En 1843, una revista científica norteamericana nos sorprende presentando un detallado artículo sobre la zona de Tarapacá, la última y casi desconocida provincia meridional del Perú. Este documento fue publicado bajo el nombre: "Geological and Miscellaneous Notice of the Province of Tarapaca", su autor John H. Blake, y apareció en la revista The American Journal of Science and Arts (conducted by Professor Silliman and Benjamin Silliman, Jr.), Volume XLIV, April 1843.: 1-12). El tema de la reciente iniciación de las explotaciones del caliche para obtener de él el salitre, estaba de moda en el sur del Perú.. Según referencia de William Bollaert (1860), la Provincia de Tarapacá había iniciado, hacia 1830, los primeros embarques de salitre (en inglés "nitrate") hacia puertos europeos y norteamericanos. Si bien el salitre era ya conocido en el Perú desde los tiempos coloniales tempranos, había sido primitivamente empleado más bien en la fabricación de la pólvora. Y como tal, fue muy utilizado en las labores mineras de Huantajaya, Santa Rosa, El Carmen y Chanabaya. Solo tardíamente, hacia 1810, Thaddaeus Haenke, químico de Bohemia, residente en el Alto Perú, había hecho análisis del salitre con muestras obtenidas de la zona de Tarapacá demostrando sus grandes cualidades como fertilizante por la presencia de nitrato de sodio (Cfr. Oscar Bermúdez, Historia del Salitre, Editorial Universitaria, Santiago de Chile, 1964: 44-45) . Veleros ingleses, franceses, alemanes y norteamericanos, a partir ya a del año 1830, venían a buscar a los puertos de Tarapacá el codiciado salitre, que ya empezaba a ser masivamente usado en Europa y Estados Unidos como notable fertilizante de la agricultura.
Quién era John H. Blake, nuestro testigo?.
Poco sabemos acerca de la formación científica o técnica de este experto norteamericano, que, a juzgar por sus escritos, era una persona versada en química y mineralogía. Oscar Bermúdez en sus trabajos sobre la historia del salitre (1963, 1984), tampoco nos suministra mayor información. Ronald D. Crozier es su excelente artículo de síntesis sobre los orígenes de la explotación salitrera, lamentablemente nada nos dice sobre su especialidad. (Ver Crozier, "El salitre hasta la guerra del Pacífico. Una revisión", Revista Historia, Pontificia Universidad Católica, Vol. 30, 1997: 53-126). Por el trabajo de Crozier sabemos que Blake visitó la Provincia de Tarapacá durante 1838 que estuvo en ella casi un año entero y que observó y describió el proceso de elaboración del salitre en las Oficinas de Paradas de la época, probablemente en la alguna de las salitreras de George Smith.. Las muestras que Blake recoge y lleva consigo y sus descripciones motivaron al norteamericano A.A. Hayes a publicar sobre el salitre en los Estados Unidos, señalando, de paso, la existencia de una nueva y rara substancia en el caliche, el yodo.
Una de las primeras descripciones detalladas del proceso de elaboración del salitre.
Blake hace, en las siete primeras páginas del artículo de referencia, una acertada y extensa descripción del proceso de elaboración del salitre en las por entonces llamadas "Oficinas de Paradas", establecimientos muy primitivos donde por medio de grandes calderas de cobre se fundía el caliche y se reducía a una sal muy blanca conocida como "salitre". Adjuntaba Blake un mapa en que se muestra la localización exacta de las Oficinas de este tipo denominadas "Cocina" y "Rinconada", el mismo mapa al parecer que fuera elaborado por Bollaert y Smith ya en el año 1828. No hemos tenido acceso a este mapa el que lamentablemente no figura en la edición de la revista norteamericana que hemos tenido entre manos. Blake barrunta la existencia de yodo en el caliche, pero sus apuntes, inexplicablemente, se dieron un tiempo por perdidos. Mientras tanto, Heyes en los Estados Unidos, hizo una descripción detallada del proceso, siguiendo fielmente a Blake, a quien cita. En 1843 aparecieron los diarios de campo de Blake lo que le permitió escribir este artículo. (referencias a Blake tomadas de Crozier, 1997, en artículo arriba citado).
En este capítulo del Blog, omitiremos, por ahora, la extensa descripción del proceso de obtención del salitre a partir de los caliches, enfocando hoy nuestra atención hacia lo que nos informa sobre la minería metálica en la zona de Tarapacá, en especial la realizada en el Mineral de plata de Huantajaya. Nuestro objetivo.es aportar nuevas e interesantes evidencias sobre los trabajos realizados en este Mineral de plata, el más importante de la Provincia. y, por esta fechas, ya en franca decadencia.
He aquí el texto, que se inicia en la página 8 del artículo original en traducción nuestra. Los subtítulos entre paréntesis cuadrados son un agregado nuestro.
[Lugares de presencia y tipo de de minerales presentes en Tarapacá]
"Se encuentra minerales de plata, antimonio y cobre en los cerros porfiríticos [1] de la costa; los dos primeros, cerca de Iquique [2] en extensas vetas [extensive veins], y el último en considerables cantidades cerca de Pisagua y en las proximidades de Tanna [sic! por Tana]. También se encuentra cobre en el extremo sur y sureste de la Provincia, en vetas que atraviesan el feldespato. Los minerales [ores] son sulfurados [sulphurates], carbonatos [carbonates] y muriatos [muriates]. En la misma cadena de cerros, un poco más al sur y más allá de los límites de la Provincia de Tarapaca [3], los últimos minerales nombrados han sido hallados en tal cantidad como para dar origen [to give rise] a extensivas labores. Este es obtenido por los indígenas y vendido bajo el nombre de "arenilla" [4] como arena para la escritura [sand for letter writing].
[Riqueza minera en el área de Huantajaya y Santa Rosa]
"Las minas de plata de Huantajay [sic! sin la a final] y Santa Rosa [5] , cerca de Iquique, fueron trabajadas intensamente en el pasado [6] y han suministrado [gran] cantidad de plata [7]. Pero en los últimos años, debido a los crecientes gastos del laboreo [mining] y a la pobre calidad del mineral obtenido, la mayoría de las labores [workings] de la primera [esto es, de Huantajaya] y muchas de la segunda [Santa Rosa] han sido abandonadas [8]. Las minas [antedichas] en el tiempo en que fueron visitadas por mí [9], no daban en mineral de plata [puro] más que un 0,31%; pero antiguamente arrojaban abundancia del rico mineral [rich ore] y han entregado algunas de las grandes y puras masas de plata nativa [native silver] que se ha encontrado [10]. En 1758 y 1789, se dice que aquí fueron halladas dos [masas de plata] [11], una de ellas pesó 800 libras [12] y la otra, doscientas libras [13]. Frecuentemente [often] se ha extraido plata nativa [native silver] y plata córnea [horn silver] [14] , pero el principal beneficio se ha conseguido de minerales de plata y antimonio [antimonial silver ores]. En pequeñas vetas, se ha hallado una mezcla de cloruro de plata, sulfuros de plata y plata nativa combinada con galena [15] y acompañada de cuarzo. La matriz en que se halla [este mineral] está constituida por carbonato de cal [carbonate of lime], variando las vetas desde un tamaño casi imperceptible hasta más de un pie [one foot, de ancho].
La temperatura observada en el fondo de las labores [piques] en las minas de Santa Rosa fue de 98 º Fahr.[16]. En el mismo instante, la temperatura del aire en la superficie era de 84º Fahr. [17].
[Descripción del proceso de obtención del mineral de plata en los buitrones en los alrededores de La Tirana].
"No existiendo ni agua ni combustible en aquella parte de la comarca donde están situadas estas minas, el mineral es transportado a lomo de mulas hasta Tirana [sic por La Tirana], para la extracción de la plata que contiene [18]. El proceso que aquí se emplea al efecto comparado con el adoptado en muchas partes de este país, es simple y a la vez, económico [19]. El mineral después de haber sido escogido [assorted] y reducido a trozos irregulares [coarse], es molido, hasta obtener un polvo fino, por medio de una piedra semicircular que descansa en una cama plana, horizontal, la que es movida hacia delante y hacia atrás [is rocked back ands forth] por hombres que se sitúan a cada lado. Luego es mezclada con conchas calcinadas, sal y mercurio y se hace hervir [is boiled] con agua en una caldera de cobre [copper pan] [20] por seis a ocho horas. Cuando la amalgama que se ha formado es suficientemente rica en plata, se la exprime [is pressed] en pieles [skins][21] a través de cuyos poros se filtra una porción del mercurio, dejando una bola [ball] suficientemente sólida como para ser movida hasta un banco de piedra donde se la deja sobre un enrejado [on a grating] [o escurridero] y cubierto por un cono de hierro. Este cono es asegurado tapándolo [by luting], [y] en su base se enciende fuego alrededor para hacer salir el resto del azogue, el que se recoge en un plato de agua dispuesto debajo. La plata queda así liviana y porosa, y en este estado [físico] es conocida como plata penia [22] . Los compradores, antes de adquirirla la funden y la convierten en barras [bars] [23] o la dejan expuesta largo tiempo a un fuego al rojo vivo en un horno, con el fin de asegurarse de que el azogue ha sido totalmente removido.
[Características del suelo y posibilidades de aprovisionamiento].
"En las proximidades de Tarapaca y en la quebrada llamada Cauisa [sic! por Cahuisa o Cahuiza], Pica, Matilla y Tirana [24], el suelo es cultivado pero en el resto de los pueblos de Iquique, Pisagua, Mexellones [ sic! por Mejillones] [25], en el litoral, y en los establecimientos mineros de Guantajay [sic! por Guantajaya] y Santa Rosa, el suelo es estéril [barren] [26] y sus habitantes dependen de distintos lugares para aprovisionarse de víveres y agua fresca [27] . Esta última [el agua] es traída desde Chili [sic! por Chile] [28] y alcanza en Iquique el elevado precio de seis centavos [six cents] [29] el galón".
( traducción nuestra de las páginas 8 y 9 del texto original)
Notas nuestras.
[1] "cerros porfiríticos". Se refiere a la presencia de andesitas y dacitas de edad miocénica, con fechas entre los 10 y 15 millones de años A.P.
[2] Se refiere, sin la menor duda, a los minerales de plata de Huantajaya (Coordenadas ) y Santa Rosa (Coordenadas: ), ambos en las proximidades de la actual ciudad de Alto Hospicio, junto a Iquique; el primero, situado al Norte y el segundo, al Este de esta ciudad. Ambos minerales de plata y cobre fueron intensamente trabajados hacia mediados del siglo XVIII (especialmente entre 1740 y 1800), y el primero de ellos, con certeza desde los tiempos del Inca y después, por el encomendero de Tarapacá Lucas Martínez Begazo, uno de los capitanes del conquistador del Perú Francisco Pizarro.
[3] John Blake siempre escribe "Tarapaca" (sin acento final en la a ) porque el idioma inglés no posee la tilde; pero en cambio, en el artículo de Manuel Basilio de la Fuente, publicado en Londres en 1856, igualmente sobre la Provincia de Tarapacá y traducido al inglés por su amigo William Bollaert, el editor se preocupó especialmente de poner el acento donde corresponde, esto es en la última sílaba: Tarapacá. (Cfr. Observations on the Province of Tarapacá, South Peru", Journal of the Royal Geographical Society of London, Vol. 26 (1856), pp. 229-232).
[4] Esta "arenilla" de acuerdo al Diccionario de la Real Academia Española, Edición Vigésima Segunda,
es, en su primera acepción, "arena menuda, generalmente de hierro magnético, que se echaba en los escritos recientes para secarlos y que no se borrasen".
[5] Las minas coloniales de plata y cobre de Huantajaya y Santa Rosa quedan a muy pocos kilómetros de distancia entre sí y tal vez son parte de una misma formación geológica de carácter porfirítico. Santa Rosa, al decir del historiador Bermúdez, habría iniciado sus actividades muy tardíamente, hacia 1770. Huantajaya es mucho más antiguo. Ambos sectores mineros se pueden ver hoy a través del navegador Google Earth perforados por una increíble cantidad de piques y socavones. Hay piques en Huantajaya, como el famoso pique "San Juan", que tendría una profundidad vertical de 340 m. El socavón del "Chiflón del Diablo" tiene, en cambio, un trazado más bien horizontal. El Plano del yacimiento que hiciera el Teniente de Gobernador Antonio O´Brien en el año 1766 muestra la gran cantidad de estacas o posesiones mineras que taladraron el cerro por esos años desde la restauración de las labores por obra del piqueño Juan de Loayza, quien habría sido advertido de la existencia de mineral por un indio chango conocido con el apodo de "Cacamate". Su nomnre era Domingo Quilina, según otras fuentes. (Cfr. informaciones del Deán Juan Valdivia, en Víctor Manuel Barriga, Memorias para la Historia de Arequipa, 1941-1952, 4 Vols., Arequipa).
[6] Por el cronista Pedro Pizarro sabemos que estas minas de Huantajaya ya fueron "labradas por el Inca". Cuando Pizarro reparte las encomiendas del actual extremo sur peruano y norte chileno en Enero de 1540, toca a Lucas Martínez la Encomienda de Tarapacá. Pronto se entera donde el encomendero de la existencia de antiguas minas labradas en tiempos del Inca. Sin duda ejerciendo presiones y amenazas a sus caciques, éstos le dan el dato exacto y así le veremos muy pronto explotando las minas por medio de indios y negros esclavos, estableciendo una fundición de plata en Tilibilca (junto a Huarasiña) y explotando los otrora frondosos bosques del Tamarugal para obtener madera como combustible para estas faenas. El acucioso estudio del Testamento de Martínez Begaso hecho por obra del historiador peruano Trelles nos trae con lujo de detalles las actividades mineras ejercidas por el encomendero español en Tarapacá. (Cf. Trelles, Efraín, 1988. “El Testamento de Lucas Martinez Begazo”, Revista “Historia”, Lima, Vol. 23,267 a 293).
[7] Son numerosas las referencias históricas referidas a la enorme cantidad de plata obtenida del mineral de Huantajaya junto a Iquique. No repetiremos lo dicho por otros, y remitimos a la obra de Vicente Dagnino (El Corregimiento de Arica 1534-1784, Imprenta de la Ëpoca, Arica, 1909: 81 y ss.). La obra de Dagnino, a pesar de su muy discutible método histórico, encierra un gran caudal de información inédita obtenida por él de la lectura directa de los antiguos Archivos de las ciudad de Arica. Afortunadamente, con cierta frecuencia cita ad litteram dichos textos. Mucho de este material archival se perdió por incendios o terremotos o o fue robado en las décadas siguientes. Es, pues, un gran mérito el de Dagnino el haber transmitido a la posteridad dicha información, copiándola de los archivos. Extrañamente, observamos que los historiadores actuales son bastante reticentes en hacer uso de esta fuente, la que sagazmente utilizada, puede ser de enorme utilidad para el estudio de nuestra zonas de Arica y Tarapacá.
[8] Vemos que, de acuerdo a esta valiosa información hacia el año 1838, fecha segura de la visita de Blake a ambos minerales gran parte de las labores extractivas se hallaban paralizadas.
[9] "fueron visitadas por mi". Evidencia clara de que se trata aquí de un testimonio directo y espontáneo.
[10] Se habla aquí claramente de "masas de plata nativa". Una gran cantidad de autores lo refrendan. No se trata de sulfuros o simples sales de plata sino de plata en estado casi puro, con contenidos de plata cercanos al 70-80%. El autor habla por eso habla de "native silver" y no simplemente de mineral de "sales de plata" (sulfuros). Hay en la actualidad cierta discusión al respecto. Consultado al respecto el geólogo antofagastino Dr. Guillermo Chong, sobre la posibilidad de la existencia de estas masas de plata prácticamente pura, algunas de ellas de un enorme peso, según lo señalado por diversas fuentes históricas confiables, se manifestó bastante escéptico. Mineral de alto contenido de plata, sí, -nos señaló- pero nunca de plata pura, de lo cual no habría antecedentes en la minería mundial..
[11] Tal vez, sea sólo cuestión de terminología. Porque un contenido de 60, 70 u 80% de plata en una masa o "papa", para el minero es prácticamente plata pura; para el químico, en cambio, es tan sólo un mineral que contiene aún muchas impurezas (cobre, antimonio, azufre, entre otras). Quisimos indagar sobre el particular escribiendo a varios Museos geológicos de España, para saber si había entre sus Colecciones, alguna referencia a envíos de "masas" o "papas" de plata desde este Mineral a España en tiempos coloniales, como señalan numerosas fuentes. La respuesta hasta ahora ha sido negativa: lo más cercano, según se me informa, es el hallazgo, en el naufragio del galeón español "Santa María de Atocha", de barras o lingotes de plata de América, de la que se conserva un ejemplar en el Museo Geominero de Madrid (España). Pero este lingote de plata ya había sufrido un proceso de fundición y había sido reducida a "barras". Era el procedimiento temprano normal realizado tanto en Potosí como en Huantajaya.para el envío de la plata para ser ensayada y pesada en las Cajas Reales, pagando por ello el impuesto del "quinto real". Pero también sabemos por el relato del cronista de la expedición de Francis Drake que el corsario encuentra en Ique-ique y en Pisagua, barras de plata para contrabando, en poder de españoles, de las que por cierto se apodera sin tardanza. Estas, sin duda alguna, eran expresión del frecuente y muy rentable contrabando ilegal que los mineros locales de Tarapacá efectuaban directamente en la costa, con navíos de comercio extranjeros (máxime franceses y holandeses), conociendo la total falta de control y vigilancia, y burlando las severas Ordenanzas Reales. (Vea al respecto en este mismo Blog el capítulo que refiere el relato del corsario inglés: "El corsario inglés Francis Drake saquea el puerto de Iquique: relato del capellán Francis Fletcher". de fecha 15/12.2012.
[12] "800 libras" equivalen a 362,89 kg. Se trata, evidentemente, de una masa o "papa" de plata de un enorme tamaño como para lograr dicho peso total.
[13] "200 libras" equivalen a 90.32 kg.
[14] La "plata córnea" o "horn silver" corresponde a la Clorargirita que es una forma mineral del cloruro de plata (AgCl). Tambièn se la ocncoe como Cerargirita (que en griego significa precisamente plata córnea cuando se la encuentran expuesta al aire seco de lo s desiertos (Ver en Wikipedia, Internet, bajo la voz horn silver).
[15] "galena". Se trata de sulfuro de Plomo (PbS2). Este mineral muy difundido en todo el planeta se suele encontrar en yacimientos de plata (Ver Wikipedia, Internet).
[16] Equivalente a 36, 7º C. Añádase a esta alta temperatura la falta prácticamente absoluta de ventilación de estos socavones, y se tendrá una pálida idea del calor reinante en las profundidades de la Mina en la que los operarios, en su mayor parte indígenas, tenían que permanecer por muchas horas. Al salir al exterior de la bocamina, cansados y sudorosos, el viento reinante y la gran diferencia de temperatura ambiental (de casi 6º C) provocaba en ellos fácilmente enfermedades pulmonares o tuberculosis, de las que difícilmente se curaban.Nada sabemos de la tasa de mortandad entre estos operarios, de la que no existe ninguna registro. Pero debió ser muy alta.
[17] Esto es, 28,9º C.
[18] En las proximidades de La Tirana se beneficiaba, en sitios especiales cerrados, denominados Buitrones, el mineral de plata ya previamente molido y triturado. Éste era llevado hasta allí en carretas o a lomo de mulas desde los centros productores (Huantajaya o Santa Rosa). ¿Por qué precisamente en La Tirana (sitio que el autor invariablemente llama simplemente Tirana)?. Porque aquí había abundancia de agua en pozos a muy poca profundidad y en sus alrededores gran abundancia de bosques de tamarugo (Prosopis tamarugo Phil). El proceso de fundición, en efecto requería de enorme cantidad de leña como combustible. Esta corta y quema indiscriminada de tamarugos y algarrobos, durante el período colonial, condujo a la casi total desaparición de estos bosques. Sólo en la década del 1930, gracias a la actividad reforestadora emprendida por español ----
[19] Este proceso aquí descrito, aunque sencillo y práctico, dejaba mucho que desear desde el punto de vista del aprovechamiento integral del metal presente en el mineral.
[20] Estas enormes calderas de cobre, usadas en el sistema aquí descrito de "Paradas", eran trasladadas a los sectores de mayor presencia de caliche. El combustible usado para calentar la mezcla de caliche y agua eran gruesos troncos de tamarugos. También se echó mano a troncos enteros, enterrados por impetuosos aluviones anteriores, material que fue conocido como "madera fósil". Los mineros de la pampa fueron hábiles "cazadores" de esta madera "fósil", enterrada por antiguos aluviones en la pampa, pero aún perfectamente utilizable como combustible en sus buitrones.
[21] Más que cueros [skins], con los que difícilmente se podía filtrar algún líquido, debe aquí tratarse de algún tejido muy fino y apretado, que permitiera "colar" y "exprimir" el resto de azogue retenido en el mineral.
[22] Sic! por "plata piña"].
[23] Plata reducida a barras, listas para ser contrabandeadas, roba el corsario Drake en el puerto de Iquique y en Pisagua. Vea nuestra nota anterior [11].
[24] Referencia muy temprana a la existencia de un pueblo o al menos un lugar de sembrío en la pampa con este nombre. Nótese que se dice simplemente "Tirana" en todos los documentos y planos antiguos , y jamás "La Tirana", denominación esta última que se hará popular mucho después a través de la leyenda que inventara el habilidoso historiador ariqueño Rómulo Cúneo Vidal. Esta presencia humana aquí se debe, sin la menor duda, a la existencia de agua a corta distancia de la superficie en piques o pozos. Uno de éstos, era el "Pozo del Carmen", dedicado evidentemente a la María en su advocación de la Virgen del Carmen, patrona del mineral de Huantajaya.
[25] Se refiere aquí a la caleta "Mejillones del Norte", situada al sur de Pisagua. Y no, evidentemente, a Mejillones, lugar de recalada en el litoral de Antofagasta, al norte de la península de mismo nombre..
[26] La falta total de agua dulce hacía imposible practicar una pequeña agricultura u horticultura en los asientos mineros de Huantajaya y Santa Rosa. El problema no era la calidad del suelo sino la carencia absoluta de agua dulce.
[27] Algunos víveres llegaban desde las aldeas de la precordillera tarapaqueña : Pica, Matilla o Tarapacá. Sabemos que en la pampa de Huara se sembró antiguamente no sólo maíz en tiempos indígenas, (siglos XII-XV) , sino también trigo en tiempos coloniales, cuando bajaban impetuosas las aguas de aluvión en los meses de verano, como lo atestigua Antonio O´Brien en su famoso Plano de la Pampa de Yluga (1765). Pero el grueso del alimento llegaba por mar.
[28] El agua la traían desde el río de Pisagua (sólo cuando éste llegaba al mar )o, en su defecto, desde el puerto de Coquimbo, o aún Valparaíso, en Chile.
[29] "Seis centavos" de dólar americano de la época. El galón, medida anglosajona parta líquidos, equivale a 3.79 lts. en Norteamérica y a 4,54 lts. en Gran Bretaña. La diferencia es debida a un cálculo hecho hacia el mismo tiempo en ambas regiones, pero con procedimientos diferentes; diferencia que ha sobrevivido hasta hoy amparada por el fuerte conservatismo (o conservadurismo) británico, fuertemente refractario a los cambios. Suponemos que el autor, siendo estadounidense, se refiere aquí a la nomenclatura en uso en Norteamericana. No sabríamos señalar a qué cantidad de dinero correspondería hoy en esa misma moneda. En todo caso, era considerado un precio muy alto y, por lo tanto, su traída en barcos desde los puertos chilenos de Valparaíso o Coquimbo constituía un negocio altamente atractivo para algunos comerciantes de la época.
(Notas en en elaboración)
Una de las primeras descripciones detalladas del proceso de elaboración del salitre.
Blake hace, en las siete primeras páginas del artículo de referencia, una acertada y extensa descripción del proceso de elaboración del salitre en las por entonces llamadas "Oficinas de Paradas", establecimientos muy primitivos donde por medio de grandes calderas de cobre se fundía el caliche y se reducía a una sal muy blanca conocida como "salitre". Adjuntaba Blake un mapa en que se muestra la localización exacta de las Oficinas de este tipo denominadas "Cocina" y "Rinconada", el mismo mapa al parecer que fuera elaborado por Bollaert y Smith ya en el año 1828. No hemos tenido acceso a este mapa el que lamentablemente no figura en la edición de la revista norteamericana que hemos tenido entre manos. Blake barrunta la existencia de yodo en el caliche, pero sus apuntes, inexplicablemente, se dieron un tiempo por perdidos. Mientras tanto, Heyes en los Estados Unidos, hizo una descripción detallada del proceso, siguiendo fielmente a Blake, a quien cita. En 1843 aparecieron los diarios de campo de Blake lo que le permitió escribir este artículo. (referencias a Blake tomadas de Crozier, 1997, en artículo arriba citado).
En este capítulo del Blog, omitiremos, por ahora, la extensa descripción del proceso de obtención del salitre a partir de los caliches, enfocando hoy nuestra atención hacia lo que nos informa sobre la minería metálica en la zona de Tarapacá, en especial la realizada en el Mineral de plata de Huantajaya. Nuestro objetivo.es aportar nuevas e interesantes evidencias sobre los trabajos realizados en este Mineral de plata, el más importante de la Provincia. y, por esta fechas, ya en franca decadencia.
He aquí el texto, que se inicia en la página 8 del artículo original en traducción nuestra. Los subtítulos entre paréntesis cuadrados son un agregado nuestro.
[Lugares de presencia y tipo de de minerales presentes en Tarapacá]
"Se encuentra minerales de plata, antimonio y cobre en los cerros porfiríticos [1] de la costa; los dos primeros, cerca de Iquique [2] en extensas vetas [extensive veins], y el último en considerables cantidades cerca de Pisagua y en las proximidades de Tanna [sic! por Tana]. También se encuentra cobre en el extremo sur y sureste de la Provincia, en vetas que atraviesan el feldespato. Los minerales [ores] son sulfurados [sulphurates], carbonatos [carbonates] y muriatos [muriates]. En la misma cadena de cerros, un poco más al sur y más allá de los límites de la Provincia de Tarapaca [3], los últimos minerales nombrados han sido hallados en tal cantidad como para dar origen [to give rise] a extensivas labores. Este es obtenido por los indígenas y vendido bajo el nombre de "arenilla" [4] como arena para la escritura [sand for letter writing].
[Riqueza minera en el área de Huantajaya y Santa Rosa]
"Las minas de plata de Huantajay [sic! sin la a final] y Santa Rosa [5] , cerca de Iquique, fueron trabajadas intensamente en el pasado [6] y han suministrado [gran] cantidad de plata [7]. Pero en los últimos años, debido a los crecientes gastos del laboreo [mining] y a la pobre calidad del mineral obtenido, la mayoría de las labores [workings] de la primera [esto es, de Huantajaya] y muchas de la segunda [Santa Rosa] han sido abandonadas [8]. Las minas [antedichas] en el tiempo en que fueron visitadas por mí [9], no daban en mineral de plata [puro] más que un 0,31%; pero antiguamente arrojaban abundancia del rico mineral [rich ore] y han entregado algunas de las grandes y puras masas de plata nativa [native silver] que se ha encontrado [10]. En 1758 y 1789, se dice que aquí fueron halladas dos [masas de plata] [11], una de ellas pesó 800 libras [12] y la otra, doscientas libras [13]. Frecuentemente [often] se ha extraido plata nativa [native silver] y plata córnea [horn silver] [14] , pero el principal beneficio se ha conseguido de minerales de plata y antimonio [antimonial silver ores]. En pequeñas vetas, se ha hallado una mezcla de cloruro de plata, sulfuros de plata y plata nativa combinada con galena [15] y acompañada de cuarzo. La matriz en que se halla [este mineral] está constituida por carbonato de cal [carbonate of lime], variando las vetas desde un tamaño casi imperceptible hasta más de un pie [one foot, de ancho].
La temperatura observada en el fondo de las labores [piques] en las minas de Santa Rosa fue de 98 º Fahr.[16]. En el mismo instante, la temperatura del aire en la superficie era de 84º Fahr. [17].
[Descripción del proceso de obtención del mineral de plata en los buitrones en los alrededores de La Tirana].
"No existiendo ni agua ni combustible en aquella parte de la comarca donde están situadas estas minas, el mineral es transportado a lomo de mulas hasta Tirana [sic por La Tirana], para la extracción de la plata que contiene [18]. El proceso que aquí se emplea al efecto comparado con el adoptado en muchas partes de este país, es simple y a la vez, económico [19]. El mineral después de haber sido escogido [assorted] y reducido a trozos irregulares [coarse], es molido, hasta obtener un polvo fino, por medio de una piedra semicircular que descansa en una cama plana, horizontal, la que es movida hacia delante y hacia atrás [is rocked back ands forth] por hombres que se sitúan a cada lado. Luego es mezclada con conchas calcinadas, sal y mercurio y se hace hervir [is boiled] con agua en una caldera de cobre [copper pan] [20] por seis a ocho horas. Cuando la amalgama que se ha formado es suficientemente rica en plata, se la exprime [is pressed] en pieles [skins][21] a través de cuyos poros se filtra una porción del mercurio, dejando una bola [ball] suficientemente sólida como para ser movida hasta un banco de piedra donde se la deja sobre un enrejado [on a grating] [o escurridero] y cubierto por un cono de hierro. Este cono es asegurado tapándolo [by luting], [y] en su base se enciende fuego alrededor para hacer salir el resto del azogue, el que se recoge en un plato de agua dispuesto debajo. La plata queda así liviana y porosa, y en este estado [físico] es conocida como plata penia [22] . Los compradores, antes de adquirirla la funden y la convierten en barras [bars] [23] o la dejan expuesta largo tiempo a un fuego al rojo vivo en un horno, con el fin de asegurarse de que el azogue ha sido totalmente removido.
[Características del suelo y posibilidades de aprovisionamiento].
"En las proximidades de Tarapaca y en la quebrada llamada Cauisa [sic! por Cahuisa o Cahuiza], Pica, Matilla y Tirana [24], el suelo es cultivado pero en el resto de los pueblos de Iquique, Pisagua, Mexellones [ sic! por Mejillones] [25], en el litoral, y en los establecimientos mineros de Guantajay [sic! por Guantajaya] y Santa Rosa, el suelo es estéril [barren] [26] y sus habitantes dependen de distintos lugares para aprovisionarse de víveres y agua fresca [27] . Esta última [el agua] es traída desde Chili [sic! por Chile] [28] y alcanza en Iquique el elevado precio de seis centavos [six cents] [29] el galón".
( traducción nuestra de las páginas 8 y 9 del texto original)
Notas nuestras.
[1] "cerros porfiríticos". Se refiere a la presencia de andesitas y dacitas de edad miocénica, con fechas entre los 10 y 15 millones de años A.P.
[2] Se refiere, sin la menor duda, a los minerales de plata de Huantajaya (Coordenadas ) y Santa Rosa (Coordenadas: ), ambos en las proximidades de la actual ciudad de Alto Hospicio, junto a Iquique; el primero, situado al Norte y el segundo, al Este de esta ciudad. Ambos minerales de plata y cobre fueron intensamente trabajados hacia mediados del siglo XVIII (especialmente entre 1740 y 1800), y el primero de ellos, con certeza desde los tiempos del Inca y después, por el encomendero de Tarapacá Lucas Martínez Begazo, uno de los capitanes del conquistador del Perú Francisco Pizarro.
[3] John Blake siempre escribe "Tarapaca" (sin acento final en la a ) porque el idioma inglés no posee la tilde; pero en cambio, en el artículo de Manuel Basilio de la Fuente, publicado en Londres en 1856, igualmente sobre la Provincia de Tarapacá y traducido al inglés por su amigo William Bollaert, el editor se preocupó especialmente de poner el acento donde corresponde, esto es en la última sílaba: Tarapacá. (Cfr. Observations on the Province of Tarapacá, South Peru", Journal of the Royal Geographical Society of London, Vol. 26 (1856), pp. 229-232).
[4] Esta "arenilla" de acuerdo al Diccionario de la Real Academia Española, Edición Vigésima Segunda,
es, en su primera acepción, "arena menuda, generalmente de hierro magnético, que se echaba en los escritos recientes para secarlos y que no se borrasen".
[5] Las minas coloniales de plata y cobre de Huantajaya y Santa Rosa quedan a muy pocos kilómetros de distancia entre sí y tal vez son parte de una misma formación geológica de carácter porfirítico. Santa Rosa, al decir del historiador Bermúdez, habría iniciado sus actividades muy tardíamente, hacia 1770. Huantajaya es mucho más antiguo. Ambos sectores mineros se pueden ver hoy a través del navegador Google Earth perforados por una increíble cantidad de piques y socavones. Hay piques en Huantajaya, como el famoso pique "San Juan", que tendría una profundidad vertical de 340 m. El socavón del "Chiflón del Diablo" tiene, en cambio, un trazado más bien horizontal. El Plano del yacimiento que hiciera el Teniente de Gobernador Antonio O´Brien en el año 1766 muestra la gran cantidad de estacas o posesiones mineras que taladraron el cerro por esos años desde la restauración de las labores por obra del piqueño Juan de Loayza, quien habría sido advertido de la existencia de mineral por un indio chango conocido con el apodo de "Cacamate". Su nomnre era Domingo Quilina, según otras fuentes. (Cfr. informaciones del Deán Juan Valdivia, en Víctor Manuel Barriga, Memorias para la Historia de Arequipa, 1941-1952, 4 Vols., Arequipa).
[6] Por el cronista Pedro Pizarro sabemos que estas minas de Huantajaya ya fueron "labradas por el Inca". Cuando Pizarro reparte las encomiendas del actual extremo sur peruano y norte chileno en Enero de 1540, toca a Lucas Martínez la Encomienda de Tarapacá. Pronto se entera donde el encomendero de la existencia de antiguas minas labradas en tiempos del Inca. Sin duda ejerciendo presiones y amenazas a sus caciques, éstos le dan el dato exacto y así le veremos muy pronto explotando las minas por medio de indios y negros esclavos, estableciendo una fundición de plata en Tilibilca (junto a Huarasiña) y explotando los otrora frondosos bosques del Tamarugal para obtener madera como combustible para estas faenas. El acucioso estudio del Testamento de Martínez Begaso hecho por obra del historiador peruano Trelles nos trae con lujo de detalles las actividades mineras ejercidas por el encomendero español en Tarapacá. (Cf. Trelles, Efraín, 1988. “El Testamento de Lucas Martinez Begazo”, Revista “Historia”, Lima, Vol. 23,
[7] Son numerosas las referencias históricas referidas a la enorme cantidad de plata obtenida del mineral de Huantajaya junto a Iquique. No repetiremos lo dicho por otros, y remitimos a la obra de Vicente Dagnino (El Corregimiento de Arica 1534-1784, Imprenta de la Ëpoca, Arica, 1909: 81 y ss.). La obra de Dagnino, a pesar de su muy discutible método histórico, encierra un gran caudal de información inédita obtenida por él de la lectura directa de los antiguos Archivos de las ciudad de Arica. Afortunadamente, con cierta frecuencia cita ad litteram dichos textos. Mucho de este material archival se perdió por incendios o terremotos o o fue robado en las décadas siguientes. Es, pues, un gran mérito el de Dagnino el haber transmitido a la posteridad dicha información, copiándola de los archivos. Extrañamente, observamos que los historiadores actuales son bastante reticentes en hacer uso de esta fuente, la que sagazmente utilizada, puede ser de enorme utilidad para el estudio de nuestra zonas de Arica y Tarapacá.
[8] Vemos que, de acuerdo a esta valiosa información hacia el año 1838, fecha segura de la visita de Blake a ambos minerales gran parte de las labores extractivas se hallaban paralizadas.
[9] "fueron visitadas por mi". Evidencia clara de que se trata aquí de un testimonio directo y espontáneo.
[10] Se habla aquí claramente de "masas de plata nativa". Una gran cantidad de autores lo refrendan. No se trata de sulfuros o simples sales de plata sino de plata en estado casi puro, con contenidos de plata cercanos al 70-80%. El autor habla por eso habla de "native silver" y no simplemente de mineral de "sales de plata" (sulfuros). Hay en la actualidad cierta discusión al respecto. Consultado al respecto el geólogo antofagastino Dr. Guillermo Chong, sobre la posibilidad de la existencia de estas masas de plata prácticamente pura, algunas de ellas de un enorme peso, según lo señalado por diversas fuentes históricas confiables, se manifestó bastante escéptico. Mineral de alto contenido de plata, sí, -nos señaló- pero nunca de plata pura, de lo cual no habría antecedentes en la minería mundial..
[11] Tal vez, sea sólo cuestión de terminología. Porque un contenido de 60, 70 u 80% de plata en una masa o "papa", para el minero es prácticamente plata pura; para el químico, en cambio, es tan sólo un mineral que contiene aún muchas impurezas (cobre, antimonio, azufre, entre otras). Quisimos indagar sobre el particular escribiendo a varios Museos geológicos de España, para saber si había entre sus Colecciones, alguna referencia a envíos de "masas" o "papas" de plata desde este Mineral a España en tiempos coloniales, como señalan numerosas fuentes. La respuesta hasta ahora ha sido negativa: lo más cercano, según se me informa, es el hallazgo, en el naufragio del galeón español "Santa María de Atocha", de barras o lingotes de plata de América, de la que se conserva un ejemplar en el Museo Geominero de Madrid (España). Pero este lingote de plata ya había sufrido un proceso de fundición y había sido reducida a "barras". Era el procedimiento temprano normal realizado tanto en Potosí como en Huantajaya.para el envío de la plata para ser ensayada y pesada en las Cajas Reales, pagando por ello el impuesto del "quinto real". Pero también sabemos por el relato del cronista de la expedición de Francis Drake que el corsario encuentra en Ique-ique y en Pisagua, barras de plata para contrabando, en poder de españoles, de las que por cierto se apodera sin tardanza. Estas, sin duda alguna, eran expresión del frecuente y muy rentable contrabando ilegal que los mineros locales de Tarapacá efectuaban directamente en la costa, con navíos de comercio extranjeros (máxime franceses y holandeses), conociendo la total falta de control y vigilancia, y burlando las severas Ordenanzas Reales. (Vea al respecto en este mismo Blog el capítulo que refiere el relato del corsario inglés: "El corsario inglés Francis Drake saquea el puerto de Iquique: relato del capellán Francis Fletcher". de fecha 15/12.2012.
[12] "800 libras" equivalen a 362,89 kg. Se trata, evidentemente, de una masa o "papa" de plata de un enorme tamaño como para lograr dicho peso total.
[13] "200 libras" equivalen a 90.32 kg.
[14] La "plata córnea" o "horn silver" corresponde a la Clorargirita que es una forma mineral del cloruro de plata (AgCl). Tambièn se la ocncoe como Cerargirita (que en griego significa precisamente plata córnea cuando se la encuentran expuesta al aire seco de lo s desiertos (Ver en Wikipedia, Internet, bajo la voz horn silver).
[15] "galena". Se trata de sulfuro de Plomo (PbS2). Este mineral muy difundido en todo el planeta se suele encontrar en yacimientos de plata (Ver Wikipedia, Internet).
[16] Equivalente a 36, 7º C. Añádase a esta alta temperatura la falta prácticamente absoluta de ventilación de estos socavones, y se tendrá una pálida idea del calor reinante en las profundidades de la Mina en la que los operarios, en su mayor parte indígenas, tenían que permanecer por muchas horas. Al salir al exterior de la bocamina, cansados y sudorosos, el viento reinante y la gran diferencia de temperatura ambiental (de casi 6º C) provocaba en ellos fácilmente enfermedades pulmonares o tuberculosis, de las que difícilmente se curaban.Nada sabemos de la tasa de mortandad entre estos operarios, de la que no existe ninguna registro. Pero debió ser muy alta.
[17] Esto es, 28,9º C.
[18] En las proximidades de La Tirana se beneficiaba, en sitios especiales cerrados, denominados Buitrones, el mineral de plata ya previamente molido y triturado. Éste era llevado hasta allí en carretas o a lomo de mulas desde los centros productores (Huantajaya o Santa Rosa). ¿Por qué precisamente en La Tirana (sitio que el autor invariablemente llama simplemente Tirana)?. Porque aquí había abundancia de agua en pozos a muy poca profundidad y en sus alrededores gran abundancia de bosques de tamarugo (Prosopis tamarugo Phil). El proceso de fundición, en efecto requería de enorme cantidad de leña como combustible. Esta corta y quema indiscriminada de tamarugos y algarrobos, durante el período colonial, condujo a la casi total desaparición de estos bosques. Sólo en la década del 1930, gracias a la actividad reforestadora emprendida por español ----
[19] Este proceso aquí descrito, aunque sencillo y práctico, dejaba mucho que desear desde el punto de vista del aprovechamiento integral del metal presente en el mineral.
[20] Estas enormes calderas de cobre, usadas en el sistema aquí descrito de "Paradas", eran trasladadas a los sectores de mayor presencia de caliche. El combustible usado para calentar la mezcla de caliche y agua eran gruesos troncos de tamarugos. También se echó mano a troncos enteros, enterrados por impetuosos aluviones anteriores, material que fue conocido como "madera fósil". Los mineros de la pampa fueron hábiles "cazadores" de esta madera "fósil", enterrada por antiguos aluviones en la pampa, pero aún perfectamente utilizable como combustible en sus buitrones.
[21] Más que cueros [skins], con los que difícilmente se podía filtrar algún líquido, debe aquí tratarse de algún tejido muy fino y apretado, que permitiera "colar" y "exprimir" el resto de azogue retenido en el mineral.
[22] Sic! por "plata piña"].
[23] Plata reducida a barras, listas para ser contrabandeadas, roba el corsario Drake en el puerto de Iquique y en Pisagua. Vea nuestra nota anterior [11].
[24] Referencia muy temprana a la existencia de un pueblo o al menos un lugar de sembrío en la pampa con este nombre. Nótese que se dice simplemente "Tirana" en todos los documentos y planos antiguos , y jamás "La Tirana", denominación esta última que se hará popular mucho después a través de la leyenda que inventara el habilidoso historiador ariqueño Rómulo Cúneo Vidal. Esta presencia humana aquí se debe, sin la menor duda, a la existencia de agua a corta distancia de la superficie en piques o pozos. Uno de éstos, era el "Pozo del Carmen", dedicado evidentemente a la María en su advocación de la Virgen del Carmen, patrona del mineral de Huantajaya.
[25] Se refiere aquí a la caleta "Mejillones del Norte", situada al sur de Pisagua. Y no, evidentemente, a Mejillones, lugar de recalada en el litoral de Antofagasta, al norte de la península de mismo nombre..
[26] La falta total de agua dulce hacía imposible practicar una pequeña agricultura u horticultura en los asientos mineros de Huantajaya y Santa Rosa. El problema no era la calidad del suelo sino la carencia absoluta de agua dulce.
[27] Algunos víveres llegaban desde las aldeas de la precordillera tarapaqueña : Pica, Matilla o Tarapacá. Sabemos que en la pampa de Huara se sembró antiguamente no sólo maíz en tiempos indígenas, (siglos XII-XV) , sino también trigo en tiempos coloniales, cuando bajaban impetuosas las aguas de aluvión en los meses de verano, como lo atestigua Antonio O´Brien en su famoso Plano de la Pampa de Yluga (1765). Pero el grueso del alimento llegaba por mar.
[28] El agua la traían desde el río de Pisagua (sólo cuando éste llegaba al mar )o, en su defecto, desde el puerto de Coquimbo, o aún Valparaíso, en Chile.
[29] "Seis centavos" de dólar americano de la época. El galón, medida anglosajona parta líquidos, equivale a 3.79 lts. en Norteamérica y a 4,54 lts. en Gran Bretaña. La diferencia es debida a un cálculo hecho hacia el mismo tiempo en ambas regiones, pero con procedimientos diferentes; diferencia que ha sobrevivido hasta hoy amparada por el fuerte conservatismo (o conservadurismo) británico, fuertemente refractario a los cambios. Suponemos que el autor, siendo estadounidense, se refiere aquí a la nomenclatura en uso en Norteamericana. No sabríamos señalar a qué cantidad de dinero correspondería hoy en esa misma moneda. En todo caso, era considerado un precio muy alto y, por lo tanto, su traída en barcos desde los puertos chilenos de Valparaíso o Coquimbo constituía un negocio altamente atractivo para algunos comerciantes de la época.
(Notas en en elaboración)
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