Hace ya bastantes años, en 1975, apareció en las prensas de la Editorial Gabriela Mistral, como parte de la revista "Expedición a Chile", un pequeño "Manual de Campo" nuestro, una especie de Field Guide destinado prioritariamente a los niños y jóvenes. Se titulaba: "Qué hace el arqueólogo". En pequeño formato e ilustrado con muchas fotografías a color, intentábamos entonces encender el entusiasmo de la juventud por esta ciencia: la Arqueología. ¿Quién habría dicho entonces que, transcurridos más de 35 años, discípulos nuestros de la Universidad Bolivariana iban a emprender una labor semejante, sirviéndose esta vez del diseño y del dibujo a color y utilizando la historieta como espléndido trasfondo? Nos resulta hoy muy gratificante ver los frutos maduros de una vida dedicada a la docencia universitaria y constatar cómo los discípulos ya superan ampliamente al antiguo maestro en el dominio de novísimas técnicas para la difusión del conocimiento y para la entrega gozosa de la enseñanza.
Un cómic aplicado a la arqueología de Tarapacá.
Un cómic aplicado a la arqueología de Tarapacá.
Hemos decidido estampar aquí y comentar este novedoso cómic, hecho recientemente en Iquique, por jóvenes autores nortinos, porque constituye un ejemplo muy revelador de nuevas tendencias en la enseñanza de la Antropología y la Arqueología nacional. En efecto, sus autores son dos egresados de la carrera de Arqueología de la Universidad Bolivariana en su Sede de Iquique. La historieta que sigue a continuación, en 16 cuadros, ha sido enteramente elaborada por sus autores, siendo el dibujo un fruto maduro del pincel de Luis Pérez Reyes y la inspiración geográfica, de la creatividad de la mamiñana Srta. María José Capetillo, ambos arqueólogos en ciernes. El texto es obra de ambos.
Un enfoque ecológico, ético y pedagógico, a la vez.
Varios son los indiscutibles méritos de este trabajo, pionero en su género en nuestro país, que fue premiado en el Concurso Regional de Arte y Cultura de la CONADI regional Norte en el año 2009. Queremos destacar algunos de ellos, que nos parecen especialmente relevantes tanto por su intenso contenido antropológico, como por su excelente enfoque tanto ecológico, ético como pedagógico. En efecto, esta simpática historieta nos transmite, de modo sencillo y natural, numerosos elementos propios y característicos de la geografía, ecología y etnografía regional, en una excelente ambientación geográfica local: el área precordillerana aledaña al oasis y pueblo de Mamiña en la Primera Region de Chile (Tarapacá).
Un encuentro original entre dos culturas.
Los dos personajes que se encuentran de improviso frente a frente, en una pequeña cocha de agua caliente, el poblador indígena local (Ipla) y la niñita visitante que viene a la Fiesta del Rosario de Mamiña acompañando a sus padres, nos muestran, sin estruendos de batallas o escaramuzas, el súbito encuentro casual de dos culturas que no chocan, sino que mas bien se complementan y se funden en un diálogo enriquecedor y altamente emotivo. Ambas culturas, nos enseñan sus manifestaciones y sus logros, sin pretensiones visibles de dominio o supremacía de la una sobre otra. Este idílico y commovedor encuentro es claramente lo opuesto a la situación real de confrontacion y opresión que por desgracia caracterizó, desde sus inicios, la conquista hispana de esta región de América mediante la temprana implantación del duro regimen de la Encomienda de indios.
Mamiña vista desde el ángulo de la arqueología: un vistazo al pasado.
La geografía arqueológica de Mamiña, por otra parte, tapizada de huellas aún frescas del pasado prehispánico se presta, en efecto, admirablemente para este diálogo profundo entre dos culturas. El paisaje arqueológico de Mamiña nos muestra, un enorme despliegue de representaciones e incisiones grabadas en roca que conocemos con el nombre de "petroglifos". La presencia de la antigua aldea prehispánica de Jamajuga, asentada en un cerro no lejos de la actual poblado de Mamiña y en las proximidades de afloramientos de agua caliente (termas), es un testimonio vivo de un pasado de gran actividad agrícola y ganadera. Mamiña, topónimo al parecer de origen pukina, como tantos otros en la región: Guaviña, Huarasiña, Huasquiña, Chapiquiña, Camiña, nos hace remontar a un período de poblamiento ciertamente bastante anterior a la llegada a esta región de grupos proto-aymaras (Carangas o Pacajes) procedentes del altiplano boliviano actual .
Mamiña: centro neurálgico de comunicación entre ecosistemas diferentes.
Por su estratégica situación geográfica, a medio camino entre los pastizales altiplánicos de los pastores andinos, la Pampa del Tamarugal, y la costa del Pacifico fue, sin duda alguna, un importante centro de comunicaciones viales desde mucho antes de la llegada del Inca a la región. Mamiña fue y sigue siendo un atractivo oasis en medio del desierto tarapaqueño donde una fuerte tradicion sitúa una activa presencia quechua que supo aprovechar sus deliciosas aguas calientes y sus barros curativos. Un lugar ideal de descanso y solaz en el rudo trayecto del Camino del Inca o Khapaq Ñan.
El entorno eco-geográfico del relato.
Parte de esta riquísima geografía, viva y palpitante queda en evidencia en este hermoso y emotivo relato, a través del encuentro casual de estos dos personajes, representativos de culturas y cosmovisiones tan diferentes. El lugar de encuentro, las finas atenciones del indígena Ipla hacia su visitante y la mutua atracción que delicadamente se insinúa entre ambos, son algo así como la antesala idealizada del futuro mestizaje entre el español y el indio, pero sin las estridencias ni el desdén propios del complejo de superioridad hispano, observable en la crudeza y rudeza de la Conquista.
Que los lectores, por último, sobre todo los niños que llegaren a leer y disfrutar de este hermoso texto y sus viñetas, saquen sus propias conclusiones, tal vez muy diferentes a nuestras exóticas sugerencias de tipo antropológico. Los maestros en zonas de alta población indigena en nuestro país tienen aquí en sus manos un simpático texto, muy bien ilustrado, para señalar y mostrar la riqueza potencial de una aproximación genuina y enriquecedora entre blancos e indígenas, lejos del fragor de batallas o rencillas fratricidas. y conducente más bien a un fecundo y enriquecedor diálogo intercultural, ojalá precursor de una armónica convivencia entre dos culturas que se necesitan mutuamente: la indígena americana y la extranjera de origen europeo.
Un enfoque ecológico, ético y pedagógico, a la vez.
Varios son los indiscutibles méritos de este trabajo, pionero en su género en nuestro país, que fue premiado en el Concurso Regional de Arte y Cultura de la CONADI regional Norte en el año 2009. Queremos destacar algunos de ellos, que nos parecen especialmente relevantes tanto por su intenso contenido antropológico, como por su excelente enfoque tanto ecológico, ético como pedagógico. En efecto, esta simpática historieta nos transmite, de modo sencillo y natural, numerosos elementos propios y característicos de la geografía, ecología y etnografía regional, en una excelente ambientación geográfica local: el área precordillerana aledaña al oasis y pueblo de Mamiña en la Primera Region de Chile (Tarapacá).
Un encuentro original entre dos culturas.
Los dos personajes que se encuentran de improviso frente a frente, en una pequeña cocha de agua caliente, el poblador indígena local (Ipla) y la niñita visitante que viene a la Fiesta del Rosario de Mamiña acompañando a sus padres, nos muestran, sin estruendos de batallas o escaramuzas, el súbito encuentro casual de dos culturas que no chocan, sino que mas bien se complementan y se funden en un diálogo enriquecedor y altamente emotivo. Ambas culturas, nos enseñan sus manifestaciones y sus logros, sin pretensiones visibles de dominio o supremacía de la una sobre otra. Este idílico y commovedor encuentro es claramente lo opuesto a la situación real de confrontacion y opresión que por desgracia caracterizó, desde sus inicios, la conquista hispana de esta región de América mediante la temprana implantación del duro regimen de la Encomienda de indios.
Mamiña vista desde el ángulo de la arqueología: un vistazo al pasado.
La geografía arqueológica de Mamiña, por otra parte, tapizada de huellas aún frescas del pasado prehispánico se presta, en efecto, admirablemente para este diálogo profundo entre dos culturas. El paisaje arqueológico de Mamiña nos muestra, un enorme despliegue de representaciones e incisiones grabadas en roca que conocemos con el nombre de "petroglifos". La presencia de la antigua aldea prehispánica de Jamajuga, asentada en un cerro no lejos de la actual poblado de Mamiña y en las proximidades de afloramientos de agua caliente (termas), es un testimonio vivo de un pasado de gran actividad agrícola y ganadera. Mamiña, topónimo al parecer de origen pukina, como tantos otros en la región: Guaviña, Huarasiña, Huasquiña, Chapiquiña, Camiña, nos hace remontar a un período de poblamiento ciertamente bastante anterior a la llegada a esta región de grupos proto-aymaras (Carangas o Pacajes) procedentes del altiplano boliviano actual .
Mamiña: centro neurálgico de comunicación entre ecosistemas diferentes.
Por su estratégica situación geográfica, a medio camino entre los pastizales altiplánicos de los pastores andinos, la Pampa del Tamarugal, y la costa del Pacifico fue, sin duda alguna, un importante centro de comunicaciones viales desde mucho antes de la llegada del Inca a la región. Mamiña fue y sigue siendo un atractivo oasis en medio del desierto tarapaqueño donde una fuerte tradicion sitúa una activa presencia quechua que supo aprovechar sus deliciosas aguas calientes y sus barros curativos. Un lugar ideal de descanso y solaz en el rudo trayecto del Camino del Inca o Khapaq Ñan.
El entorno eco-geográfico del relato.
Parte de esta riquísima geografía, viva y palpitante queda en evidencia en este hermoso y emotivo relato, a través del encuentro casual de estos dos personajes, representativos de culturas y cosmovisiones tan diferentes. El lugar de encuentro, las finas atenciones del indígena Ipla hacia su visitante y la mutua atracción que delicadamente se insinúa entre ambos, son algo así como la antesala idealizada del futuro mestizaje entre el español y el indio, pero sin las estridencias ni el desdén propios del complejo de superioridad hispano, observable en la crudeza y rudeza de la Conquista.
Que los lectores, por último, sobre todo los niños que llegaren a leer y disfrutar de este hermoso texto y sus viñetas, saquen sus propias conclusiones, tal vez muy diferentes a nuestras exóticas sugerencias de tipo antropológico. Los maestros en zonas de alta población indigena en nuestro país tienen aquí en sus manos un simpático texto, muy bien ilustrado, para señalar y mostrar la riqueza potencial de una aproximación genuina y enriquecedora entre blancos e indígenas, lejos del fragor de batallas o rencillas fratricidas. y conducente más bien a un fecundo y enriquecedor diálogo intercultural, ojalá precursor de una armónica convivencia entre dos culturas que se necesitan mutuamente: la indígena americana y la extranjera de origen europeo.
He aquí el texto completo de esta deliciosa historieta: "Ipla, el niño de Jamajuga".
Fig. 1. Inicio de la historieta ilustrada. El orden de los cuadros o viñetas que aquí se inicia, representa la sucesión de hojas del texto de este sugerente y atractivo cómic local.
Fig. 2
Fig. 3
Fig. 4
Fig. 5
Fig. 6
Fig. 7
Fig. 8
Fig. 9
Fig. 10
Fig. 11
Fig. 12
Fig. 13.
Fig. 14
Fig. 15
Nuestro comentario final.
Sólo nos resta agradecer a ambos autores tanto la delicadeza y finura del relato como la excelente ambientación ecológico-geográfica del mismo, reveladora de un gran conocimiento de terreno, tan propio de la especialidad que con tan manifiesto cariño profesan. Todo concuerda armónicamente: colorido muy bien logrado, trazos certeros del dibujante, lenguaje adecuado, ambiente. Les animamos, pues, a proseguir audazmente por esta misma senda, en búsqueda de las mejores herramientas tecnológicas y pictóricas para dar a conocer la riqueza pedagógica y ética de esta nuestra disciplina: la nueva Arqueología hecha Pedagogía para el disfrute de los niños de Chile.
me encanto el comic.
ResponderEliminarcuenten con nuestro apoyo en los proyectos que incorporen a la infancia.
Quisiera comentarles que próximamente publicaremos la segunda parte de esta historieta, referida a la zona de Mamiña, de los mismos autores, noveles arqueólogos de Iquique.
ResponderEliminarNos agradaría tener más antecedentes acerca de Uds. (e-mail) para un posible futuro intercambio de ideas y reflexiones sobre cómo educar a las generaciones jóvenes en relación al mundo indígena y al cambio climático, temas que nos apasionan.
Dr. Horacio Larrain (Ph.D. Antropología cultural)