martes, 14 de noviembre de 2023

Entrevista hecha al piqueño don Anselmo Charcas Pacha el día 20 de marzo del año 2011 en la localidad de Pica: recuerdos de sus tiempos de cazador de vicuñas.

 El presente capítulo del blog quiere preservar y comentar una valiosa entrevista hecha por nosotros en Pica, a un antiguo y avezado cazador de vicuñas, don Anselmo Charcas Pacha, uno de los mejores conocedores del entorno geográfico y florístico de la zona, por haberla caminado a pie desde niño. El mismo nos cuenta su propia historia familiar, en esta entrevista realizada en su casita de Pica.  Al momento de nuestra entrevista, Anselmo tiene 72 años y medio de edad.

Fig. 1.  Anselmo Charcas en  su casita de Pica el día de la entrevista: 16/11/2010. (Foto de Cristian Riffo, mi acompañante en la entrevista).

Antecedentes.

Conocí a Anselmo hacia el año 1998 en Pica. Deseoso de hacerme una casa en nuestra recién comprada parcela en Pica, en el sector  Comiña, alguien me recomendó a Anselmo como posible constructor. Recurrí a él y desde entonces nos hicimos buenos amigos.  En el invierno del año 1999 emprendimos juntos, desde Pica,  un homérico viaje a pie hasta la quebrada de Tasma, donde  sus padres y tíos habían construido unas sencillas y toscas viviendas de madera.  Tasma estaba por entonces, desde hacía años, totalmente desierta. Las sequías y la consiguiente falta de agua habían impedido sembrar en esos terrenos que ellos, desde antiguo, consideraban como suyos. 

Pero aquel año 1999 había llovido bastante en el altiplano y suponíamos fundadamente que la quebrada de  Tasma podría acarrear bastante agua. Anselmo deseaba vivamente volver a ver el lugar que no visitaba desde hacía años, y yo tenía la intención de conocerlo por haber sido un sitio de paso humano obligado desde el Salar del Huasco a la pampa del Tamarugal en tiempos de las Oficinas Salitreras. En ese tiempo, estaba yo apoyando como antropólogo la demanda de la familia Lucas, residente en el Salar del Huasco, por el reconocimiento de sus derechos ancestrales a tierras del Salar, frente a las pretensiones de la Minera Cerro Colorado de extraer aguas del subsuelo para sus faenas junto a Mamiña, En mis entrevistas hechas a m miembros de a la familia Lucas, apareció la importancia de la quebrada de Alca y del sector de Tasma como área dotada del recurso agua y  como tal, de paso obligado a la pampa y sus Oficinas  Salitreras.

Fig. 2. Comiendo un rico asado de llamo en la casa de doña Demetria Ticona, madre de los Lucas Ticona. Aquí estoy con Pedro Lucas Ticona  (Foto de Cristian Riffo, Noviembre, 2010).

Actividades de la familia Lucas Ticona en el Salar.

Sobre las actividades ganaderas y cúlticas de la familia Lucas en el Salar del Huasco y sus alredores, puede consultarse  con provecho el capítulo de nuestro blog, denominado:  "Alca: una comunidad aymara desconocida_ origen y destino", editada el día  17 de marzo del año 2011

Sobre el sentido profundo de las apachetas, véase nuestro capítulo  ad hoc : "apachetas en caminos antiguos: simple señalética de la huella o lugar de prácticas de ritos religiosos. Las apachetas:  estructuras señalizadoras de rutas o sitios de ritualidad andina?",  editado el 20/02/2015.


 Texto completo de la entrevista hecha  a Anselmo Charcas (Lugar: casa de Anselmo en  Pica, 16/11/2010).


 Entrevistan: Horacio Larraín y Cristian Riffo.  (revisada por H. Larrain el  20/03/2011).

 

1. ¿Cuál es tu segundo apellido, Anselmo?

Anselmo Charcas Pacha.

 

2. ¿Y en qué año naciste?

14 de Abril de 1938, en el sector del Resbaladero [en Pica].

 

3. ¿Desde cuándo tuviste alguna noticia de estos señores Lucas  de allá arriba del Salar del Huasco?

Con ocho años [o sea hacia 1946] fue la primera vez que salí a conocer  cosas, que ya me habían llevado, pero [de] chico uno no se acordaba.  Yo con ocho años llegué al Huasco, a Tasma, por Sitilca bajamos, por Huasco bajamos por Sitilca, a una parte que se llama Huaca, que está en la quebrada de Tasma (1), que está más arriba  [de Tasma] una hora a dos, caminando hacia a la cordillera.

 

4. ¿Todo esto a pie?

 A pié, a pié, no había otra manera de transporte.

 

5. ¿Y con quién ibas?

Con  mi papá, un tío, de repente cambiaban de personajes, podía ser mi tío Martín, mi tío Ángel, mi tío Patricio, mi tío José..., el que se encontrara con mi papá en el Huasco (2).

 

6. ¿Cuál fue el más antiguo de los Lucas que tu conociste?

El papá de Germán Lucas se llamaba  [duda un momento...]  Mateo [debe tratarse en realidad de Juan  de la  Cruz Lucas] (3). Ellos llegaron a Tasma el año (…) el sesenta o sesenta y dos, ellos porque además eran lucrativos los productos de Tasma. En el Salar tenían [los Lucas] dos casitas, una al otro lado de la Laguna, hacia Charcollo donde hay una vertiente de agua dulce, [la vertiente Jalsure], que [es donde] después se fue a vivir el refugiado Conrado [Fuchslocher]  (4), cerca de los cazaderos grandes.

 

7. ¿A qué le llamas cazaderos?

Son unas pircas, unas murallas de piedras y que tenían una ventanita donde ponían la carabina los cazadores, cada dos metros tenían una ventana, eso se  llamaba “cazadero de los Charcas”, porque los Charcas [era] una familia de cazadores de vicuñas, cazaban semanalmente cien vicuñas o noventa vicuñas.

 

8. ¿De qué año estamos hablando?

Del cuarenta y cinco al cincuenta  [1945-1950].

 

9. Y esos Charcas, quiénes eran?

Era mi papá Marcos Charcas, mi abuelo se llamaba Tomás Charcas, el fue uno de los primeros cazadores que llegaron a la zona y muriendo él, heredaron los hijos: Marcos, Martín, José Patricio, Tomás, Ángel…Ellos no eran  [de origen ] bolivianos; eran peruanos, venían de la serranía de Perú, venían de Sama, Ocumba, de por ahí. Según lo que contaba mi papá,  una generación más atrás, [la] de mi abuelo, ellos vivían en la cercanía de Arequipa.

 

 10. Entonces,  el primer contacto con los Lucas fue en Tasma? 

Yo conocí a don Mateo [Ticona]  en Alca, ya veteranito (...), de unos sesenta años más o menos tendría, y vivía del cultivo de la quínoa. Son varios sitios hacia arriba que están dentro de la quebrada (que) [donde] aprovecharon el nivel del terreno para sembrar (5). Alca queda en la quebrada de Jucuma, [de] Sipsa, más arriba, pasando el camino tropero está Sipsa, ahí donde nos bajamos [en la expedición hecha  de H. Larrain con A. Charcas, en el año 1998 ó 1999 era]  la primera quebrada que entramos. Después de donde termina la quebrada de Sipsa [hacia] abajo se llama La Paica, donde se une con Tasma, ese es el único contacto con la quebrada de Sipsa.  Entonces subiendo sería La Paica, Sipsa, Pilaco, Jucuma, Atapinga, Alca y Milagros, ahí termina, en la aguas de Milagro nace la quebrada.

Bueno,  don Mateo vivía en Alca del cultivo de la quínoa, también le traían cargamento de papás bolivianas y él hacía el chuño. Como hay agua propia en Alca, es agua dulce que sale de una roca. Entonces mi papá cazando [vicuñas] llegó ahí a Alca y se encontró con don Mateo, no sabría decirle si se conocían más antes, no sabría decirle, pero en todo caso, ya mi papá sabía que este caballero estaba en Alca. Un día mi papá lo invitó a Jucuma, [lugar]  que es más grande, la capital diríamos de todos los pueblitos que te nombré, y ahí tengo peras, tengo duraznos, tengo ciruelas, membrillos y hay terrenos para poner maíz. Hay harta agua ahí, hay un socavón ahí, una vez entraron los leones a tomar agua al socavón (6). Entonces Mateo le preguntó si tenía casita, “nos hacemos una casita más abajo”,  le dijo a mi papá. Y en la casa de mi papá que eran tres piezas y una ramada, más abajito, hizo su casita don Mateo, de palos de Apama (7) y de rastrojos de trigo, rastrojos [traídos] de Alca, con chalas, las chalas son las plantas de maíz y la puerta de algún material de cuero de vicuña o de guanaco.

 

12. Y ellos,  ¿por qué bajaron a Alca?

  Ellos son [originarios] de Bolivia, son bolivianos, no sabría responderle a ciertas esa pregunta, porque a los hijos de Mateo [yo]  los conocí en Tasma. Cuando cazábamos nosotros, él  [era] arriero y había que ir a dejarle el cuero a Tasma por la pampa de Sitilca bajaba a Tasma, en ese tiempo no recuerdo haberlo visto en el Huasco. Después sí, después del año sesenta [1960] en el Huasco. Esa población que dejó Germán [Lucas] de [un] cuartito [en Tasma] el dejó algo grande, horno, tenían cocinilla de leña, en fin.

 

13. La primera vez que fuiste al Huasco,  qué año sería?

El Huasco lo conozco del año cuarenta y siete más o menos, ya me habían llevado  [antes] ya, pero no recuerdo porque [yo] era muy niño. En esa época en el Huasco Lípes habían unas familias bolivianas también, una de las familias eras tíos de Germán, hermanos de don Mateo, don Eustaquio Lucas. De esos Lucas conozco más, porque de esos Lucas, mi papá compró ocho corderos y don Eustaquio Lucas le hizo un rebaño grandioso a mi papá, de esas ocho ovejas crecieron a cuatrocientas ahí en Jucuma, pero esto fue después que don Mateo viviera en Jucuma.  Yo también le digo Ucuma [porque es] más fácil, pero la verdadera palabra es Jucuma, con “J”. Yo creo que eran hermanos, porque es Eustaquio Lucas Ayavire, él nació en Jucuma, el Benigno, Narciso, hay una señora que está media demente, Crescencia se llama. La otra se llamaba Rejubia, se fue para Bolivia, tiene una hija en el valle [de Quisma] que me viene a comprar paltitas todos lo meses. Ellos son hijos de don Eustaquio Lucas, Eustaquio debería ser hermano o primo hermano de Germán.

 

14. Los primeros Lucas que llegaron,  ¿fueron como cazadores o  ganaderos, con ganado?

Llegaron con ganado, yo recuerdo a don Eustaquio antes de radicarse…,  después que murió don Mateo se radicó él en Jucuma,  don Eustaquio, [y]  avanzó a Tasma, también se fue a vivir en Tasma. Pero él venía de Bolivia con chilpas de charqui (8), sacos de chuño, sacos de quinua, se cultivaban en Bolivia y venían acá con treinta burritas. Mi papá tenía varios terrenos en el Resbaladero,  y mi papá le prestaba una casa y ellos alojaban, mi papá le compraba la mitad de la mercancía.

Y antes de eso [o sea, antes de bajar a Pica]  llegaban al Huasco dejaban la mitad o dejaban todo el cargamento que traían los Lucas, lo dejaban a los Charcas ahí en el Huasco. De ahí ellos se regresaban a Bolivia o algunos pasaban a Pica a abastecerse de provisiones.

El año cincuenta y uno [1951] más o menos terminó la cacería [de vicuñas], porque murió el que compraba el cuero de vicuña [que era] don Atilio de Gregori, el hijo [de él] todavía vive, que fue alcalde de esta comuna, don Ítalo es el hijo que vive todavía. Atilio compraba los cueros, la lana de vicuña, entonces era más lucrativo en esos tiempos, sobre todo la lana, la lana valía más que la carne. Yo recuerdo que una vez mataron sesenta y tres vicuñas, las carnearon, las abrieron, les sacaron el cuero, expertos en sacarle el cuero, las más flaquitas las enterraban y las más gordas me mandaban a mí con el cuero y toda la lana a Tasma, con la tropa de treinta a treinta y cinco burros por la pampa de Sitilca, bajábamos por Quimani, ahí hay hartas vizcachas, por ahí bajábamos.

Del Huasco subíamos y la casa de los Lucas queda camino hacia arriba, hacia el cerro ya, donde está  [hoy]  el refugio, bueno por ahí sube el camino tropero que va dirección al Norte tirándose un poquito para el Oeste, y allá en la explanada de Sitilca, donde están las famosas minas de Sitilca, ahí toma ya una dirección más hacia el Oeste.  Por ahí hay una laguna encantada por el lado Este, la “laguna del Toro” le dicen, nadie jamás alojó ahí porque el que alojaba no aparecía más, [según]  decían las leyendas. Mi papá dice que una vez pasó por ahí antes de las doce vio una especie de buey, entonces el dedujo por qué le llamaban la “laguna del Toro”, porque a las doce de la noche decían que se aparecía un Toro. Entonces,  los Lucas venían de Bolivia con ganado y seguramente más antes que don Mateo Ticona] . Raimundo viene después que Germán, a él lo mataron porque se metió con una piqueña;  así dicen.

                 

Fig. 3.  La casita de doña Demetria Ticona, madre de Pedro  y  Margarita Lucas, junto a la aguada  en el Salar del Huasco. (Foto H. Larrain, 2010).  Observe el techado tradicional hecho con ichu o paja brava,  elemento  típico del sector altiplánico. 


15. ¿Qué ceremonias te ha tocado presenciar en el Salar del   Huasco?

El floreo, el floreo consiste en poner la flor de lana a los llamos, a las alpacas y  a  algunos de los burros también (10). El floreo lo hacían en el “cazadero de los Charcas” que le digo yo, entrando al Huasco por el camino de vehículos, el nuevo, entrando al Huasco como cincuenta metros al Norte está el cazadero de los Charcas; hay una muralla que todavía se nota. Generalmente en el tiempo que yo recuerdo, los padrinos, los mayordomos [de la fiesta del Floreo] eran los Charcas, ellos llevaban el trago, de Bolivia ellos traían el alcohol para hacer el pusi con té hervido, té hervido le echaban al pusi (11) y el azúcar, y eso tomaban.

                 

Fig. 4.  Miembros de la familia Lucas durante la ceremonia del floreo en  el Salar del Huasco  (foto del álbum de fotos de la familia Lucas). 


16. Y ese floreo, ¿en qué fecha lo hacían?

Para San Juan (12);  dos veces al año lo hacen y la otra fecha es otro santo…me parece, no estoy seguro de la segunda opción, pero parece para la Santa Candelaria que es el 2 de Febrero;  no estoy seguro de eso, pero sí, de San Juan.

Era una ceremonia bien bonita, primero tendían un poncho tejido por ellos mismos, ahí en el poncho había [puesta] coca, llucta que es ceniza de cactus quemada para el pancito de la coca. Después estaba el pusi;  pusi con granadina, pusi solamente con azúcar y un poquito de agua y pusi con agua de té (11). Toda la ceremonia [era] en aymara, después bailan pa´acá, bailan pa´allá, [y] van tomando su traguito. Los que apadrinaban eso [es decir, la fiesta] eran los Charcas, era en mi época lo que [ a mí] me tocó presenciar.

 

17. Además del floreo ¿te acuerdas haber visto otras ceremonias?

A ver ... ¡ah.!,  para pedir la lluvia y para pedir que no llueva, dos ceremonias diferentes. Porque en ese tiempo llovía mucho y entonces ya se cansaban con tanta lluvia y le pedían al Más Allá para que cesara la lluvia, para que parara la lluvia.  Eran dos ceremonias iguales, pero contrarias en el sentido [objetivo]  de la ceremonia. Porque yo me acuerdo [que] para pedir la lluvia raspaban unas piedras y algunas daban fuego, y clamaban al Altísimo en aymara; ahí venían generalmente con los llamitos chicos y con los corderos, les cortaban la garganta y le ofrecían [¿a la divinidad?] la sangre derramada.

 

18. Esta ceremonia, ¿a qué hora la realizaban?

Esta ceremonia la hacían al ponerse el sol, pero yo le tuve repugnancia al ver correr sangre, yo me arrancaba porque ellos hacían el ñachi de..,  Decían que [esta costumbre] es del sur, pero yo vi acá en ese tiempo preparar ñachi y comer (13).  Le echaban sal, limón y [la] comían con harto vino. Yo me arrancaba porque mi papá me quería hacer comer, pero yo salía corriendo.

 

19. ¿En qué lugar hacían estas ceremonias para pedir la lluvia?

¿Conoce usted donde están las vertientes,  bajando por el camino de carros al Huasco? Al lado de la vertiente, [donde] ahora hay como centro meteorológico, ahí había como un terraplén, ahí hacían la ceremonia.  En ese tiempo no había nada, sacaban con un cucharón el agua.

En la ceremonia participaba toda la familia de mi papá que se encontraba ahí, me acuerdo que una vez estuvo mi tío Ángel que es el mayor de los Charcas, era casado con una boliviana que se llamaba Dominga.  Mi papá, bueno, mi papá nunca llevó a mi mamá para allá, porque mi mamá siempre se quedaba en Pica, mi mamá era de Camiña, era descendiente de los Pereira pero como no fue reconocida llevó el apellido de la mamá: “Pacha”, yo debí haber sido Pereira. Hubieron por ahí muchos Portugueses en el sector de Tarapacá p´ arriba y mi mamá es oriunda de Pachica; de allá era mi mamá.

 

20. ¿Qué otras personas [venían]  en aquella época?

Venían tantas familias de Bolivia, amigos de los Lucas, de repente parientes con otro apellido, todos pernoctaban en el cazadero y en la choza de los Charcas en el Huasco, ahí llegaban los que venían por el Huasco. Los que venían por Alca alojaban en Collacagua, arriba de Collacagua donde dobla el río hacia el Huasco arriba, hay unos corrales grandes que se llaman Peñas Blancas; ahí llegaban los bolivianos a guardar su tropa, cien a doscientos llamos, corderos, burros, qué se yo. Y bajaban a Collacagua a pernoctar y al otro día bajaban el ganado a tomar agüita, volvían a encerrarlos y después partían hacia Pica o a diferentes partes:  a Mamiña, Macaya, Tasma.

Yo me ví obligado a conocer todo lo que le digo, porque mi papá andaba por ahí, andaban cazando y yo era el mayor de los niños (14). Yo no cazaba, pero guiaba a la tropa….doce horas del Huasco a Tasma, en burro o  a pata. A mí me ataban en una mula, metía una patita en una angarilla y la otra patita en la otra, me amarraban y la mula de noche conocía el camino y guiaba la tropa, cuando llegábamos a Tasma yo me despertaba porque sentía que ladraban los perros, sentía a mi tía que decía: ya Julio levántate mierda, llegaron los muchachos. Se levantaban, descargaban, nos daban desayuno y  [a] acostarse.

 

21. En las tantas caminatas que realizaban, ¿utilizaban las apachetas?

Claro, claro que sí, cuando subíamos de Tasma hasta el Huasco utilizábamos una apacheta grande que había en Quimani y había otra apacheta más ahí que se llamaba Pedromani. Ahí en la apachetas descansábamos, arreglábamos las cargas de los burros, dentro de la fuerza que teníamos.  Después de los doce años me puse más fortacho, cargaba ….y todo.

 

22. ¿Hacían algún ritual en las apachetas?

En el camino que va de Tasma a Macaya hay una apacheta que marca la ... (ininteligible);  son cuatro horas a pata de Tasma a Macaya y en todo el medio [del camino]  hay una apacheta que se llama la “apacheta del descanso”, del reposo. Ahí hay un horno, meten coquita, meten sal, no sé cuál sea la finalidad de meter sal, ahí cantan, bailan pa´ allá, bailan p´al otro lado.  En ese rito comen [en realidad, mastican] coca, porque en el ritual, es infaltable. Hay una quebrada por ahí que le llama “Infiernillo”, no sé de adónde sale el agua, en medio de una cadena de cerros hay agua, nadie sabe de dónde sale;  nunca falla. Me acuerdo que en esa apacheta mi papá guardaba agua y no solamente mi papá, cualquier arriero guardaba en el caso que se perdiera alguien de la familia [para] que supiera que ahí había agua. Se enterraba un chuica de cinco litros,  enterradita, rica el agua, bien acolchadita no más y enterrada.

Acá abajo hay otra, esa es más linda, es la mejor de las que conozco yo, en el vehículo no pasamos [por el lugar] , cuando una va a pata se pasa por ahí. Es la apacheta que está arriba de la quebrada Seca, al bajar la quebrada ancha hay una apacheta. Ahí lo arrieros después de hacer la ceremonia,  se amarran la soga con que amarran al burro del cogote, se amarran ellos y se acuestan a dormir, y cuando el burro después de unas seis o siete horas quieto, se pone inquieto, ahí los tira y se despiertan. Es cierto eso, el viejo sabía todas las mañas de los animales.

 

23. Y en Alca,  ¿los Lucas construyeron casita?

Había una casita que no se sabe de quien fue, ahí lloran mucho los zorros por eso no se acostumbra la gente, de noche ¡puchas que aúllan!, y ese es el presagio de mala señal, por eso descansaban algunos y salían luego [de allí]; mientras menos tiempo  permanecían [allí], mejor".  (Fin de la entrevista).


Notas nuestras.

(1)  En estas frases de Anselmo aparece una gran cantidad de topónimos locales en lengua indígena, casi todos, seguramente, de origen aymara. Un avezado lingüista debería revisar este listado, pues no sería del todo imposible que apareciera entre ellos algún topónimo de origen puquina.

(2)  Toda la parentela masculina de Anselmo se desempeñaba como cazadores de vicuñas (Vicugna vicugna) en el sector altiplánico. De ellas, obtenían tanto la preciada lana para sus textiles más finos como la carne que vendían en Pica. Por aquellos años, no estaba vedado cazar esta especie, hoy considerada como "en peligro de extinción"  de acuerdo a la ley  Nº 4.601 modificada  el 28 de agosto del año 1996.

(3)   En nuestro capitulo del blog dedicado a la localidad de Alca se analiza en detalle la ascendencia de la familia Lucas Ticona hasta los primeros inmigrantes bolivianos de este apellido. Cf. capítulo: "Alca, una comunidad aymara desconocida", editado  el 17/03/2011.

(4)  La increible historia del  ermitaño Conrado Fuchslocher y su vida solitaria  en el Salar del Huasco, esta relatada en nuestro capítulo del  blog https://eco-antropologia.blogspot.com de fecha 09/04/2010 con el título de "El Salar del Huasco en Enero de 1982:   el encuentro con el ermitaño Conrado Fuchslocher".

(5)   La quínoa (Chenopodium quinoa) es un antiquísimo cereal andino que prospera únicamente  por encima de los 2.000m de altitud siendo uno de los alimentos predilectos del pueblo aymara. No se produce en zonas bajas,  calientes. Sobre sus orígenes arqueológicos y su uso en el Chile central prehispánico en áreas por sobre los 2.000 m de altitud, véase el trabajo de Teresa Planella: "La quínua en Chile central prehispánico: aportes de la arqueología y los procesos culturales", en  revista "Chilean Journal of agricultural research", vol. 46, Nº 2, Santiago de Chile.

(6)   Son famosos los túneles o socavones practicados en la zona de Pica-Matilla desde tiempos coloniales, para captar el agua subterránea para el riego de las chacras.  Uno de los más detallados estudios sobre esta ingeniosa técnica de obtención de agua del subsuelo se debe al geólogo  alemán Johannes (Juan) Brüggen avecindado en Chile desde el año 1911.

(7)  "Apama" es un árbol típico y frondoso,  pero muy poco conocido de los valles de Tarapacá, especie que puede alcanzar los 10-12 m de altura y suministraba excelente madera para construcciones.  Véase nuestro capítulo del blog https://eco-antropologia.blogspot.com con el título de: "El árbol apama: un ilustre desconocido de las quebradas de Tarapacá: usos tradicionales de esta especie en tiempos históricos", editado el 08/11/2014.

(8)  "chilpas" (de charqui):  voz  aymara. Muy probablemente viene de la voz  aymara  "cchilipha"  que el jesuita Ludovico Bertonio traduce como: "ramo delgado del árbol como vara"  (Bertonio, en su   Vocabulario de la lengua aymara, 1612: 85).  La expresión vendría a equivaler a una "sarta de charqui", es decir, trozos de charqui (carne disecada de res) ensartados en una varilla o palo delgado al modo de los actuales "anticuchos".  

(9)    El "Floreo" o "Enfloramiento del ganado" se realiza en el mundo andino (quechua y aymara) en ciertas fechas precisas, como para la festividad de San Juan Bautista, el 24 de Junio o a comienzos del mes de febrero. Las "flores" con que se adornan las orejas y el lomo de los animales de corral, como llamas, alpacas e incluso burros o mulas, son vistosos  pompones de lanas de colores que se cosen a la piel del animal  y permanecen por meses  hasta caerse solos. El floreo es una ceremonia de carácter cúltica  y a la vez  festiva,  destinada a pedir a la pachamama  o "madre tierra" el incremento del ganado.

(11)  La  bebida alcohólica de maiz fermentado denominada "pusitunka", contiene alcohol en muy alto grado. "Pusi" en aymara es el número 4 y "tunka", el número 10 diez. Asi, "pusitunka" equivale al número  cuarenta.

(12)   San Juan Bautista, es en el santoral  católico el patrono de  los corderos y ovejas y se celebra el día 24 de Junio de cada año. 

(13)   "Ñachi" es voz tomada de la lengua  mapuche y designa una comida fresca hecha en base a la sangre fresca de un animal (llama u oveja), agregándole  cebolla, cilantro y otras especias  finamente picadas. 

(14)   La experiencia de Anselmo Charcas, testimoniada en esta entrevista, proviene de sus correrías y viajes por el altiplano, siempre a pie y desde muy niño, lo que le dio una experiencia envidiable del terreno por sobre sus coterráneos piqueños o tarapaqueños. Por eso su testimonio nos parece hoy muy valioso  y digno de recordación.