sábado, 29 de marzo de 2008

Bente Bittmann: una mirada a Cobija y sus pescadores

Foto 1

Hacia 1980. Muelle de los pescadores en Cobija. Miembros de la familia Pinto desconchando mariscos obtenidos por buceo. Tarea habitual.

Bente cultivó una amistad singular con la madre de los Pinto, la Señora
Blanca Ledezma (en la foto).

(Foto B. Bittmann. Colección B. Bittmann, en manos del Dr. Horacio Larrain, Iquique. Centro del Desierto 

de Atacama, Pontificia Universidad Católica de Chile)

Foto 2

Excavación arqueológica en la costa de Cobija realizada por B. Bittmann.

(Foto B. Bittmann, 1980; recuperada de entre sus papeles por H. Larrain, Colección B. Bittmann, en poder de H. Larrain, Iquique, Centro del Desierto de Atacama, Pontificia Universidad Católica de Chile, 2008).


Al fondo, península y rada de Cobija.






Bente Bittmann von Helleufer, hacia el año 1980, cuando trabajaba en Cobija, donde solía residir por meses. dedicada a sus trabajos etnográficos y arqueológicos.

Foto 3. Muelle de la caleta donde habitualmente Bente solía reclinarse sobre un cojín para meditar y preparar sus trabajos de investigación (Foto B. Bittmann, hacia 1982. Colección B. Bittmann en manos del Dr. Horacio Larrain, Centro del Desierto de Atacama, Pontificia Universidad Católica de Chile, Iquique).


Hemos examinado en otra sección de este Blog la notable capacidad de la arqueóloga danesa Bente Bittmann para interpretar las culturas arqueológicas de la costa desértica del Norte de Chile, a la luz de la geografía, de la ecología y de la etnohistoria local y regional. La hemos considerado, por eso mismo, como precursora del enfoque eco-antropológico en la práctica de la antropología chilena. Mejor que ningún otro antropólogo de su generación en Chile, supo aunar el conocimiento de estas ciencias al obtenido a través de la arqueología. Sus diversos estudios sobre Cobija revelan que todos los elementos del ecosistema local le eran familiares.




En testimonio de admiración por la obra pionera de B. Bittmann realizada en la IIª Región de Chile, me permito copiar aquí unas páginas de un artículo nuestro, inédito aún, escrito en el año 2003:

"Quiero resumir mis impresiones personales sobre Bente Bittmann la científica, en estos pocos rasgos básicos:
a) el profundo respeto que sentía por las investigaciones de terceros. Nunca le escuché una crítica a los trabajos de otros arqueólogos. Pero siempre quiso saber las razones detrás de tales o cuales afirmaciones de los expertos, con el anhelo de penetrar y descubrir la verdad de los hechos. Sabiendo yo de sus diferencias con otros colegas, nunca quiso referirse al tema, eludiendo la respuesta: “ellos saben por qué lo hacen”.

b) la maravillosa capacidad para trabajar con otros, formándolos y apoyándolos con bibliografía y apuntes personales, e incluso traduciendo trozos específicos en lengua extranjera. Aunque nunca tuve la fortuna de trabajar personalmente en equipo con ella, he averiguado cuidadosamente esto a través de terceros y observaba como gustaba de publicar con otros, cuando se trataba de temas que requerían la experticia de varios.

c) La inmensa erudición científica y notable dominio bibliográfico (gracias al conocimiento de varios idiomas europeos: danés, sueco, noruego, alemán, holandés, ruso, francés, inglés, alemán, castellano y portugués). Esta erudición le otorgaba la clave de su profunda penetración en los temas de su interés. Es decir, sus hipótesis de trabajo estaban sólidamente sustentadas en un completo conocimiento del tema. Antes de meterse a escribir sobre un tópico, se dedicaba a leer todo lo escrito sobre éste, en cualquier idioma. Agotadas las fuentes, aportaba su rica experiencia personal, vivida en los varios países americanos donde efectuó trabajo de campo.

d) La notable variabilidad temática, que manejaba con notable soltura. Así, tanto disertaba sobre las momias de la época Chinchorro, sobre el arte parietal y los geoglifos, la etnohistoria colonial o la arqueología histórica. Su curiosidad intelectual era sorprendente. Pero su fuerte fue, a nuestro juicio, la interpretación etnohistórica. Aquí descolló muy por sobre sus colegas.

d) El profundo respeto al know how de los pescadores de Cobija y su anhelo auténtico de aprender de ellos. Solo ella nos podría decir cuánto aprendió de los propios cobijanos, a través de numerosos recorridos y excursiones efectuados en su compañía. Bente quería dominar, primero, la sabiduría experiencial de los demás, antes de aventurar sus propias teorías o hipótesis explicativas. Y eso le permitía llegar a un trato muy profundo, delicado y respetuoso con los lugareños. Por eso Danilo decía de ella: “era una persona que llegaba con su manera de ser”. Nunca estableció límites, distancias o barreras con las personas, acercándose a éstas cuanto le era posible, dentro de las limitaciones propias de su ser de extranjera. Así, siendo ella de noble estirpe danesa, supo acomodarse de una manera casi increíble al modo de ser simple de los pescadores. Me viene a la memoria, sin querer, la frase del filósofo: homo sum, et nihil humani a me alienum puto (esto es, ”hombre soy, y nada de lo propiamente humano me es ajeno”). Queda esto de manifiesto en su confianza con doña Blanca, y el verdadero afecto que surgió entre ambas mujeres. Y en el interés por todo lo que concernía a la vida de los pescadores. Bien sintetiza Danilo, su hijo, esta sintonía entre ambas mujeres: “Con mi mamá se encerraba y tomaban tecito las dos... Para saber de doña Benti, nadie como mi madre. A ella le siguió escribiendo desde Dinamarca, después que se fue, hasta pocas semanas antes de su muerte.”

(Conclusiones de un artículo del autor sobre B. Bittmann titulado: "Tras las huellas de una antropóloga de campo: Bente Bittmann vista por los pescadores de Cobija", enviado en 1993 para ser publicado en un Volumen de homenaje a B. Bittmann, el que debía ser editado por la Universidad José Santos Ossa de Antofagasta, actualmente desaparecida. Hasta la fecha, dicho volumen no ha sido editado. El trabajo completo aparecerá próximamente en la Revista "Hombre y Desierto", del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Universidad de Antofagasta).

2 comentarios:

ingrid dijo...

hola

ingrid dijo...

hola
les felicito por dar a conocer el trabajo realizado por la Sra Bente Bittman,tanto en cobijas como en el norte de nuestro pais, sin duda es muy importante su legado y por eso espero que en un futuro no lejano poder disfrutar en forma visual de toda su coleccion de fotografias y otros.
muchas garcias a quien a valorizo y perpetuo en imagenes nuestra cultura .