Página 1. Texto de la carta enviada por el entonces Director del Instituto de Desarrollo Indígena (IDI), don Sergio Rivas Alonso al suscrito, por entonces profesor de Antropología en la Pontificia Universidad Católica de Chile (Instituto de Geografía). El documento ajado por el paso del tiempo y ya de un acentuado color sepia, denota el maltrato sufrido en antiguos archivadores llenos de documentos antiguos.
Página 2. Cuestionario, Primera Parte. En letra manuscrita en rojo, nuestro primer punteo para elaborar una respuesta.
Página 3. Últimas dos preguntas del Cuestionario de once preguntas.
Un antiguo Cuestionario propuesto por el IDI en 1975.
Damos a conocer hoy un antiguo documento del año 1975 -"reservado" en su momento- que revela la intención de mejorar y poner al día la Legislación Indígena Chilena, la que prácticamente dejó de operar con el Golpe de Estado de Septiembre de 1973. Por su carácter de "reservado" ha sido muy poco conocido y analizado por los investigadores que se han especializado en el tema de la evolución y desarrollo de la Legislación Indígena en nuestro país. Como nos fuera enviado directamente a nosotros, en esa época, para su discusión y análisis, nos hemos decidido a publicarlo y comentarlo en nuestro Blog. Creemos que constituye un elemento de juicio valioso para comprender cómo enfocaba la autoridad de entonces la situación de los grupos étnicos del país ante una Ley Indígena que, por la situación política del momento, había quedaba prácticamente ya como "letra muerta".
Los beneficiarios de la Primera Ley Indígena Chilena.
La Ley Indígena Nº 17.729 había sido promulgada por el Presidente socialista Salvador Allende Gossens el 26 de Septiembre de 1972, es decir exactamente un año antes del Pronunciamiento Militar de 1973 que lo derrocó. Su discusión había durado cerca de un año y en ella habían participado numerosas agrupaciones indígenas (todas mapuches), tanto de carácter nacional como locales. Esta Ley - la primera de carácter general para enfrentar el problema indígena en Chile- había sido concebida en el marco y contexto de la Reforma Agraria.
Como bien señala el historiador José Bengoa, "se trataba de buscar la forma para que los indígenas se beneficiasen del proceso de reforma en curso. Se buscaron muchos mecanismos para ello, con el objeto de ampliar las tierras de las comunidades indígenas" (Bengoa, en "Breve Historia de la legislación Indígena en Chile" , documento publicado por la "Comisión Especial de Pueblos Indígenas" (CEPI), Santiago, Octubre 1990).
Es bien sabido que dicha Ley sólo tomó en consideración a los indígenas de la etnia mapuche, cuyo viejo problema histórico de litigio de tierras trataba de alguna manera de enfrentar y compensar, pero dejaba absolutamente de lado a todas las otras agrupaciones étnicas de nuestro territorio. Es decir, se partía de la base errónea de que los demas grupos indigenas no enfrentaban problemas de tierras en sus lugares de origen, ya que, por el fuerte mestizaje sufrido a lo largo de la historia colonial, no poseían las características de pureza racial y lingüística, tan propias de los grupos mapuches. Como la temática se refería al rubro "tierras", la problemática indígena siempre quedó únicamente circunscrita al Ministerio de Agricultura, y sólo a las regiones tradicionales de población mapuche o araucana, esto es, a las actuales Regiones IX y X, situadas al sur del río Biobío.
Los grupos étnicos excluidos de dicha Ley de 1972.
Con ello, las agrupaciones indígenas de la Isla de Pascua (rapanui), los aymaras y quechuas del Norte Grande y los reducidos grupos de indígenas de Aysén y Magallanes, kaweshkar y yaganes, quedaban ipso facto totalmente al margen de la Ley. Esta no los contemplaba en absoluto. El documento que aquí comentaremos, justamente intentará, por vez primera, enfrentar la realidad total del poblamiento indígena en nuestro país, bastante más compleja de lo que la Ley Indígena de 1972 contemplara. en su momento. Para sopesar la opinión de antropólogos, sociólogos y geógrafos sobre este espinudo tema, la CEPI de entonces, por medio de su Director General don Sergio Rivas Alonso, nos envió el Cuestionario que aquí publicamos y que, al parecer, es pràcticamente desconocido en el medio antropológio nacional.
Un documento con carácter de "reservado".
El suscrito recibió este documento, con carácter de "reservado" siendo miembro del Instituto de Geografía de la Pontificia Universidad Católica de Chile el día 14 de Noviembre de 1975.
Visto y examinado con los ojos de hoy, el presente documento se nos antoja como casi "primitivo". Es tanto el camino que han recorrido nuestras instituciones que tratan del problema indìgena nacional en los últimos 35 años, y tantas las transformaciones que ha sufrido el enfoque del tema indígena, a nivel administrativo, legislativo y académico, que su análisis nos resulta hoy casi ingenuo. No lo es tanto, sin embargo.
Porque si tenemos en consideración que el documento procede de la mano de un ingeniero agrónomo y no de un antropólogo o etnólogo, valoramos el esfuerzo desplegado entonces por poner sobre el tapete un problema que ya desde los tiempos de don Bernardo O´Higgins se presentaba como patente y real: la "incorporación" o la "reducción" del mundo indigena a la soberanía nacional. ¿Cómo lograrlo?.
Supervivencia del "problema indígena" en Chile.
Problema hasta hoy no resuelto, como lo demuestran las recientes manifestaciones en Temuco con motivo de la huelga de hambre de comuneros mapuches recluídos en cárceles acusados de diversos atentados contra las Compañías Forestales que se habían apropiado, mediante métodos muy discutibles, de sus tierras ancestrales, convirtiendo sus antiguos bosques, ecosistemas y vertientes en fuentes de celulosa virgen.
Los herederos discutibles de las tierras indígenas mapuches. Las consecuencias de su acción presuntamente "reforestadora".
¿Cuál fue la consecuencia inmediata?. La desaparición y extinción irremediable de enormes áreas de bosque nativo pluriespecífico local, la muerte de sus especies endémicas de flora y fauna, y su irreparable suplantación por "bosques" de Pinus insignis y Eucalyptus spp. "Bosques" en estricto sentido botánico, ciertamente no; "fábricas de madera", sí. Eso son, ni más ni menos. Asombra, sin embargo, que los grandes consorcios madereros hayan podido acceder a créditos estatales y usufructuar de los enormes beneficios del Decreto Ley Nº 701 sobre plantaciones forestales.
En este contexto, es de gran interés ver qué tipo de preguntas se nos hacía por aquellos años, pues este Cuestionario revela la inquietud subyacente entre las autoridades del Ministerio de Agricultura de la época y, más concretamente del Instituto de Desarrollo Indígena y su jefatura por entonces.
Comentario al Cuestionario de 1975.
1. La pregunta número dos, sugiere que no pocos por entonces considerábamos errónea la dependencia de este organismo de asuntos indígenas de un Ministerio de Agricultura. Pues existían grupos indígenas en zonas de nula o muy escasa agricultura. El caso típico eran los indios nómades canoeros de los canales magallánicos (yaganes y kaweshqar) y los aymaras del sector altiplánico del extremo norte chileno, mayoritariamente pastores de camélidos y/o pequeños cultivadores. Por entonces (1975) nadie pensaba en incluir entre las agrupaciones "indígenas" del territorio patrio a los lickan antai o atacameños, a los rapanui de Isla de Pascua o a los collas del interior de la IIIª Región. Mucho menos a los diaguitas, cuya existencia como etnia indígena ut sic era por entonces impensable. A los diaguitas" se les suponía ya extinguidos a fines del siglo XVIII.
2. La pregunta Nº 4 sugiere que existía cierta unanimidad en cuanto a que esta Ley 17.729 estaba enfocada sólo a resolver algunos problemas puntuales derivados de la aplicación, desde la época del Presidente Eduardo Frei Montalva, de la Reforma Agraria. Pero era un tema sólo referido a las tierras y, en alguna medida, a conceder becas a los hijos de mapuches para fomentar su educación.
3. En el caso de la pregunta Nº 5, nosotros ya sugeríamos por entonces que parecía necesario definir con precisión qué ha de entenderse por "indígena," para evitar que cualquier agrupación, en cualquier parte del territorio, se arrogara tal cualidad, sin base histórica científica alguna, y solo con el objetivo no confesado de "medrar" a costa de sus beneficios.
4. Esta pregunta ya parece sugerir que flotaba en el ambiente la idea, todavía incipiente, de crear una "Ley especial" para todos los indígenas de Chile. ¿Pero, ¿cuáles eran las etnias que podrían considerarse para tal efecto?. Nosotros, por entonces, considerábamos que debía incluir al menos a los aymaras, a los alacalufes o keweshsqar y a los rapanui de Isla de Pascua como legítimos representantes del mundo indígena nacional. Años después, hacia 1986, adquirimos la certeza, al realizar trabajos de campo antropológico entre los pueblos atacameños del Salar de Atacama y del área situada al Norte de Calama (afluentes del río Loa) , que los lickan antai conservaban suficientes elementos de su antigua cultura como para ser considerados "indígenas".
5. Las preguntas 9 y 10 aluden a la discutida existencia de "valores" propios de estas culturas, diferentes de los nuestros. Porque la existencia de estos "valores propios y distintivos", constituiría, ipso facto, un argumento en pro de su protección y salvaguarda.
6. La pregunta Nº 11 se conecta con nuestro apunte sugerido a la pregunta Nº 6 acerca de la Sede posible para este organismo. Apuntábamos tentativamente por entonces a la existencia de tres sedes de un organismo nacional: a) una para la zona norte; b) otra para la zona sur y un a tercera: d) para los isleños Rapanui, con sede en el centro del país.
Observaciones finales.
De esta suerte se sugería en las preguntas de este Cuestionario varios de los problemas a los que por entonces no se daba aún respuesta clara y precisa: a) qué agrupaciones debían ser considerados indigenas y en qué zonas del país; b) necesidad de fijar un "criterio" para distinguir claramente entre indígenas y no indígenas; c) establecer con claridad los "valores" propios y característicos de estas etnias y determinar por qué deben ser protegidos y salvaguardados; y d) Necesidad de crear un organismo rector del problema indígena, de carácter nacional, independiente del problema de la tenencia de las tierras, que tuviera el poder de atacar el tema indígena en todas sus dimensiones: cultural, regional, histórica y económica.
Pasarán años antes de que la nueva Ley Indígena 19.253, promulgada el 5 de octubre de 1993, en tiempos del Presidente Patricio Aylwin Azócar, pusiera sobre el tapete legal muchas de las temáticas discutidas en este Cuestionario.
Lamentablemente no he encontrado todavía el texto de mi propia respuesta a este Cuestionario, enviada al IDI en ese entonces. Mi opinión de aquella época sólo queda reflejada débilmente en unos cuantos trazos escritos en lápiz rojo. Tampoco puedo ya recordar hoy oon precisión el tenor de mi respuesta completa en aquel año 1975.
Los problemas no resultos aún en el tema indígena nacional.
Tanto más nos sorprende hoy (2011) cuando constatamos que temas como el de los "territorios" indígenas" o el de la Organización Nacional y sus competencias, son nuevamente puestos severamente en tela de juicio por el actual gobierno del Presidente Sebastián Piñera. O cuando observamos incrédulos la forma como se evita sigilosa pero sistemáticamente dar un fiel cumplimiento al Convenio nº 169 de la O.I.T, suscrito por le Gobierno de Chile en el año 2009, soslayando la aprobación e intervención directa de las comunidades indígenas aledañas en Proyectos extractivos o turísicos de diversa magnitud en tierras indígenas.
Por lo visto, el mundo indígena, su cultura y territorios, aún tendrán mucho que esperar para ver satisfechas sus legítimas demandas históricas. Parecería, por tanto, que "el horno no está aún para bollos", como reza el sabio refrán castellano.
Los beneficiarios de la Primera Ley Indígena Chilena.
La Ley Indígena Nº 17.729 había sido promulgada por el Presidente socialista Salvador Allende Gossens el 26 de Septiembre de 1972, es decir exactamente un año antes del Pronunciamiento Militar de 1973 que lo derrocó. Su discusión había durado cerca de un año y en ella habían participado numerosas agrupaciones indígenas (todas mapuches), tanto de carácter nacional como locales. Esta Ley - la primera de carácter general para enfrentar el problema indígena en Chile- había sido concebida en el marco y contexto de la Reforma Agraria.
Como bien señala el historiador José Bengoa, "se trataba de buscar la forma para que los indígenas se beneficiasen del proceso de reforma en curso. Se buscaron muchos mecanismos para ello, con el objeto de ampliar las tierras de las comunidades indígenas" (Bengoa, en "Breve Historia de la legislación Indígena en Chile" , documento publicado por la "Comisión Especial de Pueblos Indígenas" (CEPI), Santiago, Octubre 1990).
Es bien sabido que dicha Ley sólo tomó en consideración a los indígenas de la etnia mapuche, cuyo viejo problema histórico de litigio de tierras trataba de alguna manera de enfrentar y compensar, pero dejaba absolutamente de lado a todas las otras agrupaciones étnicas de nuestro territorio. Es decir, se partía de la base errónea de que los demas grupos indigenas no enfrentaban problemas de tierras en sus lugares de origen, ya que, por el fuerte mestizaje sufrido a lo largo de la historia colonial, no poseían las características de pureza racial y lingüística, tan propias de los grupos mapuches. Como la temática se refería al rubro "tierras", la problemática indígena siempre quedó únicamente circunscrita al Ministerio de Agricultura, y sólo a las regiones tradicionales de población mapuche o araucana, esto es, a las actuales Regiones IX y X, situadas al sur del río Biobío.
Los grupos étnicos excluidos de dicha Ley de 1972.
Con ello, las agrupaciones indígenas de la Isla de Pascua (rapanui), los aymaras y quechuas del Norte Grande y los reducidos grupos de indígenas de Aysén y Magallanes, kaweshkar y yaganes, quedaban ipso facto totalmente al margen de la Ley. Esta no los contemplaba en absoluto. El documento que aquí comentaremos, justamente intentará, por vez primera, enfrentar la realidad total del poblamiento indígena en nuestro país, bastante más compleja de lo que la Ley Indígena de 1972 contemplara. en su momento. Para sopesar la opinión de antropólogos, sociólogos y geógrafos sobre este espinudo tema, la CEPI de entonces, por medio de su Director General don Sergio Rivas Alonso, nos envió el Cuestionario que aquí publicamos y que, al parecer, es pràcticamente desconocido en el medio antropológio nacional.
Un documento con carácter de "reservado".
El suscrito recibió este documento, con carácter de "reservado" siendo miembro del Instituto de Geografía de la Pontificia Universidad Católica de Chile el día 14 de Noviembre de 1975.
Visto y examinado con los ojos de hoy, el presente documento se nos antoja como casi "primitivo". Es tanto el camino que han recorrido nuestras instituciones que tratan del problema indìgena nacional en los últimos 35 años, y tantas las transformaciones que ha sufrido el enfoque del tema indígena, a nivel administrativo, legislativo y académico, que su análisis nos resulta hoy casi ingenuo. No lo es tanto, sin embargo.
Porque si tenemos en consideración que el documento procede de la mano de un ingeniero agrónomo y no de un antropólogo o etnólogo, valoramos el esfuerzo desplegado entonces por poner sobre el tapete un problema que ya desde los tiempos de don Bernardo O´Higgins se presentaba como patente y real: la "incorporación" o la "reducción" del mundo indigena a la soberanía nacional. ¿Cómo lograrlo?.
Supervivencia del "problema indígena" en Chile.
Problema hasta hoy no resuelto, como lo demuestran las recientes manifestaciones en Temuco con motivo de la huelga de hambre de comuneros mapuches recluídos en cárceles acusados de diversos atentados contra las Compañías Forestales que se habían apropiado, mediante métodos muy discutibles, de sus tierras ancestrales, convirtiendo sus antiguos bosques, ecosistemas y vertientes en fuentes de celulosa virgen.
Los herederos discutibles de las tierras indígenas mapuches. Las consecuencias de su acción presuntamente "reforestadora".
¿Cuál fue la consecuencia inmediata?. La desaparición y extinción irremediable de enormes áreas de bosque nativo pluriespecífico local, la muerte de sus especies endémicas de flora y fauna, y su irreparable suplantación por "bosques" de Pinus insignis y Eucalyptus spp. "Bosques" en estricto sentido botánico, ciertamente no; "fábricas de madera", sí. Eso son, ni más ni menos. Asombra, sin embargo, que los grandes consorcios madereros hayan podido acceder a créditos estatales y usufructuar de los enormes beneficios del Decreto Ley Nº 701 sobre plantaciones forestales.
En este contexto, es de gran interés ver qué tipo de preguntas se nos hacía por aquellos años, pues este Cuestionario revela la inquietud subyacente entre las autoridades del Ministerio de Agricultura de la época y, más concretamente del Instituto de Desarrollo Indígena y su jefatura por entonces.
Comentario al Cuestionario de 1975.
1. La pregunta número dos, sugiere que no pocos por entonces considerábamos errónea la dependencia de este organismo de asuntos indígenas de un Ministerio de Agricultura. Pues existían grupos indígenas en zonas de nula o muy escasa agricultura. El caso típico eran los indios nómades canoeros de los canales magallánicos (yaganes y kaweshqar) y los aymaras del sector altiplánico del extremo norte chileno, mayoritariamente pastores de camélidos y/o pequeños cultivadores. Por entonces (1975) nadie pensaba en incluir entre las agrupaciones "indígenas" del territorio patrio a los lickan antai o atacameños, a los rapanui de Isla de Pascua o a los collas del interior de la IIIª Región. Mucho menos a los diaguitas, cuya existencia como etnia indígena ut sic era por entonces impensable. A los diaguitas" se les suponía ya extinguidos a fines del siglo XVIII.
2. La pregunta Nº 4 sugiere que existía cierta unanimidad en cuanto a que esta Ley 17.729 estaba enfocada sólo a resolver algunos problemas puntuales derivados de la aplicación, desde la época del Presidente Eduardo Frei Montalva, de la Reforma Agraria. Pero era un tema sólo referido a las tierras y, en alguna medida, a conceder becas a los hijos de mapuches para fomentar su educación.
3. En el caso de la pregunta Nº 5, nosotros ya sugeríamos por entonces que parecía necesario definir con precisión qué ha de entenderse por "indígena," para evitar que cualquier agrupación, en cualquier parte del territorio, se arrogara tal cualidad, sin base histórica científica alguna, y solo con el objetivo no confesado de "medrar" a costa de sus beneficios.
4. Esta pregunta ya parece sugerir que flotaba en el ambiente la idea, todavía incipiente, de crear una "Ley especial" para todos los indígenas de Chile. ¿Pero, ¿cuáles eran las etnias que podrían considerarse para tal efecto?. Nosotros, por entonces, considerábamos que debía incluir al menos a los aymaras, a los alacalufes o keweshsqar y a los rapanui de Isla de Pascua como legítimos representantes del mundo indígena nacional. Años después, hacia 1986, adquirimos la certeza, al realizar trabajos de campo antropológico entre los pueblos atacameños del Salar de Atacama y del área situada al Norte de Calama (afluentes del río Loa) , que los lickan antai conservaban suficientes elementos de su antigua cultura como para ser considerados "indígenas".
5. Las preguntas 9 y 10 aluden a la discutida existencia de "valores" propios de estas culturas, diferentes de los nuestros. Porque la existencia de estos "valores propios y distintivos", constituiría, ipso facto, un argumento en pro de su protección y salvaguarda.
6. La pregunta Nº 11 se conecta con nuestro apunte sugerido a la pregunta Nº 6 acerca de la Sede posible para este organismo. Apuntábamos tentativamente por entonces a la existencia de tres sedes de un organismo nacional: a) una para la zona norte; b) otra para la zona sur y un a tercera: d) para los isleños Rapanui, con sede en el centro del país.
Observaciones finales.
De esta suerte se sugería en las preguntas de este Cuestionario varios de los problemas a los que por entonces no se daba aún respuesta clara y precisa: a) qué agrupaciones debían ser considerados indigenas y en qué zonas del país; b) necesidad de fijar un "criterio" para distinguir claramente entre indígenas y no indígenas; c) establecer con claridad los "valores" propios y característicos de estas etnias y determinar por qué deben ser protegidos y salvaguardados; y d) Necesidad de crear un organismo rector del problema indígena, de carácter nacional, independiente del problema de la tenencia de las tierras, que tuviera el poder de atacar el tema indígena en todas sus dimensiones: cultural, regional, histórica y económica.
Pasarán años antes de que la nueva Ley Indígena 19.253, promulgada el 5 de octubre de 1993, en tiempos del Presidente Patricio Aylwin Azócar, pusiera sobre el tapete legal muchas de las temáticas discutidas en este Cuestionario.
Lamentablemente no he encontrado todavía el texto de mi propia respuesta a este Cuestionario, enviada al IDI en ese entonces. Mi opinión de aquella época sólo queda reflejada débilmente en unos cuantos trazos escritos en lápiz rojo. Tampoco puedo ya recordar hoy oon precisión el tenor de mi respuesta completa en aquel año 1975.
Los problemas no resultos aún en el tema indígena nacional.
Tanto más nos sorprende hoy (2011) cuando constatamos que temas como el de los "territorios" indígenas" o el de la Organización Nacional y sus competencias, son nuevamente puestos severamente en tela de juicio por el actual gobierno del Presidente Sebastián Piñera. O cuando observamos incrédulos la forma como se evita sigilosa pero sistemáticamente dar un fiel cumplimiento al Convenio nº 169 de la O.I.T, suscrito por le Gobierno de Chile en el año 2009, soslayando la aprobación e intervención directa de las comunidades indígenas aledañas en Proyectos extractivos o turísicos de diversa magnitud en tierras indígenas.
Por lo visto, el mundo indígena, su cultura y territorios, aún tendrán mucho que esperar para ver satisfechas sus legítimas demandas históricas. Parecería, por tanto, que "el horno no está aún para bollos", como reza el sabio refrán castellano.
Dr. Horacio Larraín: Agradezco su publicación. No es extraño que nadie haya hecho un comentario,incorporar a los pueblos que han venerado la naturaleza a que sean parte integrante de la territorialidad chilena sería ir contra la corriente, sería como pedirle a los españoles de 1541 en adelante que no hagan reparticiones de tierras, que no entren en el sistema de encomiendas, sería, como lo fue entonces, un atentado contra el sistema lucrativo en el fondo. ¿Cultura indígena? ¿Territorios indios? ¿Convenio Nº169? ¡Pero si se puede evitar todo eso! Llevamos 470 años de saqueo y de mucho más, somos especialistas en la materia.¿A dónde apunta usted, señor Larraín, imagina la creación de un Ministerio Indígena acaso? ¿Pretende darle poder a las minorías? No, sigamos como estamos, el problema no existe, ellos no tienen voz ni voto, ¡como van a intervenir las comunidades indígenas en los proyectos extractivos o turísticos!
ResponderEliminarTodo esto que en realidad es un problema continental va entrelazado como usted lo señala con la naturaleza misma, la Tierra ha esperado tanto, los hombres de la tierra han esperado tanto, hay un agotamiento, una conciencia universal que ya no puede esperar más,un sentir colectivo aprisionado y gigantesco a punto de expresarse. Tengo fe en los cambios que se avecinan. No está sólo, señor Larraín, yo siento como usted. Creo en la conciencia del ser humano, en un nuevo orden que nacerá desde el corazón de las nuevas generaciones.
Cordialmente, escritora.
Estimada escritora anónima: Le agradezco su sagaz y pertinente comentario Me permito hacer una breve reflexión a propósito de sus palabras. Estamos en un epoca dificil en la que el máximo beneficio económico a corto plazo es el que decide y manda. Solo importa el hoy y la satisfacción de las necesidades del día presente. Poco o nada importa el ayer y sus lecciones; poco o nada importa el futuro y los problemas que le dejaremos en herencia. Nuestros economistas de hoy y nuestros técnicos viven el acuciante "hoy" y se asemejan a aquellos pescadores que tratan de tapar los hoyos de su embarcación que ya hace agua, con tapones de algodón. ¿Se necesita más energía?. Pues que venga la más barata posible, la del carbón (para las Termoeléctricas). Como se necesita energía, según se nos pregona, ¿a quién importa que ésta contamine y enferme a los niños de las Escuelas (recuerde la lección de la Escuela de La Greda)?. Ese problema, ese “pequeño problema ambiental”, lo dejamos desvergonzadamente a los gobernantes del futuro. Ellos tendrán que desembolsar el dinero para corregir los daños inferidos a la salud humana y al medioambiente.
ResponderEliminarCon este insano criterio, antihistórico, está operando la autoridad hoy. Por lo demás, casi siempre en el pasado, hemos obrado igual. Ni aprendemos las duras lecciones que nos dicta el pasado, ni pensamos con seriedad en el futuro de la Nación. Con mucha razón el filósofo español Ortega y Gasset se quejaba de la falta total de perspectiva histórica de los economistas: éstos sólo consideran el presente, el hic et nunc, acuciados por sus angustias. Pero nuestra Humanidad debe proseguir viviendo, debe seguir su ruta adelante, por milenios. También nuestras Naciones. No se trata, pues, de exterminarlas o dejarlas convertidas en un desierto tóxico, de aquí a cincuenta o cien años, tal como se viene haciendo hasta hoy. O el "progreso" futuro toma en cuenta la cultura y las tradiciones de los pueblos y el cuidado de los ecosistemas, o estos mismos darán cuenta de los gobiernos y naciones que no hayan aprendido a convivir tanto con su historia cultural, como con su geografía (Naturaleza, medioambiente).
Dr. Horacio Larrain B. (Ph.D.)
Coordinador Regional
Centro del Desierto de Atacama
Pontificia Universidad Católica de Chile
Al grano Sr. Larrain:¿Cual es us propuesta sobre el problema Mapuche?.
ResponderEliminarNo me queda claro su opinión respecto de la Ley Indígena del año 1972.
Por último.¿ Si se ubiese puesto en vigencia esa ley los abusos durante la Dictadura se habrian evitado y de paso el problenma de hoy solucionado?.
Respuesta clara por favor.