viernes, 16 de febrero de 2024

Itinerario científico del jesuita arqueólogo Gustavo le Paige de Walque. Breve revisión de las fechas más importantes de su carrera.

 

      In memoriam


En afectuoso recuerdo del escultor Harold Krüssel Johansen   (1939-2021). autor de la estatua erigida al padre Gustavo Le Paige en San Pedro de Atacama.


Cronología de un pionero.


El presente capítulo tiene por finalidad  destacar las fechas señeras de la vida y obra realizada por el jesuita Gustavo le Paige en su querida tierra atacameña, entre el año 1955, fecha de su arribo a San Pedro de Atacama y su fallecimiento en Mayo de 1980. Anteponemos, además,  algunas de las fechas  más significativas de su vida personal antes de su llegada a Chile.  

En este mismo blog, hemos  editado ya varios capítulos dedicados a rememorar las diversas facetas de la vida tanto personal como académica del jesuíta. Capítulos destinados a reivindicar y realzar su memoria, ultrajada y vilipendiada hoy por unos pocos atacameños instigados, lamentablemente, por algunos chilenos. Acusado equívocamente de  "profanador de tumbas",  "irreverente destructor de cementerios",  o  "ladrón de cráneos humanos", o incluso de "utilizar  niños como mano de obra barata",  la figura del sacerdote belga Gustavo Le Paige, ha sufrido tal grado de agresión y embate en estos últimos dos decenios,  que el hecho  ha repercutido -cual fatídico boomerang- en su Museo, en su figura histórica, en su memoria, en su trayectoria científica y hasta en su propia estatua levantada al alero de su Museo, obra eximia del escultor Harold Krüssel Johansen, hoy abandonada. 


Fig. 1.  Estado actual de abandono de la estatua del P. le Paige, junto a las ruinas de su querido Museo.  (Foto H. Larrain, enero 2016). Hoy (Enero 2024), altas bardas nos impiden mostrar el estado de desamparo y deterioro del monumento.

Nos hemos enterado, con profundo dolor e indignación, que su estatua aún yace allí, en un abandono ignominioso,  a merced de vándalos, grafiteros o icononoclastas irreverentes. Soberbia efigie,  cuya estampa refleja muy bien el profundo  anhelo de Le Paige por reivindicar la enorme antigüedad del pueblo atacameño y rescatar su importancia para la ciencia. Harold Krüssel, su creador, fallecido hace poco más de dos años (2021), tal vez nunca llegó a enterarse de este desprecio criminal por su obra, una de sus mejores producciones artísticas. ¡Ojalá no haya tenido noticias  del triste destino actual de su obra artística!. 

Solo haría falta hoy que alguien se la robe o la destruya, dando cima así a este triste y doloroso  capítulo de ignominia, ignorancia y estupidez humanas.


  Esta no pretende ser una biografía del sabio jesuita. 

  

No es nuestra intención escribir aquí una biografía, aunque sucinta, de Gustavo Le Paige. Otros ya lo han intentado hacer (ver bibliografía). Su ardua y fructífera labor científica en Atacama es innegable y merece nuestro pleno reconocimiento y admiración.  Fueron 24 años de dedicación absoluta y abnegada al estudio de lo que el denominara "la continuidad de la cultura atacameña".


La opinión de algunos coterráneos.


 Hacemos nuestras las palabras con que un insigne investigador del área atacameña, el Dr. Agustín Llagostera Martínez, antofagastino,  dejara estampadas en su notable trabajo: "Los antiguos habitantes del Salar de Atacama. Prehistoria atacameña" (Pehuén Editores, Santiago, 2014: 215 p.):


"El Padre Gustavo Le Paige si no fue el primer investigador de estos lares,  fue el que trabajó y vivió aquí por más tiempo y con justa razón se autodefinió como "el creador de los estudios atacameños". La persistencia en sus trabajos, la creación del Museo Arqueológico, sus publicaciones y el acopio de patrimonio que logró obtener durante sus 25 años de actividad, le hace acreedor del mérito que el mismo se reconoció. Reunió alrededor de 375.000 objetos, descubrió más de 100 sitios arqueológicos y cerca de cuarenta pueblos en ruinas, excavó más de 3.000 sepulturas en alrededor de medio centenar de cementerios. A los cuatro años de haber llegado a estas tierras, publicó dos artículos con el titulo de: "Antiguas culturas Atacameñas en la Cordillera  Chilena", y diez años después, organizó un Congreso Internacional en San Pedro de Atacama. En ese Congreso proclamó ante el mundo que no se debe aceptar la idea de que la cultura atacameña se formó por una superposición de culturas que se habrían reunido solo por azar en San Pedro de Atacama;  tampoco presentarla como una extensión de las culturas de más al Norte: ¡la cultura atacameña habría tenido un desarrollo autónomo!. (Llagostera, 2004: 13-14).


El testimonio de un atacameño notable, Osvaldo Rojas Mondaca, infatigable impulsor y director de los nuevos Museos de Calama y Lasana, nos parece especialmente relevante. Nos escribía en el año 2013 al respecto:


"Sin duda, hoy gran parte de la existencia del pueblo Likan antai  se debe al Padre, por haberlo instalado en un contexto mundial. El desarrollo reciente del pueblo de San Pedro de Atacama y, en general, el de los pueblos andinos, se debe significativamente al trabajo de este pionero visionario. Los recientes estudios prehistóricos sobre el hombre de Atacama hoy confirman sus audaces teorías, propuestas tantos años atrás.  Los avances con que se consolidó, no solo se dieron en lo social, sino significativamente, también  en lo científico.
Hoy, por la vorágine propia de nuestro tiempo, acostumbramos  opinar sin el más mínimo interés por documentarnos sobre las materias que tratamos.
De esta forma, se tiende a desconocer el aporte de le Paige no solo entre algunos comuneros, sino también en el ámbito académico; como única explicación de este hecho encuentro una gran ignorancia y/o falta de interés por conocer uno de los aportes humanos más significativos que  esta amada terra  tuvo el 
privilegio de recibir".  (en carta enviada desde Calama al suscrito en el año 2013).


La ocasión para este capítulo.


Este capítulo nace de un hecho muy particular. En efecto, hemos tomado conocimiento, casi por casualidad, que su gran obra el  "Museo Arqueológico de la Universidad del Norte" levantado por Le Paige y sus ayudantes atacameños en el año 1962 en el pueblo de San Pedro de Atacama, con planos hechos por el arquitecto antofagastino Carlos Contreras Alvarez, sigue aún parcialmente en pie, aunque en estado agónico y terminal, luego de su implacable desmantelamiento decretado por la Municipalidad de San Pedro en el año 2016.


Estado actual de los restos del Museo arqueológico "Gustavo Le  Paige". 


Fig.  2.   Estado actual de la primera rotonda del Museo Arqueológico, levantada en el año 1963,  tras la orden de demolición decretada por la Municipalidad de San Pedro de Atacama (Foto H. Larrain, enero 2016).

Etapas significativas  de la vida de Le Paige.


El objetivo principal de este capítulo es presentar, en forma esquemática y didáctica, el itinerario personal del jesuita Gustavo le Paige, señalando de manera especial los hitos más  importantes de su vida así como sus numerosos logros en el área científica y humana y los  reconocimientos y distinciones con que en su tiempo fue agraciado a nivel nacional e internacional.

 Varios de nuestros lectores habituales nos han pedido más información sobre la vida del P. le Paige  con ocasión de la lectura de nuestros últimos capítulos, en este mismo blog. Con este nuevo capítulo, esperamos poder  satisfacer su anhelo. 

Queremos aquí destacar, en efecto, el genio particular de Le Paige como el más prolífico investigador de la cultura atacameña a la vez que acérrimo e incansable defensor de su pueblo: el atacameño  o lickan antai. Éste, "su pueblo" al que dedicara su vida entera,  parecería hoy darle las espaldas, alentado por intereses de algunos que, hoy ocultos en las sombras, han tratado de enlodar, desprestigiar y desfigurar su rica personalidad, su notable grandeza de alma y su enorme y aún muy superficialmente estudiado legado científico.


Itinerario personal, científico y académico del arqueólogo Gustavo le Paige.


 (Hemos seleccionado estas fechas sea de sus  propios trabajos, sea de algunas otras fuentes como la obra del periodista belga Christian de Brulle sobre el sacerdote (2010; ver bibliografía).


24/11/1903:  nace Gustavo Le Paige de Walque en el pueblo de Tilleur, cerca de Lieja (Bélgica). Uno de los once hijos de  Constantin le Paige  y Thérèse de Walque. Confluyen, según creo, en él sus distintos ancestros tanto valones como flamencos. Varios de sus antepasados fueron ilustres personajes que destacaron en la ciencia en su patria.  Toda su educación se desenvuelve en lengua francesa.  Que se sepa, Le Paige no dominaba el flamenco y leía con alguna dificultad el inglés. 


1911.  El joven Le Paige hace su Primera Comunión.


1922. Entra como novicio al noviciado jesuita de  Arlon,  Bélgica.


1924. Primeros votos al término del Noviciado de los jesuitas. Da inicio en Francia a sus estudios humanísticos, primero y filosóficos, después.


1928.  Permanencia de 3 años en el Congo Belga  (hoy República Democrática del Congo) antes de ser ordenado sacerdote. Corresponde al período de la formacion jesuita denominado  "Magisterio".


1935.  Recibe su ordenación sacerdotal en la ciudad de Lovaina. En este período tiene ocasión de conocer e intimar con el jesuita chileno Alberto Hurtado Cruchaga, futuro santo de la iglesia católica. Más aún, como testimonio de su amistad, asistirá a su ordenación sacerdotal en calidad de presbítero asistente


1936 al 1952  (en forma intermitente): permanece  por largos períodos en el Congo Belga como misionero católico itinerante. Realiza por entonces una activa y valiosa investigación etnográfica y folklórica de los diferentes grupos étnicos del Congo Belga. De esta prolífica actividad etnográfica y sus asiduos contactos con museos de Bélgica su patria,  ha quedado, afortunadamente un registro cuidadoso  en el Museo del Congo Belga en la ciudad de Tervuren.

 

1952.   Por breve tiempo, es nombrado superior de la misión jesuita de Ngi en el Congo Belga (hoy Zaire).

 

1952. Por orden de su Provincial, debe abandonar definitivamente la misión jesuíta del Congo Belga tras insalvables diferencias de criterio en el enfoque  misional con el obispo de la diócesis. Le Paige propiciaba y fomentaba una mucho mayor sintonía y cercanía  de la liturgia católica con el sentir de las tribus bantúes. Se le critica duramente por ello. Regreso intempestivo a Bélgica.


Agosto 1953.  Llega a Chile desde Bélgica tras su larga estadía misionera en el Congo. Al llegar, pregunta por su amigo  y compañero de estudios el P. Alberto Hurtado Cruchaga, quien ya había  fallecido poco antes en Santiago. Le Paige lo ignoraba. 

Nos tocó ser testigos directos del arribo de Le Paige a Chile aquel año 1953. En efecto, para perfeccionar el uso de la lengua castellana, lengua que desconocía, le Paige estuvo durante algunas semanas en el Estudiantado de los  jesuitas en Marruecos  (hoy Padre Hurtado), donde yo estudiaba en ese tiempo. Nuestra misión fue apoyarlo diariamente en el aprendizaje del castellano. Le Paige nunca llegó a dominar bien el castellano  y sus escritos, plagados de galicismos,  fueron siempre revisados por colegas de su Universidad. De ello nos consta. 


Febrero de 1954.  Es enviado como ayudante del  párroco a Chuquicamata. El lugar le desagrada profundamente. Echa de menos su vida de misionero itinerante en las aldeas campesinas del Congo Belga.


7 de diciembre 1954. Primera visita a la zona de San Pedro de Atacama desde Chuquicamata por recomendación del ingeniero belga Christian de Bruil.  Queda encantado con lo remoto del lugar y sus habitantes. Es el tipo de ambiente rústico al que estaba acostumbrado y donde se siente a sus anchas.


26 de Marzo de 1955.  Asume como  nuevo párroco en la parroquia de San Pedro de Atacama -por entonces vacante- nombrado por el obispo de Antofagasta Monseñor Francisco de Borja Valenzuela Ríos (1917-1998). La parroquia estaba vacante desde hacía bastantes años, desde la muerte de su predecesor el sacerdote  Domingo Atienza.


Abril 1955.  Primeros descubrimientos casuales de cerámica local y primeras observaciones hechas en el pucará de Lasana, Chíuchiu y  en  las huertas de Toconao. 


Marzo de 1956. Primeras conferencias sobre sus hallazgos arqueológicos en Antofagasta y en Santiago. Hacía apenas un año que asumiera como párroco del lugar.


1956.  Descubrimiento de los restos de la aldea sepultada  de Tulor y sus casas de barro.


23 Noviembre 1956.  Primer ascenso del volcán Licancabur de  5.990 m de altitud. Le Paige ya tiene 53 años.


29 Junio 1957. Inauguración de su primera Muestra Arqueológica en San Pedro de Atacama, en el local de su parroquia.  Las autoridades jesuitas de Antofagasta ven con cierta reticencia las actividades arqueológicas de Le Paige, pero terminarán finalmente por apoyarlas  e impulsarlas. El ecónomo de la Universidad, el jesuita   Alfonso Salas, le apoya con fuerza.


11 de diciembre 1957. Visita del obispo de Antofagasta y del Nuncio Apostólico en Chile.


1958. Publica su primer artículo en Chile sobre la base de sus propios descubrimientos recientes con el título de: "Antiguas culturas atacameñas en la cordillera chilena", en Anales de la Universidad Católica de Valparaíso, Nº 4/5, 1957/58,  15-143. Este trabajo, extenso  y lleno de información relevante, es un testigo fiel de su enorme movilidad por el ámbito de su extensa parroquia.

 

1958. Publica su segundo trabajo científico relativo a la cultura atacameña,  con el nombre de:  "Antiguas culturas atacameñas en la cordillera atacameña, época paleolítica", Revista Universitaria, Universidad Católica de Chile,  Anales de la Academia de Ciencias Naturales, Volumen 43, Nº 22,  139-165.


Abril-Mayo 1959.  Descubre instrumental lítico que por su factura, considera "paleolítico": "los vestigios de Ghatchi y Calar son (de edad  de) más de 20.000 años pues tipológicamente son de la forma de los choppers del Asia...;. también hemos hallado instrumental del tipo hacha de mano abbevilliense..." (Le Paige, 1957/58: 16). Le Paige se halla aquí fuertemente influido por los descubrimientos recientes del período paleolítico europeo  y sus publicaciones en francés que recibe periódicamente desde Europa.

 

1960. Se le concede la medalla al mérito Bernardo O´ Higgins en virtud de sus descubrimientos  y hallazgos.


1962. (mediados de año). Con la ayuda de sus ayudantes atacameños, le Paige inicia audazmente la construcción de su nuevo Museo en San Pedro de Atacama. Los planos fueron elaborados por su amigo el arquitecto antofagastino Carlos Contreras, colaborador de la Universidad.


Enero 1963.  El P. Le Paige inaugura el  "Primer Congreso Internacional  de Arqueología" de Chile  en el recinto aún inconcluso del nuevo Museo. Acude, además de un número significativo de arqueólogos  chilenos,  un selecto grupo de connotados especialistas de los países vecinos: Argentina, Bolivia y Perú. 

Fig. 3. Enero de 1963. Asistentes al primer Congreso de Arqueología de Chile, en el nuevo Museo arqueológico fundado en San Pedro de Atacama por el padre  Gustavo le Paige.   Aquí le Paige presenta sus descubrimientos líticos en el sitio Ghatchi que sospecha correspondan a un  "Paleolítico americano".

Mediados de 1963. Inauguración oficial del primer pabellón de su Museo Arqueológico.


12 Marzo 1964. Es nombrado profesor e investigador de la Universidad del Norte en Antofagasta. El Museo queda así oficialmente incorporado a la Universidad gracias a las gestiones  de  los jesuítas Alfonso Salas y Gerardo Claps.  Inicialmente, le Paige se resiste  fuertemente a esta incorporación por temor a perder autonomía e independencia en su gestión, pero termina finalmente por ceder. 

 

18 al 20 de Marzo 1964. Recibe la visita del rey Leopoldo III de Bélgica y su esposa Liliane. Le Paige les obsequiará hermosas muestras de cerámica y lítica, fruto de sus hallazgos. 

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12 Abril 1964. Se le nombra oficialmente profesor-investigador de la Universidad del Norte en Antofagasta.  El Museo y sus colecciones quedan así incorporadas oficialmente a la Universidad del Norte. 


Octubre 1964. Se le nombra "Caballero de la Orden al Mérito Bernardo O´Higgins".


Noviembre 1964.  Exposición de las obras pictóricas de le Paige y otros pintores en Calama. Obras hechas durante su larga estadía en el Congo Belga y en Atacama. 


Diciembre 1964 - Enero 1965. Viaje a Bélgica. Da conferencias sobre sus descubrimientos en la ciudad de Lieja. El Rey Leopoldo y su esposa le hacen entrega de una de una importante donación para la adquisición de un equipamiento médico  para el pueblo de  San Pedro de Atacama.


Septiembre 1967. Visita del Presidente de Chile Eduardo Frei Montalva a San Pedro y su Museo arqueológico. Es la primera vez que un Presidente de la República visita el poblado. Le Paige consigue apoyo económico para su pueblo.


Diciembre 1969. Se celebra en San Pedro de Atacama el Congreso Panamericano de Arqueología.


11/10/1971. Se le concede la ciudadanía chilena por gracia, en virtud de sus méritos y calidad de su trabajo científico.


 4/10/1975. La Universidad Católica del Norte, su Alma Mater, le concede el titulo de "Doctor  Honoris Causa" y edita un volumen especial en su honor, con el título de: "Homenaje al Dr. Gustavo le Paige, S.J.". 


03/12/1977. El Embajador de España en Chile don Luis Arroyo Oznar  le otorga la Insignia de la Orden Isabel La Católica, concedida por el Rey Juan Carlos de España.

 

Octubre 1978. Coautor en la obra "Cultura atacameña", de los autores Bente Bittmann, Gustavo Le Paige y Lautaro Núñez en la Serie "El Patrimonio cultural chileno, Colección Culturas Aborígenes", Departamento de Extensión Cultural del Ministerio de Educación, Santiago, 1978. Esta sería la última publicación científica de Le Paige, de la que estaba muy orgulloso.


Octubre 1979. Los superiores ordenan al  P. Le Paige trasladarse a Santiago para tratar su enfermedad.  Acepta,  aunque a regañadientes. En la residencia de los jesuitas en Santiago, es cuidado por el enfermero don José Antonio Mendoza.


2 de Noviembre 1979. Entrevista hecha a Gustavo Le Paige  por Horacio Larrain, en la enfermería de la residencia de los jesuitas en Santiago. (Transcrita y comentada en su blog: https://eco-antropologia.blogspot.com con el título de  "Entrevista a Gustavo le Paige, S.J. el 2 de noviembre de 1979" y  editada el  16/06/2010).


19/05/1980. Fallece en Santiago de Chile tras un larga y penosa enfermedad de cáncer.


23/05/ 1980.  Sus restos son trasladados  desde Santiago a San Pedro en cuyo cementerio fue enterrado en solemne ceremonia. Allí  reposan hasta hoy en una sencilla tumba, al lado de la del presbítero Domingo Atienza, su predecesor y  rodeado de sus queridos atacameños.


Artículos, obras y/o trabajos posteriores referentes a la obra  de  Gustavo le Paige, S.J. 


1980.  Eliana Durán,  “R.P. Gustavo le Paige de Walque, (1903-1980)”. Noticiario Mensual del Museo Nacional de Historia Natural, Año XXIX, Nº  283-284.


06/0/6/1980. Horacio Larrain: “Recuerdo  del Padre Le Paige”, Diario “El, Mercurio”, Santiago de Chile. 


28/06/1981.  Reportaje “La Herencia de Le Paige”,   Diario “El Mercurio” de Santiago de Chile.


Diciembre 1984.  El Departamento de Extensión Cultural del Ministerio de Educación de Chile publica el volumen: “Museo Arqueológico R. P. Gustavo le Paige S.J. de los autores Agustín Llagostera y María Antonietta Costa  con numerosos grabados y fotografías de los especímenes del Museo. (Serie Patrimonio Cultural Chileno. Colección Museos Chilenos, 96 p.).


1991.  Se inaugura en el Museo la "Sala del Tesoro", con aportes de la Minera La Escondida. Allí se exhibía las piezas de oro halladas por el sacerdote en el callejón de Larache y otros lugares de la Comuna. 


1993. Lautaro Núñez publica su obra: "Gustavo le Paige. Cronología de una misión", Ediciones Universitarias, Universidad Católica del Norte, 1993. Es un relato liviano,  más bien anecdótico, de la agitada vida de Le Paige como misionero itinerante. 


1996.  El arqueólogo chileno Mario Orellana Rodríguez le dedica varias páginas en su obra: Historia de la arqueología en Chile (1842-1990), Bravo y Allende Editores, 1996. ( ver pp. 184-188). Destaca allí la importancia del aporte de le Paige para el estudio de las culturas atacameñas.


2010. El periodista belga Christian du Brulle publica su obra biográfica sobre le Paige: "Le dernier roi de L´Atacama",  Editions Mols,  Collection Histoire, Paris.  


2011. Artículo de Horacio Larrain: “Un Legado inconcluso: Tras las huellas de Gustavo Le Paige, S.J”,  “Revista Mensaje”,  Nº 5.495, Vol. LIX,  pp. 45 a 48, Santiago de Chile.


2012.  El sociólogo  Jorge Pavez Ojeda publica el artículo: "Fetiches kongo, momias atacameñas y soberanía  colonial. Trayectoria de Gustavo le Paige s.j. (1903-1980)". En revista Estudios Atacameños, Universidad Católica del Norte, Museo Arqueológico Gustavo Le Paige, Nº 44, versión on line ISSN  0718-1043.


Lautaro Núñez, 2015, "Pinturas de Gustavo le Paige. Imaginario y vida de un misionero jesuita", publicado en forma de un catálogo comentado sobre el contenido de sus producciones pictóricas (Quillka Ediciones, Universidad Católica del Norte.


Nuestro comentario final.


Hay una patente y curiosa discrepancia (y yo añadiría distancia sideral) entre  la enorme cantidad de elogios, condecoraciones y preseas recibidos por le Paige durante su vida como premio a su labor científica (como consta en nuestro inventario más arriba)  y lo que viene ocurriendo con él en los últimos 10  ó 15 años a esta parte en la zona atacameña.  Ataques arteros a su persona y su obra, abiertos o solapados,  por parte de algunos antropólogos e incluso personeros atacameños que lo han  tildado de  "profanador de tumbas",  "saqueador de cementerios", "destructor de ruinas" o "utilizador de mano de obra barata" en sus trabajos arqueológicos. Para otros, es un ingenuo reproductor de  añejos procedimientos y métodos colonialistas  reñidos con  la dignidad  de las etnias indígenas y sus normas de respeto hacia sus antepasados.  Grupos indígenas  hoy reconocidos en la Constitución chilena, han exigido retirar de los vitrinas de los museos del país los restos en exhibición de sus "antepasados" indígenas (cuerpos, momias o esqueletos) por respeto a su memoria y a sus actuales descendientes. Así, en los últimos años, hemos visto desaparecer de todos nuestros Museos  tales exhibiciones de cuerpos humanos, consideradas inmorales y provocadoras por un segmento de la población nacional. 

Tal ha ocurrido también en las dependencias provisorias  del actual museo de San Pedro de Atacama. Es cierto que el padre le Paige en su museo solía mostrar con orgullo cuerpos momificados con su respectivo ajuar mortuorio, en sus salas de exhibición museográfica. Cuerpos momificados de antiguos atacameños con su ajuar respectivo partieron a la Exposición Universal de Sevilla en el año 1992 y allí yacen aún en bodega. Hasta alguien, en época de le Paige,  se permitió bautizar con ironía a la momia intacta de una joven atacameña expuesta en el Museo de San Pedro  como "Miss Chile". ¿Exageración? ¿Acto indignante y vergonzoso?. ¿Ofensivo para los pueblos indígenas actuales?

Hemos conocido muchos Museos en América y del mundo donde se exhibían (y aún se exhibe) cuerpos momificados de culturas pasadas. Egipto es tal vez el caso más conocido, donde centenares de momias  han sido depositadas, estudiadas y mostradas ostentosamente  al público visitante. La famosa momia del faraón Tutankamón es un clarísimo y bien conocido ejemplo.

 El American Museum of Natural History de Nueva York aún expone el cuerpo momificado de un minero atacameño (rotulado como "el hombre de cobre")  hallado en el año 1899 en la mina "La  Restauradora"  (Chuquicamata)  junto con sus primitivas herramientas, durante las primeras labores mineras en la zona. 

¿Por qué en Chile (y otros países de América) ha surgido este "grito de enfado etnocéntrico",  y no ocurre lo mismo en los Museos de Egipto, Nubia,  o  Afganistán?. ¿Por qué allá,  sus actuales habitantes, no protestan también contra la exhibición de sus ancestros momificados?.

Este tema da, en nuestra opinión, para un análisis mucho más profundo mediante un capítulo especial de nuestro blog. Lo que haremos pronto, si Dios quiere. Porque aquí parecería radicar la mayor parte de las críticas vertidas por algunos líderes atacameños actuales (aliados con algunos antropólogos) contra el proceder habitual de le Paige en su muestra museológica en San Pedro de Atacama.




 


  


  

5 comentarios:

Dr. Horacio Larrain Barros dijo...

Recibo el siguiente comentario de la arqueóloga Ana María Barón desde San Pedro de Atacama:

Mis sinceras felicitaciones, Horacio. Recopilaste una cantidad enorme de reconocimientos a sus méritos. Lamentablemente hoy día es acusado y vilipendiado como el peor. Y hoy, nadie de la Universidad del Norte lo defiende.
Espero escribir algún día sobre sus hallazgos, tan importantes, y los conocimientos profundos que tenía de la paleoantropología regional, algo inimaginable para la mayoría de sus detractores.
Espero que te llegue bien este mi correo.

Saludos muy cordiales.


Ana María Barón, San Pedro de Atacama, 16 febr. 2024.

Dr. Horacio Larrain Barros dijo...

Ana María: Agradezco tus comentarios, tanto más valiosos cuanto que provienen de alguien que trabajó codo a codo con el padre le Paige y lo conoció muy de cerca. En realidad, es penoso ver hoy día como es atacado o desfigurado desde su propia trinchera, la revista "Estudios Atacameños" que el fundara con tanta dedicación y empeño para dar a conocer al mundo las culturas atacameñas.
Que hoy nadie en la Universidad Católica del Norte, su Alma Mater, salga hoy en su defensa, nos parece en extremo lamentable. Pero estoy seguro que llegará el día en que su gran obra será revalorizada y enaltecida. Ojalá un día sus "Diarios de Campo" con sus detalladas descripciones de sus hallazgos, escritos con su letra menuda sean publicados y examinados con rigor científico por expertos en arqueología. Nosotros hemos tratado hace unos meses de acceder a ellos sin éxito hasta ahora.
¿Por qué -me pregunto- esa reticencia en darlos a conocer al público culto nacional e internacional?. Espero que algún día sus apuntes de terreno sean fruto de un análisis sereno, imparcial y profundo. Contienen, en mi opinión, una valiosísima información de primera mano que esperamos algún día sea develada para su justificación y enaltecimiento.

Un saludo afectuoso,

Horacio Larrain

Dr. Horacio Larrain Barros dijo...

Recibo del antropólogo y arqueólogo ataameño Ulises Cárdenas Hidalgo el siguiente comentario a este capitulo (19 febrero 2024):

Estimado amigo y gran ser humano Dr. Larrain

Ruego a Dios por Ud. y su bienestar.

Lo felicito por su perseverancia en torno a rescatar y limpiar la imagen del padrecito le paige.

Yo he vuelto a San Pedro de Atacama a trabajar y no ha sido fácil

Un gran abrazo

ULISES CÁRDENAS HIDALGO
Arqueólogo - Licenciado en Antropología

Dr. Horacio Larrain Barros dijo...

Nos escribe el arquitecto antofasgastino Pedro Lázaro Boeri:

"Felicitaciones Horacio por tu trabajo.
Es aberrante la falta de respeto que ha recibido el padre le Paige y su legado desde hace ya bastantes años a esta parte por parte de profesionales de su misma disciplina, lo que despierta un sentimiento mucho más chocante que el cuestionamiento insensato proveniente de actores sin preparación académica o científica.
Ya me pareció extrañísimo cuando hace alrededor de una década las autoridades decidieron construir un nuevo recinto para el museo y en seguida, sin haber colocado ni siquiera la piedra fundamental, procedieron a cerrar el existente, que quedó sin prestar servicios desde entonces, expuesto al deterioro inclemente de los años hasta el estado terminal que presenta actualmente.
Pienso que la legación consular Belga debiese tomar cartas en el asunto y a partir de allí generar una plataforma de reconocimiento y rescate efectivo de este patrimonio cultural, así como de la trascendencia de su creador para la comunidad atacameña.
Cordiales saludos,

Pedro Lázaro B.

20 de febrero de 2024,

Dr. Horacio Larrain Barros dijo...

Estimado Pedro:

Concuerdo contigo en que debería informarse a la Embajada y/o Consulado belga en Chile de esta situación que atañe a uno de sus más valiosos científicos que fallecieron en Chile.
Tu hablas en tu comentario de un "abandono actual del Museo antiguo". Ojalá fuese solo abandono. Pero la triste realidad nos dice que fue un destrucción deliberada, ordenada (¿o permitida?) por las autoridades municipales de entonces (enero, 2016). Cual lobos rapaces -según testigos del hecho- algunos atacameños, adversarios de le Paige, desvalijaron y comenzaron la destrucción sistemática de su primera Rotonda, (emblema de su obra museológica), arrancando ventanas, puertas y maderamen utilizable. Fue, según me relatan testigos, una verdadera masacre del valioso Monumento erigido por le Paige y sus fieles ayudantes en 1963.

Atte.,
Horacio Larrain