Fig. 1. El edificio "Museum Friedericianum" en la Friedrichplatz de la ciudad alemana de Kassel. Terminado en el año 1779, fue uno de los primeros Museos públicos de Europa y custodiaba la colección de Arte y la Biblioteca del Duque de Hesse-Kassel. A partir del año 1955, este hermoso edificio es el lugar destinado a las exposiciones internacionales de "Documenta". Estas exposiciones de Arte y Ciencia, se vienen realizando desde entonces cada cinco años. En este momento, la exposición está abierta en el Friedericianum y permanecerá hasta el mes de Septiembre 2012 ( foto tomado del Catálogo General de Documenta-13).
Fig. 2. Algunas de las fotografías elegidas para ser parte del Catálogo (Begleitbuch/ The Guide book) de la exposición de Kassel. Estas fotos de H. Larrain fueron tomadas entre los años 1980-1983 en el oasis de niebla de El Tofo, IV Región, a 75 km. al Norte de la ciudad de la Serena, a 900 m. de altitud en el Cordon Sarcos . Corresponden al período de investigaciones realizadas por el equipo científico del Instituto de Geografía de la Pontificia Universidad Católica de Chile entre 1980 y 1984.
Fig. 3. Portada del Catálogo de la exposición. Volumen de 535 páginas que contiene las reseñas biográficas y fotos seleccionadas de los 193 expositores (Hatje Cantz, 2012).
Fig. 7. Lugar de exposición de los diferentes expositores en el edificio del Friedericianum, Kassel. El nuestro ocupa el Nº 97, en la rotonda del edificio.
Ocasión de esta exposición en Alemania.
Un buen día del mes de Febrero del año 2012 recibo un correo electrónico de Chuz Martínez, encargada de la futura exposición de Documenta-13 en Kassel. Alguien le ha comunicado en Santiago de Chile que en una recóndita ciudad del Norte de Chile, en pleno desierto de Atacama, vive un señor ya mayor que ha consagrado casi toda su vida al estudio y difusión del sistema de captación de agua de las nubes por medio de atrapanieblas. Chuz Martínez ha viajado meses por el mundo en busca de candidatos para la exposición de Documenta, que se realiza en la ciudad de Kassel cada 5 años. Alguien advirtió a Chuz que había un tipo extraño, un antropólogo cultural sui generis, que estaba absolutamente convencido que podía dar agua -ese cada día más escaso elemento vital- a los hombres, desde la atmósfera. Y nos pidió que le enviáramos el mayor número posible de fotografías de nuestros trabajos en pleno desierto, "cosechando las nubes". Así llegaron un día al correo del Friedericianum en Kassel más de 600 diapositivas de nuestros antiguos trabajos de captación de agua de niebla en El Tofo, Cordón Sarcos, Fray Jorge, Cerro Santa Inés de Pichidangue, Cuesta de Cavilolén. Trabajos que realizamos entre el año 1980 y 1985 con los geógrafos Pilar Cereceda y Nazareno Carvajal, en infinitos viajes, en nuestros propios vehículos, sin más incentivo que un afán vehemente de conocer la potencialidad de la nube y por entregar a las comunidades costeras - las caletas olvidadas- agua de la mejor calidad.
Chuz Martínez examinó las viejas fotografías Kodak tomadas entre 1980 y 1985, y consideró que éstas eran dignas de formar parte de la selecta muestra. Nosotros no lo podíamos creer...; en realidad, todavía no lo creemos del todo.
Exposición de Arte totalmente atípica.
Esta exposición no es una típica exposición de los artistas ya consagrados. Es en palabras de su actual promotora Carolyn Christov-Bakargiev una exposición:
"dedicada a la investigación artística y formas de imaginación que exploran el compromiso, la materia, las cosas, y la vida activa en conexión con una determinada teoría, pero sin subordinarse a ésta" .
Es una exposición de arte moderno, no sujeto a las categorías usuales de la estética consagrada por la "historia del Arte". Por eso intervienen en esta selección personajes muy disímiles: artistas, críticos de arte, científicos, pensadores, filósofos, de la más distinta índole, creadores autónomos, sin sujeción a Escuela alguna; todos tienen en común la creatividad, la búsqueda de la verdad, la convivencia de imaginación y técnica, o el anhelo por mejorar el mundo que nos rodea.
Los predecesores y pioneros.
Si bien es nuestro nombre el que ha sido aquí oficialmente premiado como "de especial interés", por ser un injerto curioso de arte y ciencia, una especie de esfinge, con cuerpo de león y cabeza humana, o un monstruoso centauro, de ninguna manera es éste mérito sólo nuestro. Como siempre, las ideas surgen de otras ideas embrionarias, manejadas antes por otros investigadores y así paso a paso avanza la ciencia. Cuando en el verano del año 1980 descubrí el sitio del Tofo como un potente oasis de niebla y propuse a mis colegas del Instituto de Geografía de la Universidad Católica hacer experiencias de captación de agua tal como yo lo había visto en la Universidad del Norte, en Antofagasta, entre los años 1963 y 1965, no hacía sino seguir con el mismo entusiasmo el impulso investigador que ví con mis propios ojos en Carlos Espinosa Arancibia (físico) y Germán Saa S.J., jesuita uruguayo y sismólogo, mis colegas entonces en la Universidad del Norte.
El trabajo en equipo.
Con Pilar Cereceda Troncoso, dinámica géografa y climatóloga de la Universidad Católica, hicimos un verdadero "voto" de consagrarnos de por vida a explorar esta fuente de agua dulce, y sin mirar en gastos o sacrificios pecuniarios o personales , y empezamos un recorrido sistemático por la costa en busca de posibles "manantiales atmosféricos", entre los altos cerros de la costa. Así, exploramos el Cerro Santa Inés de Pichidangue donde tuvimos un año entero un aparto midiendo el monto de agua captada, El cerro Talinay, Fray Jorge - conocido ya desde la época de Federico Philippi- , el Km. 275 de la carretera al Norte donde visitamos aguadas. Y no menos de cinco o seis lugares más situados en los cerros costeros entre Los Vilos y Coquimbo.
Nuestra metodología de trabajo.
Mientras Pilar Cereceda estudiaba afanosamente las cartas geográficas, en busca de pistas de posibles lugares ideales de captación, nosotros con Nazareno Carvajal primero y otros alumnos geógrafos, después, tratábamos de llegar a ellos, trepando por lugares inverosímiles y creando nuevas huellas de acceso. Entre tanto, estudiábamos toda la bibliografía disponible sobre el tema, desde Federico Philippi y su viaje pionero a caballo, hasta los trabajos de los alemanes en Fray Jorge. Sentíamos en aquellos años un verdadero vértigo, una auténtica vorágine por investigar en profundidad el fenómeno, por llegar a descubrir las fuentes de agua que algún día - siempre supimos que tal vez nosotros mismos no veríamos el sueño realizado- sería explotado en beneficio de las sufridas caletas costeras, las eternamente mendicantes de agua. Esos años entre 1980 y 1984 (fecha en que tuve que abandonar la Universidad Católica por despido masivo de personal), fueron una lucha contra le tiempo por descubrir lugares ideales de captación del agua de la niebla. Y los encontramos.
Es este esfuerzo mancomunado, este trabajo inicial en equipo el que ha rendido los frutos que hoy estamos cosechando. Mi nombre estará siempre indisolublemente unido a los nombres de Pilar Cereceda y Nazareno Carvajal, el hombre de Vicuña, compañeros de viaje sempiternos, con los cuales realizamos innúmeros viajes iniciales , en citroneta, o en jeep, y escribimos nuestros primerizos trabajos de investigación sobre la niebla. Poco a poco la investigación fue creciendo.
Falta todavía mucho por hacer.
Y así hemos llegado al día de hoy cuando se cosechan no pocas alabanzas y felicitaciones, pero se echa de menos realizaciones concretas que ayuden de verdad a saciar la sed de los pobladores de las caletas nortinas, tal vez los más desfavorecidos hombres del desierto más árido del planeta.
En este aspecto, debemos confesarlo, estamos aún en pañales.
Horacio
ResponderEliminarSaludos de tus amigos de CONAF que tuvimos el honor de conocerte y aportar con un grano de arena al estudio y aprovechamiento de las neblinas.
Un abrazo
Waldo Canto
Muy recordado Waldo: Me has traído a la memoria, con tu pequeña nota de saludo, tantas gestas heroicas, durante esos gloriosos años entre 1980 y 1984 cuando nos tocaba subir, con los geógrafos de la Universidad Católica y la incomparable Pilar Cereceda, a El Tofo y pernoctar allí, muchas veces en carpa, investigando por semanas el comportamiento de la esquiva niebla. Esa etapa de mi vida (cuatro largos años) y el haber podido departir con Uds. tantas veces, como maravillosos colegas de CONAF IV Región, me ha marcado profundamente y para siempre.
ResponderEliminarEn buena parte, esa experiencia de esos años, al trabajar codo a codo con otros investigadores, de otras áreas, como la ingeniería forestal, botánica, geografía, meteorología o climatología, me ayudó mucho para entender el ecosistema natural desde dentro, y para profundizar en una "eco-antropología", tal como la trato de practicar hoy día a través de mis publicaciones y,muy especialmente, a través de mi Blog científico http//eco-antropologia.blogspot.com
Les agradezco muy especialmente sus saludos y felicitaciones. Espero que Uds, sigan también imbuidos del mismo entusiasmo y dedicación por dar a conocer la potencialidad del recurso "camanchaca" para entregar agua limpia a las comunidades pobres y caletas recónditas de las regiones del Norte Grande y Norte Chico de Chile.
Reciban un efusivo abrazo, desde este Iquique desértico y reseco,
Dr. Horacio Larrain (Ph.D.)
Universidad Bolivariana y
Centro del Desierto de Atacama
Pontificia Universidad Católica de Chile.