Breve biografía.
Nacida en Linz, Austria el 14 de Septiembre del año 1914, llegó a Chile el año 1939. De origen judío, se vio obligada a huir del régimen nazi con su marido, y llegó a nuestro país donde fue acogida por Ricardo Latcham, Director por entonces del Museo de Historia Natural, quien al poco tiempo la nombró "Encargada de la sección de Arqueología". Llegó a ser Directora del mismo Museo entre los años 1964 -1982, fecha de su retiro. Obtuvo la ciudadanía chilena y casó en segundas nupcias con Juan Gómez Millas, ex Rector de la Universidad de Chile. Falleció en Santiago el 15 de Diciembre de 1991. Pocos días después, el Senado chileno le rindió un sentido homenaje. Se lo merecía con creces.
Cuando se realizó el Acto de Homenaje en su honor en la ciudad de Calama , al que aquí se alude, Grete tenía 72 años bien cumplidos.
Un Acto del que nadie se acuerda.
"Su sólida formación humanista y su doctorado en Bélgica en Filología e Historia de Oriente, le otorgan la seriedad y la metodología profunda para enfrentar el examen de nuestras antiguas culturas . Y la egiptóloga en ciernes, se convierte, por un increíble azar político, geográfico y cultural, en la gran experta en la cultura atacameña, maestra y ejemplo de las actuales generaciones de arqueólogos chilenos.
"Si bien publicó valiosas contribuciones sobre la zona de Arica, la Serena y la zona central de Chile, e incursionó con gran vitalidad en la antropología y etnografía de los grupos fueguinos, su pasión máxima fueron estos pueblos desérticos, sus oasis, sus hombres y paisajes en esta 2ª Región.
"Reseñemos ahora algunas de sus obras cumbres, con el temor de enfatizar, con cierta parcialidad, aquellos trabajos en los que marcó nuevos rumbos y senderos a la investigación nacional. En 1948, publica su extenso artículo "Ciudades Atacameñas", fruto de una incansable labor de terreno y cartografía de las principales ruinas de los antiguos pueblos del área. Tal esfuerzo, hasta hoy, no ha sido superado.
"En 1954 presenta uno de sus mayores y más profundos trabajos: Peine un pueblo atacameño, a la vez antropología, etnografía, lingüística y biogeografía del pueblo más meridional del Salar de Atacama. La investigación data de 1949. Grete frisaba apenas en los 34 años. Aquí supo utilizar, sagazmente su predilección por la lingüística, rescatando nuevos antecedentes para el estudio de la lengua atacameña o kunza. Grete me confiaba hace pocas horas: "cuando llegué a Peine visité una familia donde había un niño enfermo, me habían pedido que lo llevara a Calama. Ahí oí conversar en una lengua extraña, que no era el castellano. Me confesaron, tras alguna vacilación, que era un "dialecto" y que lo llamaban "kunza".
Su contribución al estudio de una lengua, ya por entonces casi del todo extinguida, fue crucial. En efecto, había ya por entonces muy escasos parlantes de dicho extraño idioma, que hasta hoy ha resistido todos los intentos de afiliación lingüística.
"Pero "Peine, un pueblo atacameño", fue también un extraordinario trabajo etnográfico y análisis profundo de costumbres, descripción detalladísima y acuciosa de todos los aspectos de la vida diaria: ajuar doméstico, vestimenta, vivienda, asentamientos, sistemas agrícolas y ganaderos, fiestas y ritual religioso de los habitantes atacameños de la zona. Nada escapa a su ojo avizor, ni siquiera la flora o fauna, la toponimia o la composición química de sus aguadas o pozos.
"Grete comprende, siguiendo una tradición de las mejores etnografías extranjeras, que una comunidad humana solo puede ser entendida en su integridad. Antes de la aplicación de la "teoría de sistemas", Grete ha comprendido que el pueblo o comunidad es un "todo" un "sistema" el que, por tanto, exige análisis integral de todos sus componentes. Cuando por entonces apenas hablábamos de ecología, su análisis no ha sido superado ni lo será por mucho tiempo. Más aún, me atrevería audazmente a afirmar que esta obra magna es la única etnografía realmente completa escrita hasta hoy en Chile.
"Me confiaba su autora hace algunos instantes aquí en Calama: "ojalá se hiciera, después de transcurridos casi 40 años un nuevo estudio de Peine, para detectar sus cambios, su transculturación". Tarea ímproba que habría que emprender un día, sin duda, tras las huellas frescas de Grete y con su misma tenacidad [y agregaría yo hoy, 2013, con su idéntica metodología de análisis].
"Sorprende recorrer las apretadas páginas de este riquísimo estudio. Parece increíble que tal obra haya sido hecha por solo tres personas (un geógrafo, un antropólogo físico y una antropóloga: la misma Grete) en el espacio de solo tres semanas de arduo trabajo en terreno. ¡Ejemplo y lección para nosotros, sus seguidores, que podemos llegar hoy a las comunidades con tanta facilidad, rapidez, y comodidad!.
"El influjo e impacto inca, en la zona central del país, muy poco estudiado hasta entonces, recibió un inusitado impulso. con la publicación de dos trabajos claves: "Un cementerio incásico en Chile Central (La Reina, Santiago)", en 1947 y "La momia del Cerro El Plomo" (1957) que reseña el descubrimiento de un sacrificio humano de una niña lupaca a las divinidades de las aguas y de los montes. Trabajos ambos que arrojaron nueva luz sobre el poblamiento de colonos y colonias incaicas hasta la zona del río Maipo.
"Junto con el Dr. Alejandro Lipschutz viaja al extremo sur (Punta Arenas e isla Navarino) a estudiar aspectos de la biología y antropología cultural de los últimos descendientes de los yámanas o yaganes. La historia y cultura de los grupos étnicos en vías de extinción ha sido, también, una obsesión de Grete.
"Su amplio conocimiento de la arqueología chilena le permitió escribir, en apretada síntesis, su obra de divulgación: "Prehistoria de Chile", que ha conocido innumerables ediciones y que ha sido el vademecum obligado de la arqueología de los grupos indígenas chilenos para todo el estudiantado nacional. Sin esta obra de Grete habría carecido el joven chileno del trabajo básico que le le abría el acceso al conocimiento científico de nuestras raíces prehispánicas.
"Variados otros aspectos de la antigua cultura atacameña ha quedado en evidencia en los estudios de Grete: sus ideas religiosas, su arte rupestre singular y bellísimo, su artesanía, su vestimenta y adornos, aspectos que otros investigadores en esta misma oportunidad [i.e. en este mismo Simposio] han seguido profundizando.
[Síntesis de su legado].
"Yo me atrevería audazmente a sintetizar el legado de Grete Mostny en lo siguientes aspectos:
a) es absolutamente necesario hacer las investigaciones sobre las culturas y los pueblos en el terreno mismo, no desde el solo gabinete;
b) es preciso aplicar la más avanzada tecnología de estudio que sea posible adquirir. No hay que ir a "ensayar" con las comunidades;
c) es preciso trabajar en equipo. Una comunidad es un todo sistémico que debe ser enfocado en su globalidad;
d) si es siempre necesario comenzar con numerosos análisis de detalle, se ha de procurar, sin embargo, llegar síntesis generales con el objeto de hacer avanzar la ciencia antropológica;
e) es indispensable perseguir temáticas relacionadas entre sí, en zonas próximas, a fin de llegar a conclusiones válidas; hay que evitar a toda costa la dispersión tanto temática, como geográfica;
f) hacer ciencia antropológica es la suma de tesón, observación, método, análisis sistemático y control repetido. La ciencia no se hace en conversaciones de pasillo, ni en las charlas; ni siquiera en los Congresos. Se realiza en el estudio profundo y silencioso, tesonero e incansable;
g) para hacer ciencia hay que tener avidez por aumentar el conocimiento para el provecho de toda la nación, no sólo para el solaz intelectual de unos pocos "iniciados" o entendidos.
"La figura de Grete se agiganta hoy junto al recuerdo de un Max Uhle, Ricardo Latcham o Gustavo Le Paige, antecesores heroicos del conocimiento de la cultura atacameña: la del pasado y la del presente.
"Estamos profundamente convencidos de que el conocimiento vívido, profundo y sistemático del pasado de nuestra Región [Antofagasta] es y será siempre el único modo de entender las reacciones y vivencias del poblador autóctono. de nuestros pueblos actuales. No hay acción social o cultural, de cualquier tipo que sea, que pueda darse el lujo de ignorar la historia, y el desarrollo evolutivo de la vida de los pueblos.
"Grete, quien supo aunar el estudio arqueológico y el etnográfico actual de los habitantes del ecúmene atacameño, nos ha dado la gran lección. Ojalá sigamos decididamente sus huellas.
"Verla hoy aquí, erguida y pálida, pero ansiosa y soñadora, junto a nosotros, para dar juntos cima al primer "Simposio sobre el Patrimonio Cultural de El Loa", es para nosotros médicos, arquitectos, antropólogos, historiadores y arqueólogos interesados en esta comarca, ocasión de estímulo y tremendo desafío. Y para el pueblo y autoridades de Calama, es ella el símbolo viviente de un renacimiento y vivencia de los grandes valores culturales del pasado".
He dicho.
Recuerdo personal de esos días.
El día anterior, 4 de Octubre de 1986, todos los asistentes al Simposio habíamos subido en bus a visitar el alejado pueblito de Caspana. Fue este viaje respuesta a un deseo explícito de Grete. Recuerdo bien la lenta repechada del grupo caminando entre las piedras por los tortuosos senderos del pueblo, observando con atención las viviendas, sus habitantes y sus hábitos. Éstos, curiosos, no podían imaginar siquiera quién era su ilustre visitante. Acompañé a Grete durante todo ese trayecto y percibí, en sus ojos y en su mirada penetrante -tan característica suya- el interés y la emoción que le producía visitar Caspana, después de tantos años. Ese fulgor de su cariñosa mirada que, transcurridos tantos años, aún conservo fresco y vivo en mi memoria.
Un día, Dios mediante, daremos a conocer la conversación que sostuve durante todo aquel viaje a Caspana, con Grete, sobre variados temas atacameños. Esa grabación que conservo hasta hoy y nunca ha sido transcrita, nos va a dar tal vez más de alguna sorpresa, al transmitirnos retazos de su legado antropológico, como producto directo de esa visita. Visita inolvidable que no podré olvidar,. Fue la última vez que ví yo y traté a Grete, quien partiría de este mundo solo cinco años después.
Fue su postrer adiós al mundo atacameño.
Epílogo.
Muy poco material nos ofrece hoy la web sobre esta eximia investigadora de nuestra arqueología nacional. Ni siquiera buenas fotografías suyas. La pequeña biografía que le dedica Wikipedia es por desgracia, débil, incompleta e insuficiente. No reseña su riquísima bibliografía sobre los temas atacameños, o sobre los descubrimientos de las cultura inca. No nos demuestra su importancia como consumada arqueóloga y etnógrafa. Mucho nos sorprende esta carencia que quisiéramos de algún modo remediar en este capítulo. Tampoco ahonda mayormente en su magnífico legado la obra de Mario Orellana, dedicada a la historia arqueológica de Chile (Bravo y Allende Editores, 1996).
Ojalá un día -tal como se hizo con el investigador Hans Niemeyer- algún arqueólogo con dotes de escritor emprenda la nada fácil tarea de trazar una rica biografía de esta notable investigadora que pasó casi toda su vida investigando realidades culturales de nuestra patria y en nuestra patria, a la que dedicó sus mejores energías. El año próximo celebraremos el centenario de su nacimiento en Linz, Austria. Sería el momento exacto para presentar una buena biografía de Grete. El Museo Nacional de Historia Natural de Santiago debe guardar, sin duda, un rico acervo fotográfico y documental sobre su quehacer arqueológico y etnográfico. Alguien debe explorarlo y explotarlo, en beneficio de las futuras generaciones de investigadores. El legado de Grete queda, mientras tanto, esperando la aparición de un buen biógrafo. Pero éste deberá estar familiarizado con el idioma alemán, lengua que ella aprendió desde la cuna y que usó en muchos de sus apuntes. La gran duda: ¿llevó Grete un "Diario de Vida" o de terreno?. Es muy probable. ¿Alguien lo sabe?.
Esa biografía es una deuda pendiente de nuestro país para con ella. ¿Quién recogerá el guante?..
5 comentarios:
Me escribe hoy el arqueólogo del Museo Nacional de Historia Natural Rubén Stehberg al respecto:
"....Estimados Horacio y Marta:
Estaba por escribirles cuando me encontré con esta hermosa carta de recuerdo de la Dra. Mostny. Estoy totalmente de acuerdo en que no se ha destacado suficientemente el aporte de Grete y trataré por mi lado de difundir la idea de que alguien haga su tesis en este tema ...". (30-12-2013).
Estimado Rubén: Concuerdo plenamente contigo que la figura de la Dra. Grete Mostny debe ser nuevamente reactivada y revitalizada por los círculos arqueológicos y etnográficos del país. Extrañamente, poco se la recuerda hoy, a pesar de haber sido la gran descubridora del acervo cultural del pueblo atacameño, más de 10 años antes del arribo a San Pedro del P. jesuíta Gustavo Le Paige, S.J., el gran difusor de sus valores culturales. Lo que más me llama la atención, en este sentido, es el extraño silencio que mantienen hoy por lo general los líderes autóctonos atacameños respecto a los grandes estudiosos de su propia cultura. Tal vez por el solo hecho de haber sido extraños al pueblo y no nacidos en él. Es decir, por ser "extranjeros". Este prurito de ocultar o hacer palidecer a los grandes estudiosos del pasado cultural atacameño, muy propio de una mal entendida etnogénesis, a mi juicio resulta muy perjudicial a su propia causa. Es como si se escuchara un vibrante: "Atacama para los atacameños”.
Esta tendencia, que parecería darse hoy en algunos líderes indigenistas en el interior del pueblo atacameño de hoy, puede producir, a la larga, si no se matiza y morigera con un reconocimiento leal de los esfuerzos de tantos estudiosos del pasado por enaltecer y valorar su cultura y tradiciones, un considerable daño y menoscabo a su causa emancipatoria.
Una cosa es la auto-valoración,y auto-reconocimiento, propia de toda etnogénesis, y otra, muy distinta, es el ocultamiento premeditado de la labor científica seria de tantos investigadores del pasado en pro del enaltecimiento y dignificación de su acervo cultural.
En est tarea, qué duda, cabe, Grete Mostny ocupa un sitial de honor del cual nada ni nadie podrá arrancarla.
Los estudios sobre la zona atacameña si no toman en cuenta y valoran los aportes de Latcham, Mostny, Le Paige, Núñez, Llagostera y tantos otros seguidores y admiradores de su desarrollo cultural, serían solo “voladores de luces”, meros "fuegos fatuos" en el paisaje cultural atacameño. Si bien la cultura está inserta y vive en los propios miembros de su pueblo lickanantay, no es menos cierto que muchos han procurado descifrarla, comprenderla y llegar a amarla, Es éste ciertamente el caso de Grete Mosnty. Es su máximo mérito y gloria, el que debería ser hidalgamente reconocido un día por las nuevas generaciones de atacameños, amantes de su ethos y cultura.
Dr. Horacio Larrain (Ph.D.)
Centro del Desierto de Atacama, Pontificia Universidad Católica de Chile.
Estimado Dr. Larraín,
Me he topado con su blog y he disfrutado mucho la lectura de esta reflexión sobre la Dra. Grete Mostny y su legado. Me gustaría mucho conversar con usted al respecto. Le dejo mi correo electrónico: javiera.carmona@upla.cl
Asimismo, no puedo dejar de expresarle mi admiración por desarrollar este espacio de divulgación tan valioso, como es su blog. Mil gracias por ello. Saludos!!
Javiera Carmona Jiménez ha dejado un nuevo comentario en su entrada "Grete Mostny Glaser: Homenaje a una gran investigadora...":
Estimado Dr. Larraín,
Me he topado con su blog y he disfrutado mucho la lectura de esta reflexión sobre la Dra. Grete Mostny y su legado. Me gustaría mucho conversar con usted al respecto. Le dejo mi correo electrónico: javiera.carmona@upla.cl
Asimismo, no puedo dejar de expresarle mi admiración por desarrollar este espacio de divulgación tan valioso, como es su blog. Mil gracias por ello. Saludos!!. Santiago, 14-03-2021
Estimada Javiera: Nos alegra mucho recibir su comentario. En efecto, asistimos hoy lamentablemente en Atacama a una abierta expresión de etnocentrismo, que desmerece o hace palidecer el aporte arqueológico y etnológico invaluable e insustituible de los investigadores del pasado (extranjeros o chilenos), especialmente aquellos del siglo XX. Los nombres de Ricardo Latcham, Grete Mostny, Gustavo le Paige y otros más recientes, deben ser reevaluados y reconocidos en la cuantía de su aporte de acuerdo a la tecnología o enfoque museológico de su época. Juzgar a Senéchal de la Grange o al arqueólogo suizo Christian Spahni con los criterios metodológicos de hoy día, es un grave error en el que se suele incurrir fácilmente.
Creemos, como lo hemos expresado antes, que el aporte de Grete Mostny debe ser examinado en forma desapasionada y libre de prejuicios etnocéntricos. La verdadera historia de una etnia sólo se puede construir con el aporte desinteresado de muchos, de diversas épocas y tradiciones.
La saluda atentamente,
Dr. Horacio Larrain
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