sábado, 9 de agosto de 2008

Oasis de niebla de Alto Patache: protocolo de uso

Caleta de Chanabaya. José García, pescador, uno de los colaboradoress del Centro del Desierto de Atacama,con su señora y el Dr. H. Larrain (foto Simon Berkowicz, Julio 2007).
Julio 2008. Llegada de estudiantes de Arquitectura de la Universidad Federico Santa María (Valparaíso). Los jóvenes con dos de sus profesores, realizaron un Taller didáctico en terreno, para probar artefactos captadores de niebla.

Las fotos que siguen, ilustran bien el movimiento humano que empieza a experimentar hoy esta área sujeta al regimen de niebla (camanchaca), a unos 65 km al sur de Iquique y a alturas entre los 750 y 850 m. de altitud. Este ritmo de visitas -atraídas por el fenómeno de la niebla y su uso potencial- va a experimentar un crescendo en un futuro próximo, razón por la cual se hace imprescindible y urgente elaborar políticas sabias de protección y resguardo de este frágil ecosistema, aún bastante desconocido para nosotros los chilenos. A poner por escrito y dar a conocer este tipo de cautelas obedece el presente "Protocolo de Uso" del lugar. Ha brotado de nuestra experiencia directa de llevar grupos de estudiantes y universitarios, a través de un área que parece inerte y árida, pero que sabemos encierra numerosas formas de vida, ocultas bajo los líquenes o bajo apenas perceptibles soilcrusts.


Marzo de 2008. Movimiento de personal y faena de instalación de un atrapanieblas en Alto Patache. Movimiento continuo de gente y materiales.
Marzo de 2008. Grupo de 6 pescadores de la Caleta de Chanavaya e integrantes del Centro del Desierto de Atacama de la Universidad Católica, en la faena de instalación de un atrapanieblas de 36 m2 de superficie en el oasis de niebla de Alto Patache.

La gran cantidad de visitantes que ha experimentado nuestro sitio de estudio, a partir del año 2007, nos ha impelido a redactar el presente "Protocolo de Uso" del lugar, con el objeto de proteger su ecosistema, de suyo frágil, y contribuir a crear conciencia acerca de la urgencia de establecer especiales medidas cautelares.


Protocolo de Uso del sitio de niebla de Alto Patache

Dr. Horacio Larrain B. (Ph.D.) y Luis Pérez R, Colaborador del CDA, Arqueólogo egresado, Universidad Bolivariana, Iquique, Agosto 2008.

(redactado originalmente el 21/12/2004, se ha puesto al día con fecha 08/08/2008).

Observaciones generales.

El “Equipo de Estudios de Oasis de Niebla”, formado por especialistas de la Pontificia Universidad Católica de Chile y de la Universidad Bolivariana, Sede Iquique, viene estudiando en forma interdisciplinaria un área de cerros y acantilados de una superficie aprox. a las 1700 hás. sobre Punta Patache, a 65 km al Sur de Iquique. El coordinador del grupo de estudio en Iquique es el Dr. Horacio Larrain Barros, antropólogo cultural y arqueólogo (Universidad Bolivariana, Sede Iquique). El Jefe del equipo es la Prof. Pilar Cereceda T., Geógrafa del Instituto de Geografía, (Universidad Católica de Chile), quien reside en Santiago.

Este equipo viene estudiando desde fines del año 1996 el comportamiento del clima y la neblina costera y la biología de plantas y animales (botánica y zoología) que la acompaña. El lugar es uno de los siete pequeños oasis de niebla que se forman en la cordillera de la Costa, entre Pampa Junín (Pisagua) y el Río Loa. Sobre el lugar, se ha hecho gran cantidad de presentaciones a Congresos, y trabajos de investigación, en las áreas de la Geografía, Climatología, Arqueología, Biogeografía, Botánica y Zoología (Entomología). A la fecha, se ha publicado más de 50 trabajos de especialización científica en dichas áreas y no menos de 40 Tesis de Grado, de alumnos de Geograría, Arquitectura y Arqueología de varias universidades.

El Equipo instaló a los 750 m. de altitud a fines del año 1999 una peqeña Casa-Estaciónuna pequ que sirve hoy a los científicos y estudiantes universitarios para la realización de sus observaciones científicas. Por ahora, es solo para uso de los investigadores del Equipo.

Igualmente, ha instalado in situ diversos atrapanieblas (de distinto tamaño y altitud sobre el suelo) con el objeto de medir la cantidad de agua de la neblina, lo largo de todo el año. A la fecha (Enero del 2008) existen registros de mediciones desde el mes de julio del año 1997.

La Universidad Católica, dada la importancia climática y biogeográfica del lugar, desea seguir investigando esta área por muchos años más, tanto más cuanto que la presencia eventual del “Fenómeno de El Niño” en la zona, produce efectos bioclimáticos y biológicos de extraordinario interés. Por eso se ha solicitado un comodato del sitio por un largo período de tiempo. Las investigaciones de tipo climático y biogeográfico, necesitan prolongarse por decenios para obtener conclusiones precisas y razonables.

La concesión definitiva del área del oasis de niebla de Alto Patache fue entregada en Comodato por 25 años por Bienes Nacionales a la Pontificia Universidad Católica en Septiembre 2007. En Enero del año 2008 la Ministra de Bienes Nacionales Sra. Romy Schmidt entregó al Señor Rector de la Universidad Católica oficialmente este predio de Alto Patache (1.114 hás) para su uso con fines científicos y de educación ambiental.

Hemos constatado en nuestras visitas, que el lugar es eventualmente usado, desde hace años, por otras instituciones: Armada Nacional, Ejército de Chile, Entel, Celta y Dirección de Aeronáutica Civil, instituciones estas últimas que han instalado antenas y equipos de radio. Estas instalaciones requieren de mantenimiento y control. Por ello, y desde el año 2000 y para controlar e impedir el ingreso de extraños a este lugar de alto valor científico, se ha instalado una barrera de acceso con candado para permitir solo el ingreso de aquellas instituciones que por derecho propio tienen acceso al lugar.

Por esta razón, para lograr un uso ecológicamente responsable, rogamos encarecidamente a las instituciones aludidas tengan a bien considerar con especial cuidado los siguientes resguardos o cautelas:

Normativa de Uso del lugar

a) Normalmente, el ingreso al lugar se permite solo con un guía proporcionado por el Coordinador del CDA en Iquique;

b) El candado debe ser abierto únicamente con la llave que se ha suministrado a cada una de esas instituciones. En caso de detectarse algún problema, debe avisarse de inmediato al responsable del equipo científico en la zona, Dr. Horacio Larrain B. (fonos 323183, Iquique) y/o al e-mail: horaciolarrain@vtr.net;

c) El candado debe quedar cerrado al término de cada inspección o visita; se ruega cerrarlo, aunque se esté dentro del área.

d) Debe evitarse a toda costa abrir nuevas huellas de vehículo en sectores donde no las hay. Esto es particularmente aplicable a los vehículos militares, de huella muy ancha y destructora. Hemos constatado que este compromiso no ha sido respetado por algunas instituciones. En este desierto, huella que un día se abre, es huella que permanece para siempre;

e) En caso de acampar, debe hacerse siempre en el lugar ya asignado al efecto , evitando destruir o modificar otras superficies del terreno; el sitio recomendado para este efecto está especialmente señalado.

f) Respetar y proteger todas las instalaciones existentes, tanto de medición como de campamento (Casa-Estación y dependencias), evitando sobre todo dejar basuras o restos de comida;

g) No arrancar o cortar las escasas flores o cactus que a veces se ve crecer en el acantilado. Son especies muy escasas, muy vulnerables y que se reproducen en el lugar con dificultad, debido a la alta sequedad del medio. Por otra parte, generalmente no se reproducen en otros ambientes, por lo que, al hacerlo, solo se ocasiona un inútil daño ambiental;

h) Evitar dejar restos de maderos quemados, vigas, fierros, latas y otros elementos que perturban el paisaje. Hemos hallado huellas de fogones, y maderas, en varios lugares, producto del descuido de los visitantes. Debemos cuidar el lugar y dejarlo ojalá más limpio de lo que lo hemos encontrado.

i) Muy en particular rogamos no se lleve al lugar perros y menos aún se les deje allí abandonados. En ocasiones los hemos hallado en el lugar, con el consiguiente daño inferido a la fauna nativa (zorros y otros animales).

j) Si va más de un vehículo en la comitiva, debe seguirse exactamente una misma huella, evitando abrir huellas paralelas o diferentes.

k) Al recorrer el área a pie, se solicita que solo se transite por las huellas previamente bien definidas, evitando a toda costa el internarse a parajes no autorizados. Aunque no sean visibles, hay numerosas especies animales muy pequeñas que se cobijan bajo los pedruzcos y piedrecillas del lugar, donde tienen su hábitat.

En síntesis, el sistema ecológico de Alto Patache no es “tierra de nadie” o lugar de ejercicio de jeepeo masivo; es un nicho científico y ecológico altamente vulnerable y de tanta fragilidad, que cualquier intervención nuestra (huellas, senderos, fogatas, basuras, etc.) dejan un recuerdo perdurable en el paisaje y un daño irreversible en un ecosistema único.

Finalmente, los científicos de este Equipo de investigación se muestran dispuestos a dar charlas o conferencias alusivas a la enorme importancia ecológica y climática de este lugar, con el fin de crear entre los visitantes ocasionales, estudiantes, obreros o miembros de las Fuerzas Armadas, Compañías Eléctricas o Contratistas, una mayor conciencia de nuestra responsabilidad ambiental, como especie humana habitante de un Planeta al que debemos cuidar con especial esmero.

Tomemos clara conciencia que no somos la única especie que habita el globo terráqueo. Nuestro habitat es compartido por un enjambre de especies, todas ellas fruto de la misma evolución natural. ¡Respetémoslas!.

Las generaciones futuras se lo agradecerán un día.

3 comentarios:

Asociación de EStudiantes de Pueblos Originarios dijo...

Que alegría saber que todo marcha sobre ruedas en chanavaya, en especial saber de usted profe Horacio y del luchito.

Siempre recordándole y esperando ir a saludarle pronto...

Gonzalo Garcés Guzmán
Los Sauces / Arika

Dr. Horacio Larrain Barros dijo...

Gonzalo: Sabes muy bien que este Blog nunca hubiera sido una realidad sin tu persistente insistencia en que lo pusiera por obra. Lo que hoy ves, es fruto de tu propia cosecha. Y junto con agradecer tu empuje original, te agradezco ahora la oportunidad de seguir ejerciendo mi docencia universitaria a través de este medio técnico moderno, que nos ha abierto las puertas a una auto-educación. Día llegará, creo, en que Internet nos permitirá convertir este contacto personal en el mejor medio de aprendizaje. Y, tal vez, las bibliotecas se convertiràn en un "recuerdo del pasado", al poder acceder a ellas directamente desde tu pantalla. Un abrazo, Horacio Larrain

Luchonomas dijo...

Hola profesor, quiero expresar que esa fue una excelente y acertada forma de trabajar. El cambio de pensamiento como gente que trabaja en ciencia, y que entiende que la ciencia es un medio y no un fin nos permitió trabajar con la comunidad de Chanabaya, codo a codo, ser todos iguales, rompernos las manos acarreando posiblemente 2 toneladas de piedras por una ladera de unos 50 a 70 metros de distancia hacia la cima, para así evitar el impacto que pudo causar la utilización de vehículos pesados, que hubiesen dejado huellas imborrables en el paisaje con un gran impacto en la biodiversidad.
Entre todos sudamos la gota gorda, hubo mucho esfuerzo, entre todos nos animamos a seguir, fue laborioso, y por sobre todo, IGUALES, la ciencia nos sirvió para guiarnos a hacer mejor las cosas.
Hoy el sendero de a pie se borro, se recompusieron los líquenes, ya casi no quedan huellas, todo volvió a la normalidad en casi un 90%.
Sin duda un acierto. Y un orgullo que allí la cosa funciona como debe ser. Ahora con la implementación funcionara mejor, muchos cientificos deberan dejar su vehículo, caminar y darse cuenta de que es la forma, con humildad, de empaparse de lo que estudian, que son herramienta para juntos llegar a un fin común sin matar al objeto de estudio, conservación, protección, prevención, conciencia con ciencia.
Un abrazo fuerte.
Lucho