He seguido hurgando entre mis papeles y he encontrado esta valiosa entrevista inédita que nos hiciera la periodista María Angélica Bulnes hacia el año 2015 (?). En recientes comunicaciones con ella (julio 2025), me ha comentado que esta entrevista no alcanzó a ser publicada en el diario "La Tercera" y que, por lo tanto, me autorizaba a editarla por este medio. He aquí, pues, el origen histórico de esta entrevista.
Este documento se agrega, por tanto, a varias otras entradas de mi blog que tratan sobre el mismo tema: la revista "Expedición a Chile" (1). Le hemos hecho algunas escasas correcciones y/o adiciones para facilitar su lectura, las que se insertan entre paréntesis.

Fig. 1. En la costa rocosa de "Los Molles", en nuestra primera expedición formal en "Expedición a Chile". Dos jóvenes partícipes buscando especímenes marinos bajo las piedras en esta baja marea. (Portada del número 2 de nuestra revista).

Fig. 2. El "Manifiesto" de la revista: dónde y qué vamos a explorar y porqué. Mostrado en el Nº 1 de la revista "Expedición a Chile".
Texto de la Entrevista solicitada por correo electrónico por la periodista Angélica
Bulnes desde Santiago.
"Estimado
Horacio, aquí le mando algunas preguntas por si tiene tiempo de contestarlas
antes de irse a Pica. Si no, no se preocupe que puedo esperarlo. Lo
primero que me gustaría saber es cómo fue para usted (la experiencia de) participar de este
proyecto. ¿Cómo se vinculó Ud?.
R. A mí me invitó Luis Peña Guzmán, el conocido entomólogo, muy amigo mío (2).
¿Cómo lo pasó haciéndolo? ¿cuánto trabajo significó?...
R. Gocé con
ese trabajo que involucraba expediciones reales (3), de las cuales participé en tres.
La Editorial (Nacional) Gabriela Mistral, editora de "Expedición a Chile", nos
pidió a la Universidad Católica en comisión de servicio (donde yo trabajaba, en el Instituto de Geografía) para poder
participar en las expediciones (4). (Para ello) se nos facilitó a cada uno una oficina en la Editora. Tuve que compatibilizar ese
trabajo con mis clases en la U.C. Un esfuerzo
adicional.
¿Fue algo importante en su trayectoria y por
qué? .
R.
Fue muy importante para mí por el hecho
de conocer en terreno a otros investigadores (biólogos marinos,
botánicos, zoólogos, etc), de quienes aprendí mucho. En esa época yo estaba dedicado al estudio de los changos pescadores costeros (mi futura tesis de Magister (5), de modo
que todo lo que decía y hacía en
terreno el biólogo marino (Juan Carlos Castilla) me venía como anillo al dedo.
Aprendí mucho de él y yo creo que (también) él, conmigo. A partir de entonces, me he
interesado (bastante más) por la botánica y la zoología, materias que yo había estudiado
en la Universidad Católica de
Valparaíso, en 1954-55. Creo que
mi enfoque actual de la "eco-antropología", data, en su embrión, de estos primeros y valiosos contactos.
Me parece que "Expedición a Chile" fue un proyecto
fascinante y he aprendido bastante al respecto gracias a sus crónicas y a una
entrevista que le hice a Juan Carlos Castilla quien muy amablemente me ayudó... Pero algo sobre lo que me gustaría saber más es sobre las propias expediciones
que se realizaron: ¿cuántas fueron y en qué lugares? Me gustaría aprovechar
ya que usted es bueno describiendo que me contara algunos detalles, quiénes
iban, cómo alojaban, cómo se financiaban.
R. Yo participé en la expedición inicial de prueba
a Las Cruces (vea el capítulo de mi blog al respecto), en la expedición a
Los Molles, y a Chañaral Bajo, en total, 3 expediciones. Después
yo partí a (Otavalo) en Ecuador por dos años para (trabajar en) mi tesis doctoral. Hubo otras expediciones a
la cordillera de Nahuelbuta y creo que una
o dos más (6). Pero yo ya no participé en éstas últimas (por hallarme ya en el Ecuador). Alojábamos donde podíamos, generalmente en carpas. A
veces en faenas mineras abandonadas.
Toda la parte logística y táctica era
organizada al detalle por Francisco
Olivares, quien era, (además), el encargado de la
parte editorial y gráfica de la revista. Siempre íbamos con varios
niños (nuestros hijos o sobrinos) los que (acompañaban a los científicos en su labor) y participaban activamente en la búsqueda de especímenes o plantas (7). Ibamos siempre en nuestros propios vehículos, con nuestros equipos, herramientas y carpas,
etc. Todo era nuestro, puesto al
servicio de la expedición. Lucho Peña ponía siempre su camioneta-camper,
Alberto Vial, su auto, (Rodolfo Hoffmann, el suyo) etc. Recuerdo
cuando llegamos, ya caida la noche
y totalmente oscuro, a Chañaral Bajo. Todo oscuro. Divisamos una faena.
Despertamos al guardia. Como la empresa constructora era "Larrain y Guzmán" (creo) , yo me hice pasar
por uno de los hijos del dueño. Nos abrió
la casa a regañadientes (pues estaba "medio curado") y pudimos así alojar el
primer día, esa noche. (A partir del día siguiente, en carpas).
El financiamiento básico era puesto por la casa Editora;
pero también poníamos mucho de nuestro bolsillo en los materiales de captura, herramientas, provisiones, instrumental, etc..

Fig. 3. El camper de Lucho Peña en una de sus expediciones. Foto enviada al autor por Sergio Nuño, gestor del programa televisivo "La Tierra en que vivimos", heredero confeso de la revista "Expedición a Chile".
¿Quién hacía el diseño de las revistas y manuales?....¿y quién,
quién se encargaba de la parte gráfica?
R. Francisco Olivares Thomsen. El se entendía con la
gente de la imprenta de la Editorial. El diseño y diagramación era suyo. Muchas cosas las discutía Pancho con Mario
Correa Saavedra, que era por entonces el Gerente de la Editorial y con Alberto Vial, el responsable del texto, el eximio
”cronista” de las expediciones. Teníamos un (taller de arte con hasta 5 ó 6) dibujantes. Recuerdo a varios: Eduardo Pérez, José Pérez de Arce, Eduardo Osorio, Eduardo Bernain, ...Irarrázaval.
Esto era considerado una tarea
fundamental, además de la fotografía (en terreno), que era tarea propia de cada
investigador. Hubo hasta seis dibujantes a la vez: todo era dibujado (directamente) del natural, sea en terreno, sea sobre especímenes que se
llevaba frescos a Santiago, (aves, plantas,
flores, insectos, peces).
¿Había alguna relación entre el proyecto Expedición a
Chile y la escuela de arquitectura de la UCV?
R. No precisamente (que yo sepa) o muy poco. Quien
participaba a veces por ser familiar de
Alberto Vial (el ingeniero a cargo de la
crónica de la expedición y descripción en el texto final), era el arquitecto de
la Católica de Valparaíso, Miguel
Eyquem Astorga. Otro arquitecto que mucho nos ayudó y
diseñó dibujos notables fue Rodolfo Hoffmann, que nos acompañaba regularmente.
¿Sigue usted en contacto hoy con algunos otros
participantes?
R. Esporádicamente, con Juan Carlos Castilla, el
biólogo marino (autor de uno de las Guías de Campo). De vez en cuando, con el médico
experto en aves chilenas Juan Carlos Johow. Algunos, como Luis Peña, Hernán Santis (geógrafo) y
Rodolfo Hoffmann, ya han fallecido. Con Pancho Olivares mantengo bastante contacto. Vive en Las Canteras, cerca de Colina, junto a la casa de los Peña. Su fono fijo es el 27455045.
Pancho tiene muchísima información pues era la persona clave
del equipo, como encargado de la diagramación y diseño y tenía contacto
directo y asiduo con el gerente (de la editorial) Mario
Correa (Saavedra). Con María Gloria Yrarrázaval,
que oficiaba como secretaria ejecutiva y nexo (con los) los investigadores, tuve bastante
contacto hasta que ella desgraciadamente enfermó (8). Ahora ha perdido la
memoria, por desgracia.
En la universidad o su trabajo académico, ¿éste ha
sido un proyecto reconocido?
R. Muy
poco y solo al principio. Después fue
algo totalmente olvidado, pues no fue ésta una iniciativa (propia) de las Universidades sino de
algunos de sus miembros en forma particular. En todo caso, de la U.C. fuimos
varios los que participamos, sea como miembros del comité científico, sea como
autores de Manuales de Campo (9). Fue (especialmente) considerada la especialidad de los científicos, más que su origen de tal o cual Universidad
o Carrera. Por lo demás, el equipo era transversal: sus miembros
pertenecían a varias Universidades.
¿Qué pasó con todo el material original, los
dibujos, láminas, dónde quedaron?.
R. La respuesta a esta pregunta la debería dar Francisco Olivares. Tengo entendido que quedaron en la casa de la
familia de Luis Peña, en Las Canteras (10).
En una crónica que usted hizo sobre Luis Peña dice
que sus cosas están en una colección privada, ¿sabe de quién es?
R. El tema es muy delicado porque atañe a herencias.
Un sobrino lejano de Luis Peña, un médico muy entusiasta por los insectos, Pedro Vidal García Huidobro. (Este) se quedó con parte importante de la
colección de insectos de Lucho y lo
mejor de su biblioteca científica (11). Es éste un tema muy delicado (y conflictivo) de familia que tendría
Ud que conversar privadamente con Alfredo
Ugarte Peña, sobrino de Luis Peña y su heredero espiritual, que vive hoy en el pueblo de Las
Canteras, Región Metropolitana.
Otro aspecto que me interesa es la
dimensión política que tuvo esto y cuánto importó: el proyecto nace bajo
la editorial estatal Gabriela Mistral ex Quimantú, dado el momento que se
vivía en el país, ¿eso no fue un conflicto para ninguno de los participantes? Quiero decir: ¿todos eran partidarios del Régimen Militar? O para algunos eso no era un tema?
¿Fue algo importante, lo discutieron? ¿Hubo algún tipo de censura o
restricciones en el contenido? .
R. Vivíamos una época políticamente (muy) complicada. Los
científicos nunca tocábamos el tema
político. Se evitaba sistemáticamente.
Solo nos interesaba a todos dar a conocer, (en forma amena) rincones (ignotos) de Chile a los propios
chilenos y al extranjero. Y para eso se nos convocó. A ninguno le preguntaron
su filiación política y a la verdad, no la conocíamos ni siquiera nosotros
mismos. Pero es bastante probable que
ninguno de los convocados fuera específicamente
de (ultra) izquierda o con ideas muy izquierdistas. Sé que había algunos demócrata
cristianos y gente de derecha; de otros, nunca supe, ni me interesó saberlo. Pero
a la verdad no lo sé pues el tema era entonces tabú, tanto como la religión,
pues había en el equipo tanto católicos como librepensadores entre los
elegidos. No era tema que se ventilara allí...Ni política, ni religión….; solo hacer ciencia y
dar a conocer Chile (y sus rincones ignotos) fue nuestro único objetivo (12).
¿Qué recepción tuvieron las revistas en su momento?
¿circulaban harto? ¿qué comentaba la gente?
R. (Según mi recuerdo) la recepción fue fantástica. Se vendía en (todos) los
kioskos de revistas. Se llegó, que yo
recuerde a un tiraje original de alrededor de
20.000 ejemplares para
los primeros números. Pero nuestra queja fue, después, que la Editorial no
invirtió casi nada en propaganda y así
el tiraje fue descendiendo poco a poco, hasta que hubo que suspender la circulación de la revista, creo en el número
48 (último fascículo publicado, que yo recuerde). Pancho Olivares tiene el dato
exacto (13).
Entiendo que las revistas fueron influyentes para
mucha gente joven que después estudió cosas ligadas a las ciencias naturales, ¿tiene Ud. ejemplos de eso, o sabe de personas que me pudieran contar que ellas
efectivamente la leían y fueron algo que los marcó?
Conozco a varias personas, hoy científicos, que
fueron lectores asiduos de la revista. Le recomiendo escribir a Branko Marinov
M, museólogo (bmarinovm @gmail.com), o
al ingeniero agrónomo Miguel Gómez (mgomezu@uc.cl),
entre otros..
¿Nunca nadie pensó en reeditar los manuales? Yo sé que Juan Carlos Castilla reeditó los de él y vi que usted tiene disponible online el suyo de arqueología, ¿pero nadie más trató de volver a publicarlos todos?
R. No conozco de ninguna iniciativa concreta destinada a reeditar todos los Manuales de Campo, pequeñas joyas del equipo (14). Hubo hace unos 8-10 años, creo, la idea de reflotar “Expedición a Chile” y supe que se juntaron varios de los primeros iniciadores, pero se vio que la empresa era hoy imposible. Francisco Olivares sabe más al respecto. Yo (por entonces) ya vivía en Iquique y no pude participar.
Para mí el gran aprendizaje de las expediciones en y con “Expedición a Chile” fue comprender y vivir en concreto la necesidad de estudiar y examinar un tema o un lugar en forma interdisciplinaria. Casi cualquier tema de la ciencia, supone un acercamiento multidisciplinario. Creer que una sola ciencia agota un determinado tema, es un craso error. La interdisciplina nos enseña el respeto profundo por la ciencia que practican los demás expertos. El ver trabajar a otros científicos, en un mismo lugar, nos obliga a ser más humildes en nuestras propias hipótesis y/o conclusiones (y a cotejalas con las obtenidas por los demás partìcipes).
Ojalá esto le sirva de algo. Avíseme, por favor cuando salga el reportaje o me envía copia.
Atentamente la saluda,
Dr. Horacio Larrain B. (Ph.D.), arqueólogo y antropólogo cultural".
Notas.
(1). Sobre este mismo tema, hemos editado ya varios capítulos en este nuestro blog científico. Los enumeramos a continuación por orden de aparición:
a) "Los inicios de Expedición a Chile: Una entrevista en Las Cruces (zona central de Chile) en 1975. Pescadores y mariscadores de la Playa Grande", editado el 31/07/2014.
b) "Piedras tacitas en la localidad de Las Cruces (V Región de Chile. Fotos inéditas del año 1975"; editado el 11/05/2015.
c) "Qué hace el arqueólogo" Manual de Campo de Expediciòn a Chile. Una guía práctica para iniciarse en el conocimiento de la arqueología, editada en Santiago en 1765"; publicado el 21/02/2017.
d) "Una atrevida iniciativa editorial en 1975 en Chile: la revista de difusión científica Expedición a Chile¨: orígenes, objetivos y características", editado el 19/02/2019.
e) "Recuerdos de una epopeya: mi deuda de gratitud para con Expedición a Chile y sus creadores", editado el 15/09/2021.
(2) Luis E. Peña Guzmán (1921-1975), fue un sabio entomólogo chileno, eximio especialista en la familia de los Coleópteros. Autodidacta, llegó a formar una notable colección entomológica de Chile, que actualmente se puede consultar en el Peabody Museum de la Universidad de Chicago, Illinois. Autor de varios libros en su especialidad, editó dos Manuales de Campo (Field Guides) en la colección "Expedición a Chile" con los títulos de "Guía para reconocer mariposas" y "Guía para reconocer los Coleópteros de Chile continental". Uno de los cerebros e inspiradores de la revista juvenil "Expedición a Chile" (1975), Luis E. Peña Guzmán puso a disposición de esta novedosa iniciativa cultural su equipo de expedición, sus herramientas, su equipo de captura, su camioneta-camper y hasta su propio grupo de ayudantes. Muchos de los primeros colaboradores de la revista eran sus amigos o conocidos de la Universidad de Chile. Su curriculum vitae muestra más de 350 publicaciones científicas en su especialidad. Sobre Lus E. Peña y su asombrosa obra científica, hemos editado en este mismo blog varios capítulos a partir del año 2008.
(3) La idea de hacer experiencias "reales" a lugares previamente elegidos, con participación de cientificos y de niños -según creo recordar- fue fruto de la feliz congruencia de las experiencias de campo de Luis Peña, el especialista en insectos y Juan Carlos Castilla, el biólogo marino. Fue este último quien sugirió a los directivos realizar una salida a terreno experimental, en grupo, a la localidad de Las Cruces, con ocasión de la máxima baja marea anual que se presentó en ese mes de enero de 1975. Por entonces, los futuros expedicionarios alojamos un par de días en la casa veraniega de la familia Irarrázaval-Márquez de la Plata, en Las Cruces (sector del "Quirinal"), convertida por unos días en nuestro "cuartel general". Cada uno de los participanes de esta salida pionera a terreno, debía entregar, a su regreso, un documento en el que presentara sus "descubrimientos" y "observaciones de campo". Dos de mis capítulos de este Blog muestran nuestros propios documentos, in extenso.
(4). Me inicié en el Instituto de Geografía de la Pontificia Universidad Católica de Chile en marzo de 1973 como investigador y profesor de Antropología.
(5). Mi tesis de magister (M.A.) en la State University of New York at Stony Brook se tituló: “Análisis demográfico de las comunidades de pescadores changos de las costas del Norte de Chile”, 1978.
(6) Muy importante (y una de las más largas) fue la expedición a la cordillera de Nahuelbuta (Lonquimay) que suministró materiales para varios números de la revista. Después, al privársenos de un financiamiento específico para las expediciones, hubo que recurrir a la experiencia directa, diarios de campo y material gráfico o fotográfico inédito de varios colaboradores científicos entre ellos del lingüista y antropólogo greco-francés Christos Clairis Basiliadis sobre su trabajo de campo entre los últimos Kawesqar de Puerto Edén, del arqueólogo Hans Niemeyer Fernández sobre la Patagonia chilena, o Guillermo Egli sobre el canto de las aves y algunas otras valiosas experiencias particulares de científicos que entregaron generosamente su aporte. En total, la obra nos presenta así el resultado de 11 expediciones a los siguientes lugares que se describe minuciosamente en cuanto a su flora, fauna, geografía o geología: 1) Los Molles, 2) Carrizal Bajo, 3) Antártida, 4) Lonquimay, 5) Puerto Edén, 6) Cajón del Maipo, 7) Combarbalá, 8) Hualpén, 9), Cordillera de Santiago, 10) río Maipo, 11) Isla Grande de Tierra del Fuego. Solo quedaron intocados los territorios insulares de Chile como Isla de Pascua, Juan Fernández, o Isla Santa María, por el altísimo costo de estos destinos, imposible de cubrir por el equipò.
Pero en tales casos, lamentablemente, se perdía la oportunidad de realizar el "fogón" nocturno, instancia en que los investigadores presentaban sus propias experiencias al grupo y se sometían a las preguntas del "cronista" Alberto Vial.
(7) La participación de los niños fue vital. En ese entonces, Alfredo Ugarte Peña, sobrino de Luis Peña, era un niño de unos 11 ó 12 años. A la hora del fogón, nos sorprendió a todos trayendo una crisálida viva de mariposa que había hallado recién entre las hojas de una planta de chagual, vegetal que abundaba en la zona de Los Molles donde acampábamos. Este hallazgo de una de las más hermosas mariposas y de mayor tamaño de Chile cuyo nombre científico es Castnia eudesmia, despertó la curiosidad de todo el grupo pues fuimos testigos directos de la eclosión y nacimiento, allí mismo, de este bellísimo ejemplar de la fauna chilena. Todo el mérito y aplauso fue para el dinámico joven Ugarte esa noche inolvidable. Ugarte hoy día es un reconocido y brillante entomólogo, especialista en mariposas y ha publicado varios libros sobre insectos de Chile, emulando a su tío Luis, y realizando hasta hoy una encomiable tarea de difusión científica y ecológica a través de sus programas en la televisión nacional de Chile.
(8) Junto a Gloria Irarrázaval, su amiga Marta Peña Guzmán colaboraba con la revista "Expedición a Chile", como encargada de los archivos y documentos.
(9) De la Universidad Católica de Chile colaboraron estrechamente en la revista el biólogo marino Juan Carlos Castilla (autor de dos Manuales de campo sobre el biome marino), el biólogo Bernabé Santelices, el geógrafo Hernán Santis Arenas, el geógrafo Basilio Georgudis y el antropólogo y arqueólogo Horacio Larrain Barros.
(10) Todo lo que se ha podido rescatar de los dibujos a mano de los dibujantes del taller de diseño de la revista, más algunos apuntes de paisajes de Rodolfo Hofmann se hallan hoy en poder de Alfredo Ugarte en la "Casa Peña", obra del arquitecto Miguel Eyquem Astorga, junto sl pueblo artesanal de Las Canteras R.M.
(11) El médico Pedro Vidal García Huidobro, entusiasta entomólogo, tras la muerte de Luis Peña ocurrida el 27 de septiembre del año 1995, pretextando ser el heredero legítimo de Peña, forzó candados de su residencia y se llevó consigo todos los "Diarios de Campo" de Luis Peña, libros, fotografías, objetos etnográficos de su colección y un número indeterminado de cajas de insectos, del orden Coleoptera, de su particular interés, así como algunos cuadros de familia. Lo más valioso -a juicio de los entendidos- eran sus "Diarios de campo" donde el científico Peña anotaba cuidadosamente los lugares y circunstancias exactas de colecta de sus especímenes más valiosos. No pocos de ellos, ejemplares únicos e irrepetibles. Esta dolorosa pérdida hará muy difícil a sus futuros biógrafos volver a trazar y reconstituir con fidelidad los derroteros de Peña por los desiertos y selvas de Chile y países de Sudamérica. Luis Peña, en sus más de 450 expediciones científicas, acompañando a especislistas de todo el mundo, colectó centenares de miles de insectos, que hoy enriquecen las colecciones entomológicas de Museos en diversos países el mundo.
(12) Las delicadas circunstancias políticas de Chile tras el golpe de estado militar del 11 de septiembre de 1973 eran tan frágiles e impredecibles que aconsejaban no inmiscuirse en la política contingente de la época.
(13) Se alcanzó a editar 48 números de la revista "Expedición a Chile", de los 50 programados inicialmente. El último está fechado el ......
(14). Recientemente, hemos tomado conocimiento de que hay una iniciativa en marcha conducente a la digitalización de todos los números de la revista "Expedición a Chile", incluidas sus 16 Guías o "Manuales de Campo". Nos alegramos de esta grata noticia que permitirá rescatar, para las futuras generaciones, un valioso patrimonio cultural con un fuerte contenido ecológico. ¡Un valioso patrimonio rescatado después de 50 años!. "Más vale tarde que nunca...