Fig. 1. "Plano de la Pampa de Iluga" confeccionado por don Antonio O´Brien, Teniente de Gobernador de Tarapacá en 1765. Copia del Original conservado en el Museo Naval de Madrid. En él se señalan y demarcan expresamente las áreas de antiguas chacras de cultivo a las que aquí aludimos.
Revisando cuidadosamente un viejo Diario de Campo mío, fechado a fines del mes de julio 1973, encuentro unas páginas dedicadas a describir mi primer encuentro con la Pampa del Tamarugal, sus antiguas eras de cultivo y sus agricultores ocasionales. De esto hace ya exactamente cincuenta años. He decidido hoy insertarlas en mi blog, por cuando contienen escenas de la agricultura de la época y sus producciones, así como los nombres de plantas y lugares, de origen claramente indígena cuyo significado podemos hoy conocer gracias a los aportes de la Linguística (1).
La fecha (21/24 de julio) anotada en mi cuaderno de campo, tomo 6-A, coincide exactamente con los momentos en que nos disponíamos con el profesor Hugo Bodini (2) y el sociólogo Juan van Kessel (3) a subir a Mosquito de Oro, lugar donde hemos descrito, hace unas semanas, la cruda escena del carneo de un llamo para la celebración de la fiesta de San Santiago en el pueblo-santuario de Cultane (4).
El interés de esta reseña radica, a mi modo de ver, tanto en el modo de cultivar observable sobre las mismas eras antiguas de cultivo coloniales de la zona, como en las referencias a la toponimia y fitonimia allí empleadas por entonces. En este último aspecto, hemos recibido el inestimable apoyo lingüístico de nuestro amigo peruano, el lingüista Dr. Rodolfo Cerrón Palomino, ayuda que agradecemos cordialmente.
Como novato y primerizo en esta zona del desierto nortino, todo me llamaba entonces profundamente la atención. Y gracias a ello, han quedado conservados en mi Diario nombres de personas y de lugares para satisfacción de los futuros investigadores.
Por ser hijo de agricultores del centro de Chle, yo estaba bastante bien familiarizado con las formas de cultivo propias de dicha región. Pero en el desierto nortino, en el Tamarugal, todo era muy diferente. Por eso, mi afán por describir con cierto detalle lo que yo veía con mis ojos de novato.
El escrito está redactado en forma telegráfica, ahorrando expresiones, las que aquí supliremos con palabras nuestras puestas siempre entre paréntesis.
Nuestro texto de 1973. (tomado de mi Diario de Campo 6-A , pp. 24-29).
"...Nos informa don Alejandro Pizarro, que llegó hace tres años a Huarasiña (5) cuando llegó el agua (6). El es (originario) de Rengo. (Nos relata que ellos) están sembrando ahora en Challacollo (7) a una hora desde el Cajón, y luego en la pampa misma, a unas dos horas (de este punto).
"Siembran puro trigo...sin nada de abono primero. Luego le echan salitre a los 2-3 meses. No siembran otras cosas. Aprendíó la agricultura de otras personas de Huarasiña (como) el señor Relo, de 78 años, que es (agricultor) antiguo de aquí (8).
"El está sembrando unas 40 eras (9) de puro maíz, pues no tiene (semilla de) trigo.
"Nos llevó a (ver) más eras de cultivo de trigo sembradas en líneas de 40 cm. (de distancia una de otra), junto al sitio (llamado) Cajón-2 donde hay eras más recientes históricamente (10), pero abandonadas (hace tiempo). (Observamos) bordos y canales enteros (aún bien conservados)".
(El texto reproduce aquí un simple dibujo de los pongos y su tapa):
"Se pone la tapa tapando el pongo con paja o con un saquito hasta que se acumule el agua y se llena la era y luego se abre para llenar el (terreno o era) que sigue. Puso (aquí) linderos". (aquí aparece un nuevo dibujo muy esquemático (11):
Fig. 3. Detalle del alineamiento de las "eras" o melgas de cultivo contiguas en plena pampa. Observe los "pongos" o bocatomas construidos con simples bolones de piedra, propios del lugar. El sitio que muestra esta fotografía queda muy cerca de Cerro Unita, famoso por el petroglifo del shamán (Foto H. Larrain, Abril 2013).
(Nos enseña que) "tistar" es señalar, marcando con un palo, a 20-22 cm, el lugar donde se va a plantar las hileras de trigo (12). Se puede tistar en cualquier sentido, pero es preferible seguir el sentido del viento (predominante).
"Vimos (aquí) el trigo bien sembrado ("bien tistado"), de 3 meses de edad. Están esperando poner salitre inmediamente después del riego: unos 2-3 puñados por (cada) era chica ( 2m x 6.50 m). Aquí vi varios tamarugos (vivos).
Notas nuestras:
(1) Desde muy temprano y a partir de mis primeros trabajos en el Norte Grande de Chile, he sentido la necesidad de apuntar los nombres de lugares (o topónimos) y de plantas (fitonimia) o animales (zoonimia) presentes en ese medio. Tales denominaciones, al ser transmitidas de generación en generación, suelen arrojar informaciones valiosas sobre antiguas lenguas habladas en la región, o aún sobre posibles superposiciones o cambios lingúísticos observables en un mismo territorio. Igualmente, he procurado retener siempre, con especial cuidado, el nombre de nuestros informantes en terreno, por ser ellos nuestros verdaderos "maestros" en esta disciplina (etnografía).
(2) El profesor Hugo Bodini era en esa época director del Instituto de Geografía de la Universidad Católica y a través del "Taller del Norte Grande", creado por él, estaba interesado en estudiar, desde un ángulo geográfico, la zona denominada por él como "Pampa O`Brien", en recuerdo del Plano de la pampa de Iluga hecho en 1765 por el Teniente de Gobernador de Tarapacá, el sevillano don Antonio O´Brien, de origen irlandés.
(3) El sacerdote y sociólogo holandés Juan Van Kessel estaba estudiando en aquel momento el modo de vida de los pastores aymaras del área montañosa de Tarapacà y su religiosidad expresada en sus bailes en honor de la Virgen en el santuario de La Tirana. En esta ocasión, alojamos en la vecina parroquia de Tarapacá, invitados por el sacerdote Juan Van Kessel antes de subir a Mosquito de Oro y Cultane.
(4) Sobre este tema, hemos editado en este mismo blog https://eco-antropologia.blogspot.com un capítulo denominado: "Descripción del carneo de un llamo para la festividad de San Santiago: observaciones hechas en la estancia pastoril de Mosquito de Oro en julio de 1973" (fechado el 26/05/2023).
(5) Respecto al significado de Huarasiña, Cerrón Palomino nos señala textualmente: "Identifico aquí la voz puquina <huara> 'río', pero no doy con el significado de <siña>".
(6) En esta zona de Huarasiña, se habla de "la llegada del agua" cuando baja violentamente por las quebradas aledañas (Aroma, Quipisca, Tarapacá, la Calera, Quisma) el aluvión, (o huayco) producido por las intensas lluvias en el sector altiplánico. Este fenómeno no se presenta igual todos los años, y, en ocasiones, pueden pasar varios años sin que ocurra. Cuando el aluvión es muy intenso, llega al nivel de la pampa arrastrando consigo enormes piedras, troncos y hasta árboles enteros, como lo hemos presenciado más de alguna vez. La bajada de las aguas, en tales casos, puede durar hasta 4 y 5 meses, los suficientes para poder realizar agricultura, especialmente de trigo y maíz en el piso de la pampa. En épocas coloniales, según consta, se plantó aquí grandes cantidades de trigo. Por su oportunidad, transcribo aquí textualmente lo que don Antonio O´Brien escribiera en su famosa Descripción de la quebrada de Tarapacá (1765); (énfasis nuestro):
"Desembocan en este valle muchas quebradas que bajan de la cordillera por las que cuando llueve se despeña copiosa cantidad de agua capaz de regar y fertilizar todo este valle, particularmente desde el pueblo de Pica hasta la quebrada de Aroma, distancia de veinte leguas. Las principales quebradas por donde baja la mayor cantidad de agua son la de Aroma, Tarapacá, Mamiña, Macaya y la de La Calera...". (Nº 77 de la Descripción; tomado directamente del original de 1765 (según fotocopia de1 original en nuestro poder).
(7) Challacollo: Según Cerrón Palomino. "<Challacollo> 'cerro de arena' (del aimara: chhhalla-qullu). (com. pers. 22/06/2023)
(8) Tuve la suerte de conocer personalmente al señor Relo y su familia en su humilde casita de Huarasiña. Era muy delgado y de color de piel muy oscuro, resabio, tal vez, de una posible descendencia de aquellos esclavos negros que trabajaron para el encomendero Martínez Vegazo a fines del siglo XVI. En efecto, éste, en su testamento, dejó en herencia la hacienda de Huarasiña a varios de sus esclavos negros que trabajaron en sus minas de Huantajaya, los que nombra por sus nombres propios o apodos.
Es ésta una atrevida hipótesis nuestra que los estudios de ADN podrían sin duda dilucidar un día. En los pueblos de Tarapacá (como en Pica), es relativamente frecuente encontrar aún hoy día gente con acusados rasgos negroides, máxime entre las clases sociales más humildes.
(9) "Eras", en agricultura, son espacios planos, bien acotados, para realizar cultivos varios, generalmente provistos de bordos elevados y sistema de regadío por canales, acequias y pongos. En Tarapacá, al sur y al oeste del Cerro Unita, se conservan miles de hectáreas antiguamente trabajadas durante las avenidas de aguas procedentes de las quebradas, tal como lo señala expresamente don Antonio O´brien. En ocasiones, han alcanzado hasta las inmediaciones del actual pueblo de Huara. Hemos visto llegar eventualmente las aguas hasta la misma carretera Panamaricana actual, incluso rebasánsola. (Ver Figs. 1 y 3).
(10) Las eras más antiguas se reconocen fácilmente por la presencia en ellas o en su entorno inmediato, de fragmentos de cerámicas indígenas o instrumentos tales como morteros de piedra, percutores o raspadores. Éstas han sido frecuentemente reutilizadas una y otra vez hasta los tiempos actuales. Este capítulo y sus descripciones es testigo fiel de la supervivencia de esta práctica agrícola ancestral. Hoy por desgracia ya casi del todo olvidada a causa del dramático despoblamiento verificado en los pueblos de las quebradas aledañas al Tamarugal. En sus pueblos, solo quedan hoy los ancianos. Hoy, estos pueblos cobran vida y movimiento solamente con ocasión de sus fiestas patronales una o dos veces al año.
(11) Los "pongos" (del quechua punku = puerta) se compone de dos elementos: los dos muritos laterales de piedras superpuestas y una "tapa", piedra plana, de mayor tamaño. También suele agregarse otra piedra plana, de base, para evitar el escurrimiento del agua por abajo. El material de estas piedras es casi siempre andesita o riolita, de origen volcánico.
(12) El verbo "tistar" no es castellano; sin duda, proviene de alguna lengua indígena local, que por ahora, según Cerrón Palomino, no ha sido posible identificar. (Cerrón, com. personal 22/06/2023).
(13) "Soronas y pillallas". La "sorona" corresponde a la especie Tessaria absynthioides, de la familia botánica Asteraceae. Planta muy común y abundante hasta la zona centro-sur de Chile; se la encuentra fácilmente a las orillas de esteros, arroyos o canales de regadío. La "Pillalla", en cambio, es habitante normal del desierto del Norte Grande de Chile. La planta es nombrada como "pillaya" por O´Brien en su "Descripción de Tarapacá" donde señala su abundancia: "cuando están verdes, las comen las mulas". (Nº 77, de su "Descripción de Tarapacá", 1765). Su nombre científico es: Atriplex atacamensis Phil.
Según Cerrón Palomino: "<pillalla>, voz de origen aimara; es adjetivo que significa desigual (puede aludir al relieve del suelo)." Respecto al origen de sorona: "<Soroma> 'agua de totora (una variedad de cuyos frutillos se hacía chicha` (del aimara sura-uma, con contracción vocálica...". (Cerrón Palomino, Com.pers. 22/06/2023).
Nos escribe el historiador Rodrigo Cornejo: 27/06/2023.
ResponderEliminarMuchas gracias por el nuevo capítulo de su blog. Como siempre, hay nuevas cosas para aprender y compartir, lo que se valora y agradece.
En esta ocasión, es muy llamativo que se haya logrado cultivos - incluso trigo- en lugares tan desérticos, por mucho que haya, a pesar de todo, algunos ríos y aguadas en ciertos sitios. También, resalto el uso del vocablo "era" para señalar áreas de cultivo. Precisamente, cuando hice el libro sobre Patricio Larrain G. supe que el apellido “Larrain”, en eusquera, deriva de "era". Lo que son las cosas...
Cual le digo todo el tiempo, continúe esta labor tan relevante de divulgación de conocimientos. Usted siempre sorprende al lector con algún aspecto nuevo que enseñar de sus experiencias e intereses intelectuales.
Le saluda afectuosamente,
Rodrigo