Hemos querido rescatar del olvido este viejo artículo nuestro, fechado en noviembre del año 1981. Han transcurrido de ello ya 33 largos años. Pero presenta testimonios tanto gráficos como históricos que el actual estudioso o investigador de la II Región ( de Antofagasta) no debe desconocer. La revista Creces, era por aquel entonces la gran desconocida y recién iniciaba sus primeros pasos. Su director de entonces, un esforzado periodista taltalino Sergio Prenafetta, buscaba escritores que la dieran a conocer.
Fig. 1. Un hermoso ejemplar de Copiapoa cinerea ssp.haseltoniana cactácea que crece vigorosa en la terraza marina de la zona litoral entre Taltal y Paposo, a veces a muy corta distancia de la línea de la más alta marea. Aquí la humedad de las neblinas costeras más bajas llega casi hasta la orilla misma del mar.
Rescatando del olvido un viejo articulo.
Sergio Prenafetta nos invitó a colaborar. Justamente, pocos meses antes, en julio del año 1981, habíamos tenido la ocasión de conocer el lugar, como parte del grupo de investigadores de la camanchaca que se dirigía a Lima (Perú) tras haber sesionado en Antofagasta por algunos días. Nos acompañaban ilustres investigadores, chilenos, europeos y peruanos. Entre ellos, el gran propulsor de los estudios de niebla, el hidrogeólogo holandés Christiaan Gischler, el físico antofagastino Carlos Espinosa Arancibia, el ingeniero agrónomo Francisco Díaz Donoso de IREN, CORFO, el ingeniero forestal Guido Soto de CONAF IV Región y los investigadores peruanos Jorge Valdivia Ponce, metereólogo, Eric Cardich Briceño, agrónomo y Carlos López Ocaña, ingeniero agrónomo, entre otros más. Fue pues en esta memorable ocasión, en Julio de 1981, cuando visitamos Paposo y sus aguadas para conocer personalmente este extraño ecosistema de desierto costero y las condiciones de humedad de este notable oasis, escondido entre las sinuosidades del litoral sur de la región de Antofagasta. Las fotos nuestras son exactamente de esta época y de ese contexto ecológico-cultural.
Fig. 1. Un hermoso ejemplar de Copiapoa cinerea ssp.haseltoniana cactácea que crece vigorosa en la terraza marina de la zona litoral entre Taltal y Paposo, a veces a muy corta distancia de la línea de la más alta marea. Aquí la humedad de las neblinas costeras más bajas llega casi hasta la orilla misma del mar.
Rescatando del olvido un viejo articulo.
Sergio Prenafetta nos invitó a colaborar. Justamente, pocos meses antes, en julio del año 1981, habíamos tenido la ocasión de conocer el lugar, como parte del grupo de investigadores de la camanchaca que se dirigía a Lima (Perú) tras haber sesionado en Antofagasta por algunos días. Nos acompañaban ilustres investigadores, chilenos, europeos y peruanos. Entre ellos, el gran propulsor de los estudios de niebla, el hidrogeólogo holandés Christiaan Gischler, el físico antofagastino Carlos Espinosa Arancibia, el ingeniero agrónomo Francisco Díaz Donoso de IREN, CORFO, el ingeniero forestal Guido Soto de CONAF IV Región y los investigadores peruanos Jorge Valdivia Ponce, metereólogo, Eric Cardich Briceño, agrónomo y Carlos López Ocaña, ingeniero agrónomo, entre otros más. Fue pues en esta memorable ocasión, en Julio de 1981, cuando visitamos Paposo y sus aguadas para conocer personalmente este extraño ecosistema de desierto costero y las condiciones de humedad de este notable oasis, escondido entre las sinuosidades del litoral sur de la región de Antofagasta. Las fotos nuestras son exactamente de esta época y de ese contexto ecológico-cultural.
Una obra señera sobre la historia de la utilización de la camanchaca en Chile.
Numerosos detalles ya olvidados del encuentro de científicos en Antofagasta en Junio 1981, de la visita en helicóptero a la cima de Cerro Moreno así como a la zona de Caleta Temblador (IV Región de Chile), y posteriormente, a las Lomas peruanas de Lachay y Pacta, al sur de Lima, se pueden leer con especial deleite en esta obra de Christiaan Gischler: The missing link in a production chain, Vertical obstacles to catch camanchaca, publicado por UNESCO, Montevideo, en 1991 (vea especialmente pp. 38-43). La obra resume, en forma magistral, todos los esfuerzos realizados en Chile y Perú en el tema de la captación de la niebla y su aprovechamiento por el hombre. Libro pionero y básico para entender el desarrollo histórico de este tema, conocer de cerca a sus apóstoles y aprender de la mística y energía de los que nos antecedieron.
Un libro lamentablemente olvidado.
Hemos observado no sin cierta sorpresa y nostalgia, que poco o nada se conoce hoy de esta excelente obra por parte de los que han seguido estudiando el tema de la niebla y sus formas concretas de utilización . Se le cita muy poco. Se le lee aún menos. Y, sin embargo, debería ser el "libro de cabecera", la verdadera "Biblia" para todos los que se inician en este apasionante tema: el aprovechamiento del agua de la niebla o camanchaca costera para utilidad humana. Agradecemos vivamente a Gischler el trabajo desplegado durante varios meses en la obtención de la dispersa literatura sobre este tema, así como su notable esfuerzo de síntesis. Logró así plasmar una obra notable, que refleja bien la magnitud de los esfuerzos hechos durante decenios por científicos chilenos y peruanos idealistas, entregados a la ciencia.
Numerosos detalles ya olvidados del encuentro de científicos en Antofagasta en Junio 1981, de la visita en helicóptero a la cima de Cerro Moreno así como a la zona de Caleta Temblador (IV Región de Chile), y posteriormente, a las Lomas peruanas de Lachay y Pacta, al sur de Lima, se pueden leer con especial deleite en esta obra de Christiaan Gischler: The missing link in a production chain, Vertical obstacles to catch camanchaca, publicado por UNESCO, Montevideo, en 1991 (vea especialmente pp. 38-43). La obra resume, en forma magistral, todos los esfuerzos realizados en Chile y Perú en el tema de la captación de la niebla y su aprovechamiento por el hombre. Libro pionero y básico para entender el desarrollo histórico de este tema, conocer de cerca a sus apóstoles y aprender de la mística y energía de los que nos antecedieron.
Un libro lamentablemente olvidado.
Hemos observado no sin cierta sorpresa y nostalgia, que poco o nada se conoce hoy de esta excelente obra por parte de los que han seguido estudiando el tema de la niebla y sus formas concretas de utilización . Se le cita muy poco. Se le lee aún menos. Y, sin embargo, debería ser el "libro de cabecera", la verdadera "Biblia" para todos los que se inician en este apasionante tema: el aprovechamiento del agua de la niebla o camanchaca costera para utilidad humana. Agradecemos vivamente a Gischler el trabajo desplegado durante varios meses en la obtención de la dispersa literatura sobre este tema, así como su notable esfuerzo de síntesis. Logró así plasmar una obra notable, que refleja bien la magnitud de los esfuerzos hechos durante decenios por científicos chilenos y peruanos idealistas, entregados a la ciencia.
Nuestro paso por Paposo en Julio 1981.
En las páginas del artículo que aquí presentamos: "Hurgando en el pasado climático de Paposo", (Creces, Revista de Información Científica, Santiago, Vol. II, Nº 11, 1981: 325-329) se comenta un valioso artículo del sacerdote Joaquín Matte Varas, publicado en la revista Teología y Vida, del Instituto de Teología, Universidad Católica de Chile, Año XXII, Nº 1, 1981: 51-64.
Misión en el Paposo.
El artículo titulado "Misión en el Paposo", ofrece informaciones muy interesantes sobre este grupo residual de indígenas changos, antiguos pescadores recolectores transformados ya en pequeños crianceros de ovejas y cabras y pequeños agricultores que supieron aprovechar al máximum las escasas aguadas costaneras. Su autor es el sacerdote -futuro obispo de Santiago- Rafael Valentín Valdivieso que con un corto número de sacerdotes realiza este homérico viaje de misión. Sus beneficiados directos son familias de pescadores de ancestro indígena Su corta agricultura era solo, por cierto, de estricta subsistencia. Como la misión y el recorrido de los misioneros por esta zona se efectúa en el año 1841, unos 13 años antes de la visita y descripción del sabio investigador alemán Rodulfo Amando Philippi, sus datos sobre poblamiento, propietarios y modo de vida de los indígenas de hábitos ya muy modificados, resultan de enorme interés para los que han venido estudiando el proceso de aculturación de estos pobladores. Al parecer, la pesca es solo una actividad estacional a la que dedican ahora muy poco tiempo. La pequeña minería local y la crianza de animales pasa a constituir por esos años en gran medida su economía básica de subsistencia.
He aquí el texto de nuestro trabajo del año 1981 publicado en la revista "Creces".
Puede ser de gran interés comparar estas fotografías con la actualidad. El cambio del paisaje no puede ser más radical.
Fig. 2. Página 1 del artículo citado.
Fig. 2. Página 2 del artículo citado.
Fig. 4. Página 4.
Fig. 5. Última página del artículo y bibliografía recomendada.
Moraleja.
El documento que nos describe minuciosamente la misión evangelizadora en el Paposo, junto con constituir un valioso elemento que nos muestra el celo pastoral del sacerdote Valdivieso por llevar el mensaje cristiano a esos alejados parajes en la frontera Norte del Chile de la época, donde jamás llegaba un sacerdote, nos aporta numerosas referencias relativas al empleo del ecosistema de aguadas costaneras por parte de sus habitantes y la cría de animales. Su utilización desde el ángulo eco-antropológico está lejos de haberse agotado con este simple "reportaje" que constituye solo la "puerta de entrada" a un análisis mucho más profundo de su contenido, el que esperamos realizar un día con mayor acopio de antecedentes.
La actual amenaza al ecosistema relicto de Paposo: la Central Termoeléctrica de ENDESA.
Desde hace unos diez años, se planificó la construcción de una central termoeléctrica precisamente aquí, en uno de los lugares de mayor endemismo de la vegetación costera de toda la región de Antofagasta; más aún, de todo el Norte Grande de Chile. Esta central de ENDESA-Chile, filial de la internacional ENERSIS- decretará la muerte lenta pero inexorable del ecosistema vegetal más interesante de toda la costa desértica del litoral chileno por la constante quema de petróleo para su mantenimiento.
Tanto más grave nos parece este atentado contra la naturaleza - en un lugar que debió ser declarado hace mucho tiempo "Parque Nacional", con mucho mayor propiedad que el Parque Nacional "Pan de Azúcar en la IIIª Región de Chile- cuanto que las empresas mineras para las cuales va destinada el 98% de la energía que produce, están ya pidiendo en este año 2014 autorización para expandir y ampliar sus instalaciones e incrementar su capacidad eléctrica.
Batería de empresas contaminantes en la zona.
La central termoeléctica se agrega hoy a la ya preexistente Planta de refinación de minerales de cobre de ENAMI y, más recientemente, a una planta de tratamiento de desechos. Es decir, hay allí ahora toda una batería de industrias contaminantes al lado, a pocos metros, de una pequeña escuelita primaria. De los efectos contaminantes varias veces comprobados, una industria culpa a la otra. El monitoreo de gases tóxicos que se hoy efectúa in situ es precario y rudimentario a juicio de los expertos imparciales y -lo que suena absolutamente a ridículo- es financiado y operado por la propia ENDESA. ¡Vaya imparcialidad!. Más huele a "complicidad" que a "imparcialidad". Los hechos lo demuestran.
Paposo "era" el lugar de máxima productividad y variedad biológica en todo el Norte chileno.
No deja de ser muy lamentable el hecho de que el lugar de mayor interés científico (tanto botánico, ecológico como arqueológico) de toda la costa Norte de Chile, haya sido el mismo apetecido por las Mineras para dejar sus desperdicios. La suma escasez de población en el lugar y la falta casi total de arraigo histórico de su escasa población, formada en su mayor parte por inmigrantes recientes, ha facilitado el que nadie o casi nadie se haya opuesto con tenacidad en sus inicios, a este Proyecto francamente ecocida. Lo que más indigna a los científicos es saber de las arteras y oscuras maniobras que se puso en juego en su momento para lograr su objetivo: el de producir energía sucia y de bajo costo para faenas mineras en pleno desierto.
Lo que nos indigna.
Duele en demasía constatar que: a) estas Centrales necesariamente buscan crecer con el tiempo, convirtiéndose en verdaderos monstruos, exigiendo más y más espacio y mayor cantidad de lugar para depositar sus basuras tóxicas, humos y cenizas en una espiral incontenible e incontrolable de contaminación; y b) Duele constatar el incremento anual creciente de producción de basuras tóxicas (gases) causadas por el tipo de combustible usado (petróleo). ¿Cuál podría ser a la larga el destino final de este lugar tras decenios de una sucia y asquerosa combustión?. No otro sino la creación de una nueva y estéril Tocopilla lugar donde ENDESA-Chile puede hoy "ufanarse" de haber eliminado completamente la vida submarina en torno a sus Centrales. Ese - y no otro- es el destino inexorable; ese es el modelo de desarrollo que se pretende implementar en todo el país con las Termoeléctricas que nos fueran inicialmente presentadas como "blancas palomas", puras e inmaculadas. ¿Hasta cuándo?. ¿Cuándo diremos: ¡basta ya!
Triste y desolador futuro...
Triste sino y destino de uno de los lugares más hermosos de la costa desértica donde otrora hemos acampado junto a conchales arqueológicos de antiquísima data, testigos mudos de la vida de pescadores-recolectores de varios miles de años antes de Cristo. Las nubes de gases tóxicos emanadas de esta Central se mezclan hoy, a mansalva, y sin control alguno con las nubes rasantes de la benéfica camanchaca para producir a su alrededor lluvia ácida destructora implacable de toda vida. Los gases compuestos de N (nitrógeno) y S (azufre) emitidos por sus chimeneas se transforman, al unirse en el aire con la camanchaca (H2O), en mortíferos ácidos nítrico, o nitroso, sulfúrico o sulfuroso. En esto consiste la mortal "lluvia ácida" que ataca por igual a hombres, animales y plantas. También y en primer término a los inocentes niños que juegan hoy en el jardín de su escuelita. Escuelita rural que ni siquiera recibe el beneficio de la luz eléctrica del monstruo que se alza a sus costados!. ¡Ni siquiera eso!.
Esto es el "progreso" logrado en la zona de Paposo por las gigantes ENERSIS y ENDESA- Chile en el lugar de mayor endemismo vegetal y animal de la costa Norte de Chile. En el ecosistema más preciado y todavía tan desconocido de toda la costa Norte del país.
¡Triste país el nuestro que no sabe cuidar sus recursos naturales más preciados y sucumbe fácilmente a los halagos y promesas de un incierto y engañoso mejor destino!.¿Mejor para quién?. ¿Para las Mineras y sus dueños?.