Dada la gran cantidad de capítulos de mi blog (que ya superan los 340 editados) nos ha parecido conveniente reunirlos en conjuntos especiales, distribuidos por temas específicos, para facilitar su consulta. Es lo que hemos venido haciendo en los dos últimos años, al amparo de la quietud de nuestro refugio en Las Canteras (Región Metropolitana), nuestra actual morada. Aquí los mostraremos por orden de aparición en el tiempo.
Fascinación de la Pampa.
La Pampa del Tamarugal ejerce hasta hoy una fascinación muy particular al viajero e investigador, por la presencia en medio del desierto de arenas, de una flora arbórea y arbustiva muy característica, que no se observa en ningún otro paraje. En efecto, el bosque de tamarugos, algarrobos, pillallas y retamillas que asombrara a don Antonio O´Brien en 1765, constituye una llamativa área de verdor y frescura, en medio de la impresionante aridez y sequedad del desierto tarapaqueño.
Uno de los primeros autores que estudió en profundidad esta pampa y sus recursos de aguas subterráneas, fue el geólogo alemán Johannes Brüggen Messtorff (1887-1953). Escribe después de haberla recorrido en toda su extensión y de haber consultado todas las fuentes disponibles en su época. En particular, recurrió a los informes de las Oficinas Salitreras, que habían excavado pozos profundos en busca de agua potable. Asombra leer hoy sus trabajos de hace más de 100 años, por su notable claridad y sencillez de exposición, que los hacen perfectamente comprensibles para un público culto, sin necesidad de recurrir a un vocabulario sofisticado y abstruso del que algunos gustan de hacer gala hoy.
Anoto aquí un par de citas al canto para apreciar su notable claridad y simplicidad de expresión:
"3. relación entre el agua subterránea y los Salares.
"En jeneral, en toda la estensión del Salar de Pintados el agua subterránea se halla a poca profundidad y, en las partes pantanosas, llega hasta las superficie. El nivel elevado del agua en el salar de Pintados, se explica por el hecho de ocupar éste la parte más baja de la Pampa del Tamarugal y que, al mismo tiempo, el avance del Cordón del Cerro Gordo que más al sur sale de la rejión de Buenventura, estanca las corrientes subterráneas".
"Es de importancia notar el hecho de que el agua subterránea que se encuentra debajo del Salar de Pintados, es de una calidad relativamente buena, que pocos metros más abajo de la costra de sal, es de donde se saca el agua potable de Pintados. La Oficina de Aurrerá ha construido, en las cercanías de Pintados, varios pozos de unos 20 metros de profundidad, que producen alrededor de 10 litros por segundo de agua que se obtiene dulce y de muy buena calidad". (1920: 330).
La presencia de altos niveles freáticos y, en algunos lugares, la consiguiente aparición en superficie de sectores humedecidos por aguas surgentes, permitió, además, desde antiguos tiempos, el asentamiento de pequeños grupos humanos dedicados al cultivo en las "chacras sin riego" o mahamaes, bien conocidas en la costa del sur peruano. Esta inmensa Pampa o "Valle" (en expresión de O´Brien), se extiende desde los límites de la quebrada de Camiña, por el Norte, hasta prácticamente el curso del río Loa, por el sur, cubriendo una superficie cercana a los 20.000 km2.
Ningún río o quebrada andina logra cruzarla y atravesarla por completo, pues la cordillera de la costa se interpone, como barrera infranqueable. La Pampa constituye así una enorme cuenca endorreica -resto evidente de antiguos lagos pleistocénicos- y todas las aguas de las quebradas que en ella rematan, terminan infiltrándose en su subsuelo, entre diferentes capas de arenas y arcillas, situadas a distintas profundidades, constituyendo un gigantesco reservorio de aguas subterráneas. Estas, en algunos parajes, logran llegar por capilaridad hasta la misma superficie, conformando los terrenos ideales para la construcción de las "chacras sin riego", (o "mahamaes") como en el caso notorio del área de La Huayca.
¿A qué lengua corresponde?
"Tamarugal" se le llama a esta extensa y dilatada Pampa, al menos desde el siglo XVIII. El término "Tamarugal", no aparece que sepamos, en la documentación colonial anterior al siglo XVIII. Los cronistas y viajeros como Antonio Vásquez de Espinoza o Reginaldo de Lizárraga que transitan por este territorio de N a S en el siglo XVII, y que nos han dejado descripciones precisas del trayecto, nunca le denominan "Tamarugal", sino "Algarrobal", por la presencia de especies arbóreas productoras de una especie de algarroba comestible por hombres y animales, en cierto modo semejante al algarrobo peninsular; de ahí su denominación. Aquí, algarrobos y tamarugos conviven armoniosamente.
La palabra "algarrobo": origen.
Como es sabido, la inmensa mayoría de las palabras castellanas que comienzan con la sílaba -al- provienen de la lengua árabe. (por ejemplo: alcohol, alcuza, algodón, alquitrán, almendra, almena, alhelí, alcanfor, alcancía, almacén, alacena, alpiste, etc., etc.). Así, pues, el término "algarrobo" es también claramente de origen árabe y designa al árbol Ceratonia siliqua, originario del Levante (Israel y Jordania). Como excelente alimento de cerdos y cabras, fue llevado a Egipto y posteriormente los árabes lo introdujeron en la península ibérica a partir de su conquista en el siglo VIII D.C.
¿Y la palabra "tamarugo"?.
¿De dónde, en cambio, nos preguntamos, proviene el término "tamarugo"?. A primera vista, parecería ser una voz de procedencia indígena por su estructura fonética, pero no ha sido posible hallarle hasta ahora un origen y/o significado exacto según la versada opinión del lingüista peruano Rodolfo Cerrón Palomino. Ante mi consulta explícita, Cerrón me respondió lo siguiente: "No puedo dar con la filiación idiomática de <tamarago> o <tamarugo> (Com. pers. 23/06/2023).
A juzgar por los escritos de O´Brien, en su época, hacia el año 1765, los términos "tamarugo" y "tamarugal", ya son algo de uso común. En efecto, O´Brien nos describe la presencia de vegetación en el piso del valle o pampa de Iluga o del Tamarugal en los siguientes términos:
"Asimismo, hay en él gran cantidad de crecidos árboles que llaman tamarugos, algarrobos y molles, muchas y crecidas retamas con un espeso e intrincado bosque de monte bajo que en parte lo hacen impenetrable por esta parte frente del pueblo de Pica y es bastante húmedo y muy abundante de agua subterránea..." (Antonio O´Brien, 1765, "Descripcion del Valle o Pampa de Iluga y de el Tamarugal", Capitulo Séptimo, (párrafo) 76, transcripción directa de copia personal del original conservado en el Archivo de Indias, Sevilla; énfasis nuestro).
Al estar ahora bien seguros de que este término no procede de las lenguas quechua o aymara -lenguas que Cerrón Palomino maneja muy bien- quedaría abierta la posibilidad de que su origen fuese atacameño (kunsa) o puquina. Descartamos, sin embargo, a la lengua atacameña o kunsa de los lickan antai no solo porque la estructura de los sustantivos kunsa es bastante diferente, sino también porque esta parte del desierto nunca fue poblada por ellos, aunque transitaban frecuentemente a través de ella por sus contactos comerciales.
¿Qué otro grupo humano pudo haberla originado?. Al parecer, solo nos restaría uno: el puquina. Sabemos que los puquinas poblaron las regiones de Moquegua, Tacna, Arica y Tarapacá desde la costa hasta los mismos bordes del lago Titicaca, llegando a constituir un grupo muy numeroso cuya lengua fue considerada, en la época colonial temprana (S. XVI-XVII), la tercera en importancia por el número de hablantes en el Incanato después del quechua y del aymara.
A este respecto, un hecho nos parece determinante: el árbol llamado "tamarugo" (Prosopis tamarugo) solo existe en estado natural en la pampa del Tamarugal en territorio chileno actual desde el sur de la quebrada de Camiña hasta el mismo río Loa. No existe, por tanto, ni en Bolivia, ni en Perú, ni en Argentina en forma natural. Tampoco en la región de Arica o en el resto de Chile. En otras palabras, tamarugos hubo solo en los territorios poblados por la etnia puquina.
En el Perú existe un pariente muy cercano al tamarugo: el algarrobo, denominado allí "huarango" (en quechua: waranku tal como lo apunta el Anónimo de 1586: huarancu |waranku| (chin). Algarrobo, árbol y la fruta (Vide Cerrón Palomino edit., 2014: 107). Parece lógico deducir de aquí que hayan sido los pobladores habituales del territorio, es decir los puquinas, quienes le dieron eventualmente su nombre, y no algunos afuerinos o meros transeúntes.
Fig. 4. Hojas y frutos de algarrobos. plantados en la plaza del pueblo de La Tirana (Foto H. Larrain, 08/12/2011).En lengua aymara, por otra parte, el algarrobo recibe el nombre de "taccu", según Ludovico Bertonio (1612: 37). Y por cierto, la voz "tamarugo" o alguna similar, simplemente no figura en su Vocabulario.
Sugerimos, por tanto, como hipótesis altamente probable, que la lengua de origen del topónimo "Tamarugal" haya sido la lengua puquina. Al menos asi pensamos hasta que aparezcan otras nuevas pistas, seguras, de búsqueda.
Terminado este breve excursus lingüístico aclaratorio -que por cierto no pretende agotar el tema sino solo desbrozarlo para futuros debates-, presentamos el siguiente listado de nuestros capítulos.
Bibliografía básica.
Brüggen, Juan, 1920, "El agua subterránea en el Norte de Chile", Anales de la Universidad de Chile, tomo 146, 319-340.
Cerrón-Palomino, Rodolfo (ed.) 2014. Arte y vocabulario en la lengua general del Perú / Anónimo; edición interpretada y normalizada de Rodolfo Cerrón-Palomino, con la colaboración de Raúl Bendezú Araujo y Jorge Acurio Palma. 1ª ed. Lima, Pontificia Universidad Católica del Perú, Instituto Riva-Agüero, 445 p.
O´Brien, Antonio, 1765. "Descripción del Valle o Pampa de Iluga y de el Tamarugal", Capítulo Séptimo, (párrafo) 76, fotocopia de transcripción directa del original conservado en el Archivo de Indias, Sevilla; Charcas, Legajo 490.
1 comentario:
Recibo el siguiente comentario del historiador Rodrigo Cornejo Yrigoyen:
!¡"Muchas gracias por su nuevo aporte del blog. Nuevamente me confirma la calidad pedagógica de su enseñanza, muy didáctica, cuidadosa y ordenada. Es muy bueno y pertinente el ordenamiento que hace de los capítulos de su blog.
Muy interesante fue también su análisis de las etimologías de los conceptos "Tamarugo" y "Algarrobo". Sobre este último, fue inevitable acordarme del balneario de este nombre (Región de Valparaíso), donde sin duda tuvo que haber habido ejemplares, al igual que en el norte chileno".
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