Patricio Advis en su estudio rodeado de libros y documentos, medita, intrigado, sobre el paso del conquistador Diego de Almagro por el Despoblado de Atacama (Foto gentilmente facilitada por el arquitecto Alberto Prado especialmente para este capítulo).
La Partida del explorador del Tamarugal.
Hace exactamente un año (30 de diciembre 2011) un cáncer agresivo e irresistible nos arrebataba de improviso al amigo, el arquitecto e historiador, Patricio Advis Vitaglic. El cigarrillo, su nefasto e inseparable compañero de faena, enemigo secreto pero implacable del hombre moderno, lo llevó a la tumba. En estas páginas de mi Blog, dedicadas en su mayor parte a historiar y describir el Norte grande chileno, quisiera hacerle hoy un homenaje sentido, nacido desde el fondo del alma. Porque Patricio es parte imborrable de esta "historia". Hace un año, el 31 de diciembre 2011, le dedicamos con especial afecto un capítulo del Blog intitulado: "Una mirada espacial a la Historia: el aporte científico de Patricio Advis Vitaglic, arquitecto".
Un año exacto ha transcurrido en silencio, sin su presencia siempre alentadora y fecunda.
Advis y la historia colonial de Tarapacá.
En efecto, la descripción temprana de Tarapacá colonial en sus diversas facetas, (demográficas, religiosas, económicas) le debe un potente y sólido reconocimiento, mucho más que la arquitectura citadina, en la que descolló como pocos. Porque sus numerosas obras arquitectónicas, que jalonan orgullosas algunas calles de nuestra ciudad de Iquique, durarán lo que las modas: solo un breve tiempo. Y - lo apostamos-, el ataque implacable del mazo de 25 libras y/o la retroexcavadora, darán cuenta de ellas tal vez antes de que se cumpla un siglo. Es el triste sino de nuestra arquitectura local en manos de los "amantes del mentado progreso".
Su rica producción histórica reflejada en sus libros y artículos, en cambio, es imperecedera, eterna. Ahí quedarán enhiestos y desafiantes del tiempo, sus análisis históricos sobre Tarapacá, a los que dedicó tal vez más tiempo, energía y pasión que a su propio arte de vocación: la arquitectura.
Su rica producción histórica reflejada en sus libros y artículos, en cambio, es imperecedera, eterna. Ahí quedarán enhiestos y desafiantes del tiempo, sus análisis históricos sobre Tarapacá, a los que dedicó tal vez más tiempo, energía y pasión que a su propio arte de vocación: la arquitectura.
Un breve recuento de su obra.
Quisiéramos brevemente bosquejar su trayectoria en el campo del "historiar" tarapaqueño. No es nuestra pretensión estudiar en profundidad su legado. Otros lo harán, tarde o temprano y con mayores armas que las mías. Solo nos referiremos a algunos de sus trabajos, que en su momento hicieron época.
En 1971, e influenciado tal vez por el historiador nortino Oscar Bermúdez Miral, escribe su primer artículo histórico dedicado a las "chacras de los antiguos" en la Pampa del Tamarugal. A través del arqueólogo Lautaro Núñez, a lo que creemos, conoce el "Plano de la Pampa de Yluga" del sevillano Antonio O´Brien y se pone a estudiarlo. Nace así su creciente interés por las "obras" de los antiguos, reflejada en Planos y mapas coloniales. Así surge, en 1971, su primer trabajo que quedó lamentablemente inédito: "Antiguos sembríos en el desierto de Huara (o Iluga) en la Pampa del Tamarugal". Este temprano trabajo influirá decisivamente en los trabajos de campo que el Instituto de Geografía de la Pontificia Universidad Católica iniciarán en la zona a partir del año 1972.
Al final de su vida, nos brindará varios trabajos de gran fuste, en particular su acabado estudio del paso de Diego de Almagro por el desierto tarapaqueño, al parecer su obra histórica cumbre.
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La revista iquiqueña "Camanchaca" del Taller de Estudios Regionales (TER) , acogerá tempranamente varios de sus artículos de corte histórico-cultural. Recordemos tres, a nuestro juicio los más representativos de sus inquietudes históricas:
Su producción histórica.
Artículos:
1) Advis, Patricio, 1989. “Alcance geográfico del nombre Valle de Tarapacá en la temprana Colonia”, Revista Camanchaca, Nº 8, Taller de Estudios Regionales (TER), Iquique.
2) Advis, Patricio, 1990. "La Doctrina de Tarapacá en el siglo XVI (Perfil administrativo eclesiástico)". Revista Camanchaca, Taller de Estudios Regionales (TER) ,Nº 12-13, 76-90.
3) Advis, Patricio, 1990. "Ique-ique de los pescadores (la caleta prehispánica, 1535)", Revista Camanchaca, N º 11, Taller de Estudios Regionales (TER), 37- 44, (con plano de Iquique temprano).
Libros:
1) La iglesia colonial de San Antonio de Matilla: su origen, su fechado , sus transformaciones, Ediciones IECTA, Iquique, 1990.
2) La batalla de Tarapacá y sus hechos memorables, Universidad Arturo Prat, Iquique, 1989.
3) La arquitectura de Iquique durante el período salitrero, Editorial Pehuén, Santiago de Chile, 2008.
4) El desierto commovido Paso de la hueste de Almagro por el Norte de Chile, Ediciones Universidad Arturo Prat, Iquique. Chile, 2008.
Su legado científico.
Tres aspectos campean, a nuestro juicio, en la obra científica histórica de Patricio Advis, todos ellos muy necesarios hoy para el antropólogo, geógrafo, historiador o arqueólogo de campo:
1) Su afán de reunir el máximo de información previa sobre el tema de estudio. Pasaba meses y meses juntando el material. No fue amigo de improvisaciones. Hacía cualquier esfuerzo por conseguir la obra que le faltaba. Su bibliografía de referencia era siempre sobreabundante y precisa.
2) Su interés por la geografía, geomorfología y ecología de los paisajes que estudia le lleva a visitar y recorrer a pie grandes extensiones. Más de una vez lo hace con sus discípulos, estudiantes de arquitectura de la Universidad Arturo Prat de Iquique, su Alma Mater. Sólo así puede animarse el investigador a describir los paisajes de antaño. Advis es cualquier cosa menos un hombre de gabinete. Con ese conocimiento concreto de los lugares que narra, se puede dar el lujo a veces de corregir y enmendar los dichos de ciertas "vacas sagradas" de nuestra historia. Y es lo que le recomienda a los futuros investigadores: recorrer a pie, con los bototos calzados y una cantimplora con agua al cinto, los tramos pedregosos del desierto. Así conocerá de cerca el "Camino del Inca" - el Qhapaqñan- y otras antiguas huellas visibles de la presencia humana en el desierto.
3) Su anhelo por compartir conocimientos. Tenía un profundo respeto por las opiniones científicas de los demás, mientras éstas fueran fundadas. Por ello gustaba discutir los temas con otros especialistas, a menudo con una tacita de café en la mano y unos cigarrillos. Fuimos varias veces testigosy partícipes de ello. Era un amenísimo conversador y, a la vez, un tenaz y curioso interrogador. Así se iba él formando una opinión propia, autorizada, sobre su tema de estudio
Advis un geógrafo humano y un eco-antropólogo.
Si le hacemos aquí un sentido homenaje es porque estamos convencidos, leyendo con lupa sus escritos, tejidos en un cuidado castellano, que Advis avizoró sagazmente la necesidad de aunar férreamente historia y geografía, historia y paisaje, historia y territorio, en una mirada de conjunto, donde la cartografía (el plano, el croquis) servía como punto de tangencia entre ambas disciplinas. Son raros los historiadores que buscan apoyo en la geografía humana y en la geomorfología o geografía física. La mayoría de los autores antiguos, simplemente las soslaya. Hoy, por fortuna, cunde entre los historiadores la urgencia por incorporar la visión geográfica del paisaje y del territorio, al estudio de cada una de las comunidades humanas. El geógrafo alemán Karl Ritter (1759-1839) decía muy sabiamente: "la Naturaleza (Natur) y la Historia (Geschiche) son términos que se hallan perpetuamente asociados; entre éstos debe gravitar el pensamiento del geógrafo humano", y - agregamos nosotros- también del eco-antropólogo (Cfr. Albert Demangeon, Problèmes de géographie humaine, Librairie Armand Colin, Paris, 1952: 27).
Es exactamente lo que trató de plasmar en sus escritos nuestro amigo Patricio Advis Vitaglic.
En el día del primer aniversario de su partida de este mundo, sirvan estas breves reflexiones para alivio y consuelo de sus seres queridos que lo lloran, así como para animar a los futuros investigadores de la tierra tarapaqueña a seguir fielmente sus pasos.
Patricio Advis tiene aún mucho que enseñarnos.
Dr. Horacio Larrain B. (Ph.D.)
Centro del Desierto de Atacama
Pontificia Universidad Católica de Chile.
Iquique 30 de diciembre 2012.
Su legado científico.
Tres aspectos campean, a nuestro juicio, en la obra científica histórica de Patricio Advis, todos ellos muy necesarios hoy para el antropólogo, geógrafo, historiador o arqueólogo de campo:
1) Su afán de reunir el máximo de información previa sobre el tema de estudio. Pasaba meses y meses juntando el material. No fue amigo de improvisaciones. Hacía cualquier esfuerzo por conseguir la obra que le faltaba. Su bibliografía de referencia era siempre sobreabundante y precisa.
2) Su interés por la geografía, geomorfología y ecología de los paisajes que estudia le lleva a visitar y recorrer a pie grandes extensiones. Más de una vez lo hace con sus discípulos, estudiantes de arquitectura de la Universidad Arturo Prat de Iquique, su Alma Mater. Sólo así puede animarse el investigador a describir los paisajes de antaño. Advis es cualquier cosa menos un hombre de gabinete. Con ese conocimiento concreto de los lugares que narra, se puede dar el lujo a veces de corregir y enmendar los dichos de ciertas "vacas sagradas" de nuestra historia. Y es lo que le recomienda a los futuros investigadores: recorrer a pie, con los bototos calzados y una cantimplora con agua al cinto, los tramos pedregosos del desierto. Así conocerá de cerca el "Camino del Inca" - el Qhapaqñan- y otras antiguas huellas visibles de la presencia humana en el desierto.
3) Su anhelo por compartir conocimientos. Tenía un profundo respeto por las opiniones científicas de los demás, mientras éstas fueran fundadas. Por ello gustaba discutir los temas con otros especialistas, a menudo con una tacita de café en la mano y unos cigarrillos. Fuimos varias veces testigosy partícipes de ello. Era un amenísimo conversador y, a la vez, un tenaz y curioso interrogador. Así se iba él formando una opinión propia, autorizada, sobre su tema de estudio
Advis un geógrafo humano y un eco-antropólogo.
Si le hacemos aquí un sentido homenaje es porque estamos convencidos, leyendo con lupa sus escritos, tejidos en un cuidado castellano, que Advis avizoró sagazmente la necesidad de aunar férreamente historia y geografía, historia y paisaje, historia y territorio, en una mirada de conjunto, donde la cartografía (el plano, el croquis) servía como punto de tangencia entre ambas disciplinas. Son raros los historiadores que buscan apoyo en la geografía humana y en la geomorfología o geografía física. La mayoría de los autores antiguos, simplemente las soslaya. Hoy, por fortuna, cunde entre los historiadores la urgencia por incorporar la visión geográfica del paisaje y del territorio, al estudio de cada una de las comunidades humanas. El geógrafo alemán Karl Ritter (1759-1839) decía muy sabiamente: "la Naturaleza (Natur) y la Historia (Geschiche) son términos que se hallan perpetuamente asociados; entre éstos debe gravitar el pensamiento del geógrafo humano", y - agregamos nosotros- también del eco-antropólogo (Cfr. Albert Demangeon, Problèmes de géographie humaine, Librairie Armand Colin, Paris, 1952: 27).
Es exactamente lo que trató de plasmar en sus escritos nuestro amigo Patricio Advis Vitaglic.
Fugaz encuentro.
Surcaste, valiente, un día
el fiero Tamarugal,
montando como tu guía,
en bello y bravo alazán.
A la vera del camino,
hallaste a Diego, el ladino;
él susurrando te dijo,
entre ansioso y atrevido:
"Patricio, tu eres mi hijo".
En el día del primer aniversario de su partida de este mundo, sirvan estas breves reflexiones para alivio y consuelo de sus seres queridos que lo lloran, así como para animar a los futuros investigadores de la tierra tarapaqueña a seguir fielmente sus pasos.
Patricio Advis tiene aún mucho que enseñarnos.
Dr. Horacio Larrain B. (Ph.D.)
Centro del Desierto de Atacama
Pontificia Universidad Católica de Chile.
Iquique 30 de diciembre 2012.
Respatado Dr. Larrain: justo y merecido homenaje el que le rinde Ud. a nuestro recordado amigo y colega a un año de su partida. El importante legado que nos dejó no solo en obras escritas como las señaladas en su artículo si no también, en el campo profesional y académico, estoy cierto, darán frutos en las siguientes generaciones de arquitectos. Me permitiré hacerle un aporte relacionada con la producción escrita de patricio, en efecto, existe un documento casi desconocido pero fundamental en su trabajo teórico de la arquitectura salitrera que bien vale su rescate. me refiero al documento "Acerca del Valor Formal de la arquitectura Salitrera" desarrollado para Consultora Habitat Ltda. en 1986 donde participé como alumno en práctica.
ResponderEliminarEstimado Juan Luis: Gracias por su comentario al capítulo dedicado a la memoria del arquitecto Patricio Advis. Ud. nos sugiere agregar a sus escritos, otro trabajo, casi desconocido de Patricio sobre el "valor formal de la arquitectura salitrera".¿Como podemos acceder a él? ¿Posee Ud una copia?. ¿Donde puede ésta ser consultada?. El tema interesa a no pocos de nuestros lectores.
ResponderEliminarLe agradeceré esta información en beneficio de nuestros lectores.
Atentamente,
Dr. Horacio Larrain (Ph.D.)
ESTIMADO HORACIO:
ResponderEliminarTe saluda Rene Mancilla Campuzano desde Barranco-Lima...
He leído tu homenaje a mi maestro y amigo Patricio Advis
Es un bello y justo reconocimiento.
Te adjunto una reflexión sobre mi amigo a su muerte que me gustaría compartir contigo.
Un abrazo a la distancia, y muy emocionado por hacerme viajar nuevamente con las huestes de Almagro. Varias veces Patricio me hizo leer en voz alta parte de los capítulos, y me decía "Lee Bien".
Renè Mancilla
Estimado René: Te agradezco tu comentario a mi texto sobre la partida de Patricio Advis, en este mismo blog. Su temprana e inesperada muerte nos remeciò a todos los que tuvimos la fortuna y el honor de conocerlo y tratarlo de cerca. Leí, emocionado, tu hermosa y sentida elegía a su vida y obra. Patricio nos hace hoy mucha falta para meditar juntos en los cambios de la ciudad de Iquique y también, en la historia temprana de Tarapacá, a través de los relatos de los Cronistas. Conversar con Patricio, en su pequeña oficina en la Universidad era decidirse a pasar un rato largo, meditando y saboreando los viejos textos que a él le le hablaban en un lenguaje diferente que a nosotros. Porque Patricio hallaba siempre inusitadas respuestas a sus dudas científicas, explorando palmo a palmo los viejos textos españoles que al profano poco o nada le dicen. Tuvo Patricio la audacia y el valor para corregir y enmendar, sin vacilaciones, afirmaciones de algunas "vacas sagradas" de la historia patria, lo que le valiò más de un reproche. Pero repensar la historia sobre la base de nuestra propia experiencia de terreno, rehaciendo a pie los mismos trayectos que el conquistador hace más de 500 años, es propio de las mentes brillantes que tienen como único faro la bùsqueda incansable de la verdad. Esa verdad histórica que nos lleva a investigar "lo que realmente sucediò, tal como sucedió", como nos enseñó el genial historiador alemán Leopold Ranke.
ResponderEliminarRené, gracias nuevamente por tus reflexiones sobre el "Maestro" Advis.
Horacio Larrain