jueves, 16 de diciembre de 2010

Gustavo le Paige S.J. a los 30 años de su muerte: homenaje a su preclara memoria.

Presentamos hoy a nuestros lectores un artículo actual nuestro, dedicado a la memoria de Gustavo Le Paige, arqueólogo y religioso jesuíta, fundador del Museo Arqueológico de San Pedro de Atacama. Recientemente publicado, no será de fácil acceso, por lo que hemos optado por darlo a conocer en nuestro Blog. Se agrega esta nota a varios otros segmentos de nuestro Blog, dedicados a su memoria. Para verlos, puede Ud. buscar en etiquetas como "Gustavo le Paige", "Atacameños", "Museo de San Pedro de Atacama" o "Cultura atacameña".

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Nuestro reciente artículo dedicado a Gustavo Le Paige, sabio y religioso jesuíta.

Las cuatro páginas que anteceden, corresponden a un reciente artículo nuestro dedicado a la memoria del sacerdote-arqueólogo y jesuíta, Gustavo Le Paige S.J. Este año 2010, en Mayo pasado, se cumplieron exactamente 30 años de su fallecimiento en Santiago, luego de una ardua labor científica desempeñada durante 25 años en el entonces ignorado y recóndito poblado atacameño de San Pedro de Atacama.

El artículo, aparecido en la revista "Mensaje" de los jesuítas chilenos, corresponde al Nº 595 de esta publicación mensual y ha sido recién publicado en la edición del mes de diciembre 2010. Fuera de San Pedro de Atacama, pueblo que fue testigo de su labor sacerdotal y científica por 25 años (1955-1980), lugar donde se le rindió especial tributo de recuerdo con motivo de su natalicio (24 de Noviembre 2010), nadie más parece haberse acordado del aniversario de este hombre notable, cuyo legado científico aún está por ser develado y debidamente aquilatado. por los historiadores de la ciencia. En los ámbitos científicos de su especialidad (la Arqueología) este aniversario ha pasado, al parecer, en un insólito silencio.

¿Por qué este "silencio" académico en torno a la figura de Le Paige?

Salvo honrosas excepciones como Mario Orellana y Agustín Llagostera, cuyas elogiosas expresiones en torno a la figura de Le Paige y su obra ya hemos vertido en otro capítulo de este Blog, parecería observarse un cierto "silencio acusador" en el ámbito académico en torno a su legado, porque Le Paige rompió los cánones normales en el modo de hacer ciencia en nuestro país. No pocos de los que lo miran aún hoy con recelo, ni siquiera conocieron de cerca su obra y su figura. Por eso, nos hemos propuesto escribir el artículo que antecede, en la prestigiosa revista "Mensaje" de la Compañía de Jesús en Chile, fundada nada menos que por San Alberto Hurtado, su amigo y confidente en Lovaina. Sirva este modesto artículo como una contribución al conocimiento más cabal de su legado, a nuestro juicio aún inconcluso e insuficientemente analizado.
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Una valiosa obra reciente sobre el desarrollo cultural de San Pedro de Atacama que porta el nombre de "Vida y Cultura en el oasis de San Pedro de Atacama", del distinguido arqueólogo piqueño Lautaro Núñez Atencio (Editorial Universitaria, Santiago, 2007) nos "deja sabor a poco" en lo que respecta a Le Paige y su legado cultural . De su vida y de su gigantesca obra social y cultural durante un cuarto de siglo, nada se dice allí. Si bien el aporte de Le Paige a la cultura en San Pedro sólo aborda el período 1955-1980 (etapa de su vida en el Salar de Atacama), tenemos la convicción de que la vida y obra de Le Paige constituye, para San Pedro y toda la comarca atacameña un formidable hito histórico, demarcatorio de una nueva época. Creemos que histórica y culturalmente, se debe hablar claramente de un "antes de Le Paige" y de un "después de Le Paige".

Si mentalmente abstraemos y sacamos a Le Paige de la zona atacameña,- como algunos han pretendido- queda un profundo y evidente vacío cultural. San Pedro actual y toda su increíble actividad científica y turística presente no tendría explicación alguna. No se entiende el "hoy" en San Pedro y sus realidades culturales: el magnífico Museo Arqueológico, la prestigiada Revista "Estudios Atacameños", el actual sistema de educación ecológica y antropológica que se ofrece hoy en el Museo a la juventud de San Pedro y sus pueblos vecinos, nada de esto habría ciertamente existido sin la presencia activa y enérgicamente impulsora, por espacio de 25 largos años, de este sacerdote católico belga, agraciado por el gobierno chileno con la medalla al mérito y la ciudadania chilena "ad honorem".

El artículo que hoy presentamos en nuestro Blog sólo quiere hacer plena justicia a su nombre, su misión y su legado científico ante la historia, ante la comunidad atacameña. y ante el país entero. Si rememoramos lo que Le Paige afirmaba una y otra vez cuando se le preguntaba acerca del por qué de su obra, "que su misión había sido dar a conocer a San Pedro", podemos decir hoy que ciertamente lo logró y con creces. Más aún, que lo logró como ningún otro gran científico o arqueólogo lo haya logrado jamás en Chile. Ni un Max Uhle, ni un Aureliano Oyarzún, Grete Mostny, Ricardo Latcham o un Hans Niemeyer. Ninguno de ellos unió su destino y su obra, de por vida, a un pueblo determinado, como fue el caso de Le Paige.

En este sentido, no creemos estar errados al afirmar que su legado y su misión no tiene parangón alguno en la historia arqueológica científica en Chile.

Con humildad y profunda gratitud hacia su memoria, presentamos hoy aquí este trabajo sobre el "legado inconcluso de Le Paige". Inconcluso, porque creemos fundadamente que todavía hay mucho que hurgar, revisar e investigar en torno a su vida religiosa, su misión social, su vida mística,su actividad arqueológica y su legado cultural como incansable arqueólogo de campo. Esos 350.000 ó 400.000 objetos recolectados por él, en innumerables salidas a terreno con sus fieles ayudantes atacameños, esperan no sólo una digna catalogación y registro (queda aún mucho por hacer en este aspecto!), sino sobre todo un análisis cultural más profundo, en función de su propias hipótesis de trabajo.

5 comentarios:

María Teresa Alcayaga dijo...

Felicito a Horacio Larraín leí con gran interés su artículo de diciembre 2010: "El legado inconcluso: Tras las huellas de Gustave Le Paige S.J."
Me agradan mucho los artículos de divulgación de arqueología y en especial si son del Padre Le Paige. Quisera poder leer los otros artículos que él escribió sobre este gran arqueólogo de Atacama.
Un saludo cordial de

María Teresa Alcayaga

María Teresa Alcayaga dijo...

mi correo electrónico es:

mtalcayagag@gmail.com

Dr. Horacio Larrain Barros dijo...

Maria Teresa:

Le agradezco mucho sus elogios relativos a este Blog. Del Padre jesuita Gustavo le Paige conservo muchisimos recuerdos, los que he tratado de transmitir a traves de algunos de los capitulos de este Blog, como muestra de expresion sincera y profunda gratitud por lo que de el aprendi en esos ya lejanos años de 1963 a 1965, cuando yo visitaba casi semanalmente San Pedro. Si Ud. busca pacientemente en las etiquetas situadas a la derecha y hace click en el nombre de Gustavo Le Paige, o en Arqueologia atacameña, o Atacameños, o San Pedro de Atacama, le saltaran a la vista algunos de los capitulos escritos en su memoria.
Gracias por sus palabras de aliento.

Dr. Horacio Larrain Barros dijo...

Estimado Horacio:

Agradezco su gentileza y buena acogida. Y lo felicito por el gran esfuerzo que hace de crear este blog.
Desgraciadamente, no conozco al físico que usted menciona.
Mi abuelo Alcayaga era de La Serena y falleció prematuramente. Como mi abuela era de Santiago, la familia se vino a la capital y tuvieron contactos esporádicos con algunos parientes de La Serena.

Estoy totalmente de acuerdo que hoy en día nadie recuerda a Gustave, y es fundamental desempolvar su monumental obra y ponerle en el sitial que corresponde.

Si bien he estado en San Pedro de Atacama en cuatro oportunidades, no tuve oportunidad de conocer a Gustave. Ya que la primera vez fue en 1981 cuando yo era estudiante universitaria. Después regresé en 1993 y la última vez fue hace seis años.
Pero creo haber visto en algún artículo alguna foto que no está en su blog. Prometo que cuando la encuentre se la envío.
En el libro que Lautaro Núñez escribe sobre Gustave, hay varias fotos que podría sacar y poner en su blog.
No sé si es que él lo aceptará.

He disfrutado leyendo: "Gustave Le Paige: escrutando los orígenes del pueblo atacameño" , ya que explica en forma clara , amena y comprensible los comienzos de Gustave en su investigación de la arqueología atacameña.
También me encantó descubrir ciertos rasgos de la personalidad del padre en la entrevista que le hace el 2 de noviembre de 1979.
Leí además la descripción que hace de distintas fotos relativas a Gustave, el Museo, sus visitas de campo.
¿Hay algún otro artículo suyo que esté disponible en el blog y que pueda leer?

A propósito, yo leí antes el libro que Lautaro Núñez hizo sobre Gustave, y en él habla que inicialmente el padre no había pensado dedicarse a la arqueología, pero sintió dicha necesidad o llamado vocacional la primera vez que fue a Toconao, al descubrir en la quebrada de Jerez una momia con su ajuar.
Usted que fue su amigo ¿sabe algo más de anécdotas de ese momento tan importante en la vida del padre?

Esperando su gentil acogida, reciba un saludo cordial de

María Teresa

Dr. Horacio Larrain Barros dijo...

María Teresa:

Respecto a recuerdos del Padre Le Paige, confieso que se me agolpan algunos en la memoria, mientras otros ya están algo olvidados y difusos. En Toconao, cierta vez que celebró allí la misa en la vieja capilla, me llevó a ver el lugar donde, por vez primera, tomara contacto con la arqueología de la zona al ver desparramados, en la bajada a la quebrada, hacia el noroeste de la iglesia del pueblo, multitud de fragmentos de cerámica y sobre todo, algunas toscas cuentas de collar en malaquita.Estaba fascinado recordando ese momento, ocurrido por allá por el año 1957 (creo!) cuando desde su primer destino parroquial en Chuquicamata fue a conocer Toconao. Allí nació su deseo de pedir ser transferido como cura párroco a esta remota parroquia de San Pedro de Atacama, por entonces sin sacerdote desde hacia más de un decenio. Así lo solicitó a su Provincial de entonces (creo que era el P. Carlos Pomar S.J.) y al obispo de Antofagasta, Monseñor Valenzuela. La idea fue aceptada y pronto Le Paige aparecerá en escena en San Pedro, en la viej y destartalada casa parroquial de adobes. Allí se sintió a sus anchas: era el lugar recóndito que buscaba, entre gente humilde y sencilla. Se hastió de Chuquicamata a las pocas semanas de haber llegado porque era una "ciudad".
Seguiremos otro día trayendo a colación, si Dios quiere, otros recuerdos del Padre. Revise en el Blog, entre las etiquetas, todo lo que tenga que ver con San Pedro de Atacama,lengua kunsa, arqueología atacameña, o Gustavo Le Paige.

Una observación: el libro de Lautaro Núñez sobre el Padre Le Paige, a mi entender, se explaya en enhebrar anécdotas simpáticas, pero elude y soslaya, en mi opinión, el tema de fondo: es decir, el rol fundamental de Le Paige en la evolución futura y el desarrollo de la arqueología de la zona de Atacama y aún de Chile entero. Mucho más a fondo penetra el arqueólogo Mario Orellana en su rica obra y personalidad, en su libro: Historia de la Arqueologìa en Chile, Bravo y Allende Editores, Santiago, 1996, donde le dedica un capítulo especial (pp. 184-188). Trate de buscar esa obra. Orellana conoció muy a fondo a Le Paige, trabajó muchísimo con él y, sobre todo, llegó a entender mucho mejor que otros, la trascendencia y profundidad de su legado a pesar de sus falencias metodológicas, para todos evidentes.

Con afecto,


Dr. Horacio Larrain (Ph.D.)
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