Evidencia fotográfica captada en diciembre de 1964. Expedición a la base sur de Cerro Moreno, Antofagasta.
Las fotos que siguen, fueron captadas por nosotros el 1º de diciembre del año 1964. De esto hace ya 44 largos años. Conservadas en un viejo álbum de fotografías nuestro, nos ha parecido necesario copiarlas e incorporarlas a este relato fiel de los sucesos de que fuimos testigos presenciales entonces. Una ineludible responsabilidad científica nos impele a hacer pública esta información, por provenir de una zona por entonces casi totalmente desconocida para los arqueólogos. Su valor testimonial, pues, resulta evidente. Más abajo, se describe con precisión las circunstancias de esta expedición a la aguada de cerro Moreno. Su recorrido se puede observar en detalle en la Figura 12 (más abajo).
Fig. 1. Conchal Nº 16. Al E. del conchal Nº 15 y sobre la meseta, a unos 80 m. sobre el nivel del mar. Se ven restos abundantes de pircas de viviendas. Nuestro empleado Chávez, diciembre 1964 (foto H. Larrain).
Fig. 2. Sector E. del conchal Nº 15. Observe las bases de las siete viviendas circulares, indicadas con números. 1 de diciembre 1964 (foto H. Larrain).
Fig.3. Conchal Nº 15. Se extiende desde los acantilados de la costa hasta la base de los cerros. 1 diciembre 1964. (Foto H. Larrain).
Fig.4. Perspectiva general del conchal Nº 15, situado directamente encima de la "aguada". Foto tomada desde el ESE., o sea, desde terraza marina del conchal Nº 16. 1 diciembre 1964 (foto H. Larrain).
Antecedentes sobre la expedición.
El 1 de diciembre de 1964, por cuenta del Museo Regional de Antofagasta, hicimos una expedición al sector de la base de Cerro Moreno (Antofagasta) para examinar el área de la "aguada" y sus campamentos asociados. Esta fuente de agua, señalada en muchos documentos antiguos, atraía fuertemente nuestra atención. Quisimos conocerla. Nos acompañaban Sergio Cavagnaro, nuestro guía y experto conocedor del lugar, Lorenzo Alfaro, Jefe de Bodega y el Sr. Chávez, ambos empleados de la Universidad del Norte. Objetivos, reconocer la aguada, fotografíar antiguas bases de viviendas indígenas, y practicar un pequeño sondeo arqueológico en la terraza marina situada inmediatamente arriba de la "aguada".
Por los antecedentes que cita Ricardo E. Latcham en su obra "Arqueología de la región Atacameña", sabíamos que en este mismo sector había practicado algunos sondeos y obtenido algunos materiales arqueológicos y osteológicos de los antiguos indígenas el patólogo y antropólogo alemán Otto Aichel (1871-1935). Tales excavaciones las realizó hacia 1928-1930. De ellas da cuenta en su obra Ergebnisse einer Forschungsreise nach Chile-Bolivien, extenso trabajo publicado en la Zeitschrift für Morphologie und Anthropologie, 1932: 31 (1) 1-166. Estos objetos habrían sido depositados por Aichel, según creimos en un principio, en el Museo de Hamburgo, institución que financiara la expedición. Pero indagaciones posteriores nuestras (en carta enviada al Museo de Hamburgo en 2005), nos indujeron a sospechar que los materiales extraídos de estos sitios habrían quedado depositados en el algún otro Museo en Alemania y no en el de Hamburgo. Es lo que, afortunadamente, nos lo ha hecho notar un lector. De acuerdo a esta última información, los materiales obtenidos por Aichel quedaron, pues, depositados no en Hamburgo, sino en el museo de la ciudad de Kiel, Nrte de Alemania (vea sección comentarios a este capítulo).
No teníamos certeza alguna de los sitios exactos excavados por Aichel. Pero en nuestra visita de diciembre de 1964 hallamos varios sitios de tumbas, evidentemente removidas, testigos, tal vez, de su búsqueda de restos humanos de poblaciones prehistóricas, tema de su especialidad.
El apoyo de nuestro amigo Cavagnaro, un experto guía, nuestra curiosidad por conocer el lugar exacto de la "aguada" y el deseo de obtener algunos objetos del lugar para el flamante Museo Regional de la Universidad del Norte, motivaron esta excursión de nuestro Museo. En un jeep facilitado por el Vice-rector de la Universidad del Norte, P. Alfonso Salas Valdés, llegamos hasta un lugar denominado "Islote Blanco", límite de la huella de vehículo (ver fotos en Figs. 9 y 12). De allí cargando harneros, palas e instrumentos, caminamos unos 45 minutos hasta el lugar. Inmediatamente encima del sector de la aguada, abrimos una pequeña trinchera de 6 metros de largo por 1 m. de ancho, en sentido aproximado E-W. (ver Fig.6, foto del Conchal Nº 15). Según reza mi Diario de Terreno de entonces, rescatamos de la trinchera (que profundizamos hasta los 65 cm.) numerosos trozos de cerámica culinaria tosca (fragmentos de ollas), puntas de proyectil en sílex, numerosas lascas, algunos fragmentos de cerámica decorada estilo Arica (Pocoma), un peso de red en forma de cigarro, provisto de dos acanaladuras en sus extremos, una espátula de hueso, trozos de tejidos multicolores y abundancia de trozos de cuero de lobos marinos, entre enorme cantidad de conchas. Pudimos constatar que el material cultural seguía todavía muy abundante hacia abajo, ignorándose su profundidad total. La caída de la tarde, nos obligó a abandonar el trabajo para regresar a Antofagasta. La profundidad alcanzada, delataba, a todas luces, una muy larga ocupación. Todos estos materiales quedaron depositados por entonces (1965) en el Museo Regional de Antofagasta, de la Universidad del Norte.
(información obtenida del Diario de Campo de H. Larrain, Vol. 2, con fotos correspondientes de la época).
Apéndice documental sobre la "aguada" de Cerro Moreno.
Creo de valor incluir aquí como apéndice, una referencia muy hermosa del marino Luis Pomar, capitán de un barco chileno que recorrió la costa norte, quien nos aportara la siguiente descripción de la "aguada" de cerro Moreno, en 1887. Es un espléndido complemento a las fotos que presentamos en este Blog:
"La aguada [de Moreno] se halla en la costa i dentro de una caverna del cerro de 6 a 7 metros de boca por 10 de profundidad; es un tanto salobre i produce en 24 horas cosa de 3.500 litros de agua que se recoje por un tubo de fierro; durante los meses de Mayo y Junio se seca casi del todo, según la versión de los pescadores i mineros que la explotan. El lugar del agua es accesible por tierra, pero por el mar solo lo es en ocasiones de mansedumbre entre las rocas (1887:41).
"Al pasar por frente de la aguada del monte Moreno, se veía claramente la grande abertura de su caverna, hallándose aposentada en ella una verdadera caravana de pescadores que entraban i salían de su interior, i que a la distancia que los veíamos parecían brotar de un oscuro y profundo antro". (1887:17).
Estas dos citas de Pomar nos ilustran bien acerca de la importancia vital de esta "aguada" para los indígenas pescadores de antaño en esa costa estéril. No había ninguna otra en las cercanías, salvo la exigua "aguada" de La Chimba, al interior de la quebrada homónima, frente a la isla Guamán (N. de la ciudad de Antofagasta), pero mucho menos copiosa y mucho más alejada de la costa. Al leerlas, uno se puede fácilmente imaginar cómo habría sido su asidua utilización por parte de los antiguos pescadores costeros, changos y camanchacas. Se sabe que a esta misma aguada y para abastecerse de agua, indígenas changos condujeron a la tripulación del barco del corsario Francis Drake, en el año 1578. La nave corsaria había anclado frente a la isla Santa María (Bahía Errázuriz) por varios días para calafatear allí con calma su dañada embarcación.
Fig.5. Conchal Nº 16. Vista desde las viviendas hacia el SE. 1 diciembre 1964 (foto H. Larrain).
Fig.6. Conchal Nº 15, directamente encima de la "aguada". Lorenzo Alfaro y Chávez, harneando la tierra extraída. Se hizo una trinchera de 6 m. de largo, por un 1 m. de ancho y 65 cm. de profundidad máxima. 1º Diciembre 1964 (foto H. Larrain).
Fig.7. Vista hacia el E. desde las cercanías del conchal Nº 17. La flecha nos señala el Islote Blanco, punto hasta donde se llegaba por entonces en vehículo (guanera), 1 diciembre 1964 (foto H. Larrain).
Fig. 8. Caleta típica de sector S. de Península de Mejillones, cerca del conchal Nº 17 (entre Islote Blanco y Aguada). 1 diciembre 1964 (foto H. Larrain).
Fig. 9. Vista al SE desde conchal Nº 17. La flecha indica la ubicación exacta de la ciudad de Antofagasta. Al centro, Islote Blanco, lugar de nuestro campamento. 1 diciembre 1964 (foto H. Larrain).
Fig.10. Chávez sentado en una roca del ruedo de una de las viviendas circulares, abiertas al N., del conchal Nº 17; es éste el primero que se observa yendo caminando por el sendero desde Islote Blanco hacia la "Aguada". 1 diciembre 1964. (foto H. Larrain).
Fig. 11. Boca de la "aguada" de Cerro Moreno, 1 de diciembre de 1964 (foto H. Larrain). Hoy solo numerosos jotes (Cathartes aura) vienen aquí a saciar su sed, dejando por doquier sus hediondas deyecciones. Vista desde el Este. A esta boca hace referencia el marino chileno Luis Pomar, en la cita puesta más arriba.
Fig. 12. Croquis de ubicación de los conchales arqueológicos, tomado del trabajo de H. Larrain: "Contribución al estudio de una tipología de la cerámica encontrada en conchales de la provincia de Antofagasta", Anales de la Universidad del Norte, Universidad del Norte, Antofagasta, Nº 5, 1966.
De hecho, todas las fotos que aquí hemos presentado constituyen una verificación y a la vez, un complemento valioso a dicho artículo, publicado hace más de 40 años. Las zonas sujetas a nuestra prospección en esas fechas fueron la base sur de Cerro Moreno, sobre la playa de Juan López y la "aguada" de cerro Moreno, la terraza marina sobre Bahía Errázuriz, la costa norte de la ciudad de Antofagasta, vecina a la pequeña isla Guamán y las quebradas de La Chimba y Guanaco.
Objetivo de esta expedición arqueológica.
Fruto de estas excursiones, fue la recoleccción de numerosos elementos arqueológicos y de especímemes entomológicos, los que, al momento de nuestro viaje a México (Enero 1965), quedaron depositados en el Museo Regional de Antofagasta de la Universidad del Norte. Años después, a mi regreso a Chile en 1971, intenté vanamente dar con esos materiales. Dos cajas de insectos, con unos 300 ejemplares pinchados, procedentes de La Chimba y quebrada Guanaco, desaparecieron. Lo mismo los artefactos arqueológicos, que presumiblemente - ojalá- deben haber pasado a las Colecciones del actual Museo Regional de Antofagasta. Nadie nos ha sabido dar referencias sobre su paradero. Por fortuna, nuestra publicación de entonces (1966) nos permite hoy al menos rescatar tipos y formas de vasijas y la localización de los conchales prehispánicos (ver croquis de localización, en este mismo Blog). Sin embargo, para grata sorpresa nuestra, recientes datos llegados del Museo Regional de Antofagasta por obra de la Licenciada en Arqueología y ex alumna nuestra Verónica Díaz nos confirman que tales materiales están muy bien cuidados en dicho Museo Regional y han sido objeto de una reciente restauración y puesta en valor, con el nombre de "Colección Larrain". Noticia que nos ha sorprendido muy gratamente.
Fotos de diciembre del año 1964.
Las fotos que se observa más arriba, fueron tomadas por mí con una pequeña cámara Zeiss, de fabricación soviética, regalada por el Padre Gustavo Le Paige ese mismo año. La cámara procedia de una donación hecha a Le Paige por el entomólogo chileno don Luis Peña Guzmán, y era parte de la herencia cultural del conocido fotógrafo Robert Gerstmann, fallecido en Santiago ese mismo año.
Motivación para realizar mis estudios de arqueología en México.
Estas excursiones arqueológicas del suscrito al norte de Antofagasta, realizadas en 1964, me motivarán, con el apoyo irrestrito de Gustavo Le Paige y las autoridades de la Universidad del Norte, a viajar a México, a realizar estudios especializados de Arqueología, en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, dependiente de la Universidad Autónoma de México (1965-1970).
Poco después de nuestras tempranas observaciones en esta zona de Cerro Moreno y La Chimba (1963-1965) , y probablemente motivadas por éstas, realizaron estudios y excavaciones en la misma área, los arqueólogos chilenos Guacolda Boisset, Agustín Llagostera Martínez y Emilia Salas. Fruto de este trabajo fue la publicación, por parte de estos investigadores, en el Vº Congreso Nacional de Arqueología Chilena, Octubre 1969, de un artículo intitulado: "Excavaciones arqueológicas en Caleta Abtao, Antofagasta".
La aguada de Cerro Moreno o Morro Moreno, según la antigua cartografía colonial.
La "aguada" de Cerro Moreno tal vez la más importante en la costa norte desértica de la II Región de Chile, fue hito obligado de recalada para los antiguos veleros de bucaneros y navegantes que surcaban la costa árida del norte de Chile. Igualmente, ha constituido desde antiguo un punto de referencia muy importante en la topografía costera, en la cartografía colonial y en los estudios sobre el poblamiento temprano en el Norte de Chile.
Deber de lealtad científica.
Para nosotros hoy (2008), presentar este material fotográfico antiguo, inédito, constituye un deber de lealtad científica para con los futuros investigadores y estudiosos de la historia de la arqueología en la IIª Región. Porque, a lo que sabemos, esas tempranas evidencias, presentadas ya por nosotros en un artículo en 1966, constituyen los trabajos arqueológicos conocidos más antiguos y pioneros en ese sector de la costa árida del norte del país.
"Falta descubrir, en alguna caja olvidada en las bóvedas de algún Museo, los materiales a que se hace aquí referencia, lo que tal vez un día corroborará la veracidad de lo señalado por nosotros en este Blog". Así escribíamos en el año 2008. Hoy (Mayo 2014) tenemos la plena certeza de que dichos materiales no desaparecieron,; muy por el contrario, han sido perfectamente conservados y, muy recientemente, han sido fruto de un excelente trabajo de restauración por personal del Museo Regional de Antofagasta, como parte de la "Colección Larrain" de dicho Museo.
Otro hallazgo cerca de la Isla Guamán.
Como corolario y complemento a esta expedición, quiero relatar que ese mismo año 1964, en el mes de octubre o noviembre, hicimos un pequeño descubrimiento nunca reseñado antes. Frente a la isla Guamán, en lo alto de la terraza marina, a unos 30-35 m sobre el nivel del mar, me llamó la atención una pequeña roca aislada, solitaria entre los arenales. Se alzaba no más de unos 80 cm sobre el suelo. No se veía nada que llamara la atención en superficie. Al cavar, sin embargo, en su derredor, en busca de alguna evidencia arqueológica, hallé el esqueleto completo, extendido, de un individuo que mostraba su cabeza orientada hacia el NE; obviamente un antiguo pescador. No había más vestigios de ajuar que una concha muy grande de ostión, con sus bordes muy desgastados, que había sido depositada sin duda ex professo sobre el pecho; tampoco mostraba tejidos o fragmentos de cueros de lobos marinos. Nada. El esqueleto humano, cuidadosamente limpiado con una brocha, fue fotografiado y la fotografía junto con el material óseo correspondiente, quedó depositado por entonces, igualmente, en el Museo Regional de la Universidad del Norte (1964). Por haber sido el primer descubrimiento de esta especie hecho por nosotros en la zona costera de Antofagasta, el recuerdo se conserva aún muy nítido en nuestra memoria.
(capítulo retocado el 15/09/2008, y el 22/09/2008, con adición de nuevas evidencias. Se ha puesto las leyendas originales a cada una de las fotos de ese año; adiciones posteriores a su texto han sido hechas el 2 de Mayo del año 2014, el 15 de junio del año 2015, y finalmente, el 20 de septiembre de 2020).
20 comentarios:
i think you add more info about it.
wow, very special, i like it.
im your favorite reader here!
thats amazing story.
Dear friend: I hope this Blog will help you to practice your Spanish, and may be to decide to come over to Northern Chile some day to visit the same places I first recognised in 1964. Why not?. Chears!.
Querido Profesor.
Me alegra sobremanera leer estas colaboraciones al conocimiento del pasado de estas costas que nos cobijan actualmente.
Me complace tambien contarle que se de la existencia en el Museo Regional de Antofagasta de una colecciòn de ceràmicas que corresponden a su trabajo reseñado en esta oportunidad, las cuales fueron trabajadas recientemente por una buena amiga antofagastina en proceso de titulaciòn de Arqueologa.
A la vez contarle que estuve el fin de semana pasado acampando en la zona y pude constatar que afortunadamente los sitios se encuentran relativamente poco intervenidos aùn.
Un saludo afectuoso desde Arica y gracias por su eterna disposiciòn a difundir sus conocimientos.
Jose Müller.
"Estos objetos habrían sido depositados po el propio Aichel en el Museo de Hamburgo, institución que financiara la expedición. allí debe haber constancia al respecto."
Some of the objects from Antofagasta came from his private collection to the Museum für Völkerkunde at Kiel University in the 1950ies and were prepared for an exhibtion in the 1980ies. I remember a male mummy and many artefacts of ceramic.
Estimado amigo Anonimo:
Agradezco a Ud. la informacion relativa a la posible ubicacion de los objetos arqueologicos que sacara de esta zona costera de Cerro Moreno (Antofagasta), cerca de Punta Tetas, el explorador aleman Otto Aichel. Habra que rastrear este dato nuevamente. Años atras escribi al Museo de Hamburgo sin haber tenido respuesta. Habria que intentarlo nuevamente para saber a ciencia cierta que tipo de materiales conserva dicho Museo de este sector de la costa, al Norte de Antofagasta.
Dr. Horacio Larrain (Ph.D.)
Centrl del Desierto de Atacama (CDA),Pontificia Universidad Catolica de Chile.
Estimados buenas tardes.
Junto con saludarles, quisiera agradecer la información e imágenes de la expedición hacia el parque Cerro Moreno y por todos los valiosos hallazgos que obtuvieron.
Agragar que soy un lector aficionado a temas de antropología/arqueología y recientemente registré algunas imágenes de la zona que me gustaría compartir con Uds.
Un saludo.
Oscar
Antofagasta, 01 de Noviembre de 2018.
Estimado amigo Oscar de Antofagasta: Le agradezco su comentario a nuestra visita del año 1964. Han trascurrido ya exactamente 54 años de aquella mi memorable visita a la aguada de cerro Moreno y su potente conchal vecino. Aún ho,y a pesar del trascurso del tiempo, conservo nítido el recuerdo de la emoción que experimenté al excavar ese pequeña trinchera que nos arrojó valioso material arqueológico, el que quedó depositado en el Museo de la Universidad del Norte, en calle Prat, y que posteriormente pasó a integrar las colecciones del actual Museo Regional de Antofagasta. Esas colecciones están hoy allí a cargo de la arqueóloga Verónica Díaz, que fuera mi discípula en la Universidad Bolivariana de Iquique. Le aconsejo vivamente que vaya conversar con ella de mi parte, y pídale que le muestre aquellas viejas colecciones que hoy se encuentran tan bien conservadas para su futuro estudio. Ud. me señala en su nota que posee fotografías recientes de dicha área. Si lo tiene bien, le agradecería me mandase copia de éstas por mail y las publico aquí en mi blog, para su cotejo con las anteriores. De serle posible, extraordinariamente interesante sería tomar fotos exactamente a (y desde) los mismos lugares que yo registré en imágenes en ese mes de diciembre del año 1964. Su interés por la arqueología regional es algo muy valioso, y puede hacérselo saber a Verónica. Y, estoy seguro, ella le invitaría a salir a terreno con la gente de Museo. Sería ésta una espléndida ocasión para que Ud. se vaya adentrando, poco a poco, en el conocimiento arqueológico del área, mediante salidas a terreno con los arqueólogos experimentados del Museo. Así comienza toda vocación científica seria: con el asombro ante lo desconocido y el anhelo por conocerlo.
Le saluda atentamente desde Las Canteras (Colina) donde hoy resido,
Dr. Horacio Larrain B. (Ph.D., arqueólogo y antropólogo cultural).
Buenas tardes estimado doctor Horacio.
Soy Mario, vivo en el pueblo de Juan López, hace tres años con unos buenos vecinos hemos creado un club cultural y ecológico, (GEOECOAVENTURA)autodidactas tratamos de crear identidad,cuidado, respeto y sobretodo ser un aporte a los visitantes al morro, ahora parque Nacional Morro Moreno, hemos sido muy afortunados de poder contar literatura sobre sus trabajos de años atrás, también para nosotros ha sido una bendición poder haber contado con los profesores Agustín llagostera y el profesor Héctor Garcés en una caminata guiada que realizaremos constantemente en Morro, muchas gracias por su trabajo, un abrazo y se despide de usted Mario Moya.C
Estimado Mario: Gracias por tu nota. Para mí, que acabo de cumplir mis 90 años, es una gran satisfacción recibir noticias desde Antofagasta,donde residí cuando joven entre 1963 y 1965, como profesor en la naciente Universidad del Norte. Tengo gratísimos recuerdos de esos años y en parte los plasmé en el artículo de mi blog que tú comentas, apoyado en viejas fotografías mías. En 1963, Juan López era una playa idílica, de suaves arenas, totalmente desierta. Nadie vivía allí. Recuerdo que nos bañábamos en la playa después de nuestras excursiones. Llegábamos en jeep de la Universidad por una malísima huella de arena. Eran otros tiempos y yo era el primero que intentaba hacer arqueología de campo en la zona junto con Bernardo Tolosa, el entusiasta y dinámico director del naciente Museo situado en calle Prat. Recuerdo vívidamente hasta hoy el entusiasmo con que recorríamos la zona, investigando las bases de antiguas viviendas de changos pescadores y colectando puntas de proyectil y anzuelos de cobre abandonados junto a las viviendas. Muchos años después, hacia 1985, estuve unos días veraneando en Juan López, en una casa arrendada y volví a recorrer los senderos transitados por mí, a pie 22 años antes. Pero entonces Juan Lopez era ya un pequeño balneario con unas 10 o 12 casitas de veraneo.
Querido Mario: me permito darte un consejo: lleva diario de expediciones y anotaen en él cuidadosamente todo lo que te llame la atención, porque seguramente aún hay mucho que descubrir en la zona, especialmente en la parte alta de Cerro Moreno, a donde subían los indígenas a cazar los guanacos. Lee el capítulo especial que en mi blog he dedicado al Diario de Campo o Bitácora. Así, te puedes llegar a convertir en un valiosísimo colaborador de la ciencia arqueológica. Me imagino que Agustín Llagostera, gran amigo y Héctor Garcés, les han aconsejado lo mismo. Porque el que vive en el lugar, como en tu caso, tiene enormes posibilidades de observar situaciones o hallazgos que no se dan todos los días. Si hallas objetos (anzuelos, puntas de proyectil, artefactos de molienda, etc), anota cuidadosamente sus coordenadas (con el celular) y las registras en tu Diario de Campo. Tal vez te animes un día, ¿por que no? a seguir la carrera de arqueología, tal como yo animé a Llagostera en su momento
(1963), cuando él apenas era un joven e inexperto estudiante de biología en la Sede de la Universidad de Chile en Antofagasta!. Así se forman los científicos: aprendiendo a observar, registrar (fotografiar) y anotar. Si sabes dibujar, tanto mejor. Se necesita una buena dosis de pasión y otra no menor de perseverancia!. Te agradezco mucho el que reconozcas mis aventuras pioneras en esas tierras resecas por el sol.
Con especial afecto, desde Las Canteras, Región Metropolitana, donde hoy resido, 16-03-2019.
estimado Dr Horacio, junto con saludarlo y esperando se encuentre bien es muy grato contarle que hoy 12 de abril 2019 realizaremos en nuestro parque nacional morro moreno un seminario a 100 profesores de la región de Antofagasta, esto a cargo de fundación senderos de Chile y ministerio de medio ambiente, es un honor poder seguir con nuestra tarea de continuar con la enseñanza que han dejado grandes investigadores como usted, el Dr Llagostera y el profesor Garces etc ademas a nuestras caminatas guiadas hemos incorporado interpretaciones en los senderos por ejemplo un aguatero que va hacia la aguada y un arqueólogo, y es aquí donde muy patuda mente hoy representare al arqueólogo y espero no le moleste, pero empezare a representarlo a usted de la mejor forma posible y que sea reconocido como su persona lo merece, apenas tenga fotografías de esta actividad se las enviare, que este muy bien y muchas gracias por contestarme, un abrazo, Mario Moya Calabacero. (GeoEcoAventura)
Amigo Mario: Lejos de molestarme, me hace muy feliz ver que los esfuerzos que en aquellos años (1963-65) desplegamos por dar a conocer la riqueza arqueológica de la zona de Cerro Moreno, da nuevos frutos, tal como me relatas en tu nota. Reunir a más de 100 profesores de Antofagasta en esta actividad, es algo sorprendente y, para nosotros, muy gratificante. Y enseñar a todo ese grupo a proteger los yacimientos que aún queden visibles, y a respetar las ruinas y despojos del pasado, para transmitir este conocimiento a las generaciones futuras, es algo muy valioso. Así que, amigo "arqueólogo", queda Ud. desde ahora obligado a estudiar y profundizar en esta maravillosa ciencia: la arqueología.Enseñe a los profesores a buscar en mi Blog los capítulos que dicen relación con Cerro Moreno, La Chimba y otros, dedicados a nuestros descubrimientos pioneros en la zona. Y, más que eso, que estudien, lean y mediten los maravillosos textos ilustrados que ha escrito mi buen amigo Agustín Llagostera en sus obras recientes, modelo de trabajos de investigación y difusión científica.
Quedo a la espera de su relato y de las fotografías prometidas, que, tal vez, me sirvan de inspiración para escribir, con dicho apoyo gráfico, un nuevo capitulo de mi Blog, con sus referencias como base.
Atentamente y felicitándoles por esta gran iniciativa,
Dr. Horacio Larrain B. (Ph.D.)
Muy buenas tardes Dr Horacio Larrain mi nombre es William Godoy y pertenesco al club GeoEcoaventura de Juan Lopez.
El motivo por el cual le escribo es que como organizacion y junto al administrador del parque nacional Morro Moreno dimos con su blog y vimos las fotografias de su trabajo el año 1964.
A lo cual se nos ocurrió realizar una comparacion fotografica de los lugares donde usted trabajo hace 55 años. Por lo cual solicitamos su permiso para poder usar sus fotografias. De ser positiva su respuesta porfavor confirmar a este correo. GeoEcoAventura@gmail.com y por ese medio le puedo enviar un ejemplo.
Atentó a sus comentarios y esperando que esta sea el inicio de una amistad se despide de usted.
William Godoy Lopez
Presidente
GeoEcoAventura
Profesor el correo es geoecoaventurajl@gmail.com
Estimado Profesor soy William segun su correo ya le envie las fotografias comparativas de su teabajo en el año 1964 y las tomadas este 2019.
Porfavor me confirma si recepciono correctamente la información si para enviarla nuevamente.
Un gran abrazo.
William Godoy Lopez
GeoEcoAventura
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