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miércoles, 22 de julio de 2009

La sorprendente historia de Tilibilca: una mirada a antiguos documentos

Foto 1. La azoguería de Tilibilca con vista al valle de Tarapacá. Queda en el km 50 de la ruta Huara-Tarapacá. Casi todos los muros en adobe aún se ven muy firmes, a pesar de los recientes sismos devastadores ocurridos en el área. El último de éstos, ocurrido el 13 de Junio del año 2005, destruyó en buena parte las aldeas de Huarasiña y Tarapacá, y el templo de este último pueblo quedó completamente en ruinas. Ha sido recientemente restaurado (2008). (Foto H. Larrain, 15/07/2009).


Foto 2. De Este a Oeste. La sólida construcción hecha en adobes, adosada a la pendiente o piedemonte de la pared norte de la quebrada de Tarapacá, a poca distancia de la aldea actual de Huarasiña. (Foto H. Larrain, 15/07/2009).
Foto 3. Edificio del sector weste, el mejor conservado del conjunto arquitectónico. Conserva aún parte del maderamen hecho de troncos de algarrobo y tamarugo, en sus puertas y ventanas. Este edificio, al parecer, continuó siendo ocupado como vivienda hasta mucho más tarde, en el período republicano peruano. (Foto H. Larrain 15/07/2009).

Cómo se refinaba la planta en tiempos coloniales.

En un segmento anterior hemos presentado imágenes del estado actual de la antigua azoguería colonial de Tilibilca, en la quebrada de Tarapacá. "Azoguería" la denominaron sus creadores coloniales, porque para obtener la plata del mineral en bruto se necesitaba agregarle mercurio, azogue (Hg) también conocido como cinabrio. Este se agregaba al mineral en bruto, previamente seleccionado, molido finamente y rico en plata, dejando separado el material inerte, inútil. Así, el mercurio (Hg) y la plata, (Ag). formarían un compuesto Luego se calentaba esta mezcla y el mercurio o azogue, por efecto del calor se evaporaba, y se recogía aparte, quedando la plata pura y perfectamente aislada.

Este sistema de extracción de la plata ya era ampliamente conocido a través del antiguo libro de Alvaro Alonso Barba (1569-1661): "Arte de los metales: en que se enseña el verdadero beneficio de los de oro, plata y azogue, el modo de fundirlos todos y como se han de refinar y apartar unos de otros" (Madrid, 1640). Barba fue sacerdote y párroco de un  pueblo en la sierra peruana y tuvo ocasión de conocer de cerca el sistema empleado por los españoles, desde tempranos tiempos, para obtener la plata y el oro. El azogue o mercurio se obtenía por entonces en gran cantidad de las minas de Huancavelica, en la sierra peruana. Barba, hombre ingenioso e intelectualmente inquieto, mejoró el sistema de obtención de estos metales nobles, con técnicas introducidas por el mismo. Experiencias que da a conocer en forma minuciosa en su obra.

Durante toda la Colonia, el mercurio de las minas de Santa Bárbara, en Huancavelica, aportó ese elemento vital para la extracción de la plata tanto en Potosí como en Huantajaya y Chanabaya. Sobre estas minas y su importancia, puede consultarse la obra del historiador Guillermo Lohmann Villena, titulado: "Las Minas de Huancavelica en los siglos XVI y XVII" (1949; hay reedición en Lima en 1999).

Un aporte importante para comprender exactamente cómo se realizaba este proceso extractico, en la época en que Antonio O´ Brien era el Gobernador interino de Tarapacá y visitador de minas en la Provincia (1765-1771), es el trabajo del historiador chileno Jorge Hidalgo Lehuedé (con Manuel Castillo Martos), titulado: "Antonio de O´Brien y la explicación de los Minerales de Huantajaya, sus nombres y beneficio". Revista ILUIL, vol. 27, año 2004: 41-93. De este trabajo tomaremos algunas informaciones sobre el sistema de fundición de la época, en los llamados "trapiches" o lugares de beneficio.

La azoguería de Tilibilca.

Nos basamos para este relato sucinto sobre Tilibilca en el trabajo del historiador don Sergio Villalobos, publicado en el año 1975 en Norte Grande, revista del Instituto de Geografía de la Pontificia Universidad Católica de Chile, (Vol I. Nº 3-4, año 1975: 301-421). Se titula: "La mita de Tarapacá en el siglo XVIII". Radica su enorme interés en que el trabajo se basa íntegramente en un legajo de documentos que fueron encontrados al fondo de un pique, en la mina "Los Jilgueros", en Huantajaya, en el año 1871 por el ingeniero americano George R. Ghiselin y donados por éste a la Universidad de California en 1878.

Hacia 1742 se reactivaron los trabajos de explotación de la plata en el mineral de Huantajaya, abandonados durante decenios, por obra del piqueño José Basilio de la Fuente y Loayza, un rico minero de la región. En 1756, este minero solicitó al Virrey del Perú una mita para poder llevar a su asiento minero de Huatajaya una cantidad de 50 indios, en calidad de mitayos. Nunca antes se había solicitado una mita de indios para labores mineras en esta región. La disolución de las encomiendas a partir del año 1718, permitió el empleo de la fuerza laboral indìgena en labores desarrolladas fuera de sus respectivos pueblos. Por eso De la Fuente solicita obreros mitayos de cinco pueblos de la zona, en la Doctrinas de Tarapacá y Sibaya. La inmensa mayoría, de Tarapaca, por su mayor cercanía a las minas. En el cerro rico de Potosi, donde se explotó por siglos la plata en Bolivia, hubo mita minera desde tempranos tiempos (S XVI), pero esta nunca llegó a incluir a las poblaciones indígenas del actual sector chileno de Tarapacá.

¿Qué era la mita minera?.

La mit´a -institución de origen inka castellanizada como mita) consistía en la obligación impuesta a los caciques de los respectivos pueblos, por las autoridades españolas, de otorgar un quinto de su población de varones adultos (entre los 18 y los 50 años), por un cierto período de tiempo, para tomar parte en actividades de beneficio considerado de utilidad social o comunitaria. Hubo así mitas destinadas a la construcción o arreglo de caminos, puentes, levantamiento de iglesias o canales, o trabajo agrícola comunitario. La mit´a más socorrida en el período colonial por las autoridades, fue la llamada "mita minera". Es decir, la contratación forzada, por un tiempo definido, de un porcentaje de varones en edad de trabajo de los pueblos circunvecinos, para la explotación de las minas. La más famosa en la época fue la "mita potosina" que permitía reclutar mano de obra indígena para las labores de plata en el cerro rico de Potosí, desde un radio de 150 leguas a la redonda. Los indígenas enganchados en la "mita", eran llamados "mitayos" (voz del quechua mitayoc).

Los poblados tarapaqueños nunca fueron incorporados a dicha "mita potosina". Por eso el interés del minero Basilio de la Fuente por reclutar, con permiso del Virrey, obreros indígenas vecinos al sitio de Huantajaya. Iquique no existía aún como ciudad y era apenas una caleta poblada por unas pocas familias de camanchacas o changos, y uno que otro esclavo negro que trabajaba en la extracción del guano de la "isla de Iquique". Tarapacá, Sibaya y Mocha, por tanto, por su mayor población y proximidad geográfica, eran los pueblos que estaban directamente en la mira del minero.







jueves, 16 de julio de 2009

Tilibilca: una fundición de plata del siglo XVIII espera su restauración como "monumento nacional".

En este capítulo del Blog, nos hemos propuesto rescatar del olvido  uno de los monumentos más grandiosos y representativos de la actividad económica del siglo XVIII en Tarapacá: la azoguería de Tilibilca, dedicada a la explotación de la plata durante el período do de la Colonia.

Examinemos con detención las fotografías y tratemos de visualizar su importancia. No entendemos por qué el Gobierno Regional y sus servicios de Turismo no se han interesado por poner en valor este conjunto de edificaciones, tal vez el monumento colonial más importante que se conserva en pie (aunque bastante menoscabado) en la Región de Tarapacá. Tal vez, porque las edificaciones del ciclo salitrero y sus lujosas mansions en Iquique y, en especial, las Oficinas Salitreras, han opacado su importancia y significación para la historia de la arquitectura y de la economía de la Región en el pasado colonial.

Consideramos que es un imperativo histórico investigar estas ruinas, las que hasta ahora nunca han merecido un estudio histórico en profundidad ni menos una excavación arqueológica ajustada a los métodos de la arqueología histórica. A nuestro juicio, es urgente hacerlo para que este notable monumento no siga experimentado los estragos del tiempo y pueda ser utilizado por un turismo científico regional. Del ciclo de la plata en Tarapacá es éste prácticamente el único monumento importante aún en pie y, por su ubicación al lado del poblado de Tarapacá, de rancia trayectoria histórica, podría ser parte integrante de un valioso circuito turístico regional.

El trazado actual de la carretera que va a Tarapacá, en su km. 50, pasa exactamente bajo los muros de adobe de este conjunto de edificios con el riesgo cierto de que el tráfico de camiones pesados y camionetas, -como lo hemos podido verificar- al pasar a gran velocidad por el sector, vayan debilitando poco a poco los muros, agrietándolos, y un buen día - lo que Dios no quiera- se vengan abajo con el consiguiente peligro para los viajeros. Estimamos que Monumentos Nacionales debería intervenir para que el trazado de la carretera sea desviado en este sector, y conducido por el bajo o, al menos, se instale una señalética que obligue a un descenso en la velocidad poniendo un rótulo que diga algo asì como: "50 km/hora. Monumento colonial protegido por la Ley".

En este recorrido que haremos por la quebrada, en sucesivos capítulos del Blog, hemos decidido comenzar por un lugar cuyas imponentes ruinas hasta hoy nos asombran y nos llenan de enigmas no resueltos. Se trata de Tilivilca o Tilibilca (de ambas maneras registran su nombre los antiguos documentos). Pasamos raudamente junto a ellas al bajar desde el alto de la pampa hasta el pueblo, por un camino asfaltado, casi sin percatarnos de su majestuosa presencia. Las fotos actuales, que con agrado presentamos más abajo, nos hablan aún hoy de su magnificencia de otrora. Muros enhiestos construidos de grandes adobes, sobre cimientos de piedra, espacios y recintos de tamaños diversos, revelan actividades de vivienda, laboreo, trabajos de fundición y recintos para corrales de animales. En el suelo, dispersos y en abundancia, observamos restos de cerámicas coloniales, lozas, huesos de animales, fragmentos de cañas de techumbres caidas, o gruesas vigas que aún conforman dinteles y accesos.

He aquí las fotos que hemos tomado, en nuestro reciente viaje, el día 15 de Julio del 2009 y que exponemos como recuerdo y homenaje a los esforzados creadores de este edificio, hoy en ruinas..


Foto 1. Vista desde la base del cerro, donde se asienta el monumento colonial; hacia el fondo, del valle tapizado de molles (Schinus molle), tamarugos (Prosopis tamarugo) y pillallas semivivas (Atriplex atacamensis).
Foto 2. Detalle de un dintel de puerta. Observe el grueso tronco de algarrobo, endurecido por el tiempo, bien labrado a azuela, que aún sostiene un fragmento de muro que sostiene seis o siete hiladas de adobes.

Foto 3. Fragmentos de cerámica del siglo XVIII. Se trata trozos de de contenedores llamados "botijas", muy usados en el transporte de líquidos (vino, aceite) y también de áridos ( harinas, semillas) en las carretas de la época. (siglos XVII y XVIII). Hallados entre las edificaciones. No se ve ya hoy muchos fragmentos, probablemente a causa de las colectas realizadas in situ por arqueólogos o aficionados.

Foto 4. Parte del recinto de la antigua fundición cuyos muros visiblemente quemados por acción del fuego delatan el lugar exacto donde se fundía, al calor de tamarugos y algarrobos, el mineral de plata de Huantajaya.


Foto 5. Curiosos agujeros que comunican el espacio interior con el exterior. Tienen aproximadamente unos 35-40 cm de diámetro, circulares o levemente ovales, en ángulo de descenso de unos 30º , que facilitaban la salida o escurrimiento de elementos (¿tal vez el mineral ya fundido?) desde el interior para ser cargados afuera, seguramente en las carretas.

Foto 6. Muros del sector Este, levantados con dos técnicas diferentes: una, de grandes adobes de barro (derecha) y otra, de tapiales o muros hechos de barro fuertemente apisonado (izquierda).

Foto 7. Los elevados muros de adobones, de unas veinte hiladas superpuestas, se levantan sobre un cimiento bien consolidado de cantos rodados de río, produciendo un hermoso efecto estético desde el exterior. La altura del edificio (cuyos techos faltan hoy por completo) es de aproximadamente unos 5 - 6 m. desde el piso.

Foto 8. Aspecto exterior de salida de los orificios mostrados arriba, por los que se descargaba materiales hacia el exterior. Se encuentran a distancias regulares y se abren arriba, en ángulo pronunciado, en el piso del recinto y en la base misma del muro.

Foto 9. Muros enhiestos, con vanos de puertas semi destruidas, seguramente por haber sido arrancadas las vigas originales de sus respectivos dinteles.

Foto 10. Sector weste de uno de los edificios principales, que aún conserva parte de la armazón y estructura de sostén de la techumbre. Es el edificio hoy mejor conservado. Presenta varios vanos de puertas mirando hacia el sur. Es probable que la estructura actual de los tijerales a la vista, sea muy posterior y el recinto haya sido usado como vivienda hasta tiempos relativamente recientes y luego, abandonado. Un cuidado examen por parte de arqueólogos revelaría sin duda tanto su uso antiguo como su data de abandono.

Foto 11. Desde el interior de uno de los recintos de mayor tamaño, mirando hacia el weste. El muro divisorio, construido de adobes, en el suelo. Vista tomada de Este a Weste.

Foto 12. En primer plano, hacia la izquierda del observador, un muro completo de adobes se vino abajo, tal vez por algún reciente sismo ocurrido en la zona. Sin embargo, sus adobes están aún en su mayoría intactos.


Foto 13. Pequeño conjunto de recintos algo apartado del conjunto principal y que se encuentra a una mayor altitud hacia la pared Norte de la quebrada. Entre estos recintos y el conjunto principal hay hoy un amplio espacio hoy vacío, pero que presenta algunas evidencias de construcciones más antiguas. Observe, por fin, el pequeño tamaño de los vanos de las ventanas.


Foto 14. Desde la parte alta de las construcciones, la vista se dirige al valle o quebrada que se va abriendo poco a poco hasta llegar a la aldea de Huarasiña, último sitio habitado antes de internarse la quebrada en la inmensa pampa, en el sector denominado Pampa Iluga.

Foto 15. Llama la atención que todo el conjunto de edificaciones se alzó, en tiempos coloniales, en la parte baja del macizo que jalona el sector por el norte, por encima de la quebrada misma. Con criterio de hoy, nosotros habríamos instalado la Fundición en el bajo, junto a las fuentes de agua. ¿Por qué arriba, a 10-15 m del piso de la quebrada? . Sospechamos que la razón haya sido el conocimiento cierto de la presencia de las fuertes avenidas periódicas, fruto del invierno altiplánico, altamente destructivas, que bajaban por el lecho de la quebrada. Sabemos que el siglo XVIII, fecha probable de la construcción de este amplio conjunto, fue muy húmedo, con la presencia numerosos huaycos o avenidas que arrasaban campos de cultivo, canales de regadío y viviendas, como ha ocurrido hasta hace pocos años en el sector de Huarasiña y varias veces, en el borde sur del poblado de Tarapacá actual. La sabiduría popular aconsejó, por tanto, la construcción en altura, lejos del cauce máximo de las aguas en tiempos de avenidas.


Foto 16. Observe el lector la ubicación escalonada, en descenso, de las edificaciones, aprovechando el desnivel del terreno en la parte del piedemonte del cerro. Si bien este sistema complicó en alguna medida la construcción, ofreció, en cambio, total garantía contra las eventuales inundaciones de los meses de verano (Febrero y Marzo).

Foto 17. El conjunto arquitectónico de Tilibilca, apegado a la carretera que conduce al pueblo de Tarapacá. El sitio se halla exactamente en el km 50 de la carretera de Huara a Tarapacá.

Fig. 18. El sector mejor conservado del antiguo recinto. Los tijerales todavía en pie, muestran bien el estilo de techumbre usado, mediante el empleo de maderas de los árboles locales pimiento, algarrobo y tamarugo). Puerta y ventana conservan sus antiguos elementos de vigas de madera. Sorprende el que este edificio colonial, levantado en el siglo XVIII, haya podido resistir aún la vehemencia de recientes sismos en la zona.

Fig. 19. Cantos rodados procedentes del vecino río de Tarapacá, empotrados en barro, sirven de cimiento a los grandes muros de adobes de la construcción que aún hoy se eleva hasta lo siete metros de altura sobre el suelo.



Fig. 20. Junto al muro de adobes, grn cantidad de cenizas propias de la quema verificada en la industria de extracción de la plata. Aquí debió acopiarse la ceniza de la quema. La madera usada en esta combustión provino de árboles de algarrobo y tamarugo, tipo de leña hasta hoy usada para calefaccionar las viviendas y mantener el fuego de la cocina en el sector de la quebrada.

En un próximo capítulo, profundizaremos en la historia colonial de este Monumento y realzaremos su enorme importancia en el proceso de explotación de la plata en la Región de Tarapacá durante el siglo XVIII.

(Segmento en preparación, 22/07/2009)




sábado, 4 de julio de 2009

Desarrollo sostenible: un concepto equívoco y fácilmente manipulable

Fig. 1. Ingreso a la Central Termoeléctrica Tarapacá, propiedad de CELTA, (ENDESA - Chile) junto a Puerto Patache. (Foto H. Larrain, Junio 2009).

Foto 2. A escasa distancia al Norte, Caleta Cáñamo y su hermosa playa, sitio de veraneo de numerosas familias de Iquique y lugar de residencia de una treintena de familias de pescadores, asentadas aquí desde al menos el año 1980. Al fondo, la enorme chimenea de la Planta Termoeléctrica que arroja de continuo al espacio copiosas emisiones de partículas contaminantes de sulfuros, CO2, y óxidos de N, entre otros efluentes tóxicos. (Foto H. Larrain, Junio 2009).

Fig. 3. La Planta Termoeléctrica de CELTA, en el sector de Punta Patache y su chimenea. La Planta ha sido rodeada de ejemplares de aromos de la especie Acacia sp. para disimular su constante contaminación y aparentar ingenuamente su compatibilidad con la flora. (Foto H. Larrain, Junio 2009).

Foto 4. Enorme letrero de la Central Tarapacá, propiedad de CELTA, S.A. Filial de ENDESA-Chile) al ingreso de las instalaciones de la Central Termoelèctrica. Proclama, a todos los vientos, el "uso sustentable" de su energía. (Foto H. Larrain, Junio 2009).

Las fotos que anteceden, muestran aspectos visuales relacionados con la Central Termoeléctrica Tarapacá, de CELTA (Endesa-Chile) en el Puerto de Patache, y la caleta de pescadores de Cáñamo, a unos 65 km. al Sur de la ciudad de Iquique (Chile), tomadas en Junio 2009 (Fotos H. Larrain).

A este propósito, junto con esclarecer el concepto de "desarrollo sostenible" o "desarrollo sustentable" (ambos términos son sinónimos), concepto que la Empresa usa en forma por demás engañosa, nos proponemos denunciar que esta Central Termoeléctrica, por el tipo de combustible usado (carbón llamado petcoke), y el descuidado tratamiento actual de sus cenizas, viene contaminando toda la zona costera desde el año 1996, fecha de su puesta en marcha. Sin que la autoridad ni la CONAMA pongan freno al desastre ecológico en pleno proceso.

Nuestro objetivo es desenmascarar a esta Empresa, que usando el prestigioso concepto de "desarrollo sustentable", hace precisamente lo contrario: destruir los ecosistemas aledaños, afectar seriamente la salud de los habitantes de Cáñamo y de otras caletas próximas, y emitir a destajo contaminantes que se desplazan día y noche en dirección Norte, hasta inficionar Iquique y todas sus playas adyacentes.

El desarrollo del turismo en la zona, la pesca y cultivos marinos de pescadores artesanales, la protección ambiental de áreas protegidas para el estudio de la biodiversidad en maravillosos "oasis de niebla" adyacentes, y la propia salud humana de 4 caletas próximas, son, de este modo, amenazados a diario por las emisiones de substancias cancerígenas producidas por la combustión del carbón bituminoso. La autoridad hasta ahora está muda. La Intendencia calla. La Gobernación también enmudece. Las voces de los parlamentarios aún no resuenan por acá; al menos, no las hemos sentido. Casi todos callan. Nosotros..., no. Los dirigentes de las caletas, tampoco, los 25.000 firmantes de la Plaza Prat de Iquique, tampoco.

El concepto de desarrollo sustentable o sostenible.


-->Afinar, estudiar y difundir el sentido exacto de este concepto, es una tarea hoy imprescindible e impostergable, para entregar a la opinión pública, estudiantes, pobladores y afectados una herramienta útil que les permita plantear, con pleno conocimiento de causa, sus inquietudes y sus justas preocupaciones en torno al problema del aparente choque entre desarrollo (crecimiento) y sustentabilidad. O, en otros términos, de la aparente contradicción entre cuidado del medio ambiente y desarrollo.
El concepto de "desarrollo sustentable" fue propuesto por la doctora noruega Gro Harlem Brundtland, en el año 1987 para la "Comisión Mundial para el Medio Ambiente y el Desarrollo" de las Naciones Unidas. Brotó de un análisis descarnado de la situación general del mundo, hecha en consulta a más de 500 especialistas de diversas culturas, credos religiosos e ideologías. Se señaló en este documento que el camino escogido de desarrollo hasta entonces, estaba provocando graves problemas ambientales, exacerbando las diferencias económicas entre individuos y países, y provocando un incremento de la pobreza y vulnerabilidad social en amplios segmentos de la población de no pocos países.

El documento elaborado en la ocasión fue titulado "Nuestro Futuro Común" ("Our common Future").

Se definió entonces este tipo de desarrollo del modo siguiente:

"Desarrollo sustentable es aquel desarrollo que satisface las necesidades del presente, sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades .

Encierra en sí dos conceptos claves:

- el concepto de necesidades [se refiere] en particular a las necesidades esenciales de los pobres del mundo, a las cuales debe concederse una prioridad superior; y

- la idea de las limitaciones impuestas por el estado [de desarrollo] de la tecnología y de la organización social sobre la capacidad de los ambientes para enfrentar las necesidades presentes y futuras".

(Traducción literal nuestra del original inglés).


Análisis previo de esta definición.

1. este tipo de desarrollo debe satisfacer las necesidades del presente; pero, ¿cuáles necesidades?. No las de una mínima proporción de gente muy adinerada que derrocha, sino las necesidades de los sectores más pobres del mundo, a los que debe darse prioridad nùmero uno.

2. Por tanto se trata de satisfacer las necesidades más esenciales, (vivienda, educación, salud, derechos ciudadanos) no algunos "caprichos" de unos pocos  afortunados.

3. Este desarrollo no puede llegar a "comprometer", es decir, no puede plantear problemas y escollos, o poner en jaque el sano desarrollo de las futuras generaciones. No puede darse el lujo, por tanto, de agotar y exprimir las reservas actuales, para poder asegurar la continuidad futura [sustainability] de la vida del planeta.

4. Es decir, tiene que ser un desarrollo tal que no disminuya ni reduzca las posibilidades de desarrollo futuro. Aquí, obviamente, se plantea la necesidad, de limitar el ímpetu extractivo de nuestro "capitalismo salvaje". Este punto está en directa relación con el uso de tecnologías y recursos alternativos limpios, ya no extractivos o consumptivos. Este aspecto apunta a una modificación esencial en el tipo de recursos (máxime energéticos) que han de ser usados, si el objetivo verdaderamente es hacer sustentable la vida humana.

5. Tiene que ser acompañado de un desarrollo de la "organización social", capaz de velar por la seguridad de acceder a estos derechos. Y aquí aparece la democracia como la única forma posible de opción política, aunque no se diga abiertamente.

6. Por último, se indica claramente que los ambientes y sus recursos son limitados, y que no pueden ser explotados por siempre. Es decir, el crecimiento futuro debe ser compatible con las precariedad de los recursos, por ser estos finitos y agotables.

La visión ética del desarrollo sostenible.

Los investigadores y analistas de las ciencias sociales y de la conducta humana (ética, moral) concuerdan en que hay que enfrentar hoy mismo el problema con decisión, pues es obvio que si seguimos con el ritmo de emisiones a la atmósfera, por efecto de la contaminación antropogénica, llegará un momento en que el calentamiento global en nuestro planeta sea irreversible. La variación de 1 ó 2 grados en la temperatura media del planeta, causará -y ya está causando- daños inimaginables. Nadie está en condiciones de predecir exactamente qué podría ocurrir pues, en el caso supuesto, los efectos negativos pueden sumarse, causando efectos insospechados.

Cuando el desarrollo se hace insostenible

Cualquier alza de la temperatura global de nuestro Planeta sobre los 3º C produciría catástrofes inimaginables. Migraciones de plantas y animales, desaparición masiva y / o extinción de especies (animales y vegetales), incapaces de adaptarse al cambio brusco. Es decir, se puede volver a producir una catástrofe como la que ocurrió en un pasado remoto (Período cretácico) cuando desaparecieron los dinosaurios y muchas especies vegetales del Período carbonífero, por efecto del alza brusca de la temperatura.

Solo por señalar algunos efectos.

1. Efectos totalmente constatados:

a) derretimiento progresivo e imparable de los casquetes polares en el polo norte (Océano Ártico) y en el polo sur (Antártica); b) elevación lenta pero segura de los niveles de los océanos con la presumible desaparición de muchas playas en diversas regiones costeras; c) retroceso y disminución de superficie de los glaciares andinos; d) reducción de los ecosistemas tanto de altura (andinos), como de los oasis de niebla costeros); e) incremento de la evaporación y descenso consiguiente de las napas de agua freáticas por sobre-explotación; f) incremento del tamaño del "agujero de ozono" por aumento de aerosoles (fábricas, industrias, parque automotriz en incremento accionado por combustibles fósiles, etc.); g) incremento general de la temperatura en el Planeta; h) aumento de la "desertización" y "desertificación", es decir, incremento en la superficie del país sujeta a un severo disminución de las pluviosidad (lluvias); i) disminución de las áreas agrícolas cultivadas; j) incremento en los incendios por elevación de la temperatura ; k) desaparición de las napas subterráneas profundas, por exceso de extracción de agua tanto para uso agrícola como para uso industrial. l) disminución notoria de todas las fuentes de agua dulce terrestres (lagos, vertientes, pozos, acuíferos varios).

2. Efectos posibles y aún probables (de los que sabemos muy poco todavía):

a) Modificación en el régimen de vientos oceánicos (circulación atmosfèrica); b) aceleración de los procesos erosivos y destructivos por efecto de aluviones; c) disminución en los caudales de los ríos, con la consiguiente inutilización progresiva de tranques y represas; d) incremento en la frecuencia e intensidad de ciclones, huracanes y tsunamis; e) destrucción de bosques por lluvias ácidas, por efecto de emisión de contaminantes químicos que contienen sulfuros (de Azufre) o nitritos (óxidos de de Nitrógeno); f) contaminación de praderas de líquenes, tundras o estepas por deposición de metales pesados (vanadio, hierro, níquel, selenio, cadmio); envenenamiento masivo de especies marinas por captura de metales pesados con la pérdida progresiva de área de pesca artesanal; g) contaminación general del aire por aerosoles y material particulado de origen antropogénico, repartidos hoy por toda la atmósfera del planeta;

Y en el plano social:
a) violentas luchas y aún guerras entre naciones por destrucción de sus ecosistemas; b) deterioro de la salud de sus poblaciones por efecto de emisiones de gases tóxicos de generadoras eléctricas, fundiciones de metales como níquel, cobre, plata) de países vecinos; c) migraciones y éxodos de población; d) discriminación para con los inmigrantes; e) desadaptación y/o crisis de poblaciones migrantes a países de otra lengua y cultura; f) lucha y desesperación por el acceso al agua escasa, g) hambrunas por falta de lluvias; h) incremento de luchas tribales en África y Asia; i) luchas de minorìas étnicas por reivindicación de sus territorios ancestrales arrebatados; j) aparición de líderes populistas y pèrdida de la democracia representativa en países especialmente vulnerables; k) Crisis de las organizaciones internacionales de ayuda por proliferación de la pobreza o miseria. Y casi con certeza, muchos efectos màs que no visualizamos hoy aún.

¿De dónde se origina todo esto?. ¿Dónde está la causa?

Hay dos grandes teorías: a) para unos la causa está en la sobrepoblación del planeta que parece imparable e incontrolable, a pesar de las medidas de control de la población y, para otros b) en el desarrollo de una conciencia consumista e individualista , por efecto del sistema capitalista que ve en la producción de bienes un fin en sí, sobreponiendo el interés privado al interès colectivo.

Muy interesante es el análisis que practica Ezequiel Ander-Egg en su obra "El Desafío Ecológico":

"No es la industrialización, no es la urbanización no es, en fin el desarrollo económico el que produce el deterioro, sino cierto tipo de desarrollo eminentemente técnico y consumista el que atenta contra el medio ambiente pues no tiene otra preocupación que el crecimiento económico y la ganancia, cualquiera sea el costo social y humano. Bien puede decirse que el deterioro del medio ambiente es otra excrecencia que supedita el interés privado al interés colectivo" (citado en T. Mifsud en su obra El Respeto por la vida humana (Bioética), 1987:293, destacado nuestro).


Curiosamente, este sentir es exactamente el que expresa, muy recientemente (2008) el investigador Miguel San Martín Baeza en su artículo: " Responsabilidad Social Institucional" :

"...la degradación ambiental, por ejemplo, es un fenómeno sociocultural, una consecuencia de una sociedad mal estructurada que entre otros fenómenos negativos destruye incluso la propia base física en la que se sustenta". ( pg. 3).

Y respecto al desarrollo sostenible señala:

"Debemos estar atentos, ser cuidadosos y mesurados con el uso y aplicación del concepto de desarrollo sostenible. Especialmente, cuando se utiliza como plataforma para mantener el axioma a nivel de dogma sólo en el crecimiento para evadir la responsabilidad común frente a los hechos claramente irrefutables y presentes en este Informe sobre Cambio Climático y a las connotaciones éticas que este tipo de forma y estilo de crecimiento conlleva..." (En revista CDS Chile, revista del Consejo de Desarrollo Sustentable, Año 2008, vol. 3. Nº 1 , 2-5)

"Desarrollo sostenible", pues, no significa desarrollo sin parar y sin control, buscando el enriquecimiento personal. Significa desarrollo sujeto a normas éticas que propugnan una responsabilidad social y ambiental. Es lo que Manfred Max Neef ha señalado como "desarrollo a escala humana" en el que el hombre, es decir, la comunidad humana, establece los parámetros, no algunos individuos inescrupulosos o ansiosos de hacer dinero a cualquier precio, menos aún, algunas empresas que solo buscan el lucro.

¿Conducta ética de las empresas?: su grave responsabilidad.

Frente, pues, a un "desarrollo sostenible" las empresas deben comportarse de otra manera. Deben enfrentar seriamente no sólo su propia responsabilidad social para con sus trabajadores sino también, al mismo tiempo, su grave responsabilidad para con el medio ambiente y el destino futuro del país que les da albergue y donde operan sólo por un tiempo. No para siempre. Porque por definición tales empresas son efímeras (etimológicamente: "flor de un día"), son sólo huéspedes temporales. Ojalá no se conviertan en huéspedes indeseados por los efectos pavorosos que han producido.

Que no vuelva a ocurrir lo del salitre.

Ojalá que no se diga de ellas en el futuro lo que se ha dicho de la riqueza salitrera: "Dejaron puros hoyos por todos lados, se fueron y sus capitales fueron transferidos a Londres, Nueva York o París, sin dejar nada en el país de origen, salvo sus lujosas viviendas". Ojalá que no se repita con las Termoeléctricas ese triste destino que no hemos olvidado. Las gigantescas "tortas de relaves" de las antiguas salitreras aún nos lo recuerdan a diario, con pesar y con rabia.  Sin embargo, algo es hoy patente a cualquiera que lo observe: las centrales termoeléctricas han estado acumulando ingentes montañas de cenizas tóxicas,  muy cerca del mar, las cuales, tarde o temprano, por efecto de aluviones o lluvias ocasionales intensas  (por efecto del fenómeno de El Niño), van a ir a parar al océano. En los aluviones ocurridos el  8  de agosto del año 2015  estuvo a punto de ocurrir una catástrofe en la zona cercana al puerto de  Patache, sur de Iquique,  por la  ingente acumulación de montañas de cenizas tóxicas en la Central termoeléctrica Tarapacá, de CELTA, (ENDESA-Chile),  a corta distancia  del mar. Fuimos testigos directos de este hecho.  De haber ocurrido este siniestro, ¿quién habría  sido el responsable?. ¿Quién habría pagado los costos ambientales?.

( Segmento  ampliado el 02/08/2009, con algunas adiciones del   27/05/ 2016).

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viernes, 19 de junio de 2009

¿ Qué daños provocan las Termoeléctricas a carbón?. ¿Son estos daños tan graves?

Fig. 1. Caleta Cáñamo, lugar donde residen hoy unas 20 familias con sus niños desde aproximadamente el año 1980. Se dedican a la pesca y a la extracción de huiros. Al centro, se ve la alta chimenea de CELTA (Endesa-Chile) que expele día y noche humos que contiene contaminantes tóxicos. No existe relación alguna entre la empresa y la comunidad la que se abastece de electricidad mediante motores a petróleo, existiendo una fuente de energía eléctrica allí mismo.

Fig. 2. La capilla católica atendida por un diácono que visita regularmente la caleta, prestando los servicios religiosos a los que las Empresa aledañas consideran "parias" indeseables. Situación contraria a los principios más elementales de buena vecindad y que constituye un peligroso caldo de cultivo social por la inequidad que representa.

Fig. 3. La caleta no tiene ningun apoyo estatal o gubernamental, habiéndose decretado su "inviabilidad". Po lo que la autoridad ha señalado que los sitios que ocupan sus habitantes pescadores "no serán regularizados". Su único pecado es pretender residir junto a una poderosa empresa eléctrica, que les "baña" diariamente de cenizas y gases tóxicos.

Fig. 4. La pequeña y tranquila playita de Cáñamo, muy apta para el baño de los niños pequeños por la ausencia casi total de oleaje. La playa y el poblado están condenados a desaparecer por el alto grado de contaminación provocado pòr los efluentes y residuos tóxicos de la central CELTA de Endesa-Chile. Nadie se atreve a mostrar los resultados de monitoreos de la calidad química del aire en este lugar, hermoso lugar de veraneo de numerosas familias iquiqueñas.

Fig. 5 Capilla construída junto al poblado. Se puede reconocer el interés de los pobladores por
hermosear el entorno de su caleta, a pesar de la peligrosa contaminación existente.

Fig. 6. Letrero deliberadamente engañoso. Señala que la planta termoeléctrica produce la energía para un "desarrollo sostenible" o sustentable. ¿Podría una energía sucia, fuertemente contaminante, contribuir a un "desarrollo sustentable" en el tiempo?. Es un evidente contrasentido. Es, justamente, la antítesis misma de este tipo de desarrollo. ¿Por qué se nos miente?. Esto debería ser denunciado como clara muestra de una "publicidad engañosa".

Fig. 7. A muy poca distancia, al sur de la Planta contaminante, la Universidad Católica y CONAMA han puesto este letrero que indica que el lugar ha sido concedido por la Oficina de Bienes Nacionales para la protección de la biodiversidad (flora y fauna endémica) en el lugar. El rechazo a la contaminación del aire en la zona es un requisito sine qua non para una protección efectiva de la flora y fauna del "Oasis de Niebla de Alto Patache", el que se inicia hacia el Sur, exactamente, en este lugar.

Figura 8. Esta es la chimenea que contamina toda la zona costera, levantadada por ENDESA-Chile ( a través de su Filial CELTA S.A.) en 1996. Lleva 13 años contaminando sin que nadie diga nada. Obsérvese el verdadero chorro de emisiones de contaminantes, especialmente sulfuros (SO2, SO3 y óxidos de N (NO3). (Foto H. Larrain 27/06/2009, a las 11.35 hrs.)

Foto 9. Stand en la Plaza Prat de Iquique, donde se recogen firmas contra la instalación de Centrales Termoeléctricas en la costa sur de Iquique (área de Patache) (Foto H. Larrain 26/06/2009).
Foto 10. Detalle del libro de firmas contra la instalación de las Centrales Termoeléctricas en la franja costera, al sur de Iquique. (Foto H. Larrain, 26/06/2009).

Foto. 11. Libros repletos de firmas recogidas durante 15 días en plena Plaza Prat de la ciudad de Iquique. A la fecha (26/06/2009, se han colectado más de 22.500 firmas de adherentes en la vigorosa campaña emprendida por las caletas pesqueras, sindicatos y estudiantes contra las Termoeléctricas. (Foto H. Larrain, 26/06/2009).

Foto 12. Uno de los Libros de firmas. Gente de todas las edades, en especial jóvenes, han adherido a esta campaña, demostrando así su total adhesión a la lucha contra la contaminación atmosférica. (Foto H. Larrain, 26/06/2009).


Foto 13. Un firmante contra la contaminación de las Termoeléctrias, en el momento de estampar su firma en el libro ad hoc. (Foto H. Larrain, 26/06/2009).

Foto 14 Jesús Mesías, dirigente vecinal, uno de los luchadores en esta campaña contr la contaminación por obra de las centrales termoeléctricas (Foto H. Larrain 26/06/2009).

Foto 15. Sonia Moreno, Presidenta de la Junta de Vecinos de la caleta de Chanavaya, vigorosa opositora a la instalación de las Centrales Termoeléctricas en la zona zur de Iquique, y promotora de esta campaña solidaria contra la futura contaminación. Su voz, a través del megáfono, ha sido oída día a día en esta plaza, demostrando su férrea e incansable voluntad de lucha por un aire limpio para la zona. (Foto H. Larrain, 26/06/2009).


Las fotos que anteceden, nos muestran aspectos varios del tema hoy en discusión sobre la instalación de Centrales Termoeléctricas en la zona sur de Iquique. El rechazo ciudadano se hace evidente. Este crece día a día. Pero parece necesario precisar, paso a paso, por qué son tan dañinas o en qué consisten los daños que infieren tanto a la salud humana de las poblaciones vecinas (caletas), como al ecosistema en general y a los organismos vivos habitantes del mar contiguo. Es lo que nos proponemos hacer en este capítulo.

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En un segmento anterior de nuestro Blog, nos hemos explayado, en general, sobre el problema que generan las Termoeléctricas a carbón, dondequiera que se hayan instalado en el pasado, en Chile o en el extranjero. Se nos ha preguntado con insistencia sobre sus daños reales. ¿Son realmente tan dañinas? ¿Es para tanto...?. ¿Qué daños concretos producen?. ¿Son éstos remediables?. Intentemos sintetizar estos daños o males para concientizar a nuestra población al respecto.

Daños al ecosistema natural.

1. Las chimeneas de estas Centrales, que por su gran altura se ven a la distancia, emiten continuamente, día y noche, diversos tipos de gases como producto de la combustión de un tipo de carbón bituminoso, conocido internacionalmente como petcoke, su fuente de abastecimiento. Estas emisiones contienen NH3, NO, óxidos de azufre, y sulfuros, óxidos de Azufre , CO2 en enorme cantidad y otros elementos químicos más, todos muy contaminantes. Todos ellos terminan por depositarse, cerca o lejos de las fuentes de emisión, sobre suelos, rocas, mares, salares o pampas, se disuelven (sulfuros) para actuar como ácidos (H2SO3, o H2SO4), o son conducidos, hasta cientos de kilómetros de distancia, a centros poblados, ciudades o quebradas donde se practica la agricultura desde antaño. Varias de estas substancias, al mezclarse con el H2O contenido en la alta humedad atmosférica costera (camanchaca), se convierten en ácidos cono es el caso del ácido sulfuroso, sulfúrico o ácido nitroso. Una vez en el suelo, son absorbidas por los seres vivos, plantas o animales (insectos, reptiles, etc.). Las reacciones químicas que se producen al incorporarse en el organismo vegetal o animal, y sus efectos sobre el metabolismo de los seres vivos, no han sido jamás estudiados en nuestro país. Es un tema virgen de estudio. Pero tales efectos sí han sido bien estudiados en otros países, en especial en sus efectos sobre los bosques de niebla en el hemisferio norte. Allí crean las conocidas "nieblas ácidas", letales para los bosques. Y allí ya se encendió la voz de alerta sobre su peligrosidad.

El problema de la contaminación es máximo en el caso de las centrales termoeléctricas convencionales que utilizan como combustible el carbón bituminoso o petcoke. Además, la combustión del carbón tiene como consecuencia la emisión de partículas y ácidos de azufre (SO4, SO3) En las de fueloil los niveles de emisión de estos contaminantes son menores, aunque ha de tenerse en cuenta la emisión de óxidos de azufre y hollines ácidos, prácticamente nulos en las plantas de gas.

2. Las emisiones de CO2, propias de la combustión, van a incrementar el CO2 ya existente en la atmósfera. Aquí se encuentra el principal causante del "efecto invernadero" en el planeta por la destrucción creciente de la capa de ozono, protectora de nuestra atmósfera terrestre. Es decir, a mayor cantidad de Centrales Termoeléctricas, mayor incremento de CO2 en la atmósfera, y mayor contribución nuestra, como país, al calentamiento global en el Planeta. Mientras la clara tendencia mundial es a ir eliminando paulatinamente este tipo de emisiones, para reducir y frenar el "efecto invernadero", estas Centrales, por el contrario, lo incrementan a diario. Ahora bien, si pensamos que hoy hay proyectadas 36 Centrales de este mismo tipo (!) en las costas de nuestro país, quemando exactamente este mismo tipo de carbón (que a las Empresas les resulta mucho más barato que algún otro combustible menos dañino), saquemos nosotros mismos las conclusiones.

3. A este paso, jamás podríamos cumplir con nuestras obligaciones contraídas como país al firmar el Protocolo de Kyoto, del año 1997, que nos obliga a ir reduciendo paulatinamente el nivel de emisiones de este tipo de gases. Así, mientras en los países civilizados y más avanzados de Europa ya se ha dejado de usar este combustible por ser comprobadamente contaminante, y han optado decididamente por el uso de tecnologías limpias (solar y eólica, sobre todo), nosotros, los tercermundistas, somos "obligados" por contrato con estas Empresas, a consumir este carbón tóxico, que ya nadie quiere comprar en el mercado internacional por malo. ¿Qué les parece?.

4. El problema se agrava notablemente cuando consideramos que, una vez obtenido el permiso de instalación y operación, por aprobación de la CONAMA y, posteriormente, de la COREMA, estas Centrales obtienen, por así decirlo, "patente de corso ", o sea, "permiso oficial" para seguir contaminando por decenios y decenios. ¡Ya recibieron el permiso para "contaminar"!. Una vez aprobadas, seguirán operando con el mismo combustible y con lo mismos sistemas. Nadie les obliga a modificar sus plantas, sus equipos o sus filtros, o cambiar el tipo de combustible usado. Es lo que ha ocurrido, por desgracia, en Tocopilla (cf. reportaje de la "Tierra en que vivimos" ), con sus Centrales operando desde hace decenios y acumulando millones de toneladas de cenizas tóxicas, mucho de cuyo material llega al mar, sea por efecto del acarreo por el viento, sea por efecto de eventuales lluvias. Por eso hay que evitar a toda costa que se instalen, pues una vez en operación, nada ni nadie detiene sus efectos.

Destrucción irreversible del territorio donde se asientan.

Estas Centrales exigen al Estado chileno amplias superficies de costa para la instalación de sus Centrales y una superficie notablemente mayor para áreas de depositación de sus cenizas tóxicas (áreas de acopio). Como ejemplo, la "Central Pacífico" ha solicitado al Estado chileno el "uso" de 16 hectáreas para su Planta y nada menos que 45 há. para su depósito de cenizas. Mientras el área destinada al acopio de las cenizas (el carbón ya quemado) crece y crece, día a día y año a año, hasta alcanzar el volumen de auténticos cerros, esta misma superficie del territorio nacional queda definitivamente destruída para siempre, totalmente contaminada y sin la menor posibilidad de volver a tener un día alguna utilidad al país.

Este terreno destruido, gravemente alterado para siempre, pasa a convertirse en "desierto absoluto" y por añadidura, en un desierto tóxico. Es decir, si las Empresas llegan a desaparecer un día, o van a la quiebra, nos dejan para siempre (ad aeternum!), un desierto tóxico, altamente volátil, verdadera bomba de tiempo en términos ecológicos. Por cierto, estas Empresas nada dejan, en garantía por previsibles daños ambientales futuros. Si se van algún da, nos dejan sólo su veneno. Esta situación es mucho peor hoy díia que la que ocurrió antaño con el salitre, cuando al terminar su operación útil, las Salitreras dejaron abandonadas sus "tortas de relaves", las que al menos en parte, han podido volver a ser útiles (extracción del yodo).

Es lo que ya ocurrido con los tranques de relaves de la empresa cupreras. Pero, busquemos al verdadero culpable.

Exactamente igual como ha ocurrido hasta ahora a lo largo del país con los tranques de relaves de las empresas mineras del cobre. Recuerde Ud. lo que ocurrió en el Mineral de "El Teniente" en la zona de Coya: cinco tranques colmatados, uno al lado del otro, testigos mudos de una explotación ecocida. Es lo que está ocurriendo, en este mismo momento, con el mineral de Pelambres en la IV Región, al lado de Los Vilos. Un valle entero, el fundo "El Mauro" , de varios miles de hectáreas de superficie , está siendo rellenado con basura y ripios tóxicos, fruto de la explotación del cobre, destruyendo esos ecosistemas (un valle fértil!) para siempre.

6. Pérdida irreparable de territorio patrio.

Año a año, las Centrales Termoeléctricas que usan el carbón bituminoso (o petcoke) , destruyen y seguirán destruyendo, irremisiblemente y para siempre, muchas hectáreas del territorio nacional, que el Fisco les ha concedido por un tiempo, sin pagar un peso por su destrucción definitiva, irreparable. Hagamos cuenta de que tales cientos de hectáreas han quedado inservibles para el futuro de Chile como país. ¿No nos impresiona para NADA este hecho?.

Chile pierde así, año a año, amplias superficies de su territorio patrio, sin compensación de ninguna clase. Cuando algún vecino pretende arrebatarnos territorio nacional, Chile entero se alza en rebeldía (recordemos el episodio de la "Laguna del Desierto, en Aysén). ¿Por qué, pregunto, aquí no ocurre lo mismo?. ¿Quién nos está mintiendo o engañando?; ¿quién no nos informa debida y exactamente - como debiera- de los peligros inherentes a este nuevo tipo de despojo nacional? . Aquí las autoridades han fallado a la ciudadanía, simplemente porque la Ley Ambiental actual (Ley 19.300) lo permite así. Las Mineras, como las Centrales Termoeléctricas simplemente se atienen a la Ley. Si la Ley es mala, o inmoral, ¿qué les importa a ellas? Eso es un problema del Estado, no de ellas. Porque las Empresas, por definición, están hechas para lucrar y hacer negocio, no para hacer beneficencia. Tampoco para acatar normas éticas o morales.

Chile de este modo pierde, año a año, superficie de su territorio nacional útil, inutilizándosele en forma consciente y premeditada. Destruyéndosele en forma calculada. Ellos lo saben bien . ¿Es esto aceptable?. Estamos entregando territorio nacional no a países vecinos, sino a Empresas , generalmente extranjeras, que por añadidura medran a destajo, destruyéndolo. ¿O, acaso, la tierra nada vale, cuando podría en ella hacerse toda clase de experiencias agrícolas u hortícolas , a futuro, en provecho de las comunidades costeras?.

Depósitos de cenizas y su proximidad al mar.

Estos depósitos no se encuentran, como alguien podría ingenuamente imaginar, lejos del mar y de la zona costera, en sitios muy apartados ocultos, tierra adentro, en cuencas cerradas y sin vida (donde hubo salitreras varias en el siglo XIX; p. ej. en la Oficina "Viz" o en la Salitrera "Gloria") . No. Se encuentran en la misma zona costera, a metros de la Carretera Panamericana Norte-Sur, al lado del océano, a menos de 20-25 metros sobre el nivel del mar. ¿Qué peligros involucra esta vecindad?.

Dos, y muy graves: uno, que en caso de eventuales lluvias intensas en la franja costera, como producto normal en episodios del llamado "El Fenómeno de El Niño", (como ha ocurido ya muchas veces en pasado), mucho material de estas cenizas en polvo, acumulado por decenios, fuera arrastrado repentinamente al mar, ocasionando un desastre ecológico de proporciones; o, dos, que un eventual tsunami (como los ocurridos en los años 1868 y 1877 , poco antes de la Guerra del Pacífico) hiciera otro tanto, igual que cuando arrasó el poblado guanero de Chanavaya, destruyendo todo a su paso: casas, corrales, canchas de acopio, e instalaciones varias. Ese día aciago alrededor de 2.500 obreros de las guaneras perdieron todo: hogar, trabajo y herramientas de laboreo del guano.

¿Se ha pensado en todo esto en el Estudio de Impacto Ambiental ((EIA) de la Empresa?. Por lo que hemos leído en el Informe, ciertamente, no. Las referencias al clima y su posible impacto, son nulas. Es decir, se ha ignorado la historia de lo ocurrido exactamente en este mismo lugar, aquella que nos debería preparar para la posible ocurrencia de tales episodios, en un futuro impredecible, pero que puede presentarse en cualquier momento. Se olvida, por desgracia, aquello de: "historia magistra vitae".


El peor de todos los contaminantes: el mercurio (Hg).

Entre los contaminantes normalmente asociados a este tipo de carbones bituminosos, se encuentra el Mercurio (Hg). Su presencia ha sido comprobada en todas las emisiones de Centrales, en todo el mundo. Ahora bien, pocas substancias son tan letales para la vida como el Mercurio. Aunque en muy pequeñas cantidades, este elemento penetra en los tejidos vegetales y en los tejidos humanos y el torrente sanguineo, provocando daños irreparales en los tejidos y órganos y enfermedadas congénitas. Segun todos los estudios, todos los carbones bituminosos y sub bituminosos, contienen este elemento letal, sin excepción. Es lo que dicen los estudios científicos. Peor la normativa chilena no obliga a examinar el contenido de Mercurio. ¿Por qué?.

La contaminación de los ecosistemas costeros.

Alguien puede creer, que la costa norte chilena es un desierto absoluto, sin vida. Fuera de la riquísima vida marina, gravemente afectada por las cenizas y el polvillo que se produce en la descarga de los barcos, material que cae diaria e inexorablemente al mar, destruyendo su flora y fauna (véase lo ocurrido en el puerto de Tocopilla), existen ecosistemas terrestres conocidos como "oasis de niebla", dotados de una flora y fauna muy particular y rica, que hoy está siendo objeto de esmerado estudio por parte de los científicos de la Pontificia Universidad Católica de Chile, en Alto Patache, a escasos kilómetros de las Centrales que se pretende crear allí.

A juicio de personas competentes, existe total incompatibilidad científica entre mantención y protección de un ecosistema de niebla único , de endémica y rica biodiversidad, y Centrales termoeléctricas del tipo aquí descrito, es decir, a carbón. La flora local, que produce valiosos retazos de "desierto florido" en los años de ocurrencia del "Fenómeno de el Niño", sufriría rápidamente sus efectos, por la lluvia ácida concomitante. Creemos que esto ya está ocurriendo. Pero nadie parece detectar sus efectos y nadie da a conocer -si es que existen-los resultados de los monitoreos científicos en el área que parecen ser "muy privados". La ciudadanía ulustrada deberìa tener acceso a tales monitoreos. Y la autoridad debería explicar sus consecuencias a largo y mediano plazo. Exactamente iguao como se ha hecho, por decenios, para advertirnos de los peligros de la "mosca azul" (Ceratits capitata) en afiches y panfletos. ¿Alguien ha visto recientemente algún afiche sobre el tema que indique: "Centrales Termoeléctricas: peligro latente"?.

La contaminación de las Caletas costeras próximas (Cáñamo, Chanavayita, Caramucho, Los Verdes).

Si se mira con detención el paisaje vecino a la actual Termoeléctrica de CELTA, en el puerto de Patache desde el aire, como se puede apreciar en una vista de Google Earth, se observa nítidamente la nube de polvillo (transportando material particulado y elementos tóxicos de NO, óxidows de S, NH3 y otros elementos más), que cubre toda el área próxima al puerto y a la chimenea de CELTA, y que claramente avanza inconteniblemente hacia el norte, por la línea de costa. Mar y tierra son contaminados por igual. El primer afectado, es la caleta de pescadores de Cáñamo. Son las primeras víctimas inocentes. ¿Qué está ocurriendo con la salud de sus habitantes, especialmente sus niños?. ¿Lo sabe la autoridad de salud?. Ellos, los habitantes, sí lo notan con pavor. ¿Se ha hecho análisis de lo bronquios y pulmones de esos niños y jóvenes?. ¿Qué revelan estos exámenes? .¿Se han dado a conocer, tal vez? El hecho de que esta caleta no sea aún reconocida por la autoridad comunal como caleta viable, y el hecho de que, según se señala en un rótulo, "no se darán títulos de propiedad" en ella, nada cambia la grave situación humana. Es un grupo humano asentado allí hace muchos años y que, como tal, tiene derecho a existir, y a gozar de un aire limpio e incontaminado. Aquí se está cometiendo (¿por culpa o responsabilidad de quièn?), un crimen. Alguien está tapando u ocultando esta situación, a todas luces.

Si vinieran expertos de la OMS a caleta Cáñamo, ¿qué opinarían?.

¿Qué pasaría si viniera a Cáñamo una Comisión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a examinar el estado de salud de sus habitantes, como hoy está en estudio?. Ahí, recién, la autoridad tomaría cartas en el asunto. Y, ¿mientras tanto, qué?. Chanavayita, Caramucho y Los Verdes (hasta Iquique mismo) están absorbiendo, aunque a un ritmo tal vez algo menos sensible, exactamente las mismas materias en suspensión en el aire que respiran. Pues bien, que se escuche bien:

en el reciente EIA (Estudio de Impacto Ambiental ) presentado por la Termoeléctrica Pacífico S.A., hace muy pocos días atrás, no hay la menor referencia a este impacto, sin duda el más grave de todos.

Esta sola omisión es ya, de por sí, gravísima, como si la población humana aledaña no fuera parte del "entorno", es decir "del área de influencia" real del Proyecto!. Si se piensa y desea que la caleta Cáñamo deba ser reubicada, según la autoridad, ¿para qué "hacer olitas" al respecto?.. Y, ¿ reubicada?...., ¿por qué?. Pues es obvio porque Cáñamo ha pasado a ser, de facto, un testigo indeseado de un pésimo manejo de la combustión y del transporte de las cenizas, por parte de una Central Termoeléctrica. Por eso, nada más. Su sola presencia, a pocos metros de las emanaciones de CELTA, es para la autoridad una "pulga en el oído". Es mejor, entonces, ignorarla y ojalá, sacarla de raíz (erradicarla).

Y, al revés. Si la energía que produce CELTA en esta central Termoeléctrica fuera realmente "limpia" y no contaminante, la sobrevivencia y pujanza de esta caleta contigua a la Planta de energía, sería la mejor prueba y el mejor testimonio de que no existe contaminación en el área. Se daría una sana y amigable convivencia entre Central y Caleta. Por desgracia, éste no es el caso. Tal como lo sabemos hoy día, por los EIA que las mismas empresas han presentado oficialmente a la CONAMA regional, sus efluentes son altamente contaminantes.

Mientras no cambien el combustible usado y no instalen dispositivos a la salida de las chimeneas para reconvertir los gases efluentes de S, N y CO2 en elementos útiles (v.gr. ácidos aprovechables en la misma empresa), serán necesariamente contaminantes y, por ende, serán una empresa no sustentable.

En esta materia, surge, como siempre, un corolario indispensable: todos estos efectos son consecuencia obligada de la aplicación estricta de una pésima Ley Ambiental (Ley 19.300), la que permite todos estos inconvenientes y no deja al descubierto a sus violadores. Por eso, repetiremos en forma incansable e intransable:

"hay que modificar de raíz la Ley Ambiental Nº 19.300"!.

Aquí se oculta el verdadero enemigo. Este debe ser nuestro "grito de guerra" en el futuro, en todos los foros donde se discuta este tema ambiental. Y esta nueva Ley que surja de un amplio debate público, donde se ilustre de verdad a la ciudananía , sin engaños ni tapujos, debe seguir los estándares internacionales más rigurosos, aquellos que aplican los países más desarrollados del mundo. Debe propender a obligar a las empresas a producir emisiones con contaminación cero. Solo entonces podremos vivir más tranquilos, en un ambiente limpio y sano, sin contaminación.

(segmento en preparación 25/06/2009). Retocado el día 01/07/2009).