalo, en la Sierra ecuatoriana en 1978,  o en el cementerio de Pachica, en la quebrada de Tarapacá, acompañando al tarapaqueño  don Sergio Rocha en el año  1980.

(23)  Le Paige  busca afanosamente en Ghatchi y Loma Negra piezas significativas, para él comprobatorias de su "antiquísimo origen" y que presentará como pruebas en el primer "Congreso de Arqueología chilena" que el mismo, audazmente, convoca en San Pedro de Atacama en enero del año 1963. A este notable Congreso, invitará le Paige a los más connotados arqueólogos de Bolivia, Perú y Argentina, además de Chile. ¿Es tal proceder propio de un arqueólogo "aficionado"?, podríamos nuevamente  preguntarnos.

(24)  Tchécar, voz atacameñan de lugar,  en su grafía típica de Le Paige, la que ha pervivido, al igual que Tchaputchayna. No sabemos su significado preciso en lengua kunsa. De unos pocos topónimos conocemos el significado preciso, como en el caso de Beter (= "sendero") o Puritama  ("agua caliente"; puri= agua).  Pero, ¿qué significaban para ellos  Túlor, Quitor o Guatin?. No lo sabemos, pero es muy probable que designaran realidades tangibles y visibles,  propias de su paisaje, tal como se estila en las lenguas  quechua y aymara.

(25) Le Paige era muy madrugador. Generalmente, se despertaba a las 6 de la mañana. Seguía un rápido y parco desayuno y se iba a la iglesia a  celebrar diariamente misa. Escasos feligreses (generalmente mujeres ancianas) le acompañaban  esa hora, como me consta personalmente.

(26)  El texto dice "reconstruyeron", pero nos parece que se quiso poner "destruyeron", de acuerdo a lo que exige el contexto. 

(27)  En enero del año 1963, celebra aquí le Paige las reuniones del primer Congreso de Arqueología Chilena que tuvieron lugar  en la primera rotonda de su Museo, recién terminada (Véase foto próxima).

                    

Fig. 4.   Foto tomada en enero del año 1963. El padre le Paige explicando sus descubrimientos en una sesión del Primer Congreso Internacional de Arqueología, convocado por él.

(28) Temor reverencial a contemplar las momias atacameñas, expuestas por el padre en sencillas tarimas de madera, tal como lo muestra nuestra  figura  Nº  5.

                    

Fig. 5.  Exposición de momias atacameñas en el antiguo Museo arqueológico del P. Le Paige apiladas sobre sencillas tarimas de madera confeccionadas por sus ayudantes de campo. (Foto en blanco y negro tomada por  H. Larrain, diciembre 1964).

(29)  Como un  "arqueólogo aficionado" se ha rotulado, repetidamente en los últimos años a Le Paige y su obra. Epíteto  despectivo  que rechazamos totalmente, por ser inconsistente con su gigantesca obra y su legado: el Museo arqueológico y sus valiosas colecciones. Si bien no fue un arqueólogo titulado en una brillante universidad norteamaricana, inglesa o francesa  -como tal vez alguno de sus detractores de  hoy- , su enorme experiencia, adquirida a través de sus excavaciones y estudios, le otorgan una notable perspectiva para calibrar y comprender los cambios culturales operados  en la sociedad atacameña, desde la época del precerámico y del "pre-projectile point"  hasta la llegada del español en 1536. Y San Pedro de Atacama y su zona patrimonial no serían lo que hoy son, si descartamos a le Paige  y su legado cultural.

30)  Le Paige, como aspecto muy propio  de su actividad misionera, tuvo siempre especial preocupación por ayudar a sus feligreses más necesitados, en especial los ancianos que vivían  solos. Me consta.... En una oportunidad,  le Paige me invitó  a ir  al pueblo de Peine  a socorrer a una señora anciana que vivía sola. Lo recuerdo aún perfectamente. Le llevó  una caja con mercaderías consistente en pan, leche en polvo, queso, té, tarros de conservas y otras cosas más. La anciana estaba postrada  en cama....La pobreza de su vivienda era impresionante. Me causó una  profunda  emoción y pena... Sus vecinos la asistían. Le Paige -al igual que otros sacerdotes en pueblos andinos apartados-, recibía de Caritas-Chile (institución benéfica de la iglesia católica)  los aportes que llegaban de los Estados Unidos o Europa,  destinados a paliar el hambre del "tercer mundo".

(31)  Gran parte de los hoteles, discoteques o restaurantes más concurridos de San Pedro de Atacama son propiedad de  gente extraña al pueblo y su pasado.  Pero hay que considerar, en este aspecto, que fueron los propios atacameños quienes vendieron sus propios terrenos a gente venida de fuera con otras intenciones. 

(32) Como posible solución al problema planteado por las cuerpos humanos  o momias, presentes en el Museo, el ayudante de le Paige   es enfático al declarar que re-enterrarlos,  sería una  pésima solución por los peligros que dicho proceder traería consigo: probable  robo o huaqueo  ulterior. Tanto más, si se pretende -como algunos lo han propuesto-. que sus pertenencias  (i. e. el ajuar funerario completo)  debiera ser igualmente "re-sepultado" junto al cuerpo del finado. Idea francamente peregrina  y utópica, por decir lo menos.  

(33).  Es vox populi en la zona -y seguramente  hay  aún testigos de ello- que fueron  empleados o ingenieros de la Compañìa minera de la vecina Chuquicamata (la "Chile Exploration Co.") quienes acostumbraban, como un deporte dominguero, ir a excavar tumbas  indígenas para apropiarse de sus ricas ofrendas de tejidos  finos,  vasijas o utensilios de madera, (como las hermosas tabletas esculpidas de alucinógenos), desechando y dejando abandonados in situ cráneos o esqueletos que no eran de su interés. Pero, para ser imparciales,  también debemos mencionar aquí que las autoridades de los pueblos de la época jamás tomaron medidas para evitar y controlar el saqueo, ni se preocuparon -tampoco- por re-enterrar los huesos abandonados  de sus "abuelos"...¿Por qué? .Tal práctica  denigrante  me consta, porque yo  lo vi con mis propìos  ojos durante el mes de  enero del año 1960 en los alrededores de  Chiuchíu y Lasana.  Se veía huesos por doquier y tumbas abiertas, algunas encistadas. ¡No hemos escuchado nunca un mea culpa por parte de las antiguas autoridades atacameñas!. Haría falta que lo hagan... Le Paige, en cambio, denunció cierta vez a una cuadrilla de militares chilenos en campaña que destrozó un cementerio en Tilomonte, según nos lo recuerda el propio Tomás Cruz en su entrevista.

(34)  Ya hemos comentado en otro lugar el sumo interés del padre le Paige por descubrir y rescatar cráneos en Atacama. Era -lo sabemos bien-  por razones propias de la antropología fisica, es decir, por el afán (casi enfermizo) de le Paige por descubrir, en esas antiguas sepulturas,  algún rastro de influencia  "Neandertal". Lo prueba su referencia explícita a su hallazgo de  "cráneos chatos", según él  de tipo Neandertaloide. (Cfr. su famoso artículo: "Cráneos atacameños", publicado en la revista Anales de la Universidad del Norte, Nº  5, (1966): 7-81). Le Paige afirma allí categóricamente  que dichos cráneos solo aparecen en las tumbas más antiguas  de la zona: "hay que insistir sobre el hecho de que el cráneo "tipo chato" se encuentra en los cementerios más antiguos de San Pedro de Atacama, para desaparecer totalmente  en los más recientes" (Le Paige, op.cit. 1966:  9).  Estos cementerios antiguos, según Le Paige, son: Quitor-1, Quitor-2, Quitor-5, Quitor-6, Quitor 7 y Quitor-8, lugares donde él descubre un alto porcentaje de  "cráneos chatos"  (Le Paige, 1966: 9).

(35)  Frase que queda lamentablemente  inconclusa. No sabemos si por interrupción del entrevistador o por alguna  otra razón.

(36)  Como muchos campesinos o pastores, Tomás aquí se manifiesta como un convencido de la existencia real de los "aparecidos"  o "fantasmas". Tema que linda con la psicología...

(37)    Tomás  nos refiere aquí a las "costumbres"  que cada comunidad humana atesora como elemento unificador y cohesionador. La "costumbre" es la base de sustentación de la ética que cada pueblo considera com un  conjunto de valores compartidos, que otorgan cohesión y existencia al grupo humano comprometido con ellos. Es la base de la "resiliencia", o capacidad de un pueblo de resistir los embates del cambio cultural impuesto desde el exterior. 

(38)  Para le Paige, las "fiestas" eran solo una pérdida de tiempo. El se festejaba subiendo a los volcanes, como lo hizo trepando el Químal o el Licancabur, Para le Paige "el tiempo es oro" y no se podía desperdiciar.