Fotos 1, 2. 3. 4.
Foto 1 (arriba, izquierda): tipicos cojines o guirnaldas de Tillandsia landbecki. Rara vez sobrepasan los 60 o 70 cm de altura sobre el suelo.
Foto 2: flor de Tillandsia landbecki, de apenas 0.8 cm de diámetro, de coloración canela suave. Florece mayoritariamente entre los meses de septiembre y noviembre, en forma bastante irregular. Nunca hemos visto campos completos en flor, sino solo escasos y dispersos ejemplares floridos.
Foto 3 (abajo, izquierda). Lomajes próximos al Cerro Oyarbide casi totalmente cubiertos por campos de tillandsias. Son laderas que miran directamente al Surweste, al Weste o al Norweste. Nunca se les encuentra a sotavento de tales montes, por razones obvias. Aquí se las encuentra entre los 900 m de altitud y los 1.200 m., aproximadamente.
Foto 4: la densa niebla procedente del Weste, entrando a borbotones por pequeños portezuelos entre cerros, impulsada por los vientos alisios, bañan los campos de tillandsias. Extrañamente, la Tillandsia landbecki no comparte su hábitat con ningún otro vegetal, salvo muy escasos líquenes crustosos que se logran asentar en algunos costrones duros expuestos al Weste.
Localización geográfica y caracterización geomorfológica de los tillandsiales (Praderas de Tillandsia landbecki, Phil).
En aquellos lugares donde el contrafuerte costero o mega-acantilado presenta la altitud y la orientación adecuada (mirando hacia el SW o al S), esta humedad se deposita, formándose allí los conocidos "oasis de niebla". La altitud constatada de estos tillandsiales oscila entre los 1.000 m.s.n.m. y los 1.250 m.s.n.m. como maximo, dependiendo de las características micro-topográficas de las serranías por donde penetra.
Los tillandsiales que crecen en las estribaciones de Cerro Guanaco se extienden al Sureste de la localidad de Alto Hospicio entre las coordenadas 20º 23´ 20´´ S por el Norte, y la coordenada 20º 24´ 50´´ S, por el extremo Sur. Se encuentran en lugares de corredores geomorfológicos abiertos hacia la costa por donde penetran los vientos alisios del Surweste o francamente del Sur, arrastrando masas de nieblas estrato cumulos denominadas localmente camanchacas hacia la pampa interior, humedeciendo los lomajes expuestos a barlovento. Estos tillandsiales se hallan mayoritariamente en laderas que miran hacia el Weste y Surweste y logran ascender débilmente, como máximo, hasta los 1.250 m como en el caso de la cima de Cerro Guanaco.
Hay sectores al interior de Iquique donde estas formaciones de tillandsias logran penetrar hasta de altitud. prácticamente los 20-25 km de la línea de costa, dependiendo de la topografía local y de la existencia de corredores expeditos para el desplazamiento de las neblinas desde la costa. Es el caso, por ejemplo, de Cerro Isla, interior de Iquique (20º 12´54´´ S y 69º 54´49´´ W.), donde las tillandsias se presentan vivas hasta los 24,5 km de la línea de costa. Siendo este lugar, al parecer, el lugar tal vez más oriental de su presencia en esta Provincia.
Para el caso de Cerro Guanaco, las formaciones de guirnaldas de Tillandsia landbecki más alejadas de la costa, se extienden hacia el Este a partir de unos cinco km. al interior de la localidad costera de Los Verdes ( 20' 25 27 N y 70 09 49 E), alcanzando los 10 km. en línea recta desde la costa. Apenas transpuesto el acantilado, de una altitud entre los 500-550 m., se alzan potentes campos dunarios que alcanzan aquí un enorme desarrollo y una notable belleza escénica. Forman sistemas complejos de dunas extendidas del tipo Seif, diferentes a los barjanes que se puede ver en otros lugares cercanos como en Alto Barranco, por ejemplo. Es interesante observar que en estas dunas activas actuales, nunca se observa Tillandsias. La razón es obvia: las tillandsias se instalaron primitivamente en lomajes de suelos más estables, de cierta rugosidad y dureza, y con presencia frecuente de costras de origen calizo, situados más al interior; jamas en arenas movedizas.
La afirmación que a veces hemos leído en textos y aún en trabajos científicos de que esta especie se asienta sobre arenas es, por tanto, claramente errónea. Lo que realmente ocurre, es que luego de asentarse las semillas arrastradas por el viento y brotar en la tierra firme, sirven las nuevas plantitas al erguirse, de paraviento a las arenas que llegan posteriormente, movidas por los fuertes vientos alisios, procedentes del océano, arenas finas que terminan por ir adosándose a las secciones Weste de las guirnaldas de tillandsias, creando así a falsa impresión de que crecen sobre las arenas. Las tillandsias, entonces, sirven en realidad de biombo al transporte aéreo de arenas finas desde la terraza marina vecina que les da origen.
Recapitulando, tenemos que existen en esta costa norte, al sur de Iquique, dos tipos de oasis de niebla: los llamados "tillandsiales", formaciones uniespecificas de Tillandsia landbecki Phil y las formaciones pluriespecificas, con hasta 40 especies vegetales diferentes, con presencia de arbustos y hierbas, incluyendo algunas cactaceas. Estas formaciones son propias de los oasis de niebla mas ricos y potentes, con mayor humedad, de los cuales hay siete u ocho en el espacio comprendido entre Pisagua y el rio Loa.
Sobre estos tillandsiales, vease el excelente libro de Raquel Pinto y Arturo Kirberg,: Tillandsia del Norte de Chile y del Extremo Sur del Peru, Edicion FlorAtacama, AMF, Imprenta A. Molina Flores, S.A, Santiago, 2005.
Estas notables formaciones costeras, prácticamente el único vegetal presente en una extensa zona junto a la costa, se ven hoy fuertemente amenazadas por los raidistas y los amantes de jeepeo, con vehículos todo terreno, los que suelen circular libremente por todas partes, ignorantes del valor singular de estos ecosistemas relictos. Para ellos, el desierto es "tierra de nadie" y carece de todo valor. intrinseco .
Hoy, cuando ya se ha establecido en nuestro desierto del Norte el famoso "Rally Dakar", con participación de centenares de vehículos todo terreno, existe el grave riesgo de que perforen, ataquen, y destruyan a su paso sin piedad estas formaciones singulares, sin que nadie se percate o trate de impedirlo. De hecho, una de sus rutas anunciadas pasa por este sector privilegiado de ecosistemas de formaciones de tillandsias. Ojalá no tengamos que ser tildados un día, en el futuro, de "profeta de desgracias", por haber anunciado y/o prevenido acerca de este inminente peligro.
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