Un cómic aplicado a la arqueología de Tarapacá.
Un enfoque ecológico, ético y pedagógico, a la vez.
Varios son los indiscutibles méritos de este trabajo, pionero en su género en nuestro país, que fue premiado en el Concurso Regional de Arte y Cultura de la CONADI regional Norte en el año 2009. Queremos destacar algunos de ellos, que nos parecen especialmente relevantes tanto por su intenso contenido antropológico, como por su excelente enfoque tanto ecológico, ético como pedagógico. En efecto, esta simpática historieta nos transmite, de modo sencillo y natural, numerosos elementos propios y característicos de la geografía, ecología y etnografía regional, en una excelente ambientación geográfica local: el área precordillerana aledaña al oasis y pueblo de Mamiña en la Primera Region de Chile (Tarapacá).
Un encuentro original entre dos culturas.
Los dos personajes que se encuentran de improviso frente a frente, en una pequeña cocha de agua caliente, el poblador indígena local (Ipla) y la niñita visitante que viene a la Fiesta del Rosario de Mamiña acompañando a sus padres, nos muestran, sin estruendos de batallas o escaramuzas, el súbito encuentro casual de dos culturas que no chocan, sino que mas bien se complementan y se funden en un diálogo enriquecedor y altamente emotivo. Ambas culturas, nos enseñan sus manifestaciones y sus logros, sin pretensiones visibles de dominio o supremacía de la una sobre otra. Este idílico y commovedor encuentro es claramente lo opuesto a la situación real de confrontacion y opresión que por desgracia caracterizó, desde sus inicios, la conquista hispana de esta región de América mediante la temprana implantación del duro regimen de la Encomienda de indios.
Mamiña vista desde el ángulo de la arqueología: un vistazo al pasado.
La geografía arqueológica de Mamiña, por otra parte, tapizada de huellas aún frescas del pasado prehispánico se presta, en efecto, admirablemente para este diálogo profundo entre dos culturas. El paisaje arqueológico de Mamiña nos muestra, un enorme despliegue de representaciones e incisiones grabadas en roca que conocemos con el nombre de "petroglifos". La presencia de la antigua aldea prehispánica de Jamajuga, asentada en un cerro no lejos de la actual poblado de Mamiña y en las proximidades de afloramientos de agua caliente (termas), es un testimonio vivo de un pasado de gran actividad agrícola y ganadera. Mamiña, topónimo al parecer de origen pukina, como tantos otros en la región: Guaviña, Huarasiña, Huasquiña, Chapiquiña, Camiña, nos hace remontar a un período de poblamiento ciertamente bastante anterior a la llegada a esta región de grupos proto-aymaras (Carangas o Pacajes) procedentes del altiplano boliviano actual .
Mamiña: centro neurálgico de comunicación entre ecosistemas diferentes.
Por su estratégica situación geográfica, a medio camino entre los pastizales altiplánicos de los pastores andinos, la Pampa del Tamarugal, y la costa del Pacifico fue, sin duda alguna, un importante centro de comunicaciones viales desde mucho antes de la llegada del Inca a la región. Mamiña fue y sigue siendo un atractivo oasis en medio del desierto tarapaqueño donde una fuerte tradicion sitúa una activa presencia quechua que supo aprovechar sus deliciosas aguas calientes y sus barros curativos. Un lugar ideal de descanso y solaz en el rudo trayecto del Camino del Inca o Khapaq Ñan.
El entorno eco-geográfico del relato.
Parte de esta riquísima geografía, viva y palpitante queda en evidencia en este hermoso y emotivo relato, a través del encuentro casual de estos dos personajes, representativos de culturas y cosmovisiones tan diferentes. El lugar de encuentro, las finas atenciones del indígena Ipla hacia su visitante y la mutua atracción que delicadamente se insinúa entre ambos, son algo así como la antesala idealizada del futuro mestizaje entre el español y el indio, pero sin las estridencias ni el desdén propios del complejo de superioridad hispano, observable en la crudeza y rudeza de la Conquista.
Que los lectores, por último, sobre todo los niños que llegaren a leer y disfrutar de este hermoso texto y sus viñetas, saquen sus propias conclusiones, tal vez muy diferentes a nuestras exóticas sugerencias de tipo antropológico. Los maestros en zonas de alta población indigena en nuestro país tienen aquí en sus manos un simpático texto, muy bien ilustrado, para señalar y mostrar la riqueza potencial de una aproximación genuina y enriquecedora entre blancos e indígenas, lejos del fragor de batallas o rencillas fratricidas. y conducente más bien a un fecundo y enriquecedor diálogo intercultural, ojalá precursor de una armónica convivencia entre dos culturas que se necesitan mutuamente: la indígena americana y la extranjera de origen europeo.
He aquí el texto completo de esta deliciosa historieta: "Ipla, el niño de Jamajuga".
Fig. 1. Inicio de la historieta ilustrada. El orden de los cuadros o viñetas que aquí se inicia, representa la sucesión de hojas del texto de este sugerente y atractivo cómic local.
Fig. 2
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Fig. 15
Nuestro comentario final.
2 comentarios:
me encanto el comic.
cuenten con nuestro apoyo en los proyectos que incorporen a la infancia.
Quisiera comentarles que próximamente publicaremos la segunda parte de esta historieta, referida a la zona de Mamiña, de los mismos autores, noveles arqueólogos de Iquique.
Nos agradaría tener más antecedentes acerca de Uds. (e-mail) para un posible futuro intercambio de ideas y reflexiones sobre cómo educar a las generaciones jóvenes en relación al mundo indígena y al cambio climático, temas que nos apasionan.
Dr. Horacio Larrain (Ph.D. Antropología cultural)
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