viernes, 23 de mayo de 2014

Unas horas con María Reiche: Los geoglifos de Pampa de Nazca, en febrero de 1978.


Mi encuentro con la Dra. María Reiche, eximia experta en los dibujos de Pampa de Nazca.

Las primeras  ocho fotos presentadas a continuación, han sido reproducidas del artículo: "Nazca: arte titánico en el desierto",   escrito por  Mayo Antonio Sánchez, publicado  por la Revista de  Geografía Universal, México D.F.,  en el mes de julio del año 1977, esto es, exactamente  siete meses antes de nuestro encuentro con la Dra. Reiche en el pueblo de Nazca. Las fotos que siguen, pues , tomadas por Loren McIntyre  nos ilustran  a la perfección sobre  la increíble actividad científica de María Reiche en el desierto y pampa de Nazca,  conducentes a descifrar los misterios de sus  extraños y  gigantescos diseños.



Fig. 1.  La Dra. María Reiche   en 1977, fecha del reportaje de la revista. ( Esta y las siete imágenes  siguientes,  son  fotos debidas al lente de  Loren McIntyre).


 Fig. 2.   Desde lo alto de una cumbre vecina, se  observa  estos extraños diseños geométricos  que a los ufólogos han hecho pensar en campos de aterrizaje de naves espaciales.


 Fig. 3.  Gigantesco y perfecto cuadrilátero diseñado al pie de unos cerros. Para los ufólogos que siguen a Erick von Däniken  se trataría de un  gigantesco campo de aterrizaje de naves espaciales. Es lamentable que esta obra maestra de los ejecutores de la cultura Nazca de los siglos  II a IX D.C. se haya prestado para una tan burda interpretación, despreciando el conocimiento arqueológico acumulado sobre esta cultura  y sus proezas artísticas, y alimentando  la curiosidad innata de tantos que sueñan con los extraterrestres y sus patrañas.


 Fig. 4.  La Dra. María Reiche  en medio  de una gigantesca elipse,  parte de la cola de un gigantesco simio allí representado. El diseño, en este caso concreto,   está hecho en forma de surcos poco profundos  y no por acumulación  y alineación de piedrecillas de color oscuro, como es el caso frecuente en nuestros geoglifos de Tarapacá  (Norte de Chile)..

Fig. 5.  Una de las figuras  lamentablemente estropeada y   semi-destruida por el paso de vehículos que hicieron  una marcada senda de paso por el sitio. La Dra. Reiche está aquí  observando  fragmentos de cerámica decorada de la cultura Nazca, aquí presentes. Existe un evidente parentesco entre la cerámica de estilo Nazca  y sus diseños y estos dibujos en la pampa.

 Fig. 6.   María Reiche tomando medidas precisas  entre las líneas de los diseños.  El estudio y el desciframiento de estas medidas, a su entender, constituía  el gran secreto para poder llegar a "leer" el mensaje transmitido, pero oculto en estas figuras  trazadas en el suelo..

 Fig. 7.   La Dra. Reiche  absorta mirando el diseño de un gigantesco rectángulo que se extiende por centenares de metros, tratando de  comprender su significado  oculto a nuestras miradas.


 Fig.  8.   Un costado del colosal rectángulo,  donde se puede observar la  acumulación intencional  de piedras, que forman una impecable línea recta que se pierde en lontananza.


Fig. 9.   La Dra. María Reiche en una  reproducción algo borrosa de una imagen tomada de  Internet. De esta misma edad y aspecto la conocimos por entonces cuando conversamos sobre Nazca y sus extraños diseños.


Fig. 10.    Vista actual del Museo "María Reiche"  en el pueblo de Nazca. Reproducción exacta de  su rústica cabaña donde vivió  en las cercanías de Nazca.  Su humilde escritorio y su antigua máquina de escribir. Colgando de la pared, sus planos con los dibujos con las medidas exactas  que ella misma tomó  de los diseños de la Pampa de Nazca. 

Una joven alemana trasplantada al desierto peruano.

La matemática alemana  María Reiche (1903-1998)   nacida en la ciudad de Dresden (Alemania)   es bien conocida por sus estudios  astronómicos y matemáticos en relación con las figuras (geoglifos)  grabadas en el suelo de la Pampa de Nazca   (Sur del Perú).  Allí, muy cerca, en el pueblito de Nazca, vivió ella, apartada del ruido del mundo, en una humilde cabaña  sin agua ni luz eléctrica, por más de 25 años, dedicada a descifrar algunos de los misterios de estas líneas y figuras, de enorme tamaño,   grabadas en las arenas de la pampa por los antiguos moradores del desierto sur peruano. En total, dedicó más de 40 años de su vida a  este fascinante tema de estudio.

¡Si pudiéramos leer en su historia!.

 Ella formuló una frase que  retrata de cuerpo entero  su vida dedicada a la ciencia: "wenn es gelingt, alle Maße in Zeitangaben zu übersetzen, können wir in der Pampa lesen wie in einem riesigen Geschichtsbuch“.  Lo que traducido del alemán quiere decir:  "Si se logra traducir todas las medidas [de las figuras] en referencias de tiempo, podremos leer en la Pampa  como en un gigantesco libro de historia".

Una vida consagrada a este intento.

 Ese fue su intento al que dedicó su vida entera.  Murió en Lima  a los 95 años de edad y hoy está sepultada en Nazca, en la misma propiedad rústica donde vivió tan estoicamente y donde hoy  se alza un Museo  en su memoria.  La república del Perú, que le concediera  por gracia, ya en su ancianidad,   la carta de ciudadanía, ha sabido honrar dignamente su memoria con un Museo de sitio que porta su nombre y que se alza  al lado de su tumba.  Así se honra a los héroes de la cultura, no con simples monumentos que nada o casi nada dicen hoy  a las generaciones jóvenes. 

Recordando a la Dra. Bente Bittmann.

 Cuando contemplo hoy estas imágenes, me viene a le memoria  la faz y el recuerdo de otra mujer,  tan semejante en muchos aspectos a doña María Reiche, la Dra. Bente Bittmann von Helleufer, arqueóloga y etnógrafa danesa, avecindada en  el puerto antiguo de Cobija (IIª Región de Chile) por tantos años, donde realizó excavaciones arqueológicas  y estudios etnográficos  del más alto nivel. Ojalá  un día no lejano se logre  también levantar un Museo de Sitio en Cobija a su ilustre  memoria.

¡Cómo quisiera yo estar vivo para entonces, para enaltecer su memoria ante las generaciones jóvenes!.

Rememorando una grata visita.

Las breves páginas que siguen  son solo un rememorar  (con gusto a "saudade")  de una pequeña pero ilustrativa  anécdota antropológica. Corría el mes de Febrero del año 1978.  Volvíamos con mi mujer  e hijos desde la ciudad de Otavalo, en la sierra ecuatoriana, donde habíamos permanecido por espacio de dos años investigando temas de demografía histórica en el antiguo Corregimiento de Otavalo, como parte de mis estudios de doctorado en Antropología. Después de pasar por Lima donde por entonces vivía mi hermana Inés con su familia,  enfilamos hacia el sur,  rumbo a Arequipa.  Hacía trece días que habíamos partido de Otavalo, en un camper montado en una camioneta Volkswagen. Era nuestro hogar por esos días: dormitorio, escritorio, despensa,  cocina  y  comedor durante ese largo y agotador viaje de retorno a Chile tras dos años de ausencia. Inclinados sobre  su pequeña mesa,  cada noche invariablemente  escribíamos con  paciencia,todas  las peripecias y novedades del viaje en nuestro "Diario de Campo". De él extractaremos hoy  unos breves párrafos, testigos directos de nuestro paso por Nazca, la sorprendente pampa peruana  llena de figuras misteriosas, mensajeras de los dioses de antaño. 

Acercándonos a Pampa de Nazca...

Fig.  3. Desde el aire.  Algunas de las gigantescas figuras  (en este caso un simio)   inscritas en lasa arenas de Pampa de Nazca (Sur del Perú), tema de estudio de la Dra. María Reiche durante más de 40 años. (tomado de Internet).


Esa noche del 1 de febrero de 1978,  hace más de 36 años, escribimos:

"Comenzamos febrero. Llevamos 13 días completos de viaje e iniciamos el 14º. Trataremos de llegar hoy a Arequipa. Son alrededor de 550 km. Pasaremos  en pocos minutos más por la famosa Pampa de Nazca, con sus gigantescos dibujos. Me gustaría ir a visitar a la Dra. María Reiche que los ha estudiado y vive en Nazca...". 

  Así  relatábamos poco antes de llegar a Nazca..  Reproduzco aquí en imagen las páginas alusivas de mi Diario de Campo". (Tomo 11,  pp. 101-106). 


pág 1.  del relato, tomado de nuestro  "Diario de Campo". Mi contacto con las figuras de Nazca (Tomo 11,  1977-78).

 pág. 2, del relato respectivo.  Retazos de la conversación con la Dra. Reiche.



Pág. 3, del relato de viaje. El valle del río Yauca.

Pág. 4 del relato de viaje. Atravesamos un río de aguas caudalosas,  fruto de las intensas lluvias en la sierra. Aparecen  misteriosos surcos que semejan andenes de cultivo.

Pág. 5.  Ruinas arqueológicas  junto a los antiguos campos de cultivo, de largo tiempo abandonados.

 Pág 6 y última  de este relato:  En la playa de Chala nos bañamos para sacudirnos de  la modorra y la fatiga del viaje.

Reflexiones sobre  nuestro encuentro con la Dra. María Reiche en Nazca en febrero de 1978.

1.  A nuestro paso por la Pampa de Nazca,  pudimos observar,  desde una torre de 10 m de alto, construida al efecto,  algunas de las gigantescas figuras  trazadas en el piso de la pampa. Dado el enorme tamaño de las figuras,   desde lo alto de la torre de observación, apenas  se podía distinguir con claridad dos de las numerosos diseños que decoraban  el piso de la pampa.

2.  Extrañamente, en mi "Diario de Campo" de aquel año, no demuestro yo  demasiado asombro ante estas figuras,  que constituyen  hoy día atracción mundial de turistas y viajeros. Hoy  (2014), con la experiencia reciente de  recorrer kilómetros del "Camino del Inca" o Qhapaqñan  en cuyo contexto pudimos observar igualmente gigantescas figuras  geométricas o zoomorfas (v. gr. en  Alto de Chito o en lo alto del sitio "Cuevitas"),  muy diferente es mi reacción ante  la grandiosidad  y majestad de estas figuras. Por lo general, las  figuras de animales  (aves, reptiles, monos, serpientes) representadas en Nazca son de un tamaño bastante superior a las observables  en las proximidades del Qhapaqñan inca  que cruza  el Tamarugal. Hay, sin embargo, algunas notables excepciones. Pero por lo general  en  Tarapacá  son mucho más frecuentes las representaciones de camélidos  en fila (caravanas  de llamas)  o la efigie del dios sol (Inti) representado mediante un  círculo,   a veces de un enorme radio  y con un pequeño centro hecho de pedruzcos, o las figuras geométricas más variadas.
  
3. La  Dra. Reiche, en el momento de nuestra visita, tenía 75 años. Vivía hacía un buen número de  años en el pueblo vecino de Nazca, estudiando  las representaciones desde un ángulo astronómico y matemático. Así nos lo hizo saber cuando le preguntamos por el sentido o significado de estas figuras.: "Yo soy matemática y no arqueóloga" , nos dijo.

4. Su interés -nos señala- es  "el estudio de las distancias y medidas de las figuras". Ella piensa que algunas las figuras  podrían ser  representaciones gráficas de algunas constelaciones celestes, visibles en la pampa de Nazca. Es decir,  lo que los ojos  de los indígenas veían al contemplar el firmamento, eran las  figuras que ellos reconocían de sus protectores celestes, a los que  aplacaban - probablemente allí mismo-  con sus sacrificios, actos rituales  y/o  rogativas, probablemente acompañadas de libaciones  con chicha de maíz.. Pero, en general   ella prefería  la interpretación de que las figuras  representan una especie de calendario, para registrar el paso de las estaciones y poder predecir eclipses lunares y solares. Cree que los sacerdotes de dicha cultura  poseían conocimientos astronómicos que les permitían indicar al pueblo con precisión el momento de  hacer las siembras o realizar determinados ritos  agrícolas en relación con el culto al agua., tan propio de una cultura del desierto.

5.  "Uds. deben explorar el suelo de la pampa en busca de  tales dibujos", nos dijo en esta ocasión, cuando yo le comenté  que los dibujos que yo conocía, se hallaban inscritos en las laderas de cerros. Efectivamente, los estudios del  profesor de arte y arqueólogo chileno Luis Briones,  han sacado a la luz, desde hace años, numerosos diseños hechos en el suelo de la pampa, con las mismas técnicas constructivas que los que se ven en laderas. María Reiche tenía toda la razón. Recientemente,  con motivo de nuestro estudio del trazado del Camino del Inca por la pampa del Tamarugal, acompañando a Luis Briones, hemos descubierto a su vera numerosos geoglifos nuevos, algunos muy pequeños,  en el piso de la pampa, allí donde  se daban las condiciones  geomorfológicas adecuadas para  realizarlos: es decir, allí donde había un suelo tapizado de pedruzcos de colores oscuros, de origen volcánico, que permitían y facilitaban el hacer un fuerte contraste con  las arenas  de colores claros del subsuelo.

6. Cuando le nombré para designar estos diseños  el término "geoglifos", acuñado en Chile por la Dra. Grete Mostny, nos dijo que ella prefería el término alemán   "Bodenzeichnungen",  que significa   "dibujos en el suelo".  En realidad, ambas expresiones vienen, en último término,  a decir lo mismo.  porque  "geos"  es tierra,  suelo y  "glifein" es dibujar, diseñar (en lengua griega).

7. ¿Por qué nos dijo la Dra. Reiche  que ella  no se interesaba por el posible sentido o significado de los diseños?. Tal vez, sospecho yo,   por honestidad científica.  Cada científico observa y analiza desde su tema de estudio,  desde su propia perspectiva y campo de  interés, y éste brota naturalmente de su formación precedente y su s propias experiencias. Y no tiene por qué entrometerse en otros campos, que lindan -en el caso presente- con la semiótica,  la simbología,  la ritualidad o la religión ancestral.  Y, en este sentido,  la Dra. María Reiche nos da un ejemplo que debemos saber imitar:  "Zapatero a tus zapatos". O como dirían los latinos:  suum cuique, : esto es, "a cada uno lo suyo".   Los antropólogos y arqueólogos  - y me incluyo- sucumbimos frecuentemente a la fácil tentación de  emitir hipótesis tras hipótesis  (sobre todo en materias de organización social y política de comunidades del pasado), con la esperanza de acertar alguna vez en el intento. Nos preguntamos:: ¿es válido hacerlo,  o de hecho corremos el grave riesgo de extralimitamos en nuestra tarea, dejando al descubierto, tal vez, la precariedad y  debilidad de nuestros argumentos?.

Dejamos por ahora  al lector con la  duda. Algún día esperamos profundizar al respecto.

Esta profunda honradez científica unida a su dedicación de por vida a un solo tema  es, a mi entender,  la más importante lección, realmente imperecedera,  que nos deja nuestro breve  encuentro con la Dra. María Reiche, autora del libro Geheimis der Wüste-Mistery on the Desert-Secreto de la Pampa, publicado en Stuttgart en el año 1968.

 Su bibliografía  en alemán:

1) Vorgeschichtliche Scharrbilder in Peru. In: Photographie und Forschung. Werkszeitung ZEISS-IKON. Bd. 6, Heft 4, 1954.
2) Vorgeschichtliche Bodenzeichnungen in Peru. In: Die Umschau in Wissenschaft und Technik. 55. Jahrgang (1955), Heft 11.
3) Geheimnis der Wüste. Mystery on the Desert. Secreto de la Pampa. Selbstverlag Maria Reiche, Stuttgart-Vaihingen 1968.(escrito en los tres idiomas).
4) Peruanische Erdzeichnungen/Peruvian Ground Drawings. Hrsg: Kunstraum München e.V. München 1974

Bibliografía recomendada sobre las figuras de Nazca. (además de los escrtos de María Reiche).

Se ha escrito mucho sobre este tipo de diseños en la Pampa de Nazca y pampas aledañas. Recomendamos  al lector interesado por obras serias,  los siguientes  trabajos, entre los más ilustrativos y científicos:

Reinhard Johan,  1988.   The Nazca Lines, A new perspective on their Origin and Meaning, Editorial Los Pinos,   E.I.R.L, Lima, Perú,  78 p.

McIntyre, Loren,  1975.  "Mystery of the Ancient Nasca Lines",  National Geographic  Magazine, vol. 147, (%) 716-728, Wahingotn, D.C. (hermosas fotografías y  texto alusivo).

Aveni, Anthony,   1986.  "The Nazca Lines Patterns in the desert",  Archeologoy  39 (4):  32-39,

Isbell, William   1980. "The Prehistoric Ground Drawings of Perú",  in Pre-Columbian  Archeology, Willey G., and Sabloff, J. Eds,  pp. 189-196, San Francisco, W.H. Freeman & Co.

Roselló, L., Huapaya, C., y Mazzotti, L,. 1985.  "Rayas y Figuras en la Pampa Canto Grande", Boletín de Lima, Nº 39: 41-58, Lima.

Urton, Gary 1981,  At the Crossroads of the Earth and Sky. An Andean Cosmology, University Press, Austin, Texas.






7 comentarios:

  1. Don Horacio, cuanto me alegro de leer algo tan entretenido sobre Maria Reiche, mi ídola de juventud, leía sobre ella en una revista sobre geografía que aparecía en esa época y no puedo creer que usted la conoció personalmente, tiene que haber sido una mujer extraordinaria. Leeré el articulo (siempre tan entretetidos todos ellos) y le haré mis comentarios. Acabo de llegar del norte, de la mina El Abra, buscando unas semillas para un proyecto en el cual esta interesada la minera, fui con Josefina y nos fue muy bien, un abrazo a usted y a doña Marta

    Miguel Gómez Unjidos
    Profesor Asistente
    Departamento de Ciencias Vegetales
    Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal
    Pontificia Universidad Católica de Chile

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  2. Miguel: Mi conversación con la Dra. María Reiche fue breve, pero aleccionadora. Recuerdo que se dejó fotografíar con mis dos hijos, María Cristina y Carlos, de ocho y cinco años por entonces. Nos impresionó de modo especial la notable sencillez y pobreza en la que vivía. María Reiche ha sido un notable ejemplo de dedicación total a la ciencia. Renunció a formar una familia,para dedicarse por entero a la ciencia, la gran pasión de su vida.
    Personas como ella también hemos conocido en Chile. Recuerdo, en particular, el caso de la Dra. Bente Bittmann, arqueóloga danesa, que trabajó calladamente durante largos años en el Norte de Chile (Antofagasta).
    Son las heroínas secretas que no figuran ni en las encuestas,ni en los diarios, ni tampoco en las entrevistas ni en las redes sociales. Hacen calladamente su labor. Constituyen un ejemplo a imitar en este siglo en que el glamour y el sexo predominan en el ambiente público donde se desenvuelve la mujer.

    Dr. Horacio Larrain B. (Ph.D.)

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  3. Nos escribe el ingeniero chileno Wulf Klohn desde Europa:

    Wulf Klohn
    5:25 (hace 6 horas)

    para mí
    Estimado Horacio,

    el blog de eco-antropologia es excelente, tanto en el aspecto estético como en su orientación intelectual filosófica y humanista, la misma que aprendí de Ingeborg y Carlos (mis padres) y que reconoci en otras personas que me fueron próximas: Hans Niemeyer Fernández, Guacolda Boisset, Lucho Peña (quien tenia una hermanita muy inteligente y bella), Carlos Muñoz Pizarro (quien me enseñó a observar los detalles de las flores), Guillermo Mann Fischer (quien me enseñó la palabra "ecología"), y otros, tales como Thomas Barthel, quien decriptó las tabletas rongo-rongo de Rapa Nui. Ingeborg habia agenciado su venida a Chile y a Rapa Nui a través del Instituto de Antropología de la Universidad Católica (Santiago), un instituto que se podría decir de existencia virtual.

    http://es.wikipedia.org/wiki/Thomas_S._Barthel

    Estudié ingeniería en la U. de Chile y me diplomé con la especialidad hidráulica. Estuve en el servicio hidrométrico de la Dirección de Riego del MOP y recorrí bastante la región norte [de Chile] por cuestiones de sedimentación y calidad del agua. En 1969 me tentó una consultoría en Colombia. Aunque por cierto incompleto, dejé armado un libro: "Hidrografía de las regiones desérticas de Chile", que hice imprimir por mi cuenta en 1972. En Riego/Hidrometría dejé instalados buenos elementos, entre ellos Humberto Peña Torrealba, quien más adelante sería Director General de Aguas. En las primeras vacaciones (1970) fuimos en auto (con el niño y los gatos) desde Bogotá hasta Puerto Montt. Sin duda pasamos cerca de Nazca, pero en aquel tiempo no sabía que la Sra. Reiche vivía por allá ni me habría atrevido a importunarla puesto que no soy antropólogo ni arqueólogo.

    Después de vivir en Colombia, Burkina Faso, Camerún, Nigeria, Guatemala, Ginebra y Roma nos radicamos en la región etrusca en torno al lago Bolsena, no lejos de Vulci, sitio de proveniencia de bellas cerámicas áticas y de la Magna Grecia.

    Te menciono un tema curioso: trabajando para el Museo Nacional en Bogotá sobre un repertorio de objetos de origen Tumaco (costa sur de Colombia, costa norte de Ecuador), Iris fotografió un número de cabezas cerámicas (talla tipo 10 - 15 cm) cuyos rasgos se podrían calificar de netamente africanos y/o mesopotámicos. Habría también, pero no las he visto, figuras de ese tipo en la región altoamazónica.

    Lejos de cualquier interpretación ocultista, es un hecho que el viaje de ida de Colon desde la Gomera al Caribe es fácil aun sin quilla ni velas latinas: basta saber navegar y darse a los alisios. En Senegal circula una leyenda según la cual un "rey" habría embarcado con su pueblo en una flotilla de canoas para atravesar el océano más allá de las islas de Cabo Verde. El viaje de regreso del continente americano al eurasiático, como lo experimentó Colón con los vientos del oeste que predominan tipo 40° norte, es posible pero penoso y peligroso.

    A lo que voy es: si en tus visitas de museos te has encontrado con rostros cerámicos precolombinos que no parecen pertenecer a ningún tipo "amerindio"? Sin duda el tema le interesaría también a mi prima Susanna Hecht (http://en.wikipedia.org/wiki/Susanna_Hecht).

    Un saludo afectuoso, Wulf Klohn

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  4. Estimado amigo Klohn: Te agradezco tu amable opinión sobre mi Blog. Trato de mantenerlo en beneficio de muchos, que veo disfrutan de él y aprenden cosas nuevas. He recibido muchos correos de felicitación y tengo lectores en muchos países del mundo, y muchas visitas de Alemania (me imagino que las visitas desde Alemania son las tuyas!). Esto me llena de satisfacción y es un premio a este pequeño esfuerzo. Trato de usar un lenguaje que sea muy comprensible para todos, pero en lo posible cuidado y pulcro,

    Te agradezco, pues, tus palabras y el relato de parte de tu vida científica, que considero del más alto interés.¿No has pensado, tal vez, en redactar tus memorias y experiencias de vida?. Valdría la pena que lo intentaras y dejaras escrito en detalle lo que tus padres hicieron en beneficio de la ciencia y la cultura chilena. ¿Por qué no intentas escribir un capítulo para mi Blog, sobre tus padres (con fotos de ellos y sus andanzas en Chile) y lo publicamos en mi Blog, bajo tu autoría?. Y me ofrezco a retocarlo y darle un suave matiz periodístico en su presentación. ¿Qué te parece?.


    Manos a la obra!. He decidido -espero no me lo censures- incluir tu carta entre los comentarios a mi Blog, para dejar así constancia de tu fructuosa vida científica.


    Un abrazo de tu amigo,


    Horacio Larrain

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  5. Nos escribe desde las lomas de Atiquipa (Perú) nuestra corresponsal
    Srta. Julieta de la Torre:

    Sr. Horacio:

    Muchas gracias por recordarnos. Nosotras también recordamos la grata visita que tuvimos en Iquique al conocer tan agradables personas como son ustedes. Gracias por mostrar nuestra riqueza. Nuestro vinculo es muy fuerte pues tenemos el legado de nuestros antepasados. A mí también me encanta investigar y sacar mis conclusiones. Soy una arqueóloga autodidacta; me encanta y sigo encontrando hallazgos en mi zona de Atiquipa. Gracias por su ímpetu ya que eso me contagia para seguir en mi constante búsqueda de saber más de mi realidad en la zona de Atiquipa.

    Muchas bendiciones para ustedes y un fraternal abrazo para los dos. Cuidense mucho,


    JULIETA DE LA TORRE

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  6. Nos escriben desde Antofagasta el biólogo René Kurte y su esposa Patricia una nota que agradecemos de corazón:

    renekurte@vtr.net
    12 de abr.

    para mí:

    Estimado Horacio:
    Alegría de saber que te encuentras bien después del remezón. Gracias por tu constante ilustración, deseos de entregar y más aún por mantener viva esa llama del saber.

    Un abrazo fraterno de RENE Y PATY desde Antofagasta

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  7. Creo que este es un claro ejemplo del error científico elemental. Hay cosas que no se pueden explicar solo desde una sola disciplina. No se pueden explicar en absoluto, y se deberían dar cuenta, por lo menos, de que hay mucho mas que pistas sobre su especialidad y decirlo, y pedir ayuda, porque con las matemáticas, o con la antropología, no se puede explicar todo. Es un ejemplo. Esta señora llevo toda su vida intentando explicar el significado de Nazca, sin darse cuenta que era imposible,solo con las matemáticas.
    Un saludo

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