Dedicatoria.
Dedicamos con especial afecto y recuerdo este pequeño trabajo nuestro a la memoria de nuestro amigo y compañero de expediciones Luis Briones Morales, experto estudioso del arte rupestre del norte chileno, quien nos dejara prematuramente el 18 de febrero del año 2021, a los ochenta y tres años de edad (1938-2021).
Fig.1. El arqueólogo Luis Briones Morales en nuestra visita al sitio de"Tambillo", en la quebrada de Quisma, al Este de la localidad de Pica, el día 25/07/2014. Aquí, observando la figuras dibujadas en las rocas del alero.
Antecedentes.
Uno de los enigmas más profundos y sorprendentes de la arqueología mundial, es la presencia de pinturas rupestres (1) en las más diversas regiones del planeta. Respecto de él, se ha derramado muchísima tinta hasta hoy en centenares de trabajos en todos los idiomas, persistiendo, sin embargo, muchas dudas, ambigüedades y/o problemas irresueltos.
En este nuevo segmento del Blog nos proponemos profundizar algo más acerca de los porqués más profundos de su existencia, sus características y su difusión en el registro arqueológico mundial. Es éste un tema que nos ha intrigado y deslumbrado desde hace mucho tiempo., quedando aún muchas dudas y preguntas por responder.
Fig. 2. Pinturas rupestres en la cueva de Lascaux, en Francia (imagen tomada de Internet).
¿Qué induce u obliga al hombre antiguo a pintar figuras de caza animal?
Al examinar el caso de las pinturas rupestres cercanas a la caleta San Marcos (Sur de Iquique), nos preguntábamos esto mismo hace algunos años (2). ¿Qué atrae o induce al hombre a pintar imágenes en las superficies de las rocas?. ¿Por qué utiliza el hombre la pintura (3), cuando existe la posibilidad de grabar las rocas mediante incisiones, como se hace con los petroglifos?.
Ahora bien, -nos preguntamos- ¿es el mismo hombre el que produce las pinturas rupestres y el que graba los petroglifos o geoglifos, o son diferentes?; ¿O acaso son éstas expresiones distintas, de culturas y pueblos diferentes?. ¿Y qué nos expresan o dan a entender? ¿Será, tal vez, una expresión palpable de sus sueños reales, aspiraciones o anhelos más íntimos al preparar o iniciar sus actividades de caza?. Finalmente, ¿por qué dibujar o pintar? ¿No bastaría con soñar, imaginar o suplicar a sus deidades?. ¿Por qué este afán, este impulso irrefrenable, tan generalizado, de "representar visualmente" los animales en fuertes escenas de cacería?.
Fig. 3. Pinturas rupestres de la cueva de Altamira, Cantabria, España. Representación maravillosa de un búfalo (Imagen tomada de Internet).
Fig. 4. Pintura de un ciervo en las paredes de la cueva de Altamira (tomado de Internet).
Fig. 5. Pintura de un caballo salvaje en la cueva de Lascaux. En esta cueva se ha representado alrededor de 600 figuras mostrando uros, ciervos, búfalos y caballos, siendo estos últimos los más numerosos. (tomado de Internet).
El tema ya había intrigado a los primeros grandes antropólogos.
Los antropólogos antiguos se han hecho exactamente las mismas preguntas y han tratado de responderlas. Así, por ejemplo, el antropólogo escocés James George Frazer (1854-1949), el clásico estudioso de los orígenes de la Religión entre los pueblos primitivos, en su famosa obra: The Golden Bough. A study in Magic and Religion, (lª edición 1890; edición abreviada 1922), estudió la evolución de las creencias entre los pueblos primitivos, desde la práctica de la magia, hasta la aparición del mito y la religión. Según él, se daría aquí una progresión clara desde el pensamiento mágico primitivo, como forma de controlar la naturaleza, hasta el nacimiento de las distintas religiones. La religión surge, según Frazer, cuando se constata la incapacidad de la magia sola para lograr los resultados pretendidos y deseados. La magia intenta "controlar" directamente la naturaleza. La religión, en cambio, lo hace en forma indirecta, a través de la actividad de un ser sobrenatural (o divinidad) a quien se pide ayuda. El "dibujar" los animales que se pretende cazar, como en el caso de las pinturas rupestres, sería para el cazador poner en práctica un tipo especial de magia que busca un resultado concreto tras su correcta aplicación (magia cinegética (4). En términos teológicos católicos, diríamos que el acto mágico del cazador que dibuja a su presa en una roca, opera bajo la certeza de que su "deseo" se va de cumplir inexorablemente: que el resultado de su acción será de efecto inmediato, conformando por lo tanto un rito que actúa "ex opere operato" (5), es decir, con prescindencia total de la fe, virtud o calidad moral del oferente.
Fig. 6. Pinturas de "manos" en el cañadón del río Pinturas, Santa Cruz, Patagonia argentina. Observe el notable efecto producido por la insuflación del polvo de color en la superficie de la roca (Imagen tomada de Internet).
Las pinturas, ¿obras de arte, o solo intentos mágicos de asegurarse el producto de su caza?.
Hans Niemeyer, el gran arqueólogo chileno, uno de los mayores especialistas en este tema, publica su trabajo titulado: "Guía del arte rupestre en Chile" (Editora Nacional Gabriela Mistral, revista "Expedición a Chile", Manual de Campo, Santiago, 1976). En uno de sus párrafos finales el autor se pregunta: "¿qué motivaba al hombre primitivo a pintar o grabar la roca"?. Apunta Niemeyer allí a un argumento tomado de la etnografía sudamericana: "En el valle del Vaupes, en Colombia, se ha registrado etnográficamente, entre ciertas tribus indígenas de cazadores, la costumbre de pintar en altos roquerìos. Las pinturas en rojo se practican por los chamanes, quienes en estado de trance harían rogativas a un personaje mítico llamado el Dueño de los Animales sobre el número de piezas necesarias de cazar por la tribu" (1976:105).
Esta interesante observación de Niemeyer, basada en experiencias de campo del antropólogo austríaco-colombiano Gerardo Reichel-Dolmatoff (1912-1994), nos sugiere algunas reflexiones:
a) las pinturas rupestres de Europa y Asia habrían sido pintadas por grupos familiares muy pequeños que habitaban las mismas cavernas en un período todavía muy frío (60.000 - 20.000 A.C.). Por tanto, estamos en una etapa muy temprana del desarrollo humano del Homo sapiens, cuando vive en grupos muy pequeños y todavía no se agrupa en pueblos sedentarios. Tampoco existían aún propiamente cementerios y los cuerpos de los muertos eran enterrados (?) en el piso de las mismas cavernas donde seguramente eran también devorados por animales carroñeros. Por tal razón, solo se encuentran allí hoy algunos escasos huesos, y éstos con señas evidentes de haber sido devorados y mezclados con restos de otros animales faenados. (6).
Fig. 7. Escena de captura de peces desde balsas de cueros de lobos marinos en la quebrada del Médano, cerca de Paposo, Norte de Chile (Internet, Foto F. Maldonado).
Fig. 8. Representación de camélidos (guanacos) en el sitio de pinturas rupestres de El Médano, cerca de Taltal, norte de Chile. (Internet, Foto F. Maldonado).
b) Los "pintores" habrían sido los mismos miembros del grupo familiar humano: hombres, mujeres y tal vez, niños. Tal vez los dibujos más simples o imperfectos observables a veces en los paneles, se deban a la acción de niños. No se constata todavía la presencia de chamanes (7); éstos surgirían muchísimo después, en épocas de vida propiamente aldeana sedentaria y en agrupaciones humanas bastante mayores.
Fig. 9. Chamán africano con su atuendo característico y objetos varios de su repertorio ritual (Imagen tomada de Internet).
c) Se sabe muy poco sobre el instrumental de dibujo utilizado. En el caso específico del estampado de "manos", se deduce que utilizaron el estarcido o insuflado del polvo o la pintura a través de una cánula o tubo vegetal. Se supone que habrían usado plumas de ave o algún tipo de hisopo o espátula para efectuar el dibujo directo del contorno de las figuras. Hay evidencias de su empleo. Pero, que sepamos, nunca se ha hallado los típicos instrumentos usados ad hoc.
d) Los hombres, premunidos ya del fuego como arma, habrían tenido que disputar fieramente el acceso y control de las cavernas a ciertos animales cavernícolas, máxime los carniceros (osos, linces, tigres, gatos monteses).
e) Los colores usados normalmente como base de la pintura son el rojo, el marrón, el naranja, el amarillo. el blanco y el negro. Muy rara vez el verde, amarillo, azul o violeta. La elección del respectivo color, sin duda se debió a la mayor disponibilidad in situ de arcillas o tierras de color.
f) Por ahora (8), se ha atribuido esta capacidad psíquica de crear arte rupestre tan solo al Homo neandertalensis y al Homo sapiens. Esta afirmación puede deberse solo a la falta de información fidedigna sobre otros tipos humanos más antiguos, como Homo heidelbergensis, Homo habilis, Homo erectus u Homo denisovanus de los que se sabe muy poco por no haberse hallado hasta ahora cuerpos relativamente completos sino solo escasos fragmentos dispersos. No hay (o al menos no se ha hallado) entierros humanos premeditados. Futuros hallazgos, en consecuencia, nos pueden hacer cambiar de opinión, tal es hoy la rapidez y la frecuencia de los descubrimientos debido al significativo incremento de los grupos de investigadores y el acceso generalizado a novedosas y sorprendentes técnicas de rastreo como el estudio del ADN mitocondrial, las técnicas de la paleobotánica y paleozoología, o la aplicación de métodos físicos y químicos, entre otras.
g) Nos podríamos preguntar por qué en Europa, Asia y la Patagonia argentino-chilena (especialmente), tales pinturas se hallan solo en cavernas y cuevas, bien protegidas de la nieve y lluvias, máxime durante los últimos episodios de la época glacial (9) . La respuesta parece obvia. Especulemos un poco al respecto. Debido a las bajas temperaturas, las familias se refugiaban de preferencia en cuevas, a salvo del viento gélido, y donde, además, podían mantener siempre encendido el fuego con leña y ramas secas. El fuego vivo y las antorchas hechas con resinas (10) les permitían desemvolverse bien en su contorno. Mientras las mujeres y niños se refugiaban en las cuevas preparando el alimento y/o cosiendo las pieles de su vestimenta (11), los hombres se dedicaban activamente a la caza y recolección para aportar el alimento al grupo familiar.
h) ¿Se acompañaba a la actividad específica de pintar algún rito especial por parte de sus autores?. Es bastante probable, pero no lo sabemos, y tal vez, no lo sabremos nunca.
¿Se puede hablar de una búsqueda premeditada de la belleza del dibujo?.
Con estas premisas in mente, el objetivo concreto de la pintura rupestre para los antiguos cazadores no sería, -lo sospechamos-, en modo alguno, la búsqueda de la belleza, o la expresión concreta de crear "arte por el arte", por más hermosas que hayan resultado sus figuras, dignas de una pinacoteca, como en el caso concreto de las notables figuras animales de las cuevas de Lascaux, en Francia o Altamira, en España.
Fig. 10. Imagen antigua de chamanes siberianos (Imagen tomada de Internet).
Fig. 11. Antiguas imágenes de chamanes Selk´nam (Onas) en la isla grande de Tierra del Fuego, Fotos del etnólogo Martín Gusinde SVD tomadas entre 1918-1924. (Imágen tomada de Internet).
Tratemos de profundizar en este fascinante pero complejo tema estableciendo algunos aparentes "principios" generales que creemos brotan de su observación atenta.
1. Lo primero, que se nos viene a la mente al respecto es afirmar que esta costumbre ha sido común a toda la humanidad, en todos los rincones del mundo. No es esta costumbre - como podría pensarse- patrimonio de solo ciertas áreas del planeta; no, se da en todas partes. Es probable que no haya región alguna poblada de la tierra donde este fenómeno no haya existido. Muy recientemente, han sido halladas, por primera vez. pinturas rupestres en la República Popular de Laos (sitio Tham Pha Mue), Famosas son las cuevas francesas y españolas donde han sido registradas desde los tiempos del famoso arqueólogo francés Henri Breuil (1877-1961) en Lascaux, o del español Marcelino Sanz de Sautuola (1831-1888) en Altamira, sólo por citar dos de los más famosos descubrimientos antiguos (12).
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Por lo tanto, podríamos estar en condiciones de emitir nuestro primer principio: todos los hombres, en todos los continentes, han expresado mediante dibujos o pinturas esta necesidad propia, desde por lo menos hace 40.000-50.000 años atrás (13). Pinturas rupestres se ha hallado en Norteamérica, Sudamérica, Europa, Asia, Africa, Australia y Oceanía. Su hechura, pues, corresponde, al parecer, a una necesidad fundamental del hombre, ya que se expresa en todos los continentes, en todos los climas, en todos los períodos de tiempo al menos desde los últimos 60.000 años. ¿Por qué no existen, al parecer, desde mucho antes?. ¿Será porque estas realizaciones o pictografías- al igual que la confección de estatuillas (modelaje de figuras)- supone un desarrollo mental y psíquico bien definido, como parte de la evolución general de la mente del hombre como especie, el que parece no se habría dado antes de los 50.000 o, tal vez, 60.000 años atrás?. No lo sabemos a ciencia cierta. La antigüedad de esta forma tan concreta de "arte primigenio" se hunde en los albores de la prehistoria. Nadie podría decir hoy -y tal vez nunca- con absoluta precisión cuándo o donde comenzó a ejecutarse. Y menos, aún, determinar en qué grado de evolución mental del hombre llegó a efectuarse.
Un hecho nos parece claro y determinante: en las antiguas cavernas donde se encontrò al Sinanthropus pekinensis, con una data de unos 250.000 años atrás, no se halla -hasta ahora- indicio alguno de una conducta artística parecida. Tampoco en los otros hallazgos muy antiguos. ¿Será, acaso, que aún no hemos encontrado los lugares aptos para tales manifestaciones en tiempos más antiguos?. Tal vez...o lo sabemos.
Primer principio: los seres humanos, a partir de una determinada época de su desarrollo psíquico, han producido estas manifestaciones en todos los rincones del mundo.
2. Lo segundo que podemos afirmar, es que casi infaltablemente los motivos pintados son animales, sean éstos peces, cetáceos, u otros seres marinos ( como jibias, calamares o pulpos), animales carnívoros (leones, tigres, zorros, lobos), animales herbívoros ( gacelas, venados, girafas, elefantes, rinocerntes, hipopótamos, guanacos, huemules, etc.). Todas estas especies son comestibles y fueron realmente consumidas por el hombre como se puede comprobar por el hallazgo de sus restos en el piso de las cavernas. Segundo principio: Infaltablemente se pinta animales, sean éstos terrestres o marinos.
3. Lo tercero, es que siempre se trata de animales grandes o relativamente grandes. Nunca (o rarísima vez) se pinta o dibuja animales muy pequeños, como insectos, arácnidos. anélidos u otros. No existen -que sepamos- representaciones de moscas, avispas, mariposas o coleópteros, o sus larvas, por poner un ejemplo. Tercer principio: Se pinta animales o aves de tamaño grande, nunca pequeño.
4. Lo cuarto, es que la representación de animales es bastante precisa y exacta, de suerte que generalmente es posible identificar la especie o al menos el género del animal o ave representado. Cuarto principio: En estas pinturas se busca la representación exacta del animal que se dibuja (14).
5. La representación humana puede estar presente o ausente. Parecería no ser un requisito fundamental. Muchas veces falta; otras veces, solo es de acompañamiento o persecución de las figuras animales, que son las principales. Su dibujo por lo general es solo esquemático (15). Quinto principio: la pintura del ser humano no parece ser esencial o indispensable.
6. Muy escasa. e inexistente es la representación de plantas, vegetales o frutos. Parecería como que no interesa representar el mundo vegetal en las antiguas pinturas rupestres. ¿Por qué?. Es un tema interesante de meditación y análisis. Sexto principio: el dibujo de plantas o frutos, es muy raro, y en Chile, inexistente.
7. No se observa pintura de accidentes geográficos (cerros, ríos, lagunas, mares) (16). Séptimo principio: el medio geográfico como tal nunca es objeto de pintura. ¿Por qué?.
8. La pintura del ser humano, cuando existe, es siempre esquemática y no fiel. No interesa representar al ser humano en forma exacta, con su vestimenta o armas. Frecuentemente, la figura humana representada es más pequeña que la del animal. A veces, con sus manos abiertas. ¿Cuál puede ser la razón?. Octavo principio: la representación humana pasa siempre a segundo plano, si existe.
9. No existe gran variedad de colores. La gama de color es muy limitada. Se usa preferentemente los tonos rojos, ocres, negros, cremas. No sabemos del uso de los tonos azules, verdes, rosa, grises o violáceos. ¿Por qué? (17). Noveno principio: los tonos de colores usados son repetitivos: son siempre los mismos.
10. Se elige siempre superficies de rocas lisas, expuestas y perfectamente visibles al viajero. Es decir, han sido pintadas para ser observadas y vistas. Es requisito la visibilidad a cierta distancia. El uso de superficies muy lisas, parece obvio: se puede pintar bien sólo en aquellas superficies que no presentan rugosidades. Décimo principio. Se selecciona como lugar de pintura, las rocas expuestas, visibles, de superficie muy lisa.
11. No todas las rocas con estas características son objeto de pintura: solo algunas. ¿Por qué?. ¿Qué determina que unas sí, y las otras -la mayoría-, no sean usadas para tal fin?. ¿Existe preferencia por algún tipo especial de roca o forma de ésta?. Undécimo principio: Sólo algunas rocas son elegidas para presentar pinturas.
12. La roca elegida debe poder ser contemplada cómodamente desde varios ángulos, por un grupo de personas. Por tanto, debe existir posibilidad de observar con cierta comodidad, el "relato pintado". Para lo cual debe haber un "lugar de observación". Por tanto, no se hallan en lugares muy escarpados o inaccesibles, o repletos de vegetación. Han sido hechas -claramente- "para ser vistas", no para permanecer ocultas a los ojos humanos. Duodécimo principio: Se elige lugares donde se pueda observar bien las figuras.
13. La localización topográfica de las rocas donde se pinta, es importante. Es obvio que se pinta sólo allí donde el ser humano tiene una actividad importante que hacer. ¿Qué actividad es tan importante como para ser recordada, perpetuada, con un acto pictórico, una representación que es también para la posteridad, un recuerdo a la vez que un "mensaje para el futuro y para el presente".? Porque los lugares elegidos son siempre lugares de paso obligado de algún grupo humano. No son lugares inaccesibles o intransitables. Por el contrario, son siempre transitados, y porque son transitados, son "advertidos" por medio de las pinturas.. El tránsito, el verlos y admirarlos, o "venerarlos"al paso obligado, es algo fundamental en estas representaciones. Décimo tercer principio: Se pinta alli donde hay cerca una actividad importante que hacer o desarrollar.
14. A diferencia de los geoglifos, las figuras representadas,en las pinturas rupestres siempre son pequeñas , a veces muy pequeñas. ¿Por qué son siempre pequeñas? Es otro interrogante que tenemos que resolver. Deben existir poderosas razones para hacerlas pequeñas. Y al ser tan pequeñas, tienen que ser necesariamente observadas desde muy cerca, desde muy pocos metros de distancia. Décimo cuarto principio: Las figuras de las pinturas rupestres son siempre pequeñas, a veces muy pequeñas, como para ser observadas muy de cerca.
15. Las figuras por lo general no se encuentran muy alto o muy lejos del suelo, de modo de poder ser observadas, admiradas, o veneradas desde cerca. Están generalmente por sobre el observador, pero no a gran altura sobre éste. Por regla general, se las puede alcanzar con la mano (18). No conocemos en Chile el caso de pinturas en los techos de altas cavernas, muy lejos del alcance de la mano, como en Altamira en España. Tampoco en los pisos de recintos o cavernas. Es decir, están alejadas del tránsito humano directo, pero muy cerca de éste. Décimo quinto principio: las pinturas se encuentran en general al alcance de la mano, pero no en un área directa de roce.
16. No existen lugares de empleo simultáneo de dos o más técnicas del arte parietal en un solo sitio. O se emplea una o la otra. Por tanto nunca encontraremos lugares con geoglifos, petroglifos y pinturas rupestres a la vez, en un mismo sitio. Pueden existir en sitios vecinos, pero no en el mismo. Lo que estaría sugiriendo épocas distintas, o producciones de grupos sociales diferentes. Décimo sexto principio: Nunca coexisten, en un mismo sitio, las tres manifestaciones de arte rupestre.
17. En sitios de pinturas rupestres se observa siempre multiplicidad de figuras. Nunca una sola. ¿Por qué? Hay una racionalidad en el hecho de que intervienen o interactúan varias figuras (19). Se deja en evidencia un hecho social, comunitario; no individual. Se dibuja o pinta actividades aparentemente "sociales", no meramente individuales. Décimo séptimo principio: En las pinturas rupestres existe una cierta uniformidad de figuras representadas; nunca figuras solas o aisladas.
18. Es obvia, además, la intención de formar "conjuntos de seres" no meramente yuxtapuestos, sino en interacción clara; sea en forma de "caravanas" de varios animales del mismo género, o de agrupamientos conscientes; pero no se excluye del todo la representación de animales aislados, en un sector del panel. Décimo octavo principio: Se pretende y busca conformar conjuntos, no dibujos solitarios o aislados.
Preguntas que nos podemos y nos debemos hacer.
Las preguntas lógicas que nos deberíamos hacer, si queremos profundizar en este tema, tomando en cuenta lo que nos sugieren estos dieciocho principios, son, entre otras: ¿qué actividades humanas quisieron ser representadas así?. O más concretamente, ¿se podría asegurar, sobre la base de la observación atenta del panel, qué tipo de economía básica poseían los portadores de esa cultura?. ¿Qué relación tiene la escena pictórica con el entorno geográfico donde fueron dibujadas, pintadas?. ¿Por qué sólo existen estas manifestaciones en contados lugares de la costa norte de Chile?. O, expresado de otra manera, ¿se podría llegar a predecir la existencia de pinturas rupestres, en función de la existencia de ciertos elementos, recursos o condiciones ambientales dadas en un sitio determinado?. ¿La presencia de estos sitios de pinturas, estaría sugiriendo alguna forma de control o deminio "territorial" de ciertos grupos humanos, como sugiriendo: "esta sección de la costa es "nuestra"?.
Y, por fin, ¿existe alguna relación entre sus asentamientos (yacimientos arqueológicos) y estos sitios de expresión pictórica?. ¿Existe alguna relación de parentesco cultural, o es sólo una simple coincidencia? (20).
Preguntas todas éstas que nos intrigan profundamente y nos acicatean a buscar respuestas congruentes y objetivas. Cada una de ellas podría ser o ha sido ya objeto de una investigación especial.
Notas.
(1) "Pinturas rupestres", viene de la voz latina "rupes" que significa ´roca´. En el Viejo Mundo, su data corresponde, en general, al período de tránsito entre el Paleolítico final y el Neolítico europeo con fecha máxima (?) estimada en unos 40.000 años, esto es hacia fines de la última glaciación ("glaciación Wisconsin"). Casi siempre -al menos en Europa-, se conservan en cuevas profundas, al abrigo de las inclemencias del tiempo. Este hecho fortuito ha permitido su notable preservación hasta la actualidad.
En la costa norte de Chile, sin embargo, y concretamente en la quebrada de "El Médano", no lejos de Paposo, las representaciones de peces y su modo de captura mediante balsas de cueros de lobos marinos por pescadores, son muy posteriores en el tiempo y se hallan expuestas al aire libre, en superficies rocosas, en una zona de muy escasa pluviosidad. (vea el artículo: "Las pinturas de El Médano, Norte de Chile: 25 años después de Mostny y Niemeyer", de José Berenguer R., en el Boletín del Museo Chileno de Arte Precolombino, vol. 14, Nº 2, 2009: 57-95). Sobre el arte rupestre en Chile y su estudio, véase la temprana y pionera publicación del arqueólogo chileno Hans Niemeyer Fernández, con el título de "Guía del arte rupestre de Chile", excelente Guía de campo editada por la Editora Gabriela Mistral, como parte de la revista juvenil "Expedición a Chile" (1976?). La obra muestra numerosas y notables fotografías, casi todas propias del autor.
(2) Sobre las manifestaciones rupestres en la caleta San Marcos, al sur de Iquique, véase nuestro capítulo: "Arte rupestre en San Marcos: ¿arte auténtico, rito ancestral de pesca o señalética"?., editado en nuestro blog científico https://eco-antropologia.blogpot.com el día 12/02/2009.
Varios otros capítulos de nuestro blog versan sobre distintos aspectos del arte rupestre. Pueden verse en: a) "Escudriñando los alrededores del sitio arqueológico de Chug-chug: algunos hallazgos sorprendentes", editado el 19/08/2017; b) "Chug-chug: un apasionante sitio de arte rupestre en el desierto de Antofagasta", editado el 04/08/2017; c) "Propaganda electoral en el sitio arqueológico de Cerro Unita (Tarapacá): el colmo de la ignorancia", editado el 23/08/2015; d) "Figuras rupestres de la Quebrada de Aroma: sitio Cala-cala", editado el 04/04/2009; e) "Geoglifos de Tiliviche: ¿arreo de llamas bajando a la costa del Pacífico o rito ceremonial agropecuario?". editado el 21/07/2011.
(3) Los colores de los pigmentos más comunes usados en las pinturas rupestres son el ocre, el rojo, el marrón, el negro y más raramente, el blanco. El uso de otros colores: v.gr: celeste, azul o verde, es sumamente raro. Su origen puede hallarse en el carbón vegetal (color negro), o en la molienda de compuestos minerales tales como hematita, arcillas u óxido de manganeso (marrón, rojo, ocre). El aditamento obligado en forma de aglutinante fue la resina (en Europa) o la grasa animal (por ejemplo, de focas o lobos marinos, en América). Los indígenas americanos estaban muy familiarizados con el empleo del color y lo usaban no sólo para pintarrajearse el cuerpo y rostro, sino también para pintar sus útiles de pesca, anzuelos y embarcaciones. En nuestras andanzas por la costa de Cerro Moreno, en Antofagasta (en los años 1963-65), hallamos con alguna frecuencia piedras de moler, lisas, con señas inequívocas de molienda de tierras de color (rojo o negro). En una tumba excavada en Quillagua, en el año 1964, detectamos una sola vez, entre otras ofrendas, con Bernado Tolosa, un pequeño recipiente de cerámica lleno de una pigmento color ocre, muy finamente triturado.
(4) "Magia cinegética" se denomina al conjunto de prácticas rituales y simbólicas asociadas a la caza que buscaban influir en el éxito de la misma. Se basaba en la creencia de que ciertos objetos, de por sí, podían tener influencia directa en la realidad.
(5) "ex opere operato" y "ex opere operantis", son dos conceptos usados en la teología sacramental católica. El primero, significa que la obra emprendida se hace realidad ipso facto, prescindiendo de las cualidades del ministro que las ejecuta. El segundo, por el contrario, significa que su efectividad depende del ministro que la realiza.
(6) Hay fuertes indicios de canibalismo en algunas cuevas a partir de los Neandertales aunque algunos científicos lo ponen hoy en duda. Un ejemplo clásico lo tenemos en los hallazgos Neandertales hechos en la cueva de Krapina, en Croacia a partir del año 1899, fecha de su descubrimiento. Se ha hallado aquì restos de más de 80 individuos diferentes con señas y cortes inequívocos de aprovechamiento de la médula ósea. Su datación correspondería a unos 130.000 años atrás. Krapina es hoy, a nivel mundial, el lugar de mayor hallazgo de restos de Neandertales. En el lugar, han proseguido recientemente las investigaciones que, seguramente, nos aportarán nuevas informaciones.
(7) El término "chamán" (también escrito "shamán"), viene de las lenguas tungúsicas habladas en Siberia y Manchuria, donde el fenómeno del chamanismo ha sido bien estudiado. El chamán era el especialista de lo sagrado y se le suponía dotado de ciertos dones y condiciones especiales que le permirían mantener contacto con el mundo invisible o sobrenatural. Es también quien cura a los enfermos del grupo y puede escoltar a los muertos en el más allá. Sobre este tema, véase el reciente trabajo de Constantino Manuel Torres y José Berenguer titulado: "Recientes estudios sobre el chamanismo en el Nuevo Mundo y la Península ibérica", Revista del Museo chileno de te Precolombino, vol. 28, Nº 1, Santiago, 2023. Uno de los mayores estudiosos antiguos a nivel mundial de este fenómeno cultural fue la polaca María Czaplicka (1884-1921) quien en homéricos viajes en trineo por la tundra helada, recolectó valiosa información inédita sobre las costumbres de estas tribus tunguses y sus chamanes y ritos y su medio ambiente. En 1916, en plena guerra mundial, publica sus valiosos recuerdos en su obra: "My Siberian Year" (London, Mills and Boon, 1916).
(8) El fechamiento de unos 60.000 - 40.000 años para los posibles inicios de esta actividad ritual, vendría a coincidir aproximadamente con las etapas finales del Período Paleolítico, al menos en Europa y, a la vez, con las etapas finales de la llamada glaciación Würm o Wisconsin. Pero esta es una fecha meramente "tentativa", pues casi nada sabemos todavía sobre las propiedades psíquicas y mentales de los predecesores inmediatos del Homo sapiens (tales como Homo neandertalensis, Homo heidelbergensis, Homo antecessor, Homo denisovanus, etc.). Futuros descubrimientos en este terreno probablemente nos van a ofrecer aún grandes sorpresas. Lo que es algo propio del avance imparable de la ciencia con el aporte de nuevas y audaces técnicas de investigación.
(9) Una de los motivos pictóricos más antiguos y enigmáticos parece corresponder al dibujo de "manos" humanas. Es un motivo relativamente frecuente en cuevas de la Patagonia chilena y argentina. También en España en las cuevas de Maltravieso y El Castillo. ¿Qué se ha querido expresar on esas numerosas manos en movimiento? . Que nos quieren enseñar o mostrar?. A la verdad, no lo sabemos. Es éste -a mi entender-, uno de los mayores enigmas del arte rupestre mundial.
Hay dibujos de "manos" de adultos y también de niños, quienes, sin duda, observaron el trabajo de los adultos y trataron seguramente de imitarlos, como parte del mismo "juego" ritual. Estudios muy recientes han revelado que algunas de esas "manos" corresponderían a manos de mujeres quienes, además, tendrían a su cuidado la mantención permanente del fuego así como el cuidado de los niños. Lo que nos plantea nuevas e interesantes reflexiones sobre el rol concreto de la mujer en el transcurso de su vida al interior de sus cuevas. ¿Cuántos de los dibujos de sus cavernas serían, tal vez, obra de mujeres?. Tal vez nunca lo sabremos...
Lo llamativo y extraño del caso es que -a diferencia de los otros motivos de animales representados- aquí no se da propiamente un "dibujo" o "diseño" especial de las "manos", sino tan solo su impronta mediante la insuflación de la pintura en polvo sobre la mano extendida. La propia mano sirve aquí de negativo, resultando el positivo su contorno exacto.
Excepto en el caso de la representación de las figuras humanas, generalmente pequeñas, muy esquemáticas y con escaso detalle (salvo en la reproducción de la estólica o del arco, como instrumento propio del cazador), se observa que el intento general es reproducir lo más fielmente posible la silueta fiel de los diversos animales de caza. Así, es posible reconocer fácilmente, en las pinturas de Europa, el mamut, el rinoceronte, el caballo, el ciervo o gacela, los renos, bisontes, uros y cabras monteses, los felinos y hasta el tigre dientes de sable. Varias de estas especies hoy están extintas. La especie más común: es, por lejos, el caballo. Las escenas de caza con representación de cazadores y sus armas, son frecuentes.
En América del Sur del sur, los animales dibujados de preferencia son jaguares, ciervos, guanacos, tapires, armadillos y, entre las aves, al parecer solo el ñandú. No conocemos -hasta ahora- ningun caso en América de representación del caballo americano (
Equus ferus caballus), aunque sabemos con certeza que los hubo - y de varias especies o tipos- en el territorio nacional hasta por lo menos los 10.000-11.000 A.P. En el salar de Surire, (Región de Arica y Parinacota), muy recientemente, ha sido datada su presencia en los 13.000 A.P. (Consulte:
Journal of Vertebrate Paleontology. Ver https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/02724634.2020.1862132). En la costa norte chilena, destacan, en cambio, los motivos de peces, cetáceos y embarcaciones, como en el sitio "El Médano", cerca de Taltal.
El conjunto comparativo de todas estas representaciones nos ofrece así un excelente cuadro general de la práctica de la cacería de animales por parte de los seres humanos en esa época finiglacial. Lo que aparentemente nunca se dibuja aquí, son personajes femeninos comprometidos directa o indirectamente en la labor de caza, (salvo en los casos de la reproducción de las "manos" femeninas). Ellas no van a la cacería sino seguramente quedarían a cargo de alimentar el fuego, la preparación del alimento, del vestuario y/o el cuidado de los niños.
¿Por qué -nos preguntamos- dibujan con tanta precisión y cuidado las "manos", y por qué mediante el estarcido?. En algunos pocos lugares, tan solo se dibuja "manos" y ningún animal. ¿Por qué?. No he leido en ningún autor que trate del tema, alguna explicación plausible a este hecho por lo demás tan notorio y excepcional. ¿Qué sentido o explicación puede tener esta costumbre tan difundida en varias partes del mundo?. ¿Sería, tal vez, una manera práctica de ensayar y comprobar, con una parte fácilmente accesible del propio cuerpo (las manos), el efecto causado al insuflar con un cierto tipo de polvo o pintura?. Tal vez...Pero confesemos mejor abiertamente que no lo sabemos.
(10) El descubrimiento, por obra de la casualidad, de las pinturas rupestres en la cueva de Lascaux en la Dordogne francesa data del año 1940. Las cuevas de Altamira en el norte de España fueron avistadas mucho antes, en 1868, pero su gran valor arqueológico data del año 1902 cuando se confirmó la autenticidad de las pinturas.
(11) La elaboración de antorchas de resinas o grasa animal debió coincidir con la ocupación semi permanente de cuevas en la época glacial final. El hallazgo de "Ötzi", el cazador alpino de unos 45 años, encontrado incrustado en los hielos de los Alpes, en perfecto estado de conservación, con una fecha de 5.300 años A.P, nos ilustra muy bien acerca del tipo de vestimenta y calzado usado por los cazadores en esa época. (A.P. = "antes del presente").
12) Lo que estaría comprobando claramente que lo que interesaba aquí representar no era tanto el ser humano en cuanto cazador, sino más bien sus futuras y "anheladas" presas, perfectamente identificadas por su silueta y talante.
(13) El fechado de aprox. 40.000 años para el inicio de estas pinturas por el Homo sapiens es -lo repetimos- muy tentativo y es resultado de nuestra total ignorancia actual de lo sucedido mucho antes.
(14) Que el objetivo mágico es la captura de una presa determinada lo está sugiriendo claramente el tipo de pintura tan realista y exacta del animal deseado. Es un "anticipo mágico" de la escena de caza ad portas.
(15) El dibujo tan esquemático del cazador, está también sugiriendo que lo que realmente se busca y pretende es la "captura" de la presa. Aquí parece no interesay la descripción en detalle del cazador y/o su atuendo.
(16) Se ha planteado como posibles "mapas" descriptivos o escenarios algunas curiosas incisiones hechas en rocas (en México), pero nunca, que sepamos, con el uso de pinturas de colores.
(17) La frecuencia de solo algunos determinados colores como ocre, crema, marrón, blanco o negro y casi nunca otros (verde o azul) obedecería -lo sospechamos- a la mucho mayor abundancia en la naturaleza de tierras de dichos colores. Tal vez no hubo en tal selección ninguna finalidad propiamente ritual -como opinan algunos- por ejemplo, al usar el color rojo como fiel "recordatorio" de sangre derramada.
(18) Son sumamente raros los casos de escenas de pinturas rupestres hechas a gran altura sobre el espectador (más de 15 metros). Se ha constatado algún caso aislado -como en las cuevas de Altamira-, donde ciertamente se habría requerido de algún tipo de andamio para pintar. Sin duda, la idea es atraer las miradas del espectador a contemplar o meditar la obra de cerca.
(19) ¿Por qué se expone normalmente varias escenas de caza a la vez, con presencia de varios animales?. ¿Cabe preguntarse en este contexto si antes de cada partida de caza siempre el cazador realizaba un acto pictórico mágico, o, tal vez, éste se repetía mágicamente a la distancia, mediante algún desconocido rito particular in situ?. La cacería era, sin duda, una operación muy frecuente para poder abastecer al grupo de carne para varios días. ¿Se dibujaba un animal cada vez que se salía de caza? Es poco probable...Son, en realidad, preguntas todas éstas sin una clara respuesta posible, al menos por ahora.
(20) ¿Hay alguna relación posible entre el sitio de las pinturas (v.gr. en una cueva) y un sitio arqueológico inmediato, aledaño?. En principio sí, pero no es fácil comprobar la exacta contemporaneidad entre las pinturas y otros rasgos de cultura hallados en su contorno inmediato, tales como cerámica, artefactos líticos o restos humanos. Los sitios, sobre todo en cuevas, fueron visitados sucesivamente por distintos pueblos, por muchas generaciones, a lo largo de milenios.